Nueva apuesta ganada 2

Segunda parte de otra de nuestras fantasías intensamente vividas

Por fin llegó el viernes, tengo que confesar que durante toda la semana había estado intranquilo, sabía que Ana me había echado de menos o eso me decía cuando hablábamos por teléfono, aunque ya sabía que algo se traía entre manos y este era el momento de averiguarlo.

Llegué el camping sobre las nueve de la noche y Ana ya me estaba esperando, nos besamos nada más bajar del coche y algo raro comencé a notar en el ambiente, la verdad tengo que reconocer que en mi mujer aún hay detalles que me sorprenden a pesar de nuestras experiencias vividas, pasamos dentro del bungaló y allí estaban esperando sus tres nuevos amigos, habían tenido el detalle de preparar la mesa con algunos platos variados para cenar, hicimos las oportunas presentaciones y comenzamos a dar cuenta de todo cuanto habían preparado.

Una vez terminamos, nos acomodamos en la parte que da al saloncito, donde tomaríamos las copas y estaríamos más cómodos. Todos los comentarios iban dirigidos a la forma tan liberal que teníamos de llevar nuestra relación de pareja, (era lógico que Ana los había puesto al día sobre nuestras vivencias) nos decían que era genial nuestra forma de pensar, yo les contestaba que es otra manera de vivir la sexualidad, siempre que exista respeto y que además en nosotros no era necesario ser infiel el uno con el otro.

Cada vez la conversación era más desinhibida, señal de que comenzábamos estar más relajados y Ana se levanto para poner un CD en la mini cadena con música romanticona, a ella le gusta oírla cuando estamos a gusto y apago la luz, dejando solo una pequeña lamparita encendida, se dirigió hacia Fran y le acercó la mano, este se levantó y se pusieron a bailar.   Apretaban sus cuerpos uno contra el otro, cruzaban sus manos y se acariciaban por todos lados, se besaban y mientras el comenzó a desabrocharle la blusa, sus pechos se quedaron al aire y comenzó a tocárselos y chupárselos, se le notaban sus tetas hinchadas con los pezones hinchados, mientras ella trataba de bajarle el pantalón y no paró hasta sacarle fuera la polla y los huevos, se la agarró y comenzó a acariciársela. Nosotros mientras permanecíamos sentados contemplando el espectáculo sin decir nada, pero era evidente que el calentón iba en aumento y ya solo faltaba que alguno de decidiera pasar a la acción, fue Sebas quien dio el primer paso, se puso de pié y sacándose la polla empezando a pajearse sin quitarles el ojo de encima. Juan vino hacia mí y empezó a acariciármela por encima del pantalón, estaba que iba a reventar, bajándomelos la saco y  empezó a darme una mamada de campeonato, yo me iba desnudando hasta quedar completamente en pelotas. Mientras Ana y Fran seguían a lo suyo, ya estaban también desnudos y ahora era él quien le comía el coño, ella se retorcía de gusto en el suelo y Sebas se le acercó poniéndole su polla en la boca, mi mujer esa es de las posturas que más disfruta, por un lado le comen el coño y por otro saborea una buena polla en su boca. Que imágenes, solo de verlo ya podría correrme, pero tenía que alargarlo todo lo que pudiera, esta situación no se da todos los días.

De nuevo Ana entraba en acción y ponía en marcha toda su imaginación, se apartó a un lado y arrimando su vibrador al clítoris dijo.

Escuchadme chicos, quiero que esta noche los tres le folléis el culo a mi marido, yo mientras disfrutare viendo el espectáculo, no quiero perderme ningún detalle de cómo se lo vais haciendo.

Como si de una orden se tratara, los tres con sus pollas erectas se situaron alrededor mía, aquella situación me resultaba un poco extraña, pero el calentón que tenía hizo que no me lo pensara y me prestara a su juego. Agarré la polla de Fran y se la empecé a chupar, me cogió de los pelos y me la hundía hasta el fondo provocándome arcadas, noté como le crecía dentro de mi boca hasta que se le puso enorme. Juan a la vez comenzó a meterme la lengua en el culo hasta que noto que lo había dilatado un poco y empezó a  querer introducirme  los dedos, no le puse mucha resistencia y en un momento ya tenía dos de ellos dentro, Sebas se colocó por encima de Juan y untándose un poco de vaselina en la polla, la arrimó para que este la dirigiera hacia el centro de mi culo, no lo pensó mucho y nada más notarlo cerca, comenzó a empujar joder como dolía, pero yo no quería que la sacara ya empezaba a disfrutarla y sabía que el dolor pasaría pronto, unos pocos empujones y la metido toda, no era muy grande pero la disfrutaba, yo comencé a acariciarme la polla y Ana al darse cuenta de que me iba a correr se colocó debajo mía y empezó a chupármela, mi polla empezó a descargar leche dentro de su boca y al momento Sebas estaba corriéndose dentro mía, no necesité mucho para descargar ya que venía con un  calentón enorme al estar toda la semana sin hacer nada.

Ahora fue Juan el que me la metió, no sabría distinguir si su polla era mayor o menor que la de Sebas pero a mí me seguía dando un gusto enorme, estaba recién corrido y me encontraba un poco cansado pero el empuje de Juan hizo que mi polla reaccionara con otra erección y aunque me masturbaba, no conseguí correrme. El por su parte empezó a poner más ritmo a su empuje y cuando estaba a punto de correrse me la sacó y nos la puso a mi mujer y a mí en la boca, comenzó a descargar toda su leche sobre nosotros hasta soltar la última gota, yo no quitaba ojo a la polla de Fran, era bastante más grande que las otras dos y hubiera preferido que se follara a Ana, pero el cumplía con los deseos de ella y untándose un poco de vaselina me la puso en el culo y comenzó a empujar, al principio mi culo ponía un poco de resistencia a dejarle  paso a esa enorme polla, hasta que en uno de los empujones noté como metió la cabeza, fue lo que más dolor me produjo, a partir de ahí era yo el que empujaba con el culo hacia atrás, otra vez volvía a estar cachondo perdido y mi polla me decía que quería guerra.

No quería masturbarme, prefería disfrutar de la follada que me estaba dando Fran, mientras Ana y los otros dos chicos ya volvían al juego y mientras ella se las chupaba ellos le metían sus dedos por el culo o el coño, yo disfrutaba mirándola pero lo que de verdad disfrutaba era mi culo, notaba como su polla cada vez era más gorda y supe que se iba a correr, cogí mi polla y comencé a hacerme una paja al ritmo de las embestidas de Fran.

Fran gemía y gemía, con cada embestida que me daba notaba mi culo como se iba llenando de su leche y continuó así hasta que no quedó nada dentro de sus huevos, yo también me había corrido y ahora sí que me encontraba completamente cansado, Ana se me arrimó y poco a poco fue sacando la polla de mi culo, cuando la sacó entera noté como caían los chorreones por mis muslos, miraba la polla de Fran y aunque ahora estaba flácida, era enorme, pensaba en cómo debía de haberme dejado el culo.  Ana me tocaba con sus dedos y me restregaba la leche por el culo y los muslos. Decidí echarme para un lado y descansar esta noche ya no podía más.

Sebas que ya volvía a estar a punto comenzó a follarse a cuatro patas a Ana y esta a la vez jugaba con la polla de Juan que también daba síntomas de haberse recuperado. Hay escuché como se corría por primera vez, ella suele gemir bastante fuerte y esta vez no iba a ser menos, debieron de oírla los vecinos del camping.

Comenzaron a trabajarle el culo mientras le iban diciendo que se la iban a follar los dos a la vez, (esa es otra de sus posturas favoritas, sentirse follada al mismo tiempo por ambas partes) pidió a Juan que se tumbara y se puso encima metiéndose su polla, mientras lo cabalgaba le iba ofreciendo el culo a Sebas, este no necesito ser invitado, le puso un poco de lubricante y comenzó a follársela, ahí volví a notar como tenía otro orgasmo Ana, esta vez duró menos pues en esa postura se encontraba un poco incomoda y casi no podía moverse.

Fran que había permanecido apartado del festival durante unos quince minutos ahora se arrimaba con la polla en la mano ofreciéndosela a mi mujer que comenzó a chupársela y uffffffffffff que me hubiera gustado poder grabar ese momento, estaba siendo follada por tres pollas a la vez.   Sebas fue el primero en correrse, solo necesitó unas cuantas embestidas y cuando le saco su polla esta aún chorreaba leche y le dijo a Fran: vamos ahora fóllale tu el culo que quiero que a mí me limpie la polla con su boca, dicho y hecho cambiaron las posturas y ahora era Fran quien le metía ese pedazo de polla en el culo. Mi mujer no decía nada , solo la oía de correrse, ya perdí la cuenta de cuantos orgasmos había tenido, ahora que Fran le follaba  el culo (que es lo que más caliente pone a mi mujer)esta comenzó a gritarle: joder que polla, ahora entiendo como tenía mi maridito el culo de abierto, fóllamelo y pónmelo igual a mí, Juan y Fran la follaban con toda sus fuerzas y casi por igual empezaron a correrse, siguieron y notaron como Ana volvía a tener otro orgasmo. Cuando vieron que ya había terminado se la sacaron y se las llevaron a su boca para que se las limpiara.

Ahora era yo el que me puse por detrás, quería ver cómo le habían dejado el culo y vaya que espectáculo, de su coño y culo caían dos chorros de leche que se unían en su muslo, comencé a restregárselo por el culo, cogí toda la que pude y con Ana tumbada se la empecé a restregar por las tetas y vientre, ahora sí que todos estábamos enteramente cansados. Aunque yo volvía a estar empalmado, comprendía que era mejor dejar algo para mañana  pues con solo ver las caras de ellos, no necesitaba explicaciones. Sin embargo Ana estaba feliz y sonriente, sabía que si le hubieran dado más polla ella hubiera seguido y con un: Chicos espero que descanséis, pues mañana me gustaría llevar a la playa a mi marido y enseñarle todo lo que se ha perdido en su ausencia. Eso ya lo contaré en la tercera y última parte.