Nueva apuesta ganada 1
Otra vez vuelve a perder la partida y de nuevo tendrá que llevar a cabo otra de mis fantasías
Me vais a permitir antes de nada, hacer mención a dos de mis relatos anteriormente escritos y que como comprobareis guarda relación con este, ya que forma parte de nuestros juegos y fantasías, llevados a la realidad.
- Las apuestas si se pierden hay que pagarlas (categoría – orgías)
- El secreto mejor guardado (categoría – bisexuales)
Los que ya nos conocéis por haber leído anteriores relatos nuestros, recordaréis que tanto Ana como yo, somos una pareja liberal, que siempre que podemos, intentamos hacer realidad nuestras fantasías (que no son pocas), pero siempre con un máximo de respeto y contando con la complicidad de ambos. Dicho esto paso a contaros nuestro siguiente juego.
Por mi cabeza rondaba de nuevo otra nueva fantasía a realizar, pero necesitaba otra vez ser ganador en una de nuestras partidas, de esta manera Ana se vería en la obligación de tener que pagar su apuesta como perdedora. Necesité de varias jugadas para poder ganarle, cuanto más interés ponía más partidas perdía. No conseguía ganarle ni aún haciéndole trampas, hasta que llegó mi hora y por fin me toco a mí ganar y claro no tarde en plantear cual iba a ser mi deseo:
Vamos a alquilar una cabaña en un camping de lunes a domingo, donde vas a quedarte sola, hasta el viernes por la tarde que llegaré yo. Aunque esto no es solo, tu tendrás que ser quien decida con quien hacer amistades durante esos días, y hasta donde deseas llegar, (los limites los pondrás tú). Una última cosa, tendrás que ir anotando en esta libreta, todo cuanto te vaya sucediendo, pues luego tendrás que contármelas sin saltarte ni un solo detalle.
Paso a escribir directamente de su libreta:
Lunes : Esto es muy bonito, playa, piscina, mucha naturaleza y todo muy limpio y ordenado, aunque estoy sola y algo aburrida, he pensado que el primer día me lo pasaré en la playa.
No hay mucha gente, pero he decidido alejarme un poco y hacer top-les. Al volver por la tarde decidí volver al mismo sitio, cuando llegué vi que estaba igual de tranquilo, cuando llevaba unos treinta minutos, llegaron tres chicos jóvenes de unos 27 ó 28 años y se pusieron a unos 20 metros de donde yo estaba. Montaron una especie de sombrilla y debajo colocaron las toallas. No se lo pensaron dos veces, se fueron quitando toda la ropa, y se quedaron en pelotas delante de mis ojos, sin importarles lo más mínimo que yo estuviera allí.
Martes : Hoy he decidido pasar todo el día en la piscina, y aunque son muchos los tíos que se han acercado, con la intención de charlar o invitarme a tomar algo (escusa perfecta para ligar), no me he sentido atraída por ninguno.
Yo sigo tomando el sol igual que en la playa en top-les y eso ha provocado en más de una pareja alguna pelea, podía notar como los maridos disimulaban para mirarme y eso a sus mujeres no le hacía mucha gracia.
A la hora de cenar decidí sentarme a tomar algo en la terraza del chiringuito, un momento después, llegaron los tres chicos que había visto el día anterior en la playa, se sentaron justo en la mesa de al lado, cuando me disponía a marcharme uno de ellos tal vez el más lanzado, se levantó y con una sonrisa de las de anuncio de televisión, me coge del brazo y me pide que me quede a tomar una cerveza con ellos, que me deben una explicación por haberse quedado desnudo en la playa sin saber si a mí me iba a molestar (no se imaginaban como yo había disfrutado de la panorámica).
Pensé qué no me vendría mal un poco de compañía y acepte la invitación, hicimos las oportunas presentaciones y dijeron llamarse Fran, Sebas y Juan. Que el motivo de sus mini vacaciones, era una especie de despedida de fin de carrera que habían decidido darse antes de tener que marcharse de vuelta cada uno a su ciudad. Me parecieron tres chicos de lo más divertido y además muy educados, todo el tiempo pasaba de lo más relajado y así sin darnos cuenta nos dieron casi las cuatro de la madrugada, me acompañaron a mi bungaló, que estaba prácticamente junto al de ellos, y antes de marcharse, me hicieron prometer que la mañana siguiente la pasaría con ellos en la playa.
Miércoles: Como les había prometido, me recogieron temprano y antes de bajar a la playa, pasamos por el supermercado, compramos cerveza, pan y algo de embutido para hacer unos bocadillos y también algo de fruta, lo guardamos todo en una nevera y nos marchamos dispuestos a pasar el día de playa. Llegamos y decidimos ponernos en el mismo sitio que el día anterior, volvieron a montar la sombrilla y lo dispusieron todo, no entendía tanto interés en querer que nadie si fijara en nosotros, poco a poco me fui dando cuenta. Como la vez anterior se desnudaron completamente, y me pidieron que yo hiciera lo mismo, no fue necesario que insistieran mucho, les imité y empezamos con los típicos juegos de mamón el último hasta que nos metimos todos al agua, me sentía muy bien entre ellos, nos echábamos agua, empujábamos y todo eran rizas y bromas, hasta que poco a poco fuimos cogiendo confianza.
Salimos del agua y nos tumbamos en la sombra, empezaron a caer las primeras cervezas y me ofrecieron un cigarrillo (luego me enteré de lo que era), cada calada que le daba me sentía más colocada y relajada, voy a coger una toalla y veo a Juan agachado haciéndole una soberana mamada a Sebas, a mi que nada me sorprende ya, pero tengo que reconocer que aquello no me lo esperaba y queriendo demostrarlo me volví y no le di mayor importancia. Ahora Fran que estaba justo a mi lado, se había sacado la polla y se la estaba tocando, en poco tiempo se le puso de lo más tiesa, debía de tener 20 cm, o más, se me acercó y comenzó a tocarme las tetas, me besó en la boca metiéndome la lengua hasta el fondo, a continuación puso mi mano en su polla y agachándose hacia mi coño comenzó a chupármelo, me metía los dedos y la lengua, yo deseaba que aquello no acabara nunca.
Entre gemido y gemido, acabamos por tumbarnos juntos los cuatro, Sebas me sobaba las tetas mientras penetraba a Juan y este a la vez le tocaba la polla a Fran, este a la vez no paraba de chuparme a mí, (que locura, era de peli porno) Juan se incorporo como pudo y me acercó la polla para que se la chupara, mientras Fran se puso entre mis piernas queriendo follarme a toda costa. A lo mejor pensó que yo se lo iba a poner difícil, abrí mis piernas y dejé que me la metiera toda, me follaba con mucho ímpetu, notaba como me la clavaba hasta el fondo y yo solo pedía más y más.
Sebas me pidió que siguiera follándome a Fran sentada encima de él, buscaba liarse con mi culo, yo ya imaginaba lo que vendría a continuación y lo dejé hacer, no tardaría mucho en darse cuenta de que mi culo también estaba pidiendo polla, Juan mientras se masturbaba delante mía, gozaba del espectáculo y cuando Sebas comenzó a metérmela por detrás, se incorporó y me metió su polla en la boca. Ahora sí que estaba realmente follada: por el coño unos 20 cm, por el culo prácticamente igual y por la boca, no menos de 17 cm,. Los tres me follaban con todo descaro, ya se habían dado cuenta de como las gastaba yo y sin apenas esfuerzo conseguí correrme tres veces. Cada uno estaba a lo suyo y solo buscaban darse placer para correrse, yo mientras esperaba dispuesta a que me regasen con su leche. El primero fue Sebas empujaba tanto que casi me la sacaba por delante, hasta que grito y comenzó a inundarme el culo, estuvo así un par de minutos y antes de terminar se le unió Fran empezando a descargar dentro de mi coño. Ahora faltaba Juan este no lo dudo y poniéndose por detrás de mí, me la dirigió hacia el culo recién follado como estaba apretó hasta que la metió entera, lo tenía tan dilatado que apenas la notaba y al momento, comenzó a correrse empujando y empujando, yo mientras me masturbarme el clítoris y volví correrme otra vez, Cuando todos terminamos nos tumbamos en las toallas y nos quedamos medio dormidos, me sentía llena por todos lados, notaba como la leche me corría por las piernas y ellos lo comentaban y se reían.
Al caer la tarde volvimos al camping y decidimos irnos al bungaló a descansar por separado. Antes decidimos que el día siguiente lo pasaríamos en la piscina.
Jueves: Cuando llegué a la piscina, ya era más del medio día, había dormido toda la noche de un tirón y solo pensaba en encontrarme con los chicos. Ellos nada más verme, se vinieron hacia mí y todos me preguntaban por mi tardanza, una vez más fue Fran el que dio en el clavo al decir: Seguro que anoche terminó bastante cansada, había acertado pero yo de nuevo estaba deseando volver a tener un festival como el día anterior.
Pasamos todo el día en la piscina hasta media tarde que Juan y Sebas deciden ir al pueblo de compras, Fran me miró con mirada picara y comenta que por qué no nos quedamos nosotros, que ya buscaremos algo para hacer.
Cuando ya nos echan de la piscina, éramos los últimos decidimos ducharnos en mi bungaló, Fran me cogió por la cintura y sin esperármelo, me planto un beso en la boca, me llevó de la cintura hasta que entramos y casi sin darme tiempo a cerrar la puerta me quito el pareo y después el biquini, me llevo hasta el sofá y se bajo el bañador, pude ver toda su polla dura y erecta me agaché y comencé a chupársela, el se sentó en el brazo del sofá y comenzó a meterme los dedos en el coño.
Joder como lo tienes, está abierto y empapado
Y tú que me dices de tu polla, ya en la piscina te la notaba por debajo del bañador empalmada
Se la chupaba como si me la fueran a quitar de la boca, el mientras me decía lo caliente que era y cosas así. Me puso a cuatro patas y me la metió, esta vez no se ando por las ramas empujaba y gemía hasta que notó como yo me corría, esperó a que yo terminara y sacándomela me pide que quería correrse encima de mis tetas, se la cogí y empecé a meneársela encima de mi pecho, hasta que empezó a descargar sobre mi cara y tetas, me pringo toda y cuando terminó, con su mano me lo empezó a restregar todo, metiéndome los dedos en la boca.
Así nos que damos como una hora abrazados y decidí que era el momento de contarle que estaba casada, que esperaba a mi marido mañana viernes para pasar conmigo el fin de semana. Al principio me miró con sorpresa, pero poco a poco le fui contando cómo era nuestra relación de pareja y que todo estaba permitido siempre que estuviéramos de acuerdo y formara parte de nuestro deseo. Seguro que mi marido Antonio os va a caer muy bien.
Tengo que decir que durante los días que Ana estuvo sola en el camping, la llamaba a diario para saber de ella, pero cuando la conversación derivaba hacia lo aquí escrito, le cambiaba de conversación, no quería saber nada de lo pasado hasta que terminara la semana y además me devolvería su libreta de apuntes.