Nuestros comienzos en los placeres del sexo

Nuestros primeros escarceos y juegos con los placeres sexuales.

NUESTROS COMIENZOS EN LOS PLACERES DEL SEXO

Chelo y yo desde que nos casamos hasta empezar en el maravilloso mundo del sexo formamos un matrimonio convencional. Nuestro trabajo, durante la semana, se desarrollaba en la oficina y cuando llegábamos a casa nos preparábamos para el día siguiente. De esta manera transcurrió la mayor parte de nuestras vidas a excepción de los fines de semana que bien salíamos a cenar o a una discoteca y a continuación el consabido polvo matrimonial sin mayor expectación sexual.

Conforme pasaba el tiempo nuestra despreocupación se fue incrementando llegando a pasarnos hasta un mes sin tener ninguna relación sexual entre los dos. La situación matrimonial se iba deteriorando a pasos agigantados. Nuestra edad iba avanzando sin tener aliciente alguno. Cuando estábamos rondando los cuarenta y por cuestiones profesionales compramos un ordenador. Paulatinamente nos enganchamos, tanto Chelo como yo, en Internet. De vez en cuando chateábamos con personas conocidas a través del Messenger.

De esta forma fuimos incrementando nuestra presencia ante el ordenador y nos fuimos metiendo en Web con Chat para charlar con gente desconocida. El morbo se fue adueñando de nuestros cuerpos y las conversaciones con gente fueron cada vez mas atrevidas. Pero siempre individualmente y cada uno por su lado. Cuando estaba Chelo hablando yo no intervenía en su conversación y de la misma manera pasaba al contrario.

Como ya he dicho antes las conversaciones que ambos manteníamos independientemente eran mas excitantes. Por consiguiente, también nuestro deseo sexual fue creciendo y al mismo tiempo que nos contábamos nuestras charlas nos apetecía tener una relación sexual. Estas eran más ardientes y más morbosas. Mientras follabamos nos decíamos cosas que en otros tiempos eran impensables para nuestra mente. La frase de "como te gustaría tener a ese tipo follandotelo ahora mismo" o "¿te gustaría que esa persona estuviera comiéndote el coño mientras yo te follo?" eran repetitivas en nuestras sesiones sexuales. Ella siempre me contestaba con un "si, quiero que me coma mi coño fulanito" o "como me encantaría tener a menganito ahora mismo aquí con nosotros". Después de terminar nuestro satisfactorio polvo nos comentábamos lo dicho durante la relación sexual e incluso volvíamos a excitarnos para tener una nueva penetración. Así estuvimos funcionando durante algún tiempo hasta que en una ocasión y mientras Chelo estaba en comunicación con alguna persona, entré en la habitación, donde teníamos el ordenador. Pude contemplar como mi esposa se estaba frotando su sexo mientras chateaba con el desconocido. A pesar de estar yo allí ni se inmutó y continuó con su masaje vaginal. Su rostro denotaba excitación sexual y yo contemplándola también me excité. Me acerqué a ella y comencé a pasarle las manos por su cuerpo, primero por la espalda, a continuación por sus tetas, después por sus pezones y terminé en su coño que ya estaba húmedo. Ella continuaba escribiendo y yo, no haciendo caso a lo que escribía, continué frotándola los labios vaginales y sobretodo su clítoris. Al cabo de un rato tuvo un formidable orgasmo.

Después de este suceso vinieron otros más. Chelo me comentaba, de vez en cuando, lo que le decían sus amigos anónimos y como se calentaba de lo que le escribían. Mientras me describía estas cosas yo me excitaba. Y, durante una de estas conversaciones, le propuse lo siguiente:

  • Chelo, porque no nos compramos una cámara y podríamos ver con la persona que

chateamos

  • No me parece mal la idea.

Y a los pocos días teníamos una web-cam en nuestra casa. A partir de ese momento, nuestra vida sexual empezó a cambiar por completo.

Mi esposa y yo rivalizábamos por estar con el ordenador. Pero nunca nos sentimos celosos de lo que el otro hacia. Al contrario nos contábamos nuestras aventuras cibernéticas y nos excitábamos mutuamente hasta tener sexo placentero. Así estuvimos durante un cierto tiempo hasta que sucedió lo siguiente:

Un día estaba yo en el ordenador y contacté con una pareja. Al principio nuestra conversación fue normal, presentación, de donde éramos, nuestros lugares vacacionales, etc. Pero en un momento la mujer me indicó si mi esposa estaba en casa y podría conversar con ella. Yo le contesté que no sabia si ella deseaba chatear con ellos, pero que en un segundo saldríamos de duda y se lo preguntaría. Al instante Chelo estaba puesta en el teclado y hablaba animadamente con la pareja. Pasados unos momentos le preguntamos si tenían cámara para poder observarnos mientras hablábamos. Nos dijeron que si y nos conectamos los dos ordenadores. Eran bastante agraciados y no muy mayores (de unos 30 a 35 años). Estaban sentados uno al lado del otro. Por cierto no os he dicho que eran de Méjico D.F.

Chelo se había sentado sobre mis rodillas y estaba más cerca de la pantalla y del teclado que yo, de esta forma era ella la que escribía. Pero nos tomaba perfectamente la cámara. Las mujeres eran las que llevaban la voz cantante y su conversación se hizo cada vez mas atrevida. (Los nombres de nuestros nuevos amigos eran Lupe y Fidel)

Lupe: "Oye Chelo, a ti te gusta excitar a los hombres"

Chelo: "Si mucho. Incluso me suelo poner muy cachonda cuando me doy cuenta de que los estoy excitando"

Lupe: "A mi me sucede lo mismo"

Chelo: "Te voy a contar una anécdota. Hace unos días fui a comprarme unos zapatos, el joven que me probaba solo se fijaba entre mis piernas"

Lupe:" ¿Es que no llevabas bragas?"

Chelo: "Si, pero estas eran de color rojo transparentes y muy pequeñas, seguro que el joven me veía perfectamente el sexo a través de la transparentes bragas y sobretodo los pelos que se me salían por los lados de mi ajustadas bragas"

Lupe:" Ja jajajaja. Lo pondrías malo"

Chelo: "Se le notaba un bulto enorme en sus pantalones. Pensé que cuando terminara de probarme se iría al W.C. a echarse una buena paja"

Lupe: "Jajajajaja. Seguro que esa misma noche se masturbaría mas veces pensando en ti"

Chelo: "Cuando regresé a casa iba pensando en esa situación y me iba excitando. Así que cuando llegué me fui directamente a masturbarme para quedarme tranquila"

Lupe: "Pues en algunas ocasiones, cuando salimos Fidel y yo a tomar alguna copa me deja que excite a los tíos. Hace poco tiempo estuvimos en un pub donde se encontraba una pareja mayor, la mujer estaba totalmente distraída y el tío no hacia nada más que mirarme las piernas, entonces yo las crucé dejando todos los muslos al aire. El viejo se le salían los ojos mirándome. Yo se lo comenté a Fidel y este me indicó que lo pusiera a mil. Entonces con descaro y mirándolo me empecé a subir poco a poco la falda, descrucé las piernas y abriéndolas le enseñé todo el interior. Creí que le daba un ataque al corazón pues no dejaba de revolverse en su asiento. Y entonces fue cuando me percaté de que no llevaba bragas. Jajajaja"

Nosotros también nos reíamos a carcajadas.

Chelo: "¿Es que no usas bragas?"

Lupe: "No las suelo usar. Ahora mismo estoy sin ellas"

Chelo: "No me lo creo"

Lupe: "Si me levanto el vestido y no las llevo puestas, tú que me enseñas"

Mi esposa se volvió hacia mí, preguntándome con la mirada. "Dile que le enseñas tus tetas" le dije yo. Y así lo transcribió.

Entonces Lupe se levantó de su asiento y delante de la cámara se alzó el vestido para enseñarnos un coño repleto de vello negro. Me lancé al teclado y escribí:

"Fabuloso, excitante, formidable, sugestivo…"

Chelo ante la presencia de ese sexo se empezó a excitar. Restregaba su culo sobre mis piernas. Y le dije: "Ahora te toca a ti". Sin moverse de su sitio empecé a subirle el suéter que llevaba puesto hasta dejar al aire sus formidables tetas encerradas en el sujetador. Le desabroché este y al instante sus senos vieron la luz. Los pezones los tenia tiesos y duros.

Mientras tanto yo le había metido mano por debajo del vestido y le frotaba su coño por encima de sus bragas. Estas, estaban húmedas. Me fije en la pantalla del ordenador y vi como Fidel se comía con los ojos las tetas de Chelo.

Lupe: "¿Te estas excitando de ver como mi esposo te mira tus tetas?"

Chelo: "Si, y además Juan me está masturbando. Estoy tomando una temperatura que como siga Juan frotándome el coño me voy a correr aquí mismo"

Lupe: "Pues mientras tú nos enseñabas tus senos yo me he metido mi consolador y ahora mismo lo estoy disfrutando"

Chelo: "Que suerte tienes, chica, de poder tener algo dentro de ti. Yo tengo que conformarme, por ahora, con la paja que me está haciendo Juan"

Lupe: "Os tengo que confesar algo. Somos una pareja swinger"

Chelo: "Y eso que es"

Lupe: "Practicamos el intercambio de parejas. Llevamos unos dos años haciéndolo y nos va muy bien"

Chelo: "Lupe me tienes que explicar un poco mas sobre ello"

Lupe: "Pues dos o mas parejas conocidas o desconocidas se reúnen en casa de uno de ellos o en lugares donde se practica esto, para tener sexo con la persona que tu desees"

Chelo: "¿Y tu marido está delante?

Lupe: "Si, es excitante poder ver a tu compañero con otra persona mientras que tu estas disfrutando"

Chelo estaba tan excitada por la conversación que la había levantado un poco y le había metido mi polla en su húmedo coño. Sus movimientos ascendentes y descendentes sobre mi pene eran muy lentos para que nuestra pareja amiga no se diera cuenta.

Chelo: "Lupe te voy a decir una cosa"

Lupe: "Dime"

Chelo: "Pero me da un poco de vergüenza"

Lupe: "No te preocupes por nosotros, dí lo que te parezca y no te sientas mal"

Chelo: "Es que Juan me está follando"

Lupe: "Ya me he dado cuenta por la cara de satisfacción que tienes. Y además no dejas de mirar la polla de Fidel".

Yo no me había percatado pero Fidel se había sacado su herramienta y se estaba masturbando.

Chelo: "Si ya me había fijado en ella, y tiene una polla extraordinaria"

Lupe: "¿Te gustaría estar aquí con nosotros y poder tocar la polla y los huevos de Fidel?"

Chelo: "Me encantaría poder estar los cuatro juntos y poder tener sexo entre nosotros"

Lupe: "¿Te quieres comer la polla de Fidel mientras yo me como la de Juan?"

Chelo: "Si, quiero comérmela, quiero chuparla, quiero sacarle todo su semen"

Entonces Fidel se puso de pie y se acercó a la cámara. Su polla se veía grandiosa en la pantalla. Chelo se había incorporado echándose sobre la mesa del ordenador, para estar mas cerca de aquel miembro, y su culo se había alzado hasta cerca de mi cara. Me incorporé y, de nuevo, le introduje mi polla en su coño. Sus movimientos y mis sacudidas eran cada vez más fuertes. Mi esposa intentaba meterse la polla de Fidel en su boca, chupaba la pantalla y lamía todo lo que podía con su lengua alrededor del capullo de Fidel. Solo que no podía nada más que hacerlo a la pantalla. Ella pensaba que era real y lo tenía dentro de su boca. Seguí penetrándola con intensidad, la follaba con deseo, me excitaba verla comiéndose otra polla, intensifiqué mis movimientos de mete-saca, mis huevos chocaban con su culo en cada metida.

Chelo solo decía:"Sigue, sigue metiéndomela, continua, no pares, mas fuerte, intenta atravesarme mientras yo me como esta deliciosa polla que esta a punto de reventar"

Al momento me corrí en su interior inundándola con mi semen. Fidel no aguantando más empezó a expulsar su líquido sobre Lupe que estaba echada sobre la banqueta con su consolador metido en su sexo.

Lupe, le escribió a Chelo: "¿Te ha gustado la experiencia?".

Chelo le contestó: "Si, pero me hubiera gustado mas haberla tenido en la realidad, hubiera sido mas placentera y gratificante"

Lupe: "Tienes razón, y si hacéis un viaje por aquí nos podremos pasar una noche deliciosa. Si deseáis repetir de nuevo la experiencia hacérnoslo saber que estaremos dispuestos a volverla hacer"

Chelo: "De acuerdo, un beso para los dos y otro de Juan. Hasta pronto"

Después de despedirnos de nuestros nuevos amigos cibernéticos, apagamos el ordenador y nos fuimos a descansar del momento tan intenso que vivimos.