Nuestro tercer día de vacaciones en el norte

Con mi amiga Sandra fuimos al norte del país para las vacaciones de fietas patrias a disfrutar juntas. El tercer día lo pensabamos dedicar a descansar cuando una pareja amigos de Sandra aparecieron en nuestras vidas. Nosotras estabamos juntas y ellos eran hombre y mujer.

Continuare narrándoles lo mejor que pueda mi viaje a las playas del norte de mi país con mi amiga Sandra. Como recordarán este paseo era por 3 días que era el tiempo que duraban las fiestas patrias de mi país adoptivo.

Ya les conté lo maravilloso y excitante que fue el sábado cuando llegamos. Por el momento me saltare en domingo que fue tanto o más excitante y maravilloso que el día sábado. Talvez por el hecho de que ya nos conocíamos más, Sandra sabía como llevarme al máximo y ya me había acostumbrado y aceptaba de ser el objeto de su sexualidad. Ella sabía y era una maestra en desorbitarme.

El lunes y último día de locuras y placer, decidimos que después del desayuno y una vez cumplidos los ritos del baño y arreglo personal bajaríamos a la solitaria playa a disfrutar del sol, el mar y la buena conversación. Hicimos un pacto de olvidarnos del sexo.

Sentadas a orillas del mar platicando de política, economía y otras “pelotudeces”  más y a esas alturas completamente desnudas y relajadas nos encontrábamos las dos cuando divisamos a lo lejos una pareja que caminaba en dirección a donde nosotras estábamos. Sandra me dice que no nos preocupemos, que sí ellos están en el recinto es por alguna relación con los dueños y no debemos darles importancia y las probabilidades de que sean una pareja dispareja son del 99,9%.

Tranquilas seguimos charlando y la pareja continuaba con su caminata y cada vez más cerca de donde nosotras estábamos, al cabo de un corto rato ya eran totalmente identificable s simple vista.

El era un hombre negro como el azabache, alto aprox. 1,9x, fornido esculturalmente, completamente rapado y con solo una trenza de pelo negro que nacía de su nuca y caía trenzada hacia abajo. Ella una pintura bastante más joven que él, dudo más de 20 años, blanca, rubia y con un cuerpo escultural. Ella vestía una minúscula tanga y él una ajustada zunga blanca.

Al pasar la pareja frente a nosotras, el gira la cabeza fijando la vista en nosotras, se para y hace señas a Sandra y le grita unas palabras que no entendí.

Sandra de un brinco se para, mira hacia la pareja, grita un nombre y el hombre responde en un idioma que no entendí. Sandra como llego al mundo corre hacia el negro y llegando se le cuelga del cuello. Que raro pensé Yo, Sandra colgada del cuello de un hombre y completamente desnuda.

Bueno paso lo que tenía que pasar, Sandra y su sequito venían en dirección a donde Yo estaba.

Estaba completamente desnuda, así que trate de cubrirme rápidamente, pero Sandra me grita que no fuera ingenua y me quedara tranquila.

Los tres llegaron donde Yo estaba sentada y Sandra nos presento. De cerca podía ver que el tipo era 100 veces más espectacular a lo que Yo había visto a la distancia. Un cuerpo esculpido por Miguel Angel, que dejaba ver por su desnudes y ya que solamente llevaba una minúscula zunga de lycra blanca apretada  su escultural cuerpo. Fornido en toda su extensión, brazos, piernas, torax. No se le veía una milésima de grasa corporal. Mire sus brazos y pensé; este me levanta con sólo usar una mano. Su cara denotaba fuerza, con una nariz típica de los negros, chata pero masculina con signo de rudeza. Sus labios gruesos y grandes, de esos que en broma dices; me da un beso y me lava la cara. Lo único que no me gustaba era su extraño peinado, su cabeza rapada a excepción de que en la nuca le colgaba una trenza que le llegaba hasta los hombros y que después pude comprobar que no era peluca o de utilería.

Ella como dije antes una muñeca, de esas que cualquier hombre daría la mitad o más de su fortuna. La gran desgracia era que ella no hablaba español o ingles y él había tomado clases de ingles con el gran jefe Apache Toro Sentado.

Sandra hizo las presentaciones en francés y español y me indica que ella solamente habla francés y él se las arregla un poco en ingles. Bueno, pensé Yo para mis adentro se jodío mi día de sexo con Sandra. En la cabaña y estando a solas con Sandra preparando unas bebidas me contó que  a él lo había conocido en la Universidad en París y era hijo de un jefe tribal muy importante de un país africano que no recuerdo el nombre, ya que ese continente es un enredo de países y tribus, pero que en realidad se corría el rumor en la universidad que el tanto el como su padre esclavizaban su pueblo y la fortuna la habían conseguido con el trafico de diamante en similares maneras a lo descrito en una película de Brad Pitt que su nombre era algo así como “Diamantes Malditos” o algo parecido. Toda esta historia me dejo más inquieta, ya me veía arrastrada por cadenas en el medio de las estepas africanas en una caravana de esclavas. Que imaginación tengo.

Después de la presentaciones Sandra invita a tomar y comer algo en nuestra cabaña y como ejecutiva y tomando ventaja a la vez decide que Yo acompañe a Jean Pierre que era así como se llamaba.

Sandra inicio la caminata a la cabaña tomando de la cintura a la muchacha, JP que así lo llamare y Yo los seguimos tratando de comunicarnos. No se vía fastidiado porque Sandra partía con su pareja y me dejaba a mí atada a él.

Ya en la terraza Sandra me pide ayuda en preparar los tragos y picaditos y dejamos a nuestros invitados. Terminada nuestra labor domestica volvimos a juntarnos con ellos y compartir.

Sandra, y ya sabidas de sus intenciones, se acomodo muy coqueta en un sillón hamaca al lado de la chica. Yo quede sin querer sentada frente a JP, quién se encontraba apoyado en la baranda frente a mi. En esta ubicación fue que me di cuenta del espectacular espécimen negro que tenía frente a mí y lo que podía llegar a sentir sí me dejaba llevar por él. Me dí cuenta que era afortunada y en la variedad esta el gusto.

El apoyando su espalda en la baranda trataba de explicarme lo bello que había encontrado este lugar. Yo por educación lo miraba a la cara, pero tratando de que no me pillara de reojo echaba una miradas a sus entrepiernas y vía lo espectacular que debía ser su miembro. La estrecha zunga blanca moldeaba su pene, deseaba tocarlo y traerlo a la vida. Estaba comenzando a sentir un cosquilleo y mi mente vagaba pensando como sería ser ensartada por semejante negro.

Entre señas y palabras tratábamos de comunicarnos y entablar una conversación amena. A la dificultad idiomática y para ser completamente honesta debo agregar que mis pensamientos eróticos que volaban por mi mente, agregaban una mayor dificultad para llevar esta tertulia por más tiempo. Y haciendo un entre paréntesis en la narración de los hechos, debo contarles que por incomodidad (se acordarán que estábamos desnudas con Sandra en la playa cuando aparecieron)  Yo había aprovechado un momento para colocarme uno de los extremadamente minúsculos traje de baño que Sandra me había regalado y que ella diciéndome que  le parecía ridículo que me hubiese vestido  me había quitado la parte de arriba dejándome solo lo de abajo que valía la nada misma. Mi cola quedaba completamente al aire reluciendo mis apretados y redondos cachetes y solo un minúscula trianguló sujeto por microscópicos hilitos miserablemente cubrían mis partes intimas y gracias a que me depilaba completamente estos no estaban a la vista.

Dada toda esta dificultad y viendo de reojo que Sandra con su experiencia y audacia había iniciado el asalto a la chica, a quién ya tenía abrazada sin su parte de arriba del traje de baño y sus manos acariciando sus bellos senos, mi temperatura interna se había elevado. Decidí seguir el dicho; “de que si la montaña no viene a mi, Yo voy a la montaña”. Disimuladamente me levanto y camino lenta y sensualmente a la baranda y me apoyo mirando el mar y me agacho un poco con la sola intención de hacer sobresalir mi cola.

Seguimos charlando mientras comienzo a anotar que él al ver a Sandra y ya a esta altura  descaradamente manoseando y besando a la chica, gira quedando apoyado en uno de sus lados y a la vez se acerca lo suficiente para apenas tocarme con su cuerpo, siento en mi muslo su miembro. Éste había aumentado de volumen.

Seguimos conversando o mejor dicho tratando, pero ahora mi alegría fue mayor siento una de sus manos acariciar suavemente mi cola. Él sigue hablándome pero su mano ya recorre toda mi cola y no solo la acaricia, sino que entrando más en confianza y al ver que no lo rechazo va dándome pequeños pellizcotes y entremete sus dedos en la partidura de éstas.

Lentamente su mano sube a mi cintura y me cruza, con suavidad pero con firmeza me gira y me lleva a quedar frente a él. Mirándome fijamente acerca nuestros cuerpos y Yo ahora siento su miembro y noto su tamaño, y me hace sentir un poco de temor

JP ya me tiene totalmente apegada a su cuerpo y me abraza con ambas manos mientras me recorre mi espalda y mi cola. Ahora no deja recoveco de mi trasero que no palpa, apresa o hurga. Su boca busca la mía y Yo me entrego. Su lengua ingresa en mi boca y sujetándome de la nuca firmemente me aprieta contra él y así llega al fondo de mi garganta. Me tiene así hasta que trato de soltarme porque siento problemas al respirar. Me afloja, pero no deja de besarme. Me besa los ojos, la frente, mordisquea y besa mis mejillas, lo mismo hace con mi mentón y vuelve a besarme en los labios introduciendo su lengua en mi boca, pero esta vez hurga dentro de ella y suelta su saliva para entremezclarla con la mía.

Me aprieta con sus fuertes brazos cada una de mis nalgas trata de abrirlas buscando mi ano. Lo encuentra y sus dedos van a él. Juega en sus alrededores, lo pellizca y trata de meter uno de sus dedos. Yo trato de cruzarlo con todas la fuerza mis brazos para sí estar más apegada a su cuerpo. Creo saber cual es el verdadero tamaño de su miembro, me estremezco de placer y pánico. Se que sufriré cuando me lo meta por el culo, pero lo deseo y no me importa, recuerdo el tamaño del consolador que Sandra y pienso que será un poco más de dolor, pero mucho mayor placer. Así que sigo y lo dejo que juegue.

A esta altura me tiene toda la cara lamida y húmeda con su baba. Mi hoyo sus dedos han entrado y salido varias veces. Estoy llena de deseos, añoro el momento que me tome y me ensarte por delante y por atrás y soy tan desgraciada en estos momentos que quiero que Sandra me vea. Vea mi cara llena de dolor por ese monstruo ensartado en mi, pero también el placer que estoy recibiendo.

Lentamente JP me comienza a soltar. Me retira unos centímetros de él y sus manos comienzan a subir desde mi cintura hacia arriba. Llega a mis pechos y se detiene a jugar con ellos. Los aprieta, los amaza, pellizca una y otra vez mis pezones. Lo vuelve hacer, pero esta vez  aplicando más fuerza a sus dedos cuando pellizca mis pezones. Creo ser media masoquista, dado que este dolor me produce mucho placer. Me tiene así por un argo rato sin dejar de clavar sus ojos en los míos, y pareciera que me decía espera lo que tendrás después.

Lentamente sus manos dejan de jugar con mis pechos y siguen su trayecto hasta llegar a mis hombros. Me toma de ellos y empieza a empujarme para que me arrodille. Entiendo lo que quiere y caliente como una gata en leva, lentamente y mirando a sus ojos comienzo a obedecer y bajo.

Arrodillada frente a JP y mirando fijamente, veo el magnifico tamaño de su miembro apretado bajo su blanca zunga. Agarrando del pelo y sujetándome de la nuca lleva mi cara y restriega mis labios sobre su cubierto monstruoso pené. Saco mi lengua y comienzo a lamerlo sobre su zunga y a la vez mis manos tomando su prenda de los bordes lentamente la estiro de su cuerpo y tomando su pené lo llevo a enderezarse para que asome. Fue dura mi tarea pero gozosa y glotona que soy con agrado lo hacia. Lo lamí, lo hice estirarse, y lo dirigí hasta que una masa negra y dura como el carbón tímidamente se dejo ver. Al verlo me abalance atrevidamente a lamer su glande. Mis manos tiraban ahora desenfrenadamente de su zunga para poder contemplar esa maravilla que tendría frente a mi y que me haría aullar de placer. A medida que tiraba hacia abajo iba apareciendo su pene. Su prepucio parecía que se iba a desprender  por lo tirante que estaba. Su cabeza o glandes era preciosa. Tarde pero valió el esfuerzo, ya que cuando la zunga estaba más debajo de su escroto pude ver la real maravilla que tenía ante mí.

Estaba totalmente depilado, no había un bello en sus testículos, escroto, pene,. Miraba ese meato y me imaginaba el chorro de semen que saldría y podía mamar. Toda mi sed se acabaría. Mi cara chorrearía. Gozaría.

JP se retiro la zunga y quedo completamente desnudo frente a mí. Lo tome de sus nalgas y lo acerque para poder lamer, chupar sus testículos y recorrer todo su escoto con mi lengua. Mame, mame y volví a mamar. Lamí, lamí y volví a lamer. Todas estas tareas las lleva a cabo hasta que me agote.

Lo obligue a girar, ahora ella Yo quien llevaba la batuta. Lo hice abrirse de piernas, abrí sus nalgas y mientras una de mis manos lo masturbaba mi lengua recorría su ano. Comencé a jugar con su ano, mi lengua giraba alrededor de su orificio, mi mano lo masturbaba. Empuje mi lengua dentro de su ano varias veces, mientras mi mano seguía masturbándolo. Mientras mi lengua trataba de perforar su ano, sentí que se ponía tenso. Es mi turno pensé y lo gire. Cuando tenía ese enorme falo o berga frente a mí, me abalance para metérmelo en la boca y no eyaculara fuera de ella. Succione con fuerza varias veces hasta que sentí que estaba por llegar y pare. Sentí su relajo. Repetí esta maniobra varias veces, pero cada vez parando más cerca de la eyaculación. Hasta que no pude más y seguí adelante y dando un grito de guerra por su orificio salio un chorro de su semen que casi me hogo. Tuve que soltarlo y dejar que el chorro bañara mi cara. Quede extenuada por el placer que tuve. Me pase el pene chorreando por toda mi cara y pelo. Mi cara chorreaba y mi pelo mojado. Cuando no quedaba una gota me paro y levanto suavemente. No se que me dijo en francés, pero me abrazo y me beso en los labios.

Parados mirándonos mientras Yo le acariciaba sus pene, testículos y todos embadurnaba con su semen apareció Sandra. Sandra llevaba puesto su cinturón portador del vibrador y la chica con cara agotada. Ella nos miro y sonrió agregando tanto en francés como en español la pregunta; disfrutaron?, Yo mucho.

JP y Yo nos fuimos a dar un baño. Primero una ducha tibia y después helada. Solamente nos mirabas y cada uno se enjabonada por separado. Sin tocarnos, solamente miradas picaras y llenas de deseo.

Nos secamos sin tocarnos, sólo nuestras mentes pensaban nuestros deseos. Secos y parados uno frente al otro completamente desnudos, nos hicimos un guiño y nos encaminamos sin hablarnos o tocarnos al dormitorio.

Una vez allí, JP me hace ponerme de en cuatro patas (manos y rodillas en el suelo) frente a un espejo y se arrodilla detrás mío. Lentamente se acerca y me toma de la cintura. Ahí Yo era su presa. Sabía que era lo que deseaba y tenía su arma negra dura, cargada y lista para disparar dentro de mí. Todo el tiempo lo miraba a través del espejo. Veía como miraba mi culo y venía como se estaba lubricando su monstruosa arma negra. Luego abriendo mis nalgas con una mano, suavemente comenzó a lubricar mi culo. Sus dedos juguetearon un corto rato alrededor de mi ano. Luego untado introdujo un dedo en mi ano y comenzó hacer círculos. Luego fueron dos y la misma operación. Todo esto mirándonos a los ojos por medio del espejo. Siguió con tres repitiendo la misma operación. Su mano que jugaba con mi ano vino a sujetarme de la cintura, amarrándome ahora con ambas manos  y muy firme. Nos miramos a través  del espejo y como dándonos un señal de estamos listo lentamente se acerco hasta que sentí su falo, berga, monstruo o como quieran llamarlo tocar mi culo. Sus manos pasaron por debajo de mi pecho y me tomaron de los hombros.

Nuestros ojos se clavaron a través del espejo y le di la señal de que estaba lista. Lentamente comenzó a tirarme hacia atrás y Yo comencé a sentir el ardor que produce el dolor cuando una cosa tan enorme empieza a perforar tu culo. Ese dolor lentamente se fue transformando en placer, y a medida que esto iba sucediendo Yo comenzaba a empujar junto con él hacia atrás. Seguía entrando, más dolor, más placer. Deseaba firmemente  llegar a sentir sus muslos pegados a mis nalgas. Sabía que faltaba y que faltaba mucho dolor, pero también sabía el placer sería indescriptible.

En eso estábamos, Yo empujando hacia atrás y él hacia delante. Una y otra vez lentamente para menor dolor y mayor placer. De repente siento que se acomoda un poco, me afirma más con sus manos y la bestia da un fuerte envión y mete todo su garrote dentro de mí. Un grito de dolor seguido de una enormidad de gemidos salieron de mi garganta. Putas que dolor más grande sentí. Trate de sajarme pero me tenía fuertemente sujeta y no tenía la menor intención de dejarme escapar. Hecho su culo para atrás y otro envión. Yo otro alarido y un montón de otros gemidos. Nuevamente atrás y nuevamente otro envión. Inicio un ritmo para atrás y para adelante. Los dolores fueron cediendo y el placer comenzó a reemplazarlo. El ritmo se volvió más violento y seguido al igual que el placer que estaba recibiendo. Lo miraba por el espejo y venía tanto mi cara como la de él que nos íbamos desfigurando por el placer. Mis aullidos ya no eran de dolor. El cesaba y Yo pedía más y más rápido. El trataba de complacerme. Yo quería estaba vez que no eyaculara todavía. Quería que durara una eternidad, Que no parara nunca. Vivir el resto de mi vida en esta postura.

Gracias que esta acción duro y largo rato, y ya ambos extenuados por los gritos de placer y movimientos pusimos todo lo que quedaba dentro nuestro para crear el momento culmine. Por el espejo vi que echaba la cabeza atrás y dando su máximo envión junto a un grito de placer sentí un chorro que me llenaba. Yo también chorreaba.

Dos movimientos más y cayo sobre mi extenuado, nos quedamos quietos mí tendidos en la alfombra. Lentamente sentí como su garrote iba retirándose. No podría decir cuanto rato estuvimos ahí tirados. Sólo decir que despertamos a los remesones de mi amiga Sandra y quejas por nuestros aullidos.

No voy a contarles lo que paso durante el resto del tiempo que estuvimos juntos ese día, lo único que les diré es que fue hasta bien entrada la noche. Yo fornique de todas las formas posibles conocidas y enseñadas por JP. Lo hicimos por delante, nuevamente por atrás. Me mamo y me reventó varias veces. Me lo volví a tragar su falo y su semen. Me lo hizo sentada sobre él. Levantada con mis piernas cruzadas en su cintura. Lo único con que puedo finalizar es que llevo casi 20 días con dolor en el culo.