Nuestro secreto

Mi esposo y yo tuvimos una aventura con nuestros mejores amigos, pero ellos no se imaginan que tuvieron una infidelidad compartida.

NUESTRO SECRETO

Martín y yo somos una pareja de esposos con once años de casados, durante ese tiempo hemos tenido muchas fantasías pero no habíamos podido hacer realidad ninguna, hasta que algo se dio de pronto sin planearlo.

Oscar y Lucy son nuestros amigos desde que éramos novios Martín y yo, acostumbramos salir de

Vez en cuando, ese día planeamos un fin de semana alejados del trabajo, salimos los cuatro rumbo a una playa cercana al lugar donde vivimos.

En cuanto llegamos nos fuimos a la playa solo que llegamos algo tarde y el sol ya se estaba ocultando así que decidimos meternos a la alberca, a Martín le encanta nadar al igual que a Lucy, yo preferí hacerle compañía a Oscar ya que él no tenía ganas de nadar. Nosotros platicábamos en un extremo de la alberca estábamos muy entretenidos platicando de cosas triviales, sin imaginar que Martín y Lucy estaban en otra cosa muy caliente.

Ellos se gustaban desde hacía tiempo pero ninguno se había animado a nada por respeto a nuestra amistad, ese día con el pretexto de nadar juntos, Martín estaba muy pegado a Lucy y al sentirla tan cerca, la verga se le paró muy pronto,( Martín reacciona muy rápido ante cualquier estimulo) Lucy se dio cuenta y se puso muy nerviosa, Martín al notar el nerviosismo de Lucy, inicia un coqueteo de manos, le dice a Lucy que hacía tiempo que le traía ganas que esta era la oportunidad que esperaba para estar cerca de ella y que ardía en deseos de penetrarla, Lucy estaba alborotada por lo que Martín le decía, y sintió como este metía la mano para hacer a un lado el bikini y empezar a meterle un dedo, Lucy vigilaba que Oscar y yo no nos diéramos cuenta, cuando de pronto sintió la verga de Martín entrando en su rica vagina, no podía creer lo que estaba sintiendo, ardía por dentro y tenía ganas de gritar, la alberca estaba repleta de gente pero nadie se daba cuenta de lo que sucedía y por supuesto Oscar y yo tampoco, Oscar me ofreció un trago y decidimos ir a buscarlo, pasamos cerca de Martín y Lucy para ofrecerles uno, no notamos nada, salimos rumbo al bar del hotel, en ese momento le dije a Oscar que quería pasar a mi cuarto por la cámara ya que faltaba poco para ver la metida del sol y quería tomar una buena foto, el se ofreció acompañarme, llegamos a la habitación y el se recostó en la cama en lo que yo buscaba la cámara, en ese momento sentí su aliento en mi cuello y una corriente eléctrica atravesó mi cuerpo, sabes Andy, me encantas, disculpa que te lo diga pero te ves fabulosa en ese bikini, disculpa no aguanto más me tienes con la verga parada desde que te quitaste el pareo, yo no pude evitar una excitación tremenda, sentí como me mojaba al escuchar tan de cerca esa provocación, me di vuelta y lo besé, empezamos a besarnos con mucha pasión, me tiró a la cama y empujo la puerta para cerrarla, sin darme cuenta ya estaba en los brazos de otro hombre, de mi mejor amigo, sintiendo como sus manos recorrían cada parte de mi cuerpo, me abrió las piernas e hizo a un lado el bikini, sentí su lengua dentro de mi vagina , ¡¡oh pero que rico!!

Este hombre hace un sexo oral riquísimo, me subió a las nubes en cuestión de segundos, le daba pequeños lengüetazos a mi clítoris y eso me llevó a un orgasmo intenso, saco su verga y me dispuse a compensarlo por lo que me había dado, así que tome su verga entre mis manos y empecé a mamarlo como solo yo sé hacerlo inicie con unas pequeñas chupaditas al glande lo cual lo volvió loco, poco a poco lo fui metiendo en mi boca hasta tenerlo dentro por completo, sabíamos que no podíamos tardarnos mucho pues nos esperaban nuestras respectivas parejas, así que me levante y el me colocó de a perrito me penetro no me imaginaba que tenía esa verga tan rica y de tan buen tamaño, nos acoplamos de manera tan perfecta que terminamos al mismo tiempo, se agacho para limpiar con su boca mi vagina y yo hice lo mismo con su verga. Regresamos a la alberca con los tragos y se los entregamos a Martín y a Lucy no estuvimos mucho tiempo ya que por alguna razón Lucy quería ir a darse una ducha, nos despedimos  y  quedamos en bajar a cenar en un par de horas.

Martín me dijo que no tenía ganas de cenar que les habláramos desde el cuarto, que quería cogerme toda la noche, así lo hicimos solo que antes de empezar nuestra cogedera, el me dijo que quería contarme algo, resulta que después de que Oscar y yo nos fuimos por los tragos, el y Lucy subieron a la habitación de ellos (que se encontraba en otro piso, por suerte no encontramos habitaciones cerca) y que ahí se cogió a Lucy como siempre había querido, que le abrió las piernas y le brindo una mamada hasta que ella tuvo un orgasmo intenso, que aprovechando la excitación de ella, la penetro por el culo, el cual para su sorpresa se notaba que tenía bastante actividad, lo cual quiere decir que a Oscar también le gusta cogersela por ahí, ella disfrutaba mucho se notaba que era muy caliente y que también había estado esperando que Martín se decidiera a cogersela, y que el hecho de saber que nosotros estábamos esperándolos, hacía que ella se viniera una y otra vez, se sacó la verga y se la metió en la boca hasta que se vino y ella se trago todo el semen, eso lo excito y empezó a cogersela por la vagina, hasta que se vino de nuevo, ella le repetía que Oscar y yo los esperábamos, así que salieron de la habitación y se metieron en la alberca para limpiarse y no dejar rastro de lo que había sucedido. Esa noche, Martín y yo cogimos como locos, al recordar como nos cogimos a nuestros amigos, al otro día todo siguió como siempre al parecer Lucy y Oscar no se contaron nada y aun seguimos cogiendo con ellos  pero ellos no saben que son infieles con sus mejores amigos.