Nuestro regalo de aniversario,mi mujer lo cuenta
Tras lamer y mordisquear mis pezones, comenzó a lamer mis axilas las tenía algo sudorosas de todo el día, ya que tanto mi marido como Antonio querían saborear todos mis jugos y sudores, metió su lengua en mi boca, mientras su rabo
El final de la noche, antes de que mi marido se fuera a dormir a la otra habitación, pasaron algunas cosas más que me gustaría contarlas, ya que mi marido está de acuerdo que lo haga.
Los tres estamos desnudos en la cama y mi marido decide como ya hizo en Tenerife, que yo me quede a dormir con nuestro amigo Antonio, cosa que para mí fue muy agradable. Cuando mi marido se levanta para coger el albornoz, lo cojo de su rabo flácido y se lo chupo un poco, mientras que Antonio aprovecha y le con el lubricante le llena el culo del así como el consolador anal que le regalo, metiéndoselo muy despacito en su culo, como compañero de de esa noche.
Ya los dos solos en la habitación, Antonio comenzó a lamer y mordisquear mis pezones, haciéndome suspirar, mientras una de sus manos frotaba mi abultado clítoris (no sé si mi marido lo ha comentado en algunos de sus relatos, pero mi clítoris sobre sale de mis labios vaginales y más cuando voy depilada total), tras lamer y mordisquear mis pezones, comenzó a lamer mis axilas las tenía algo sudorosas de todo el día, ya que tanto mi marido como Antonio querían saborear todos mis jugos y sudores, metió su lengua en mi boca, mientras su rabo (remarco lo de rabo, porque es como ellos dos quiere que les llame a sus pollas) entraba en mi encharcado coño, nos comimos bien la boca, los lóbulos de las orejas, y lamia con intensidad tanto mi lengua como mis labios.
Se aparto de mi poniéndose a mi lado y ahora era yo la que comencé a lamer su depilado cuerpo, comencé lamiendo sus pequeños pezones que poco a poco se iban poniendo duros en mi boca, llegando a morderlos, mientras el cogía con dos dedos uno de mis pezones y tiraba fuerte del, me hacia un poco de daño, y dejo de hacerlo, bajando su mano a acariciar mi coño, seguí bajando y metí mi lengua en ese ombligo redondo que tiene, cosa que le encanta que le hagan, bajando llegue a su hermoso rabo, todo depilado, su finura de piel me daban unas sensaciones excitantes, lo bese, lo descapulle, con mi lengua lamia ese liquido pre seminal que ya su rabo me estaba dando, baje y comencé a lamer sus depilados y gordos huevos, mientras el gemía y gemía, baje y el subió sus piernas para que mi lengua lamiera su ano, tan fino, muy depilado, allí me entretuve con mi lengua y el vibrador que me regalo, metía mi lengua y después le metía el vibrador, Antonio comenzó a menearse le rabo y termino corriéndose sobre mi cara y mis labios, que el cogiéndome por los brazos me subió en su pecho y comenzó a morrearme, me comía y yo le comía, nos estábamos comiendo su corrida sobre mi cara.
Nos pusimos a dormir abrazados los dos desnudos, ya que por la mañana temprano debería volver a Madrid, a las siete de la mañana sonó el despertador y antes de que Antonio se levantara para ducharse comencé a lamerle el rabo, se levanto y marcho a la ducha, cuando ya caía el agua templada me levante y fui a la ducha con él.
En la ducha el me enjabono toda y yo le enjabone a él, su rabo estaba completamente duro, con el gel en mi ano, entraba y salía mientras mis manos acariciaban mi gordo clítoris y mis pezones gordos, cuando nos quitamos el jabón, Antonio lamia mis tetas mientras yo levantaba una pierna en busca de que su rabo acariciara mi gordo clítoris y me follara allí cayéndonos el agua. Mientras nos secábamos sonaron unos golpes en la puerta de la habitación, era mi marido el que llamaba, Antonio con una toalla anudada a su cintura fue abrir, y apareció mi marido aun con el albornoz puesto.
Antonio dejo caer la toalla para vestirse, cosa que mi marido impidió, acariciando el rabo de Antonio, comenzó a lamerlo, mientras yo desnuda desde el baño los veía, Antonio se tumbo en la cama y allí mi marido siguió chupando su rabo, Antonio le pido que se pusiera en cima de el y comenzaron a lamerse el uno al otro, mi marido llevaba el vibrador anal puesto, cosa que Antonio aprovecho para sacárselo y metérselo, me decidí participar y puse mi coño a la altura de la boca de mi marido, que dejo de lamer el rabo de Antonio y comenzó a lamerme, me baje un poco y me fui metiendo el rabo de Antonio en mi palpitante coño, sintiendo como también la lengua de mi marido lamia mi clítoris y una parte del rabo de Antonio, mi marido se corrió en la boca de él y mi coño se lleno del semen de Antonio, cosa que aprovecho mejor mi marido para dejármelo limpio, tuvimos que terminar o perdía su billete de regreso a Madrid.
Cuando nuestro querido Antonio marcho, me quede tumbada en la cama con mi marido, pero eso ya os lo contara él en un próximo relato, mientras escribo este relato también mi marido se está enterando de cómo fue aquella noche. Gracias por leerme.
PD: nos fue imposible poner la foto.