Nuestro regalo de aniversario, final.
Estaba en la cama a cuatro patas Antonio, mientras mi mujer primero le comía el culo, cosa que le encanta a los dos y después lo enculo, el gemía de placer, yo me acerque con el plug anal bien metido en mí ano
La mañana la dedicamos a visitar Barcelona, y nos fuimos a comer a unos restaurantes del Puerto olímpico, tras una buena comida, regada con un par de botellas de vino blanco, decidimos volver al hotel, por el camino encontramos un sexshop en el Paralelo, mi mujer nos animo a entrar.
En el sexshop estuvimos mirando toda clase de juguetes sexuales, y mi mujer se fijo en un arnés de doble penetración sin cuerdas de color rosa, el dependiente nos explico su funcionamiento, aunque un poco caro, Antonio lo compro y se lo regalo a mi mujer. Entre los vibradores, comprobé que había uno inalámbrico, le solicite al empleado que nos lo enseñara y nos explico su funcionamiento, esto me gusto y lo compre, después nos pusimos a mirar los plugs anales y nos decidimos por un plug anal hinchable con vibración, que lo pago Antonio y me lo regalo a mí.
En nuestra habitación del hotel, era hora de comprobar los juguetes que habíamos comprado nos darían nuevas sensaciones, antes de hacer uso de ellos los lavamos bien, mi mujer se fue al cuarto de baño, se desnudo y al momento salió con el arnés metido en su coño, nos quedamos mirando y mando a Antonio que se desnudara, ya que sería el primero en disfrutar del regalo, mientras ellos se ponían en la cama, yo me fui al baño a prepararme para usar mi regalo.
Estaba en la cama a cuatro patas Antonio, mientras mi mujer primero le comía el culo, cosa que le encanta a los dos y después lo enculo, el gemía de placer, yo me acerque con el plug anal bien metido en mí ano, y en la mano la perita que hacía que se hinchara más, mientras vibraba dentro.
Comencé a lamer el culo de mi mujer mientras ella, se aplicaba en follar bien a Antonio, y tras una buena lamida le llene de lubricante el ano para follarla, hicimos una follada triple anal.
Mi mujer se quita el arnés, y es Antonio el que ocupa con su polla el chorreante coño, donde sus fluidos son abundantes, ella encima de Antonio con el rabo bien adentro, aprovecho yo para metérsela por el culo y ahora tiene los dos agujeros bien llenos, yo casi ni me muevo y noto las embestidas que le da Antonio, la noto en mi polla, que me hace correrme rápidamente en el culo de mi mujer, el tarda un poco más en correrse y también le llena el coño con su leche.
Cada uno de nosotros con nuestras lenguas comenzamos a lamerla entera, limpiando su coño y culo, así nos quedamos los tres tumbados en la cama a reponer fuerzas.
Aquí os acompaño una foto de la follada que antes describí (dedicado a nuestro amigo Antonio, por los momentos de placer que nos dio), el coño de mi mujer y la polla de Antonio, la tarde siguió llena de momentos de sexo muy intenso.
Marchamos a cenar a un restaurante cercano, y mi mujer llevaba el vibrador de huevo que le compre, mientras caminábamos por la calle, un par de veces active el vibrador y mi mujer se cerraba de piernas, en el restaurante, fue Antonio e que se hizo cargo del mando y cada dos por tres lo activaba, coas que hacía que mi mujer a veces hasta enrojecía, tuvo que marchar al lavabo, ya que por sus piernas resbalaba flujo de sus corridas, se quito el vibrador y las bragas, ya que las tenía toda moja, cuando se sentó otra vez, yo mismo comprobé que ya no llevaba sus bragas.
Volvimos al hotel ya de media noche y como hicimos en Tenerife, esa noche ella se quedo a dormir con nuestro amigo Antonio, ya os podéis maginar lo que durmieron, en una próxima entrega os comentare, más cosas de esta bonita aventura.