Nuestro primer trio...4ª parte.
En esta ocasion Blanca, nos cuenta lo que vivio ella en la noche de su primera experiencia en intercambio de parejas.
Hola soy Blanca, como recordareis Marc y yo nos iniciamos en el intercambio de parejas, gracias a las parejas Sonia-Jordi y Susana-Emilio. Marc, mi marido ha ido contando cómo fueron yendo las cosas en plan general y en algún momento como le fue a él en plan particular. Ahora me gustaría contaros como me fue a mi esa primera noche que coincidimos las tres parejas. Buena parte de esa noche estuvimos en habitaciones diferentes y Marc no supo como lo pase yo. Por supuesto después se lo he contado con todo lujo de detalles, igual que él a mí su noche con las chicas.
Aquel día lo habíamos pasado los dos solos por Figueres, y ya por la tarde/noche nos reunimos con ellos cuatro para cenar, luego llegaron las copas y más tarde nos fuimos al bungalow para continuar la noche.
Solo entrar, Sonia, la voz cantante del grupo dijo:
--Bueno chicos, que os parece si nos quitamos la ropa. Estamos en un camping naturista ¿no?
Y dicho y hecho, cuando me di cuenta estaba dándose un par de vueltas completamente desnuda, dejo caer al suelo su vestido y al no llevar ropa interior, su desnudo fue instantáneo. Sonia, lucía una figura envidiable, muchas horas de gym y un bronceado integral.
Por otro lado Emilio estaba ayudando a Susana con su blusa, la cual, ya había dejado caer al suelo su falda y se quedo en ropa interior. Estaba más rellenita que Sonia, unos pechos bastante grandes y un pompis considerable y firme. Dio el par de vueltas mientras se quitaba el sujetador y el mini tanga.
Mientras las observaba como se iban desnudando, pensaba que también me tocaría el turno a mí, una cosa era estar desnuda en la playa o en la piscina del camping, pero aquí dentro de casa y todos pendientes de lo que yo haría, me daba bastante corte.
Llego mi momento, decidí que como esta noche iba a estar llena de nuevas y desconocidas experiencias , pensé que lo mejor sería agarrar el toro por los cuernos. Y así lo hice, tome mi vestido por la parte de abajo y me lo quite por la cabeza, quedándome casi desnuda, pues solo llevaba un diminuto tanga blanco. Recordando a las chicas, me di un par de vueltas antes de quitarme el tanga, que deje caer directamente en el suelo, recibiendo una sonora ovación por parte del expectante publico…que hizo que me sonrojara.
Sonia, fue la que tomo la palabra:
--Chicos, que nosotras también queremos alegrar nuestra vista, vamos fuera esas ropas!!!!
El primero en empezar fue Jordi, en un periquete se quedo desnudo…y vaya desnudo que tiene, cuerpo atlético, moreno, completamente depilado y uffff, muy bien dotado. Solo de verlo me estremecí de placer recordando la noche en la que follamos.
Emilio y Marc, se desnudaron casi los dos a la vez, sin ningún movimiento sexy, ni erótico…jajaja, los chicos fueron a lo práctico.
Emilio, para ser el más mayor de los tres tenía un buen físico, se notaba que también se cuidaba, tenia vello en sus piernas y un poco por el torso, su pene igualmente tenía un buen
tamaño. Al igual que su esposa, Emilio, no quería tomar excesivo protagonismo en la velada y permanecía más bien en un segundo plano.
Y a mi marido, casi no lo mire, prefería ver a los otros chicos de la velada, a él lo tenía muy visto. Nosotras, del mismo modo les dimos una sonora y calurosa ovación al desnudo de los chicos.
Ya estábamos los seis desnudos y al menos yo con ganas de empezar con los preliminares o juegos, aquella situación me había excitado enormemente, necesitaba experimentar nuevas sensaciones y dar rienda suelta a todo lo que me estaba pidiendo mi cuerpo y mi cabeza.
Entonces, Susana, dijo:
--Que hacemos primero, ¿ el metro o la ducha?
Sonia, le respondió:
--Hoy empezaremos por la ducha.
Dicho lo cual, vi como Susana se acercaba a mi marido y lo cogía de la mano.
Sonia, continuo explicando:
--Las chicas escogemos pareja, y veo que alguien--sonrió mirando a Susana--ya ha escogido compañero. Con lo cual al no poder estar con nuestras respectivos duetos, las otras dos ya están formadas. Blanca con Jordi y Emilio conmigo.
Dio un sorbo a su copa de cava y continuo diciendo:
--Por parejas entraremos durante cinco minutos a la ducha y así empezamos a conocernos un poquito más. ¿Estáis de acuerdo?
Todos dijimos que sí.
A mí me toco con Jordi, el buenazo del grupo, que en otras condiciones me hubiera vuelto loca por estar con él. Pero ya en plan egoísta, hubiera preferido a Emilio por estar con otro chico diferente, pues a Jordi ya lo había tenido.
Los primeros en entrar fueron Susana y mi marido, los estuve observando hasta que desaparecieron tras la puerta del baño, parece ser que los demás me estaban observando a mí, pues enseguida intentaron distraer mi atención.
Fue Sonia la que rompió el silencio:
--Estoy segura que os adaptareis muy bien y con rapidez a este tipo de relaciones, sois jóvenes, además por lo que estoy viendo con una mentalidad muy abierta.
Jordi, continuo:
--Estoy seguro de eso, la otra noche os vi muy desenvueltos en el encuentro que mantuvimos.
Me sonroje bastante, pues me estaban mirando los tres a mí, y estaban haciendo alusión a nuestra noche con Jordi. Entonces les dije:
--Hacia mucho tiempo que lo llevábamos hablando Marc y yo, de dar un giro radical a nuestra vida sexual . Y estos días con vosotros, se nos ha presentado esa oportunidad de hacerlo, aquí nos tenéis!!!!
--Fantástico, muy bien!!!...exclamo Jordi
Diciendo esto, vi como Sonia ponía su mano sobre la pierna de Emilio y como la iba subiendo poco a poco hasta llegar a su entrepierna. De ahí paso a acariciar su pene, el cual estaba ya bástate firme.
Sonia, me miro y sonriéndose, dijo:
--Me encantan los preliminares, tanto si soy yo la que los hace, como si me los hacen a mí
Su mano seguía con un suave movimiento de sube y baja en el ya erecto pene de Emilio. El cual estaba muy ricamente sentado dejándose hacer.
Sonia, continuo:
--Por mí no te cortes, si te apetece jugar con Jordi, es todo tuyo cielo.
Me ruborice aun mas, no sabía qué hacer ni hacia dónde mirar. Pero he de confesar que aquella situación tan nueva para mí, me estaba gustando y mucho. Nunca había visto una escena de sexo en directo y tan de cerca.
Ahora Sonia se había semitumbado en el sofá empezando a chuparle el pene y con su mano acariciaba sus testículos.
Mire por un momento a Jordi, el cual parecía disfrutar de la escena, viendo a su mujer en acción, sin poder evitarlo mis ojos fueron a su pene, que sin estar en completa erección estaba tremendo, de nuevo mi cuerpo entero se estremeció.
Jordi me miro y como si leyera mis pensamientos me sonrió de una manera picarona, yo le devolví una sonrisa de complicidad. Miro un reloj que había en la pared y comento:
--Vaya que rápido ha pasado el tiempo, voy a avisarles.
Se levanto y paso muy cerca de mí, casi rozándome, de buenas ganas le hubiera agarrado su pene y me lo hubiera puesto en mi boca. Aun no sé cómo me pude contener, quizás no quería que se dieran cuenta de lo excitada y caliente que empezaba a estar.
Llego a la puerta del baño y dio unos golpecitos, para indicarles que su tiempo había terminado. Aun tardaron un poquito en salir, lo cual permitió a Sonia que se incorporara y dejara de hacerle la mamada a Emilio.
Primero salió Susana relajada, tranquila, sonriente y tras de ella medio escondido mi marido muy sonrojado, intentando esconder su erección, que era bastante grande. Susana al ver a su marido, comento:
--Vaya, vaya veo que por aquí alguien ha estado aprovechando el tiempo,…me parece perfecto.
Marc, parecía avergonzado y trato de no mirarnos ni a mí, ni a Emilio, al cual no creo que le importara mucho lo que acababan de hacer y la verdad sea dicha a mí tampoco me interesaba mucho, estábamos realizando una fantasía largamente soñada y yo estaba a punto de empezar a disfrutar de cada momento de esta deseada noche.
Sonia, se levanto y cogió de la mano a Emilio y de una manera socarrona le dijo:
--Ahora nos toca a nosotros la ducha, de verdad que necesito refrescarme…jajaja
Y los dos se metieron en el baño.
Marc, se sentó junto a Susana, pero relativamente cerca de mí, lo cual aproveche para coger su mano durante unos instantes, nos miramos y yo le sonreí
Susana se puso a hablar, en ausencia de Sonia se la veía mucho más locuaz y abierta, pero la verdad es que yo no tenía la cabeza para escuchar lo que decía nadie. Mis pensamientos iban por delante, estaban en lo que pronto me pasaría con Jordi. Me gustaban esas ideas que rondaban en mi mente, bueno me encantaban, mi excitación aumentaba de una manera exagerada…tenía unas ganas locas de disfrutar de él.
Un tono diferente en la voz de Susana, hizo que abandonara mis lascivos y lujuriosos pensamientos.
Susana, junto a la puerta del baño, decía:
--Vamos chicos que ya paso vuestro tiempo y aquí hay una pareja deseosa de entrar.
Me miro a mi y me guiño un ojo…por favor tanto se notaba lo excitada que estaba. Espero que no, pues yo trataba de disimular y contenerme lo más posible.
Se abrió la puerta, salieron los dos cogidos de la mano, sonrientes se les notaba que tenían cierto rodaje en este tipo de experiencias, estaban relajados, bueno a Emilio de cintura para abajo no lo estaba mucho.
Llego nuestro turno, yo era un mar de dudas y deseos enfrentados. Me apetecía con locura que llegara, pero ahora al tenerlo tan cerca empecé a titubear. Jordi, se levanto me cogió de la mano y nos dirigimos hacia el baño. Andaba como un autómata, mi cabeza era una montaña rusa,…quiero, no quiero, deseo entrar, no lo deseo. Pero mi antojo y excitación eran tan grandes que deje de pensar por unos segundos y me deje llevar hasta el interior del baño.
Cuando me di cuenta ya estábamos los dos dentro. Jordi me debió de notar un poco rara, pues me dijo:
--¿ estás bien Blanca?...¿quieres seguir o lo dejamos?...¿qué quieres?
Lo mire y le dije:
--Tu sabes muy bien lo que quiero y necesito esta noche.
Nos metimos en la ducha y nos pusimos debajo del agua, agradecimos su frescor. Me cogió de los hombros y me dio la vuelta, poniéndome cara a la pared, se acerco a mí y empezó a besar mi cuello por detrás, de repente note algo caliente y duro en mis nalgas, era su polla, la cual apretaba con todas sus fuerzas en mi culo. Al notarla ahí, yo fui separando un poco mis Me sonrió de una manera descarada, diciéndome:
--Te daré todo lo que quieras, no te defraudare, esta noche la recordaras siempre mi amor.
piernas, él se dio cuenta de ello y cogiéndola con su mano, me la coloco entre ellas. Fue notarla en ese lugar y las cerré con todas mis fuerzas, se me escapo un hilo de voz y le dije:
--Follame ahora, la deseo…
Jordi me susurro en el oído:
--No tengas prisa, cuando lo hagamos quiero tener tiempo para que gocemos y disfrutemos sin tener que estar pendientes del reloj.
Y diciendo esto, se oyeron los malditos golpecitos en la puerta, con la voz de Susana diciéndonos que el tiempo se había terminado.
Antes de separarnos, Jordi me cogió de las tetas, las magreo y toqueteo mis duros pezones, me volvió a susurrar en el oído:
--Yo también tengo muchas ganas de estar de nuevo contigo, el otro día me lo pase muy bien y tengo ganas de ti.
Al oírlo, me estremecí y mis deseos de estar con él aumentaron aun mas…pero teníamos que salir, de momento se había acabado el tiempo. Me gire y nos pusimos cara a cara, nos besamos con mucha delicadeza y optamos por salir de la ducha. Fue abrir la puerta y fuimos recibidos con una sonora aclamación, me quede bastante cortada, pero rápidamente Sonia puntualizo:
--No penséis que es por algo en concreto con vosotros dos, siempre recibimos así a la ultima pareja que sale del baño.
Solo salir Jordi fue a por otra botella de cava y nos sirvió una nueva ronda, la cual apuramos todos con rapidez.
--Bueno chicos, ahora toca la prueba del metro…nos anuncio Sonia. Mirándonos a Marc y a mí, dijo en qué consistía.
--Cada una de nosotras, a su nueva pareja y de la manera que crea mejor, intentara ponerle la polla lo más dura y grande que pueda, luego yo se las mediré con este metro de costurera.
Me quede unos instantes observándolas sin saber qué hacer, ellas dos sin más preparación se pusieron de rodillas o en cuclillas delante de Marc y Emilio que estaban sentados. Cogieron sus pollas y las dos a la vez, casi sincronizadas empezaron a chupárselas. Marc y yo nos cruzamos las miradas y después de eso le di la espalda y me puse de rodillas delante de Jordi, que estaba de pie a mi lado.
Durante unos breves segundos me quede como atontada mirando su hermosa y enorme polla que tenia a escasos centímetros de mi cara. Me agarre con fuerza a sus duros glúteos, apretándolos tanto que incluso le clave mis uñas y con mi mojada lengua empecé a chupar su glande a llenárselo de saliva y a impregnarme mi boca con su liquido preseminal, poco a poco intente metérmela toda en mi boca, a cada succión que le daba, notaba que se ponía más grande y dura, no siendo capaz de tragármela hasta el final. Estaba colosal, tremenda yo me deleitaba notándola como vibraba con mis chupetones, hacia ya un ratito que había cerrado los ojos y me había aislado del resto de la gente.
Unos suaves toquecitos en mi hombro por parte de Sonia, me devolvieron a la realidad. Llevaba en su mano el metro de costurera y al apartarme de Jordi, le cogió su polla y se la midió. Por lo visto ya había medido las otras, pero yo ensimismada en mi mundo ni me había dado cuenta de ello.
Sonia nos miro y con una sonrisa en su cara nos dijo:
--Nunca digo el resultado de la medición, Susana y Emilio ya lo saben de otras ocasiones. Pero nos sirve a todos para ir calentando el ambiente y vernos unos a otros, me da morbo esta situación.
A ella y a todos nos daba morbo, estar con otra persona haciendo cosas y tener a tu pareja tan cerca, estando también gozando de otra persona. A mí me estaba excitando como hacía tiempo que no recordaba estar así.
Jordi, tomo la palabra:
--Creo que los preliminares han estado muy bien, nos hemos empezado a conocer un poco con la pareja nueva, ¿qué os parece si ya acabamos de subir del todo la temperatura a la velada?
Susana, comento:
--Si, yo también estoy de acuerdo contigo, vamos ya a poner esto al rojo vivo.
y Sonia remato de una manera descarada:
--Si, deberíamos de conocernos un poco a mas fondo, venga vamos a ello.
Y diciendo estas últimas palabras, cuál fue mi sorpresa que vi como se levantaba Emilio del sofá y me cogía de una mano, al mismo tiempo que Jordi lo hacía de la otra, me conducían entre los dos hacia una de las habitaciones. En un primer momento me quede completamente descolocada, sin saber bien lo que estaba pasando. Pero enseguida creí comprender lo que estaba ocurriendo. Ni en mi mejor fantasía me habría podido imaginar una situación tan fantástica como la que me estaba sucediendo. Una vez completamente segura de lo que me estaba pasado, no puse ninguna objeción, es más me complacía muchísimo, estaba dispuesta a hacer y que me hicieran de todo, bueno casi de todo. Antes que me despertara del sueño en el que estaba ahora mismo y todo se desvaneciera. Hechizada en estos pensamientos entramos en la habitación, una vez dentro, note como detrás nuestro se cerraba la puerta, quedándonos durante unos segundos en la más completa oscuridad. Andamos los tres cogimos, hasta que chocamos con los pies de la cama, mientras mis ojos se habían acostumbrado a la tenue luz que entraba por una ventana.
En el momento de quedarnos quietos junto a la cama, mis dos acompañantes me soltaron y comenzó un verdadero baile de manos y bocas por todo mi cuerpo. En esos primeros instantes, me deje hacer sin tomar parte en el juego de los toqueteos. Mi excitación subía cada vez mas y mas.
Jordi, empezó a besar mi cuello, a pasar su mojada lengua por el lóbulo de mi oreja y una de sus manos estaba jugueteando con una de mis tetas.
Mientras Emilio, me susurraba en el otro oído:
--Queremos que esta noche sea fantástica para los tres, en especial para ti, pero si hay algo que no te gusta o no quieres, un simple NO, servirá para que nos detengamos.
Un tenue hilo de voz salió de mi garganta para responderle:
--Gracias Emilio, espero que no tenga que usar esa palabra en toda la noche.
Me beso de de una manera muy delicada y empezó a bajar hasta alcanzar con su boca uno de mis pechos, ahí se detuvo, jugueteando con mi pezón, chupándolo, dándole suaves mordiscos, pasándole la lengua mojada infinidad de veces, poniéndomelo duro como una piedra. Una mano, la verdad no sabría decir a cuál de ellos pertenecía empezó a descender acariciando mi espalda, desde la nuca hasta que llego a mis nalgas. Allí se quedo unos instantes magreando mis cachetes, apretándolos -- dios como me gusta que me aprieten el culo -- dándome alguna suave palmada en el pompis, de ahí se deslizo entre mis nalgas, rozándome fugazmente el agujerito de mi ano, me estremecí al notar ahí sus dedos. Pero su destino era otro, iba buscando mi chochete, el cual encontró muy mojado, caliente, deseoso de que le prestaran atención de una vez por todas. Fue sentir la mano en esa zona tan necesitada de interés, que mis piernas se fueron abriendo para facilitarle la tarea. Creo que fueron un par de dedos los que se introdujeron inmediatamente en mi interior, empezando un suave y placentero movimiento. Entonces, oí la voz de Emilio que decía:
--Vaya, que delicioso está tu coño, estaría jugueteando con él toda la noche. Me gusta encontrarlo así de mojado, ardiente… y a su dueña así de receptiva.
Fue de decir Emilio estas palabras, cuando otra mano esta vez por delante, descendió por mi pecho y barriga, hasta detenerse en mi clítoris, en el cual se recreo durante unos breves instantes, para seguidamente introducir un par de dedos mas en mi dilatado y excitado chochete. Ahí ya tenía los dedos de Emilio, sus dedos se tocaron en mi interior y se sincronizaron en un rítmico movimiento que me hacían ver las estrellas del placer que me estaban dando.
Del gozo que me proporcionaban, con mis brazos me agarre a sus cuellos pues notaba que mis rodillas de un momento a otro me iban a fallar y me podría caer. Jordi aprovechando esta posición me empezó a besar de una manera más apasionada, frenética…a la cual yo respondí de una manera parecida, nuestras lenguas se buscaron y encontraron de una manera furiosa, pues mi excitación iba cada vez en aumento. Ellos dos seguían con el movimiento de sus dedos metidos en mi interior y mi fogosidad cada vez era mayor. Necesitaba correrme y esa posición me excitaba muchísimo, pero veía que no podría llegar al orgasmo así. Entonces se lo dije a mi par de amantes:
--Quiero que me tumbéis en la cama y ahí me folleis, necesito correrme.
Casi en volandas, entre los dos y con mucha delicadeza me pusieron en la cama, quedándose de rodillas cada uno a un lado.
Jordi entonces, me propuso:
--Mira Blanca, ahora quiero que cierres los ojos y que nos permitas hacer a nosotros. No los abras por nada, déjate llevar.
Asentí con la cabeza, cerrando los ojos como me había pedido. Durante unos instantes note como se movían alrededor mío, pero sin pronunciar ninguna palabra. Unas manos se posaron sobre mis pechos, empezando a magrearlos, a jugar con mis pezones, de nuevo duros. Los apretaba cada vez un poco más, y luego me pasaba su boca y lengua por ellos, mojándolos. Dándome chupetones por mis pechos y volviendo a empezar con sus manoseos.
Estaba ensimismada en lo que pasaba en mis pechos, cuando unas manos se posaron sobre mis rodillas y suavemente me las empezaron a separar, sentí como alguien se situaba entre ellas, agarrándome por mis caderas hasta situar mi culo en el borde de la cama, en ese momento percibí la punta de una polla que se rozaba por la parte exterior de mi chochete, de ahí a tenerla toda metida en mi interior fue un suspiro, era bastante gruesa pues aun con lo excitada y mojada que estaba, sentí como se iba abriendo camino en mi. Una vez toda dentro, estuvo unos segundos sin menearse, estaba caliente, notaba sus vibraciones era un placer estar tan llena de ella. Estando así quietos, unos dedos se posaron sobre mi clítoris jugueteando con él, haciendo círculos a su alrededor, dándole suaves golpecitos,-- Dios que gustazo me proporcionaban entre estos dos--
Mi follador se agarro con fuerza a mis caderas y empezó a dar unos fuertes y vigorosos golpes de riñón, su cilindro carnoso entraba y salía de mi, meneando todo mi cuerpo sobre la cama, como pude me agarre a su culo con las manos apretándolo hacia mí, no quería perder ni un centímetro de su vigorosa polla. Su intenso y dinámico movimiento, unido a la mano en mi clítoris y a mi gran excitación que llevaba acumulada de anterior, provoco que estallara en un intenso orgasmo, acompañado de unos tremendos gemidos de placer.
Suavemente dejo su firme meneo, quedándose quieto durante un instante, antes de retirarse de mi interior. Unos labios se posaron sobre los míos, dándome unos delicados besos. Mi cuerpo y mi cabeza necesitaban llegar al clímax, llevaba ya un tiempo necesitándolo, para estar tranquila y sosegada, para poder disfrutar de mi gran noche de sexo con más calma y sin tanta necesidad de estar pendiente de si llegaba o no, mi orgasmo.
Junto a mí, oí a Jordi que me decía:
--Si quieres ya puedes abrir los ojos. Te has portado muy bien sin abrirlos.
Con una sonrisa le conteste:
--En un par de ocasiones he estado a punto de hacerlo, me estabais matando de gusto. Y quería ver cómo me lo hacíais.
Jordi estaba sentado junto a mí y Emilio justo en el borde de la cama, nos miramos los tres y nos regalamos unas sonrisas de satisfacción y complicidad, por lo que acababa de pasar.
--¿Queréis un poco de cava fresquito, verdad? -- nos pregunto Emilio
--Si, pero que este fresco, muy fresco por favor.-- respondió Jordi
Emilio se levanto y de una pequeña nevera que había en la habitación saco una botella de cava. Nos sirvió unas copas, las cuales apuramos con rapidez, mitigando nuestras secas gargantas. Estando sentados los tres encima de la cama, saboreando con más calma una segunda ronda de cava, me percate que mis dos chicos aun seguían luciendo unas buenas y erectas pollas. Pensé que ellos también necesitarían aliviar su excitación, apure mi copa y así se lo hice saber:
--Pendiente de mí, no me había dado cuenta que vosotros aun no habéis llegado.
Emilio respondió:
--No te preocupes la noche será larga y tenemos tiempo para muchas cosas.
Enseguida le respondí:
--Si no os importa, me gustaría jugar con vuestras pollas, apenas las he disfrutado y quiero ver como se corren.
Jordi, nos interrumpió:
--Por mi parte no hay ningún problema, haz con nosotros lo que más te apetezca, somos todo tuyos, sírvete cielo.
Y diciendo esto, se dejo caer hacia atrás quedando tumbado encima de la cama.
Emilio con la botella de cava en la mano, dijo:
--¿Quién quiere un poco mas de cava?
Jordi, levanto su copa, diciendo:
--Yo quiero un poco más, esta fresquito y entra muy bien.
Yo acababa de dejar mi copa en el suelo y le dije:
--Yo no gracias, de momento estoy más que servida, además necesito mis manos libres.
Diciendo estas palabras, me deslice de la cama y me puse de rodillas en el suelo, quedando entre ellos dos, que estaban ya los dos tumbados.
--Por favor, acercaros y poner vuestros traseros aquí en el borde de la cama. --les dije señalando el lugar donde quería que estuvieran.
Fue casi una orden, pues me obedecieron enseguida y sin rechistar. Dieron un par de culadas y se colocaron donde yo quería. Mis manos fueron directamente a sus pollas, estaban grandes, pero sin llegar a estar del todo en su máximo esplendor. Las empecé a menear poco a poco, sin ninguna prisa, examinándolas y deleitándome con su agradable tacto, notando como a cada pequeño meneo mío, estas iban endureciéndose y cogiendo grosor.-- vaya par de vergas que tenían estos cabrones -- ellos seguían tumbados y yo intentaba aumentar el ritmo de las masturbaciones, pero me encontré con un problema. Con mi mano izquierda no era tan hábil, como con la derecha y el ritmo era bastante inferior y menos enérgico. Pero a grandes males, grandes remedios, deje de masturbar a Emilio, que era el que estaba a mi izquierda. Y acercándome un poco más hacia él, empecé a hacerle una mamada, puse mi boca sobre su glande, con mi mano seguía sujetando su polla, pero sin menearla. Pase repetidas veces mi lengua por su capullo, como si se lo quisiera limpiar de su liquido preseminal. Mi lengua fue recorriendo todo el tronco de su miembro, despacio hacia abajo y hacia arriba. Mientras mi mano derecha, que poseía vida propia seguía dándole a la zambomba de Jordi.
Mi boca, se fue adaptando al grosor de la polla de Emilio y comencé a comérsela, era un placer tenerla dentro de mi boca, notarla como vibraba, como iba soltando ese liquido que empezaba a llenar de un gusto especial toda mi boca. Con mis labios trataba de apretarla lo máximo posible, y estando así de prietos mis labios intentaba masturbarlo con mi boca. Mi cabeza arriba y abajo, hasta que note una mano sobre mi cabeza que intentaba que me tragara del todo su enorme polla. Esta presión afortunadamente solo fue durante unos segundos y pude seguir con mi ritmo. Empezaba a oír los gemidos de placer de los chicos y Jordi se estaba ya empezando a menear, levantando alguna vez su culo de la cama.
Por un momento deje de masturbar a Jordi y de chupársela a Emilio, y les dije:
--Chicos, levantaros de la cama y poneros de pie, aquí, a mi alrededor.
Les di una mano a cada uno, ayudándoles a incorporarse, una vez de pie, les hice dar un par de pasos y separándonos de la cama, me volví a poner de rodillas, entre sus piernas. Con sus pollas a la altura de mi cara, fue fácil empezar a chupársela a uno de ellos, mientras la otra polla era atendida con mi mano, al poco rato invertí el orden ahora se la chupaba a Jordi y mi mano estaba con la de Emilio. Las dos estaban formidables era una gozada estar allí dándoles placer y él que ellos me proporcionan. Dos hermosas pollas para mi sola y ninguna de ellas era la de mi marido, ni en mi mejor fantasía me lo habría imaginado así de maravilloso. Poco a poco fui notando como sus vergas están a punto de llegar al momento cumbre, sobre todo la de Jordi. Notando que estaba llegando, por unos momentos me dedique en exclusiva a ella, aun teniéndola en la boca, con una mano meneaba el trozo de polla que estaba fuera de mi ella. Haciéndole una doble masturbación. Empezó a vibrar de una manera muy exagerada, dándome a entender que estaba a punto de venirse, la saque de mi boca y aumente el ritmo de mi mano y en breves momentos note como se corría, dando un par de colosales eyaculaciones, parte de ella fue a parar al suelo de la habitación y otra quedo en mi mano, cuando dejo de eyacular, mi boca fue hacia ella y la empecé a lamer, pase mi lengua por su capullo y finalmente la introduje toda en mi boca, notando aun sus últimas vibraciones, saboreando una pequeña parte de su corrida. Le di un par de mamadas mas y saque su polla de mi boca. Una vez fuera me relamí de gusto mirando hacia arriba buscando la cara de Jordi. La cual encontré con una amplia sonrisa y un guiño en sus ojos.
Jordi se separo un poco de nosotros, dándome a entender que me podía dedicar en exclusiva a Emilio, el cual permanecía de pie a mi lado, enseguida cogí su polla y continúe con la masturbación, uffff….tener dos era un verdadero placer, pues uno acababa de correrse, pero aun tenía otra en plena forma y con ganas de seguir jugando. Mi estado de excitación estaba de nuevo alto y con ganas de que esta noche fuera larga y generosa en sexo. Casi sin darme cuenta , mientras seguía chupando la polla de Emilio, mi mano derecha fue hacia mi entrepierna, me empecé a acariciar el clítoris y de ahí a meterme un par de dedos en el chochete. Nunca me hubiera imaginado que llegaría a estar masturbarme delante de unos casi desconocidos, pero por esa regla de tres tampoco me hubiera imaginado comiendo sus pollas o follada por esos casi desconocidos. No quise seguir con estos pensamientos y me dedique a seguir disfrutando de la velada, Emilio se resistía a todos mis intentos de hacerlo llegar al orgasmo. Su polla seguía grande, desafiante, dura, pero no tenía intención de correrse. Hasta que Jordi sentado en una especie de butaca, desde donde nos estaba observando, dijo:
--Venga Emilio, cuéntale tu secreto a Blanca, querrá saber el por qué duras tanto sin correrte.
Emilio, se agacho un poco y cogiéndome por los brazos, me ayudo a ponerme de pie, me beso con verdadera pasión, no me lo esperaba, pero le respondí de la misma manera, nuestras lenguas se buscaron y se encontraron, realizando una verdadera lucha en el interior de nuestras bocas.
Una de sus manos, fue en busca de mi chochete encontrándolo de nuevo empapado, al cual introdujo varios dedos y me empezó a masturbar. Esta vez no me quede quieta y busque su polla con mi mano y la empecé a menear con mucho ímpetu.
A mi espalda oí la voz de Jordi:
--Chicos, mirar cómo me habéis puesto con vuestra actuación…dijo señalándose su polla.
Emilio le contesto:
--Jajaja…eres un voyeur, poniéndote cachondo mientras nos miras a escondidas a nuestras espaldas.
Esta interrupción por parte de Jordi, hizo que dejáramos de masturbarnos, nos corto un poco nuestro momento. Entonces me acorde de lo que había dicho antes y le pregunte a Emilio por su secreto.
--Emilio, dime cual es ese secreto que comentaba Jordi,¿ te tomas algo para aguantar más? ¿Me lo quieres contar?
Nos volvimos a sentar en la cama.
--Venga díselo, no tengas vergüenza.--le apuro Jordi desde la butaca.
Emilio me miro, me sonrió y dijo:
--No me tomo nada, lo que pasa es que cuando tenemos una cita , unas horas antes o hacemos el amor Susana y yo, o me masturbo, de esta manera cuando llega la hora del intercambio mi aguante es mucho mayor y así disfruto más de la nueva pareja. Además me daría mucho corte correrme enseguida estando con otra chica.
--Emilio, no quiere hacer uso de los productos farmacéuticos…Jajaja, es más tradicional. A mí no me da ningún reparo hacer uso de estas pastillitas…--dijo Jordi, enseñando unas pastillas que tenía en la mano.
No sabría decir el motivo, pero Jordi empezaba a caerme un poco repelente.
Fuera el motivo que fuera, Jordi volvía a estar otra vez completamente trempado, desde su posición nos observaba interesado. Nosotros nos habíamos quedado un poco cortados por su interrupción, pero tanto Emilio y yo deseábamos continuar con nuestros escarceos. Fue Emilio el que dio el primer paso, pidiéndome:
--Blanca, por favor, túmbate en la cama boca arriba.
Pero antes que me diría tiempo a hacerlo, se me acerco y me volvió a besar de una manera muy apasionada, de nuevo nuestras lenguas se buscaron con frenesí y nuestras manos también volvieron a examinar con mucho entusiasmo ciertas partes de nuestros cuerpos. Su mano fue directamente a mi chochete, al cual volvió a meter varios dedos y continuo con la masturbación que nos había interrumpido Jordi. Por mi parte le acariciaba sus testículos, grandes, duros ... De ahí pase a la base de su polla y seguí con mis meneos de arriba abajo. Poco a poco nos dejamos caer tumbados sobre la cama, continuando nuestro mutuo magreo y pajeo. Emilio, me dejo tumbada y empezó a besar mis pechos, los devoro con mucho anhelo, mis pezones respondieron a su acometida poniéndose firmes, muy sensibles a sus embestidas, mandando señales de placer a mi cabeza, iba alternando sus caricias con ambos pechos, mientras su mano seguían dándome gusto en mi chochete. Su boca fue bajando despacio desde mis pechos, lamiendo, succionando, acariciando con su lengua cada centímetro de mi piel hasta que llego a mi clítoris. Yo me dejaba hacer, estaba llegando al séptimo cielo, hacia ya un rato que había dejado de acariciarlo.
Con su lengua empezó a juguetear con mi botón del placer, se entretuvo mucho rato, lo mojo, mordisqueo, lo apretaba con sus labios y lo succionaba, de tanto en tanto, con sus dedos lo presionaba, hacia círculos a su alrededor y le daba pequeños golpecitos…me estaba matando de gusto el muy c….n.
Para terminar de matarme, fue cuando bajo un poco mas con su lengua y se dedico a lamer, chupar, explorar con ella mi húmedo y caliente chochete, con sus manos me separo los labios abriendo aun mas mi coño, y su sinhueso se pudo deleitar con toda mi almeja, a la cual repaso de arriba abajo y se introdujo en mi interior todo lo que pudo. Cuando él introducía su lengua, yo presionaba con mis manos su cabeza para que entrara un poquito más en mi chorreante y cálido interior. Me daba la sensación que me follaba con ella. Viendo que me estaba llegando otra vez el orgasmo, quise poner algo de mi parte y colabore en ello, mi mano se puso sobre mi clítoris, empezando a acariciarlo de una manera muy enérgica, acelerando la llegada de mi segunda culminación de la noche. En ese momento deje de tocarme, separe todo lo que pude las piernas y me corrí, en toda la cara de Emilio, él cual siguió comiéndome, de una manera instintiva mis manos se fueron a tapar mi boca, pues me puse a gemir de una manera muy fuerte y escandalosa. Me daba corte que me pudieran oír lo bien que me lo estaba pasando. Mis piernas se contrajeron atrapando por unos instantes la cabeza de mi amante, después de unos segundos así, las separe y Emilio salió casi de mi interior. Él tuvo un detalle que me gusto muchísimo, se tumbo en la cama y se abrazo a mi durante unos minutos, dándome una sensación de delicadeza y ternura, que en ciertos momentos se agradecen mucho. Esta situación no duro demasiado, pero me hizo sentir muy bien, además Emilio durante ese tiempo se dedico a darme besos muy delicados y suaves por mi cuello y cara, con lo cual mi excitación comenzó de nuevo a aflorar desde mi interior. Me di cuenta de ello, cuando yo le devolví sus suaves besos, con un beso en la boca y me lengua se puso a buscar de nuevo la suya. Estaba de nuevo empezándome a lanzar cuando oí la voz de Jordi:
--Vaya, vaya muy bien pareja, ha sido todo un placer poder ver este espectáculo desde primera fila.
Era tal la conexión con Emilio, que me había olvidado por completo de Jordi y que continuaba allí sentado observándonos con todo detalle. Quise disculparme:
--Perdona Jordi, no he querido hacerte ningún desprecio, …
--Ya me he dado cuenta de que estabais los dos muy bien compenetrados, no te preocupes ha sido un deleite poner observaros. --dijo Jordi.
Continuo diciendo:
--Solo espero, que aun quede algo para mí,
--Entre los dos me estáis haciendo pasar una noche de verdadera locura, seguro que aun tendré algo para ti…le respondí.
Jordi se levanto y se acerco hacia nosotros, que estábamos sentados en la cama. Al andar su polla se balanceaba de un lado a otro, verlo así era muy provocativo y tentador, la tenia grande, eso que ahora no la tenía del todo erecta. Con Marc hemos ido a muchas playas nudistas, pero no recuerdo ninguna tan generosa en tamaño como la suya.
Cuando llego a nuestra altura, se sentó a mi lado, me miro sonriente y se tumbo, al ver que yo no hacía nada, cogió su polla y la empezó a menear, su tamaño aumento en breves momentos, al igual que su firmeza, yo me quede como atontada mirándosela, Jordi se dio cuenta y de una manera un tanto fanfarrona, me dijo:
-- ¿ Quieres hacerlo tú ?, seguro que te gusta, ven aquí cielo.
Como hipnotizada, me acerque a él, me puse de rodillas encima de la cama justo a su lado, quite su mano y puse la mía alrededor de su miembro, estaba caliente, dura,…entonces puse mi otra mano a continuación de la primera, su polla aun sobresalía por encima de mis dos manos. Empecé a bombear su mástil de una manera enérgica y firme, parecía como si se la quisiera arrancar. De vez en cuando, paraba mi intenso movimiento y le chupaba la parte de polla que rebasaba de mis manos, por los gemidos que se le escapaban a Jordi, parecía que le estaba gustando lo que le estaba haciendo. Además el comentario que realizo a continuación, confirmo mis suposiciones:
--Me gusta muchísimo lo que me estás haciendo, pero lo que más me agrada es la manera tan rápida con la que te has adaptado a tener un par de hombres para ti.
Yo le conteste:
--A lo bueno se habitúa una con facilidad y con buenos amantes como vosotros , mucho mejor.
Mientras hablábamos mis manos continuaban con su bombeo.
Jordi, siguió diciendo:
--Actúas y te desenvuelves con la soltura de una zorrita con mucha experiencia en este tipo de encuentros, este detalle me pone mucho, pues me dijiste que nunca habíais realizado tríos ni intercambios de parejas. No me esperaba encontrar una persona tan activa y decidida.
Yo continúe dándole a su zambomba como si nada, pero la palabra zorrita me empezó a dar vueltas por mi cabeza. Esa manera un tanto chulesca y canalla que tenia Jordi de tanto en tanto, me gustaba y me excitaba, me ponía cachonda. Me sonreí para mis adentros, pues si pensaba eso de mi, que pensaría cuando pillara yo el control de la situación, como quería hacer en breves momentos. No me había olvidado de Emilio, ni mucho menos, y le dije:
-- ¿Emilio, tu también crees que soy una zorra ?, no me contestes ahora, ven y cómeme el chochete.
Dicho esto, me puse de rodillas en la cama, exponiendo de una manera muy descarada y provocativa mi culo, ofreciéndoselo a Emilio, mientras le seguía comiendo la polla a Jordi. Note como sus manos se posaban en mis nalgas, las empezó a sobar, apretándolas y poco a poco las fue separando, entonces cuando las tenía bastante abiertas sentí su lengua mojada que se deslizaba por la entrada de mi chochete de arriba abajo, despacio saboreando mis esencias y mi nueva excitación. Su lengua no tenía prisa en recorrerme, sus manos apretadas a mi trasero me empujaban hacia Jordi, tragándome casi toda su polla, la cual estaba en su máximo esplendor. Emilio dejo de mojarme el chochete, para empezar a jugar con mi ano, le paso varias veces la húmeda lengua alrededor de él, haciendo círculos y de vez en cuando la punta se quería introducir en el y se deleitaba haciéndome eso. Yo estaba en la gloria, tenia sensaciones juntas que ya había vivido pero por separado claro está, y esta unión de distintas percepciones podían con mi raciocinio y cordura. Estaba llegando a un punto de calentura tremendo que me daba miedo no saber controlarme.
Por un momento Emilio dejo de comerme el culito, entonces note como me pasaba por él la yema de uno de sus dedos, di un pequeño respingo y deje de chupar la polla de Jordi, me puse un poco tensa, continuo pasándome el dedo por el ano, lo cual me proporcionaba un placer indescriptible. Por la posición en la que me encontraba estaba completamente a su merced, indefensa ante un posible intento de penetración anal. Me hubiera gustado probar, pero el grosor de su polla me aterrorizaba. Como si leyera mi pensamiento, Emilio, me tranquilizo:
--Relájate Blanca, solo quiero acariciarte ahí, dilatarlo un poquito, jugar y como mucho si quieres meter uno de mis dedos.
Como respuesta a su comentario, volví a seguir chupando la polla de Jordi, Emilio continuo entonces jugueteando con mi ano, note como iba introduciendo un poco la punta de su dedo lo sacaba, con saliva me lo mojaba y me lo volvía a introducir, así hasta que casi me introdujo todo uno de sus dedos. Cuando lo hubo metido todo, lo saco y pasaron unos segundos sin que me hiciera nada, deseaba sentir algo en mi cuerpo, lo necesitaba, no sabía exactamente el que, pero quería nuevas sensaciones. Esa percepción se tradujo en la punta de su verga en mi chochete, al notarla ahí, volví a parar en mi mamada, tome aire y continúe, Emilio me la fue introduciendo hasta el fondo,…-- Dios que gorda la tenia -- se aferraba a mis caderas y me empezó a follar de manera suave pero con intensidad, meneando todo mi cuerpo en cada movimiento, mis tetas se balanceaban al compas de sus embestidas y mi boca se tragaba hasta el fondo, la verga que tenia mamando.
Por un momento deje de chupar esa tremenda polla y le dije a Emilio:
-- Emilio, quiero cambiar de postura, ¿ me dejas ?
Dejo de follarme, se retiro un poco y yo pude sentarme por unos segundos en la cama,
-- ¿Todo bien Blanca ?...pregunto Jordi
-- Perfecto. …le respondí.
Me acerque a Jordi, continuaba tumbado en la cama boca arriba, pase una pierna por encima de su cuerpo y me senté encima de sus piernas, quedando su polla delante de mí. La contemple durante unos segundos, era muy hermosa, grande, tremenda, vigorosa y estaba a punto de sentarme encima de ella. La cogí con mi mano derecha, la sujete con firmeza y me levante sobre mis rodillas meneando mi cuerpo un poquito hacia delante, hasta que tuve su polla justo debajo de mi chochete. Una vez así, me pase su capullo por mi entrada y me fui sentando despacito en ella, quite mi mano y continúe descendiendo con suavidad, poco a poco conseguí meterla toda en mi interior, estaba empalada por esa tremenda polla. Me incline hacia delante buscando su boca, el se incorporo un poco y nos besamos con pasión, con verdadera lujuria y ahí empezó él a darme unas suaves sacudidas, que me daban la impresión que me iba a partir en dos. Dejamos de besarnos, él se volvió a tumbar y yo me quede completamente recta encima de Jordi. Fui yo la que tomo el mando de la follada, imprimí el ritmo que mejor me iba y lo empecé a cabalgar. Con sus manos se aferro a mis nalgas y me las apretaba con mucha fuerza. Con mis caderas describía círculos, apretando todo lo que podía mi cuerpo hacia abajo, entonces se acerco Emilio por detrás mío y me cogió las tetas. Las acariciaba con mucha delicadeza, mientras yo seguían follando a Jordi. Notaba su dura y caliente polla en mi espalda, una de sus manos descendió hasta llegar a mi clítoris, donde se dedico a jugar con él, rozarlo, a apretarlo, a darme un gustazo de locura, yo aumente el ritmo con Jordi y Emilio hizo lo mismo con sus caricias. Los tres aumentamos el ritmo de nuestros movimientos, era ya un momento de no retorno de darlo todo y llegar al orgasmo como así me ocurrió en poco segundos. Me quede quieta durante unos instantes, mientras acababa de llegar a mi nuevo orgasmo, otra vez de mi garganta sonaron unos gemidos delatores de lo que estaba ocurriendo en mi cuerpo. Esta vez Jordi me cogió mis manos y no me pude tapar la boca, para intentar mitigar el sonido que salida de mi interior.
-- Quiero que te oiga todo el mundo lo bien que te lo estas pasando…dijo Jordi
--Además me pone mucho oír cuando llegáis al orgasmo.
Pero Jordi no se quedo quieto, mientras me estaba hablando empezó un movimiento fuerte y frenético de su polla en mi interior, yo ya no quería mas meneos, pero por lo que pude comprobar él si los necesitaba, duro poco el intenso bombeo, pues al mismo tiempo que se le escaba un gemido de que había vuelto a llegar, en mi interior note la descarga de su corrida, llenándome de su caliente y espesa leche. Sus manos que se aferraban con fuerza a mi culo, poco a poco fueron perdiendo intensidad, quedando exhausto y rendido debajo de mi. Yo también lo estaba, esta noche de sexo me había dejado ya sin fuerzas, pero sabía que Emilio, aun no se había corrido en lo que llevábamos de velada. Estando aun clavada a la polla de Jordi, que iba perdiendo su firmeza, me gire hacia Emilio y cogiéndolo de la mano, hice que se pusiera a mi lado. Quedando así su verga casi a la altura de mi cara, sin muchos preámbulos, se la cogí y me la puse en mi boca, empezando una mamada intensa, que iba combinando con mi mano con la cual le hacia una vigorosa paja, cambie varias veces de la boca a la mano y viceversa, hasta que por sus movimientos note cercano el orgasmo de Emilio, entonces me puse su polla en mi boca la cual engullí hasta el fondo esperando su corrida. Emilio trato de sacarla, pero yo se lo impedí, quería sentir su explosión en mi garganta, la cual llego enseguida, en una primera embestida me lleno con su leche caliente, espesa y un tanto salada, la cual pude tragar en parte antes de que diera su segunda acometida, esta ya un poco más escasa, pero igual de sabrosa…el esperma de Emilio era el primero que me tragaba de alguien que no fuera Marc. Su polla dejo de dar esas fuertes vibraciones dándome a entender que había terminado su corrida, poco a poco fue sacando su polla de mi boca, al llegar a su capullo le pase mi lengua por él, tratando de quedarme con toda su esencia. Se puso encima de la cama, tumbándose, yo empecé a sacar de mi interior la polla de Jordi, aun estando ya bastante flácida tenía un buen tamaño. Me tumbe entre ellos dos, estábamos los tres exhaustos, cansados, por la larga noche de sexo que habíamos tenido.
En mi caso en concreto, además de agotada y molida por el trote que me habían dado estos dos, me encontraba feliz, contenta por haber podido realizar esta fantasía que llevábamos tanto tiempo con ganas de realizar, esperando que Marc también lo estuviera pasando bien con las chicas, y así pudiéramos repetir en más ocasiones intercambios y nuevas experiencias. Por mi parte estaba dispuesta a repetir…
Los tres estábamos sudorosos, con restos en nuestros cuerpos de fluidos corporales de una noche muy intensa de sexo, por lo cual decidimos pasar por la ducha antes de ir a ver a nuestros vecinos de habitación.
Mas o menos esto es lo que ocurrió en mi primera noche de intercambio, hasta la fecha de hoy hemos participado en más cambios de pareja y diversas situaciones subidas de tono, entre Marc y yo iremos contando todas estas experiencias.