Nuestro juego X

Nuestro pequeño secreto,nuestro reencuentro

Recuerdos del pasado y el inicio del futuro

Llegue de la escuela y subí a mi cuarto rápidamente, me quite el uniforme y me fui a bañar, al terminar me puse el vestido que mi madre me había obsequiado ese día por mi cumpleaños, me arregle y me mire en el espejo, mi busto no ayudaba, pero  me arregle lo mejor que pude y baje.

―      Hola – mire a mi hermano y lo salude, el ladeo la cabeza y me miro

―      Lindo vestido- sonrió, me acerque y le di un beso en la mejilla

―      Si está lindo,  mamá me lo dio – di una vuelta frente a el

―      Te ves linda

―      Gracias

―      Cierra los ojos- me ordeno, cerré los ojos y el me halo no sabía a donde - bien ábrelos- mire un pastel sobre la mesa del comedor

―      Gracias , Ethan… es muy lindo

―      ¿Lindo?

―      Bueno debo probarlo- le metí un dedo y lo chupe- mmm, sabe muy bien- mi hermano tomo una vela y la puso

―      Por tus trece años… te creciste enana

―      Muy gracioso- puso la vela sobre el pastel y la encendió

―      Ahora pides un deseo y ya está- los dos nos reclinamos en la mesa  cerré los ojos y pensé en lo que quería, después los abrí y apague la vela y volví a verlo, nos quedamos así unos segundos – ¿qué pediste?

―      Si te lo digo no se cumplirá- sonreí, volvimos a vernos, sentí un cosquilleo extraño en el estómago, en eso él se lanzó sobre mí y me dio un beso en la boca, lo aparte asustada -- ¿qué haces?

―      Perdóname – frunció el ceño y salió corriendo, no lo seguí…

..............

Abrí los ojos  el despertador aun no sonaba así que lo apague, me levante y me quede unos minutos recordando mi sueño, hacía mucho que no soñaba con ese día, ya habían pasado  nueve años y no era algo en lo que me gustara pensar. No miraba a Ethan hacía dos años y eso me provocaba sueños recurrentes.

―      ¿Halo?- conteste el celular después de que casi me reventara los odios aislándome de mis recuerdos

―      ¿Tear? Hola, ¿cómo estás?

―      Annette- por sorprendente que pueda parecer después de un tiempo aprendí a tolerarla, no era del todo mala, idiota sí, pero no mala.

―      Mira alguien quiere saludarte- lo escuche y sonreí

―      Amor, ¿cómo estas?- casi no podía hablar así que apenas era legible- te amo mi vida- le dije, entonces Annette volvió a tomar el teléfono

―      Se levantó algo inquieto, quería saludarte

―      Gracias en, ¿y mi padre?

―      Ahaha él fue por el desayuno, ya no tarda en venir, le diré que lo saludaste

―      Bien, gracias, cuídalos mucho

―      No te preocupes, volveremos el lunes a primera hora

―      Está bien… cuídate

―      Okay, hablaremos más tarde, adiós

―      Adiós…- me metí en la tina y cerré los ojos queriendo recordar el resto del día.

..............

Baje hasta la sala y lo vi ahí sentado mirando la tele, ya no tenía puesto el uniforme, era tarde pasadas las cuatro, mamá aun no llegaba ni mi padre, y por ser mi cumpleaños esperaba su visita, llegue y sin pronunciar palabra me senté a su lado recostándome sobre él, él tampoco me dijo nada, la televisión no era la cosa más entretenida del mundo, al menos no en ese momento, estábamos tensos, los dos, no sabía cómo terminar con eso.

―      Tu cumpleaños es el próximo mes- comente, entonces me miro – que piensas pedir de deseo- sonrió

―      No lo sé, una motocicleta.. tal vez… o un auto- reímos, recosté mi cabeza sobre sus piernas

―      Debes pedir algo que pueda hacerse en menos de un día

―      ¿A si? Y ¿porque?

―      Porque son deseos fáciles de realizar… como un pastel, un vestido…un…beso- me miro

―      Un…- entonces fui yo quien lo halo y lo bese, no tenía ni idea de lo que hacía, era una niña tonta, me aparte y lo mire , tenía la boca entre abierta-Tear…- lo abrace fuertemente , y hundí mi cara en su cuello

―      debo irme- le dije e intente ponerme de pie, pero no me dejo

―      no- me halo nuevamente  y volvimos a besarnos….

.......

Salí de la tina y me cambie, me puse unos pantalones negros una blusa larga color durazno y una chaqueta negra también, había optado por la costumbre de usar tacones tipo aguja, de pronto quedaba súper alta, arregle mi cabello y mi teléfono sonó en mi bolsillo

―      Hola, bebe

―      hola Miguel- miguel era por describirlo de alguna forma, mi marido, nos conocimos en una reunión de mi padre y desde entonces decidimos estar juntos, es diez años mayor que yo, creo que le agrado mi juventud.

―      amor, no voy a regresar hoy- me detuve en la puerta

―      ¿y porque?

―      Porque mi jefe quiere que me quede  hasta mañana en la mañana

―      Iba a salir por una botella de vino, cariño

―      Mmm, que lastima, ve y guárdala para mañana

―      Okay

―      Te amo- me dijo cariñosamente

―      Nos vemos- colgué abrí la puerta pero me detuve, tuve una sensación extraña que me hizo retroceder, sin embrago cogí mis llaves, mi bolsa y Salí, me dirigía a las escaleras cuando un hombre me tomo por atrás y tapo mi boca, el pañuelo que puso sobre mi cara tenía  un fuerte olor, y eso es lo último que recuerdo. Abrí los ojos lo mejor que pude y lo primero que pude sentir fue el dolor en mis muñecas me había atado, mire mejor y estaba en mi propio departamento  sentía el sabor a tela en mi boca que casi no me dejaba respirar, estaba sobre el mueble de la sala, me sacudí, me moví lo suficiente para poder ver como mi hermano me observaba, fruncí el ceño y agite la cabeza, él se acercó y me toco la cara

―      Si gritas volveré a taparte la boca, estamos?- asentí quito el trapo de mi boca, respire

―      ¿Cómo diablos me encontraste?- sí, no se me había quitado lo gilipollas

―      Tarde un poco, pero no era una misión imposible, ¿porque te fuiste sin despedirte de mí?

―      Eso no te importa Ethan- lo confronte, me halo hasta ponerme de pie frente a él, y aunque tenía zapatos de 10 cm no me era suficiente para alcanzarlo, me sostuvo

―      Vamos a jugar a la verdad o prueba- me dijo

―      ¿Qué?

―      Si no me respondes con la verdad iniciaremos tu prueba, pregunta uno, ¿porque demonios no me dijiste de tu embarazo?- el corazón se me bajo al piso

―      Como…

―      No soy idiota

―      Dios- suspire- estaba enojada contigo, ¿que querías?

―      Okay, pregunta dos, ¿porque no me dijiste que tengo un hijo?

―      No lo considere necesario, embarazo  igual a bebé, no tiene mucha ciencia

―      ¿Cómo te atreviste a ponerle de padre a un imbécil!?

―      Tu no conoces a miguel- me abofeteo – eres un gilipollas- dije lamiendo mi labio al sentir el sabor a sangre – idiota- susurre

―      Bueno sin tocar el tema del gilipollas de tu marido, responde, ¿cómo se llama mi hijo?- lo mire a los ojos  e instintivamente vi su boca

―      Vete a la mierda- le dije desviando mi mirada, agote la poca paciencia que tenia de trato hacia mí y no lo culpo, carajo seguía siendo tan estúpidamente condescendiente  abrió mis pantalones de un tirón y los bajo

―      ¡Qué haces!- grite entonces volvió a cubrirme la boca  pero con su mano

―      Te traje un regalito hermana, ¿quieres que te tape la  boca o seguirás contestando mis preguntas como una niña buena?

―      En tu puta vida, ¡gilipollas!-  me puso de espaldas contra el mueble y me miro

―      Su nombre- no respondí, patalee, pero era inútil, y en verdad no sabía que pensar. aun tenia puesta mi ropa interior pero solo se reducía a una diminuta tanga la hizo a un lado y presiono uno de  sus dedos en mi ano

―      ¡Basta!- le dije enérgica, no contesto y continuo estimulando mi ano, no sabía cuál era su propósito, era sodomizada por mi hermano, eso nunca había pasado, al menos no así – ¿qué vas a hacer si llega mi marido y te encuentra haciéndome esto?- dije

―      No lo sé, no le permitiré que se una, pero seguramente le agradara la vista - sonrió

―      Idiota- continuo frotándome  y sentí que introdujo un dedo, era una sensación molesta, introdujo el segundo, mordí el mueble , introdujo el tercero, mordí más fuerte el mueble para evitar quejarme

―      Veo que tienes vida sexual- su tono sonó molesto

―      Por supuesto- lo mire y hundió sus dedos todo lo que pudo, contuve mi expresión todo lo que pude sin dejar de verlo

―      Pues te traje una sorpresa- saco su mano de mi maltrecho ano y tomo el bolso que había llevado con él, saco unas bolas unidas por una cuerda – te presento, son bolas chinas, pero no son vaginales, aunque…-lo pensó por un instante-. Podríamos intentarlo

―      Que putada…- susurre

―      Es un regalo hermanita- las dichosas bolas eran 6 en total algo que en mi vida había usado, hasta ese día, median 4 cm cada una no eran monumentales, pero mi vida sexual no era tan real como se la había pintado. Sin más preámbulos se acercó a mí y me unto de una crema lubricante introduciendo sus dedos en mi después sentí la fría pelota de goma hundiéndose, me dolía- ¡para!- le pedí , pero el termino de introducirla

―      Este es el trato, respondes una bola menos, no respondes, una más. ¿Cómo se llama?- el orgullo dolía más que la famosa bola china así que no respondí, continuo con la segunda, era una sensación extraña algo fastidiosa, y la tercera, y la cuarta, el fastidio se volvió placentero pero también sentía dolor, continuaba mordiendo el mueble, intento introducir la última, para eso la presión era demasiada y me dolió

―      ¡Basta!!- le grite, hale la atadura de mis manos pero las esposas platicas solo intensificaron el dolor, me sacudí bajo el

―      ¡Responde!

―      ¿Nunca has hablado con mi padre?

―      Tú me crees idiota, no? lo he averiguado por todos lados, pero nadie me ha dicho nada al respecto, responde ahora- presiono la última bola

―      ¡Ian!- grite finalmente- se llama Ian!!

―      ¿Dónde está?

―      Cumple con tu parte – halo una de las bolas hasta hacerla salir , no pude evitarlo y gemí, la salida era más placentera que la entrada

―      ¿Dónde esta!?- repitió Ethan

―      Con mi padre…y Ann

―      ¿Él lo sabe?

―      Sabe que es mío, no que es tuyo- suspire – estoy contestando joder! Sácame eso!!

―      Esas son de prueba Tear- lo mire y fruncí el ceño- bien, ¿mi hijo le llama padre al gilipollas de tu marido?- no pude evitar reír- supongo que eso debe responder mi pregunta

―      Eres idiota- le recalque-  claro que lo piensa su padre- de un empujón volvió a meterme la bola –aggg,, ahhh, mierda!

―      Eso va a cambiar- lo mire y negué con la cabeza

―      No, no va  cambiar – respondí mientras intentaba controlar la respiración

―      No te lo pregunte- acerco su mano a mi sexo, que había sido olvidado hasta ese instante, estaba empapada, introdujo dos de sus dedos y gemí

―      Porque, me haces…esto, ¿no es más fácil solo preguntarme?

―      Después de que estuve preguntado y buscándote como un idiota durante dos años ¿crees que merezcas el beneficio de la duda?

―      No se… res…responde…a una pregunta con otra.

―      No mereces el beneficio de la duda, hermanita

―      ¿Porque me tocas?- me ruborice con esa pregunta y él lo noto, saco sus dedos de mí y se me acerco , su expresión  cambio completamente recogió los cabellos de mi cara

―      Porque te extraño- beso mi mejilla y se separó nuevamente, y me temí la siguiente pregunta

―      Si, te he extrañado, si era tu duda- le dije recostando la cabeza en el mueble ,de pronto comencé a sentir un cosquilleo que se empezó a volver muy intenso, las malditas bolas vibraban, sentí calor en la cara, y bueno en el resto del cuerpo, era una sensación excitante  ahogaba mis gemidos en el mueble entonces Ethan llevo nuevamente su mano a mi sexo y empezó a frotarme –ahhhh- empecé a gemir ya daba igual hacerme la fuerte sus caricias me dominaban, lo necesitaba, lo quería a gritos.. no quería a otro hombre en mi vida, me frotaba más fuerte y eso combinado con la vibración en mi ano desencadeno un orgasmo como hace mucho no sentía , mordí el maldito mueble y solté un profundo gemido, se puso de pie y atrajo hacia el tomándome de los brazos, quede frente a su rostro-por favor.. – me miro tenía los ojos aguados, solo una vez en mi vida lo había visto llorar, me quite los zapatos como pude y con mis pies acabe de quitarme el pantalón

―      No había notado que eres tan bajita- me dijo sonriendo

―      Tú has crecido un poco – volví a mirarlo, me tomo la cara y me beso tenía las manos atadas aun, así que lo besaba con ansias no quería que se alejara. Nos separamos , ambos respirábamos agitadamente, volvió a besarme más profundamente,  me alejo un poco y abrió mi camisa, haciendo volar sus botones  y me miro  todavía tenía la ropa interior puesta se puso de rodillas ante mí y me bajo la pequeña braga  y lamio mi sexo, estaba de pie era demasiado para mí, succionaba mi clítoris yo jadeaba y miraba al techo halaba mis manos pero eso solo me producía más dolor, el continuaba  succionando mi sexo y las bolas empezaron a vibrar nuevamente – por Dios!!!- grite- cógeme!! Por favor!! Ahhhh!- se puso de pie y miraba mi cara

―      Es un placer verte – dijo en  voz baja caminamos hacia el mueble y el se sentó – veamos que puedes hacer con las manos atadas – me miro de arriba abajo, las muñecas me dolían terriblemente hasta podía sentir amortiguadas las manos , me arrodille frente a el y con mi boca le baje la bragueta del pantalón y con mi lengua empecé a buscar su miembro que ya estaba durísimo, el me ayudo un poco destapándose  ahí me acerque y lo chupe, extrañaba esa sensación, su sabor, lo succionaba ansiosa, podía sentir mi saliva salpicando, el me detuvo , podía ver lo excitado que estaba, entonces me subí sobre el

―      Tienes que ayudarme- remordí mi labio hasta el dolor mientras lo sentía penetrarme , me recargo sobre su pecho y empecé a moverme lo mejor que pude, era algo difícil sin ayudarme con las manos , así que era lento, entonces el cogió mis cadera y empezó a impulsarme con más fuerza, se hizo más rápido , me sentía en el cielo , me acerque y volví a besarlo, continuaba embistiéndome en eso las estúpidas bolas empezaron a vibrar, era increíble, gemía  descontroladamente  y él también podía sentirlo, acelero aún mas sus movimientos me apretó llenándome hasta el fondo – ahhhhh, por Dios… - me detuvo y me corrí, termine de contraerme y lo mire- no puedo respirar- le dije , el me beso y continuo moviéndose rápidamente, me abrazo y sentí algo caliente, hundía sus dedos en mi espalda y me dolió, había sido demasiado intenso, mucho más de lo que se puede expresar en palabras, quede recostada sobre el por un buen rato, me presionaba  fuertemente cuando sentía las bolas vibrar – ya respondí tus preguntas- le dije después de que lleváramos  más de media hora en silencio – desátame las manos, me duelen – me miro entonces se levantó y sacó una navaja de su  bolso, me corto la atadura de las manos – carajo, casi me matas, gilipollas- le dije al ver mis manos  amoratadas, me dolían terriblemente, sin embargo podía moverlas

―      No exageres, el plan no era matarte , ven- me hizo poner de pie y sin aviso halo las bolas atascadas en mi ano, salieron con un poco de dificultad

―      Agggg, imbécil- gemí, era doloroso y excitante , quise sentarme pero me ardía así que no pude, volví a ponerme de pie – debería decirte algo, pero la verdad no se me ocurre nada- sonreí

―      ¿Quieres al gilipollas de tu marido?

―      Si- frunció el ceño- dijiste querer, no amar

―      ¿Lo amas?- contuve la risa

―      ¿Estas celoso? Hermanito

―      No- era demasiado alto, para mi así que lo hale

―      Admítelo y te diré la verdad

―      Si hermanita, estoy celoso- me  dijo en voz baja

―      Te amo a ti- le dije y lo bese en eso me cargo hasta rodearlo con mis piernas

―      Tu cuarto- me dijo, entonces los lleve  hasta el cuarto principal, me tumbo sobre la cama y se puso sobre mí – ahora, vamos a cambiar, okay?

―      De que hablas?- abrió mis piernas y tomo las bolas chinas-. ¿Qué piensas hacer?- intento introducir uno en mi vagina pero no lo logro

―      Relájate- me miro y sonrió, me confié y me recosté dejándolo hacer lo que quisiera, presiono un poco mas y metió una de las bolas, era una presión fuerte , introdujo la segunda y empezó a frotarme con la palma de su mano – date vuelta- ordeno, me di la vuelta entonces volvió a tocar mi ano, yo solo gemía bajo su tacto, las bolas empezaron a vibrar dentro de mi vagina mordí mi boca, era una sensación increíble , en eso sentí su duro falo rozar mi ano, me penetraba con suavidad, y pensar que una hora antes lo había abierto sin clemencia  recosté mi cara y gemí lo, continuo moviéndose cada vez mas rápido, en eso no pude contenerme y tuve un famoso orgasmo squirt, sentí como mojaba mis piernas y la cama, mi cuerpo estaba desvanecido mi hermano saco su miembro aun erecto y lo puso frente a mi cara, lo tome con mi boca y lo succione, chupaba su glande  el me tomo de la cabeza y lo introdujo hasta que sentí que mi cara chocaba con su pelvis, sentía arcadas, mis ojos se enlagunaron por la misma sensación, lo saco por completo y me miro, volvió a hacer lo mismo pero más fuerte, entonces yo me aparte bruscamente

―      ¿Seguro que no quieres matarme?- tenía la respiración  entrecortada

―      Seguro- contesto el agitado, entonces lo volví a introducir en mi boca, lo hice acabar, era abundante, trague lo que pude. Después me puse de pie y yo misma saque las bolas de mi vagina cerré los ojos y me queje, las tire al suelo y sin pronunciar palabra me encamine al baño y abrí la llave de la ducha, el entro junto conmigo y nos besamos, haciendo que el agua caliente cayera sobre nuestros cuerpos, nos quedamos un largo rato, después quedamos fundidos en mi cama…

............

―      No te cubras- me dijo y me quito las manos de encima

―      Me da pena, bobo- proteste sonrojada, el sonrió

―      Vamos Te, déjame ver- me contemplo un instante – eres muy linda, hermana

―      Ni siquiera tengo- le dije volviendo a tapar mis pequeños pechos, me soltó

―      Sigues siendo linda- me dijo mientras depositaba un suave beso en mi boca -.Estas  asustada?- negué con la cabeza, no estaba asustada, era una sensación expectante. Beso mi cuello hasta llegar a mis pechos y los beso, chupo mis casi inexistentes pezones y gemí, nunca había hecho eso con nadie, continuo hasta mi ombligo mientras por debajo del vestido que mi madre me había regalado empezó a tocarme por encima de la ropa interior, era una sensación extraña pero agradable pero aún estaba algo tensa – no lo he hecho antes- le dije

―      Yo tampoco- sonreímos, me puse entonces a horcajadas sobre el, y pues bueno sonare idiota pero no yo no sabía besar, y el tampoco era un experto, nos remitíamos a improvisar  pero solo con nuestros labios, nunca sentí su lengua, eso paso tiempo después. Éramos dos niños que no sabían nada de la vida  solo nos dejábamos llevar por el juego y la excitación que nunca antes habíamos sentido, me quite yo misma mi prenda íntima dejando al descubierto mi virginal sexo. Note que Ethan se puso nervioso al verme, me puse roja de vergüenza, entonces se puso de pie y me abrazo.

―      Te quiero, Tear- susurro en mi oído. Nos recostamos en el mueble nuevamente lo rodee con mis piernas y sentí su miembro cerca de mi cerrado sexo

―      Hazlo- ordene, él se acomodó mejor y empujo –aggg, duele- musite

―      Perdóname- continuo empujando , me dolía, pero quería que lo hiciera, termino de introducir su miembro aun no tan grande y empezó a moverse – para- le pedí –déjalo así un momento- lo abrace fuertemente en lo que intentaba acoplarme a él y yo empecé a moverme lentamente , sentía que mi cuerpo ardía, los movimientos se hacían cada vez más intensos entonces el ya no podía parar mi dolor era excitante , jadeaba y soltaba uno que otro grito, sentí entonces algo que nunca había sentido antes, un cosquilleo en la espalda que me obligo a arquearme, me temblaba el cuerpo  y sentí una explosión  y mi dolor ceso, mi vagina se contraía, mi hermano me miro – no te detengas- le dije entonces el continuo moviéndose en mí, pero todo lo bello se desvaneció en un instante

―      ¡Qué diablos están haciendo!!- grito mi madre quedando sin aliento, quite a mi hermano de mí y un hilillo de sangre bajo por mis piernas, mi madre lo vio y me miro se acercó y me abofeteo muy fuerte. Me tomo por los cabellos – ¡que clase de golfa eres!! – iba a golpearme pero Ethan la detuvo

―      ¡Basta! Yo la obligue – le dijo, mi madre lo miro y lo abofeteo también

―      Lárgate a tu habitación- me dijo con sus ojos inyectados de furia

―      No

―      ¡Lárgate!!- me acomode mi vestido

―      Vete Te- me dijo mi hermano, entonces subí corriendo las escaleras y me encerré en mi habitación  a llorar …

.............

―      Abrí los ojos y me senté, estaba bañada en sudor- estúpidos sueños- me dije mire la cama  el continuaba dormido volví a recostarme a su lado, mi corazón latía tan fuerte que creí que iba a salirse de mi pecho, el abrió los ojos y me miro

―      ¿Estás bien?

―      Si- seco las lágrimas de mis mejillas

―      No te creo

―      Tuve un mal sueño

―      Y que soñaste?- me senté y el me siguió

―      Recuerdas…cuando Esther nos…

―      Encontró en la sala- termino el - .Si, lo recuerdo, ¿por eso llorabas?

―      Se ha vuelto un maldito sueño recurrente

―      ¿Y qué es lo que te duele?- lo mire y no pude evitar enojarme

―      Es un mal recuerdo- me Salí de la cama y me puse una bata, Salí de la habitación dando un portazo y baje a la sala

―      Miguel- me quede absorta al verlo

continuara.....

:)