Nuestro hijo adoptivo XIII

Se van descubriendo los secretos...Por fin folla Ezequiel, pero con quién?

Nuestro hijo adoptivo XIII

-          Bueno, ¿me vas a decir que pasa con los mensajes y con Cameron? Por que pasa algo. No quise creerlo cuando recibí el primer mensaje, pero has estado muy raro últimamente, y pillarte mirando mi tlfn no ayuda. ¿Me lo explicas?

-          Si, cariño, esto…

-          ¡No me llames cariño! – soné más rancio de lo que pretendía, pero estaba en shock

-          Lo siento, cariñ…Perdona… Pues eso. A ver, cuando lo dejamos hace 19 años, pasé una temporada muy jodido. Yo te quería mucho, y te sigo queriendo -  alargó el brazo para cogerme la mano , pero la retiré – me junté con un grupo de amigos que llevaban una vida de desenfreno, alcohol, drogas, robos, sexo…casi ninguno trabajaba, y alguno vivía en alguna casa okupa. De hecho, fue la época donde nos conocimos.

-          ¿Y? ¿Quieres decirme quién es Cameron y por qué tendría que saber de su existencia?

-          Voy, voy… Pues eso, en ese grupo coincidí con Cameron – mi boca comenzó a temblar de los nervios y mis ojos a llenarse de lágrimas, pero necesitaba aguantar. No me podía dejar caer ya tan pronto – Y bueno, entablamos una buena amistad. Lo único malo que tiene es que es familia de Izan, por lo demás es una chica magnífica, y …

-          Te la tiraste y se quedó embarazada, ¿no?

-          Bueno…

-          ¡¿Qué?! – le grité

-          No me la tiré. Me dijo que quería ser madre, pero no encontraba nadie especial, y que como ya tenía más de 30 años…Pues eso. Que si le donaba yo el esperma. Le caía genial, le parecía guapo y bueno….pues menos por lo de gay, sería el hombre perfecto. Palabras de ella, ehhh, que conste.

-          ¿Y lo hiciste?

-          Si – dijo bajando la vista

-          ¿Y te desentendiste del niño o qué?

-          Ese era el trato. Yo le donaba el esperma, y si se quedaba embarazada yo no me haría cargo. Ella desapareció. Se fue de España, y nunca supe de ella.

-          ¿Pero Ezequiel es tu hijo? -  dije entre sollozos

-          Si. Cuando le vi, no se porqué me vino mi propia imagen a la cabeza. Según iba pasando el tiempo, veía que se parecía a mí demasiado. Tenemos un cuerpo similar, vamos, el que yo tenía a su edad. El mismo rabo. Y… ambos tenemos la misma mancha. Además, por las fechas, encajaba perfectamente. Y cuando comenzaron…

-          Los mensajes, ¿no? – le corté

-          Si. Pensé que sería Izan, porque él si lo sabía y me estaba haciendo chantaje

-          ¡¿Qué cojones me estás contando?! Vete ahora mismo de mi casa, hijo de puta

-          Pero espera, que….

-           ¡VE TE DE MI PU TA CA SA! – le escupí

En ese momento nuestro hijo apareció en la cocina con la cara algo hinchada y los ojos medio cerrados de dormir.

-          ¿Qué pasa? Se os oye por toda la casa

-          Pregúntale a tu padre – le dije gritando

-          ¿Pero que te pasa, papi? – me dijo mi hijo

-          Qué Óscar es tu verdadero padre – salí de la cocina hacia la habitación.

Mi hijo vino detrás de mí.

-          ¿Qué me estás diciendo? Estás de coña, ¿no?

-          Ojalá. Dile que te lo cuente – le contesté dando vueltas por la habitación cogiendo ropa y tirándola fuera de la habitación junto con una maleta.

Fuimos los dos a la cocina. Mi hijo detrás de mí

-          Por favor, papis, vamos a hablarlo los tres un momento.

-          Yo no tengo nada que hablar de esto. Tu padre – escupí esta palabra – se va de casa. Cuando encuentre casa, ya decidirás lo que quieras hacer. Y me fui de vuelta a mi cuarto cerrando de un portazo.

-          ¿Me explicas, papi? – le dejo mi hijo a mi marido

Estuvieron un rato en la cocina, no sé el tiempo que estarían porque me quedé dormido de tanto llorar. Cuando abrí los ojos vi a mi hijo sentado a mi lado en la cama viendo la tv muy bajito.

-          ¿Estás mejor, papi? Ya me contó papá lo que pasó. La verdad que me he quedado helado, pero bueno, me abandonaron de niño, y ahora me ha dado amor de padre. No le puedo reprochar nada, pero comprendo que estés mal.

-          ¿Mal? Si me lo hubiera contado, no pasaría nada. Pero me lo ha ocultado 19 años, y encima lo sabía el que era mi mejor amigo, le ha estado haciendo chantaje y me lo siguió ocultando. ¡Es muy fuerte, joooooder! Y porque ha dado la puta casualidad de que te hemos adoptado justamente a ti. Sino no me habría enterado nunca. ¿Lo entiendes?

-          Si , papi, si. Lo entiendo. Y ambos sois mis padres. Me da igual lo que pasara hace 19 años. Para mi sois los dos iguales. ¿Vale?

Se inclinó para abrazarme. Nos quedamos los dos abrazados. Metí la cara en el hueco de su cuello, aspiré su olor natural mezclado el perfume que llevaba.

Comencé a acariciarle la espalda y metí mi mano por debajo de su ropa. Acariciaba su piel caliente y juvenil con mi mano. Él se apretaba más a mí notando como mi pecho rebotaba por los sollozos retenidos.

Levantó la cara para mírame a los ojos.

-          Está bien, papi. Voy a llamar a papa y que venga para hablar.

-          No, aún no. Necesito calmarme

Y nos volvimos a abrazar

Le besé el cuello. Primero fue un beso paternal, pero poco a poco comencé a comerle el cuello. Estaba triste, caliente y enfadado. Metí la mano por dentro del pantalón de mi hijo y le agarré el culo. No se movió aunque si se puso un poco tenso, al igual que su polla. Notaba como crecía en mi cadera.

Levantó la cabeza para volver a mirarme. Su respiración agitada, algo nerviosa, hacía contraste con la tranquilidad de su cara. Levanté mi cabeza de la almohada y le besé en el labio. Fue un beso fugaz. Mi cabeza cayó contra la almohada. Ahora fue mi hijo el que bajó la cabeza para besarme.

Comenzamos a comernos la boca, poco a poco el beso se volvió un autentico morreo. Se tumbó sobre mí. Notaba toda su polla dura restregarse con la mía. Me vino mi marido a la mente. El bulto era exactamente el mismo. Le tenía que medir lo mismo y le cargaba hacia el mismo sitio.

Se levantó quedándose sentado sobre mi polla. Y se quitó la camisa que llevaba. Vi la mancha. SE inclinó y volvió a comerme la boca con autentica devoción. Noté como intentaba quitarse el pantalón a la vez que me besaba. Le sujeté la cabeza para mirarle a los ojos. Iba a hacer el amor con mi hijo. En ese momento su cara cambió y vi a mi marido. Cerré los ojos, y al abrirlos…me di cuenta de que estaba en mi cama hecho un ovillo y con la almohada mojada de mis lágrimas.

Me levanté y fui a beber algo, tenía la boca seca.

-          ¿Estás bien, papi? -  me dijo mi hijo cuando me vio aparecer por el salón

-          Bueno, he tenido días mejores, pero se me pasará. ¿Te ha dicho tu padre dónde se ha ido?

-          Ha llamado a Manel, e iba a pasar allí, al menos esta noche. ¿Quieres que le llame y que venga? – dijo con una cara de alegría.

-          Mejor no. Necesito pensar. Pasar un tiempo sólo y ver como va la cosa. Ha sido algo muy fuerte.

-          Ya, comprendo – su cara perdió la alegría - ¿Puedo llamar a Adri para que venga?

-          Si, claro. Pedid algo de cena y haced lo que queráis. Yo voy a darme una ducha y a meterme en la cama.

Se puso de pie y me abrazó. Recordé el sueño y mi polla despertó un poco. Me deshice de su abrazo y le dejé llamando a Adri.

Cuando Adri llegó nos sentamos en el salón. Hablamos de todo lo que había pasado mientras esperábamos la cena.

-          Seguro que lo arreglan. Pasó hace mucho tiempo y no estaban juntos.

-          Eso espero

-          Además, no he visto a dos personas que se quieran más. Me daban una envidia cada vez que los veía…..Como se miraban, se tocaban, se sonreían…Los polvazos que debían echar….joder

-          ¡Adri, joder!

-          Perdona, perdona.

-          Pero si se te ha puesto ya dura. ¡Qué tío!

En ese momento llegó el de la pizza y Adri fue a abrirle

-          Hombre, hola, ¿qué tal?

-          Pues mira, currando un poco.

-          ¿Llevas mucho?

-          Que va. Comencé hace poco menos de un mes. Pero quería ahorrar un poco, y mira.

-          Genial. ¿Cuándo sales?

-          Pues este es el último pedido que hago hoy. Y ya a casa.

-          Pues si quieres, quédate. Bueno, le tengo que preguntar a Ezequiel, que es su casa, pero no creo que le importe.

-          Vale. Mira, voy a llevar la moto a la tienda. Espero tu mensaje para ver si me vengo o me voy a casa, ¿qué te parece?

-          Perfecto. Lo hacemos así.

-          Joder, si que has tardado para pagarle – le dije a Adri

-          Es que resulta que es un colega que hace tiempo que no veía. Le dije que se pasase ahora, que salía del curro. Si te parecía bien, claro. Le avisaba con lo que me dijeras.

-          Ah, si claro. Que se venga. Dile que traiga algo para beber que como sabes, mis padres no beben apenas, y no hay alcohol.

-          Perfecto – dijo según le escribía el whatsapp.

Comenzamos a cenar viendo una serie de “acompañamiento”, de esas que pones para que hagan ruido, aunque no las veas.

En poco más de media hora llegó Raúl. Se quitó la chaqueta y se sentó en el sofá enfrente nuestra.

-          Bueno, él es Ezequiel, es el hijo adoptivo de los dueños de la casa. La pareja de chulazos que han salido alguna vez de fiesta con mi padre.

-          Hostias, si. Sé quienes son. Los he visto alguna vez de fiesta. Están tremendos – dijo mordiéndose el labio – Perdona, perdona, que son tus padres

-          No te preocupes. Más de lo que ha dicho, y hecho este…No creo que me asuste – los tres comenzamos a reírnos.

Después de terminarnos la pizza, comenzamos a beber.

Las copas pasaron de la primera a la cuarta en un rato. Las conversaciones comenzaron a subir de tono, las risas ya eran por cualquier cosa. Y el zorreo de Adri con Raúl, y conmigo, iban en aumento.

Se sentó en el regazo de Raúl, y comenzó a moverse haciendo círculos mientras me miraba. Hizo un movimiento raro, y siguió moviéndose. Le miré a la cara. ¿Estaba follando?

-          Mmmmmmm…- dijo Raúl.

-          ¿Estáis follando? - dije poniéndome de pie

Exacto. Adri se había bajado el pantalón y después de haberle sacado la polla a Raúl se había sentado sobre él.

-          ¿Te unes? – dijo Raúl

-          Es hetero

-          ¿En serio? Una pena, porque está tremendo

-          Y menudo pollón tiene

Me senté en el sofá y me puse a mirar la tv. Adri se había desnudado por completo y estaba de rodillas en el suelo, comiéndole la polla a Raúl, que se había quitado la parte de debajo y estaba espatarrado en el sofá.

Cruzamos las miradas, y me sonrió guiñándome un ojo.

La verdad que entre lo que había pasado este día, el alcohol y que no follaba, me estaba poniendo un poco cachondo.

Me metí la mano en le paquete y comencé a tocármela. Mi mirada iba de la cara de placer de Raúl a la cabeza de Adri subiendo y bajando en la magnífica mamada que estaba haciendo. Este se puso a 4 y pude ver ese culo abierto, depilado, terso y morenito en todo su esplendor. La verdad que pedía polla a gritos.

Raúl se quitó la sudadera y pude ver su torso de nutria. Delgadito con vello. La verdad que no estaba nada mal. Era de nuestra edad con pinta malote.

Agarró la cabeza de Adri y comenzó a follarle la boca. Se inclinó cogiendo la cabeza de su amante y después de escupirle en la boca se la volvió a meter hasta la garganta.

Mi polla, ya dura como una puta piedra me dolía de estar encerrada. Me desnudé, para imitarle y me volví a sentar donde estaba. Los ojos de Raúl se abrieron de par en par mirando a mi cipote.

-          Hostias – dijo mordiéndose el labio

-          ¿Qué pasa? – dijo Adri sacándose la polla de la boca

-          Tu colega, que menudo pedazo pollón tiene

-          Ya te lo dije - y miró hacia mí - ¿Te unes? – me preguntó

-          No no, yo me quedo aquí

-          Caerás – dijo y volvió a meterse la polla de Raúl en la boca

Cuando ya había prestado atención a la polla las sustituyó por las pelotas. Se metió ambas pelotas peludas en la boca mientras le pajeaba a saco.

-          Hostias, hostias…- es lo único que podía decir Raúl

Mi amigo siguió a lo suyo y tirando de las piernas de Raúl hacia el filo del sofá, perdió su cara entre ellas. Y devoró sus pelotas, el perineo hasta llegar al agujero de su culo.

Todo el vello de su entrepierna brillaba de las babas de Adri. Le abría las cachas y pasaba la lengua del ojal al capullo. Jugaba con sus pelotas.

Comenzó con un pajote histérico metiendo el capullo en su boca. La cara de Raúl se descomponía de placer con la lengua, la boca y las manos de mi amigo.

La verdad que me estaba dando envidia como disfrutaba. Me levanté y me acerqué a ellos. Me senté el brazo del sofá notando como mis pelotas, cargadas y calientes tocaban la piel de imitación del sofá.

Sentí la mano de Raúl acariciar mi culo desnudo y caliente, donde noté lo fría que la tenía y di un pequeño respingo.

Adri me miró. Pasó su mano por mi muslo acercándose poco a poco a mi ingle. Me miraba directamente a los ojos pidiendo permiso hasta que le dijera que parara. La punta de sus dedos acarició mis pelotas. Me estremecí.

Las palpó con ganas, pero con miedo, iba tanteando hasta donde podía dejarle llegar. Le asentí.

Dejo un segundo de lado a su amigo y sin apartar la vista de mis ojos se fue acercando a mi polla. La agarró con su mano, temblorosa. Y…. se metió el capullo en la boca. Su lengua jugaba con el, lo lamía con deseo, pero con cariño. Ponía su mano entre mi falo duro y mi abdomen, y con su lengua la saboreaba desde la unión de las pelotas hasta el capullo. Relamía el précum que me salía a borbotones y se lo bebía como agua en el desierto.

Comenzó una autentica paja, mientras la punta de su lengua acariciaba mis pelotas. Se metía un huevo en la boca y jugaba con el dentro de ella. Luego el otro. Los dos a la vez.

Se levantó y me llevó al sillón grande. Me tumbó a lo largo de el. Y metiéndose entre mis piernas comenzó a devorarme el rabo como si estuviera muerto de hambre.

Acariciaba mi abdomen sin dejar de comerme el rabo. No usaba las manos en ella, solo para tocar mi cuerpo y pellizcarme los pezones. Su boca sabía hacer su trabajo y se metía la polla hasta la garganta. Notaba como llegaba hasta lo más hondo de su ser y me estrujaba los pezones como si subiera el volumen de la minicadena.

Raúl vino a nuestro lado. Dejó su cuerpo a la altura de mi cara y comenzó a pajearse.

Le miraba a la cara. Se acercó un poco más. Podía notar el olor a huevos de llevar toda la tarde trabajando, y a sexo. No era desagradable del todo. Alargó una mano para acariciar la cabeza de Adri y acompañarle en la mamada. Lo que hizo que su polla quedara muy cerca de mi cara.

No sé por qué pero me la metí en la boca. Seguramente sería torpe, era mi primera vez, pero no me sentí del todo raro al sentirla dentro de mi boca.

-          Tranquilo, mira – se inclinó tumbándose sobre mi y noté su polla dura rozando la mía.

Se me escapó un suspiro de placer. Y le agarré el culo.

Comenzó a comerle la polla Raúl dándome instrucciones de como hacerlo. Nos acompasábamos para hacerlo entre los dos. Nuestras lenguas jugaban al lamer el mismo falo. Comenzamos a besarnos y Raúl comenzó a moverse como si nos follara las bocas. Su capullo sobresalía de nuestras bocas y se quedada en el hueco que conformaban nuestros labios.

Me puse de pie y Raúl se acercó a mi cara. Comenzó a besarme, y se lo devolví. Comenzamos a besarnos y a acariciarnos nuestros cuerpos jóvenes y calientes. Adri, sentado en el sofá intercalaba una polla con la otra en su boca. En un momento se metió las dos a la vez y sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo desde la polla hasta la nuca.

-          ¿Quién me folla?

Los dos nos miramos y miramos a Adri.

-           Necesito una polla en mi culo, ya.

Se arrodilló en el sofá apoyando los brazos en la zona alta de este y poniendo el culo en pompa. Se abrió las cachas y pude ver ese agujero abierto. Parecía un coñito palpitando de placer.

-          ¿Quieres hacer los honores? – me preguntó Raúl

No lo dudé. Mi polla estaba deseando entrar en caliente desde hace meses, y aunque fuera en un culo de tío, tenía que meterla.

Me puse detrás de él. Acerqué mi capullo a su agujero. Sentí el calor que desprendía y el cuerpo de Raúl detrás de mí. Sentía todo el vello de su cuerpo acariciando el mío.

Empujaba con sutiliza mi cadera para que se la fuera clavando a Adri. Y así, poco a poco se la iba metiendo. Notaba como ese culazo iba abrazando mi falo caliente. Sentía como se la clavaba. Notaba su interior caliente y blandito envolviendo mi polla. Desprendía un calor impresionante que me hacía ponerme más caliente.

Se la metí entera. Noté como mi abdomen chocaba contra el culo duro de mi amante y amigo. Le agarré las caderas y comencé un mete-saca suave. Moviendo mis caderas serpenteando. Lo que hacía que notara también el rabo erecto de Raúl rozando mi cadera, y comiéndome el cuello.

¡Qué placer!

Cuando notaba que mi nabo ya entraba y salía sin problema del ojete de Adri, mis embestidas fueron cada vez más rápidas y más potentes. Nuestros cuerpos chocaban el uno contra el otro. Parecía una fiesta flamenca.

Me quedé quieto y fue Adri el que comenzó a mover su culo bailando twerking con mi polla dentro. Como me quedé quieto, Raúl se agachó y metió su lengua en mi virginal agujero. Comenzó a devorar mi hoyo con pasión, haciendo que se abriera. Metía la lengua hasta el fondo, podía notarlo. Abría mis cachas con ambas manos y me lo comía.

Me dio un cachete y se puso de pie, de nuevo. Comenzó a pajearse subiéndose encima de la zona lumbar de Adri y se corrió haciendo que su leche escurriera por la raja del culo de nuestro amigo hasta llegar a mi polla, que hizo que lubricara más y entrara más aún dentro de mi amigo.

Adri apretó el culo encarcelando mi polla en su interior, sin que pudiera moverme. Sólo podía hacer un pequeño movimiento, el justo para que me pajeara y descargara todas mis pelotas en su interior.

Caí rendido sobre la espalda de Adri y nuestro sudor se unió, junto con la leche que aún quedaba de Raúl en su cuerpo.

Le saqué la polla a mi amigo y me senté cansado y con una sensación rara en el sofá. Raúl, cuando Adri se sentó, comenzó a hacerle una paja mientras le comía la boca y tocaba mi polla pegajosa de la leche y el sudor del interior de nuestro colega, hasta que se corrió. Se llevó la mano a la boca y chupó todo lo que había caído en ella.

Nos sentamos los tres en el sofá y Adri pasó sus brazos por encima de nuestro cuello.

-          Ha estado genial tu primera vez, ¿no?

-          Y que lo digas, tío. Al final has conseguido que te follara

-          Te dije que caerías – dijo dándome un pico

-          ¿Ha sido tu primera vez?

-          Si, claro. Si te dijo que era hetero

-          Pensé que lo dijo para que no te entrara. No es la primera vez que me lo hace este cabrón – y le dio un pequeño codazo en las costillas

-          Son mis triquiñuelas, pero en este caso era verdad

-          Y lo es. Lo es. Esto ha sido por el alcohol y que solo me rodeo de hombres. Aparte de lo que me ha pasado hoy

-          ¿Qué te pasó? Si no es mucho preguntar

-          Qué resulta que uno de mis padres adoptivos, es mi verdadero padre. Donó semen a mi madre, que era su amiga, y luego ella me dio en adopción sin decirle nada.

-          Joooooooooooder. Lo siento

-          Yo lo siento por mi padre, el que no lo sabía.

-          Gracias, hijo – dijo mi padre apareciendo en pantaloncitos en el salón

Raúl se tapó corriendo muerto de vergüenza.

-          Hostias, hostias….pensé que estábamos solos- dijo tapándose como podía

-          Jaajajajajajajajajajja….. no te preocupes, no es la primera vez que nos vemos desnudo o en esta situación

-          ¿Eeeehhhh?

-          No te preocupes – le dije poniéndome de pie y yendo a abrazar a mi padre

-          Ya te contaremos. Yo follé el otro día con mi padre – le dijo Adri a Raúl

Este se quedó con una cara de flipar.

Sonó mi teléfono. Era mi padre.

-          Es papá- descolgué- ¿Qué si puedes venir?- miré a mi padre que asintió – Si. Ven…Está aquí… Yo estoy con Adri y un amigo…Ajá…Vale…- colgué – Dice que viene en un rato, que necesita hablar contigo y tienes el tlfn apagado.

-          Si, lo apagué porque no dejaba de llamarme y se me olvidó.

-          ¿Puedo irme a tu casa, Adri? Así hablan ellos solos

-          A mi casa va a ser difícil. Ha montado mi padre una fiesta-orgía. Cómo me habías dicho de venir aquí….

-          No te preocupes. No pasa nada.

-          Veniros a mi casa si queréis. Hoy estoy solo.

-          Por mi perfecto- dijo Adri.

-          Por mi también – dije mirando a mi padre que asintió.

Y así lo hicimos. Cuando salimos de casa aún no había llegado mi padre.