Nuestro hijo adoptivo IX

En el cumple de Ezequiel

Nuestro hijo adoptivo IX

Mis padres y Edu se fueron en cuanto comenzó a animarse la fiesta. Tenía vía libre para llegar a casa cuando quisiera, y aunque me apetecía celebrar mi primer cumple con familia, con mis nuevos padres, que me dejaran disfrutar de mi mayoría de edad, a solas, era genial. Ya lo celebraría al día siguiente con ellos, a solas. Había ahorrado algo en los trabajos que había tenido antes y ellos me habían abierto una cuenta con dinero. Así que les haría un regalo yo a ellos.

La fiesta comenzó muy bien, en cuestión de minutos ya éramos varios jóvenes bebiendo, comiendo, charlando… Según pasaban las horas se iba animando la cosa. Las primeras charlas tímidas y los roces descuidados, pasaron a convertirse en risas picantonas, comentarios subidos de tono y roces concienzudos, sobre todo cuando se fueron los adultos.

Adri estaba hablando con un chico con el que parecía que se le veía bastante feeling. Era un chico, que en un primer momento, no hubiera pensado que fuera su tipo, más que nada por lo que conocía de él, pero las miradas, los toqueteos y las risas decían que esta noche se volvían a follar a mi amigo.

Nuestras miradas se cruzaron y sonreímos. De repente pasó por mi mente lo que me había comentado de que se lo había follado su padre. Fue muy fuerte, la verdad, pero bueno, no iba a cambiar nada en mi forma de tratarle y verle. Al fin y al cabo, cada relación familiar era diferente. Si a mi me gustaran los tíos, tal vez me lo montaría con mis padres. Es verdad que son adoptivos, pero mis padres al fin y al cabo. Y si me ponía tiquismiquis, Óscar y yo podríamos pasar por padre e hijo auténticos. Ambos pollones, morenos, más o menos de la misma altura y muy calientes en la cama. Yo más por ganas que por práctica, pero…

A ver, también es verdad que con esta descripción podrían ser su hijo el 50% de los chicos de la fiesta…

Interrumpió mis pensamientos la voz de Claudia que se acercó a saludarme

-          Feliz cumple de nuevo -me sonrió con una voz tímida y algo contenta por el alcohol

-          Gracias de nuevo, ¿Claudia?

-          Si, eso es. Que bien te quedaste con el nombre

-          Hombre, siempre es fácil cuando la chica es guapa – se puso roja y miró hacia el suelo echándose un mechón de pelo detrás de la oreja - ¿Qué tal te lo estás pasando?

-          Bien. Siempre me lo paso bien cuando salgo con Sara y Lolo, mi primo – dijo señalando al chico que estaba hablando con Adri.

-          ¿Es tu primo ese chico? Parece que ha hecho buenas migas con mi amigo, Adri.

-          Bueno…. – le miré con cara de incógnita. Y al notarlo siguió hablando – Son ex. Lo dejaron hace unas semanas. Era una relación extraña. Se querían, y creo que se quieren, pero no funciona. Mi primo es más clásico, y Adri quería abrirla. Y claro, cuando uno quiere follar con su novio y con el resto de la comunidad LGTBIQ+ y el otro solo con su pareja, pues….no funciona

-          Entiendo. Conozco hace poco a Adri, pero no me extraña ese pensamiento. Es bastante abierto en ese sentido. Y bueno, no lo veo mal. Entiéndeme, no sé si podría llevar ese tipo de relación, pero no veo mal que el resto la lleve.

-          No. Si yo tampoco, y mi primo es igual. No lo rechaza, pero no para su relación. Además que tiene la autoestima muy baja, y el miedo a que encontrara alguien mejor… Siempre le volvía loco.

-          Aja. Es normal ese pensamiento. Pero parece que se entienden

-          Se entienden genial. Ambos me han dicho que los mejores polvos han sido juntos, pero una cosa no quita la otra.

-          Pues tendrán que ver el tiempo que dice – me sentí súper Pablo Cohelo, o sea, ridículo, pero bueno, es lo que hace el alcohol y querer meterla en caliente.

-          Aja. Y tú… esto…aaaammmm…¿tú tienes novia? – dijo dando tantas vueltas a la copa que me mojó la camisa -  Perdona, perdona, Qué torpe soy. Lo siento - y comenzó a secarme la mancha con una toallita húmeda de su bolso

-          No te preocupes…jajajajj - le contesté quitándome la camisa y notando la mirada de la mayoría de la gente de la fiesta. Excepto de los que ya estaban ocupados.

Adri no lo estaba

-          ¡Ahora si empieza la fiesta de verdad! – gritó quitándose también la camisa que llevaba y quitándosela a su amigo, que hizo algo de resistencia para no mostrar su cuerpo. Pero en cuanto le besó, le desarmó.

Muchos de los chicos le imitaron y ese se convirtió en una fiesta de la carne gay. Si antes los roces eran llamativos. Ahora se estaban metiendo mano sin disimulo ninguno.

La fiesta continuó hasta las tantas de la madrugada. El número de invitados fue bajando hasta que nos quedamos Adri, Sara, Lolo y yo. Como estos tenían coche nos podían acercar a casa si nos apetecía irnos o nos podíamos quedar aquí.

Lolo y Adri estaban muy animados. Estaban los dos tumbados en una hamaca comiéndose la boca, y Adri le estaba metiendo la mano en el paquete.

Que cabronazo tengo por amigo, pensé.

Sara y yo estábamos hablando muy tranquilamente. Es verdad que la tenía sentada entre mis piernas, apoyada en mi pecho. Su culo alto rozaba mi paquete, el que ya estaba muy duro y me dolía de la presión. Tenía que estar notándola, pero o era muy fría, no le ponía nada o no sé. Porque no dio indicios de querer quitarme el pantalón.

Nuestra conversación recorrió todos los palos posibles. Mi vida anterior a la adopción, su vida. Primeros amoríos. Como llevaba el ser adoptado tan mayor y por gays. Estudios…y claro, tema sexual.

Me contó como fue su primera vez, que no disfrutó y fue con un vecino de casa de sus abuelos. Como fue con su pareja de dos años. Inclusive la vez que tuvo un tonteo con roce desnudo con una compi de la universidad una noche de pedo.

Todo me puso extra caliente, pero su momento lésbico hizo que mojara mis gayumbos sin tocarme siquiera.

Aquí ya necesitaba sexo y comencé a acariciarle el cuello. A besarla.

Al comienzo sus risas me decían que le gustaba, pero poco a poco, dejó de moverse y de reír.

Se había quedado dormida en mis brazos.

JOOOOOOOOOOOOOODER

Con resignación cristiana, como se dice, moviéndome para no despertarla, la cogí en brazos y la llevé a acostarla al sofá de la sala. La arropé y me volví a salir al jardín a terminarme la copa. No estaban estos dos en la hamaca. Se habrán ido al coche.

Aproveché para sacarme la polla, que aún me dolía de la prisión en mis pantalones.

Me senté en la hamaca en la que estaban estos dos unos minutos antes. Aún estaba caliente. Vi algo justo debajo de la hamaca.

Un suspensorio. De Adri seguro.

Me lo acerqué a la nariz, no sé por qué la verdad, pero lo hice y aspiré su olor. Como se nota que estaba muy caliente, olía a polla y a sexo y se notaba algo mojado.

Era la primera vez que me pasaba algo así, pero bueno, mi vida había cambiado demasiado en el último mes, una cosa más…

Me desnudé por completo y me pasé el suspensorio por la polla y comencé a pajearme con ellos. Acariciaba mis pelotas a la par que subía y bajaba toda la piel de mi falo. Sonaba todo el precum que tenía en mi capullo, y se notaba más en el silencio de la noche.

Me imaginé comiéndole el coño a Claudia y luego metiéndosela hasta las pelotas, pero mi mente iba por otros derroteros. Sentir la tela caliente de la ropa interior de mi amigo en mi rabo, era casi más placentero.

Escuché un ruido que hizo que me encogiera y me tapara la polla con la mano y la poca tela del suspensorio.

-          Qué bien te lo estás pasando, ¿no? – dijo Adri llegando en pelotas hacia mí con Lolo detrás, en bóxer.

-          Joder que susto

-          ¿Y mi prima? – preguntó tapándose como podía con los brazos

-          No te preocupes – le dije- Estoy acostumbrado a ver a tíos desnudos, Aunque sabía porque lo hacía.

Adri se puso delante de mí buscando su suspensorio. Se inclinó de rodillas dejando todo su culo abierto, y muy abierto, al haber sido follado hace unos minutos a escasos centímetros de mi cuerpo.

Mi mirada fue directa a ese agujero rosadito, depilado y abierto. Por mi mente pasó el coño de Claudia, el ojete de Adri, el coño, el culo, el coño, el culo, el culo, el culo….

Mi polla dio un respingo. Y justo en ese momento Adri se giró quedando muy cerca de mi entrepierna, justo entre la pierna que tenía en el suelo y la que tenía encima de la hamaca.

-          Anda, si lo tienes tú ahí – dijo echando mano a su ropa dejando mi polla durísima descubierta – ¿Te estabas tocando con ellos? -  dijo poniéndose de pie zarandeándolo en mis narices

-          ¡Qué dices, capullo!. Estaba desnudo , y cuando me asustasteis cogí esto y pensé que eran mis gayumbos.

-          Si si , claro -  y se puso el suspensorio delante de mis narices

-          Voy a vestirme – dije poniéndome de pie y buscando mi ropa interior

-          ¡Joder! – dijo Lolo sin tapar ya nada de su cuerpo

-          Ya te dije que está tremendo y que tiene un señor pollón - vino a echarme mano a la polla

-          ¿No has tenido suficiente con Lolo?

-          Sabes que nunca es suficiente para mí – y se acercó a Lolo y comenzó a comerle la polla por encima del bóxer

En un primer momento este se echó atrás, pero cuando Adri volvió a atacar su entrepierna se dejó a hacer. En dos minutos tenía el bóxer por los tobillos y su polla en la boca de mi amigo.

Yo estaba tan caliente, que me quedé quieto, mirando y mi mano abrazó mi polla estrangulándola.

Adri movió a su amante para quedarse de perfil y mirarme mientras se la comía.

Como la come, el hijo de puta. Se parece a las putitas de las pelis porno.

Me senté en la hamaca, de cara a ellos abierto de piernas. Notaba los ojos de los dos clavados en mi falo y en mis pelotas rebotando en el aire con cada sacudida.

Me apoyé en la hamaca inclinando mi cuerpo y dejando que la parte baja de mi culo quedara en el aire. Notaba una ligera brisa acariciando mis pelotas lo que hizo que me pusiera más caliente. Cuando abrí los ojos y los miré, estaba Adri en perrito mirando hacia mí y su amante dándole por culo. Como cambiaba Lolo en esta situación.

Su cara de modosito se había convertido en una cara de cerdo pervertido. Se lo follaba a lo bestia. El sonido de sus cuerpos sudados hacía eco en el silencio de la noche y me encendía aún más.

Usé mis dos manos para meneármela y aún se me salía el capullo de mis manos.

Pollón que tengo y lo poco que lo uso – pensé mirando a la cabaña pensando en Claudia

Noté de nuevo el aire en mis pelotas, pero no lo había notado en el resto del cuerpo. Miré hacia abajo y eran las respiraciones de estos dos que los tenía de rodillas entre mis piernas. Muy cerca.

Los tenía tan cerca que los pelos de Adri me acariciaron el muslo a la altura de la ingle.

Tenía a los dos cada vez más cerca. Solté mi polla de la presión de mis manos y dejé que rebotara contra la cara de Lolo.

Adri fue rápido y me la agarró. Comenzó a acercársela a la boca. Cada vez más cerca. Sentía el calor de su aliento en mi capullo y la lengua de Lolo que se acercaba a mis pelotas. Iba a cámara lenta, muy despacio.

Sentí los labios de Adri en mi capullo y …..

-          ¡Despierta, nene! -  me despertó Adri. Y en ese momento mi polla, solo tapada con mis slips comenzó a soltar leche que hizo que traspasara la tela de estos -  ¿Siempre te despiertas igual? Porque me iré a dormir más veces contigo, pero poniendo la boca – y llevó el dedo a la mancha de mi slip

-          Joder que sueño he tenido

-          Ya lo veo

-          ¿Dónde están los demás?

-          Se fueron hace ya un buen rato. Te quedaste sobado y Claudia se quedó con las ganas de esto – y volvió a echar mano de mi polla.

-          Y yo, y yo - dije. Aunque la verdad no sé si es lo que quería que pasara.

-          Date un agua en la polla y quítate los gayumbos, que se te va a quedar acartonado eso – y esta vez si que llegó a mojarse el dedo con mi précum y se lo llevó a la boca.

Me quité el slip y me empecé a dar un agua con la maguera. Noté la mirada de mi amigo, pero no me importó.

¿Me estoy recreando delante de Adri? Joder, necesito follar ya con una tía. Estar entre tanto sexo gay, me está poniendo demasiado. ¿O es lo que quiero?