Nuestro destino 4

Santi recuerda como conoció a Nía y lo que sucedió con ella

Nuestro destino - 4

La relación con Rosa se fue poco a poco normalizando, aunque trataba de evitarme en todo lo posible. No sé qué paso exactamente cuando me fui del local y se quedaron con ella, pero por las reacciones que vi el primer día que volvimos a quedar la debieron de meter un repaso del quince. Rosa nada más sentarnos con la cabeza baja me pregunto si me importaba que se quedara, la dije que ya había podido ver que me era indiferente de todo, que no tenía ninguna animadversión contra ella, que incluso habíamos follado y todo otra vez... así que por mí no había problemas.

Noelia me cogió a parte y me dijo que disculpara a Rosa, que el día que me salto al cuello estaba muy enfadada ya que su ex acababa de ser contratado en el mismo hospital que ella, y que lo pago conmigo. En cierto modo después de saber esto, me sentí un poco mal por haber explotado como explote, aunque como digo solo me sentí un poco mal... solo un poco., no tenia tampoco muy claro el que quisiera arrepentirme realmente de ello.

En el trabajo la cosa iba genial, Yolanda era una excelente secretaria y ella estaba contentísima con su nuevo puesto. Tenía despacho propio, no tenia que aguantar imbéciles, le habían aumentado considerablemente el sueldo y encima se llevaba bien con su jefe, según ella que mas podía pedir. Se empeño un día en que fuese a cenar con ella y su novio para que me conociese... lo cierto es que había estrechado muchísimo mi amistad con Yolanda. Cuando quedamos en su casa un viernes, porque además se empeño en que cenáramos en su casa... me presento a su novio... sinceramente no le pegaba ni con cola. Yo había esperado un tipazo y resulto que era un tío de lo mas del montón que te pudieras echar a la cara, eso sí, en mi opinión por lo que vi esa noche a Yolanda con este chico le había caído el gordo de la lotería... si de algo no se podía tener dudas viéndole es de que la quería con locura.

Durante la cena nos estuvimos riendo de lo lindo hasta que Oscar, el chico de Yolanda, toco el tema más espinoso que se podía tocar conmigo... el amor. Me pregunto si tenía novia, al responderle que no, seguimos hablando hasta que la misma pregunta me la repitió de otro modo... me pregunto...

- Oscar : ¿Entonces no estás enamorado?... qué pena...

- Yo : Yo no he dicho eso, he dicho que no tengo novia, no que no esté enamorado...

- Yolanda : Anda, no me habías comentado nada...

- Yo : Ni a ti, ni a nadie...

- Yolanda : ¿Y donde esta?

- Yo : lejos, lo cierto es que esta lejos...

- Oscar : Y porque no vas a buscarla... joder, persíguela hasta el infierno... es lo que yo hice con Yoli...

- Yolanda : No pienses que no tiene razón... yo acepte salir con el solo para que dejara de darme la brasa y mira tu... (Sonriendo a Oscar) ahora no hay forma de quitármelo de encima...

- Oscar : (Con sonrisa picara) O de debajo, o de detrás, o...

- Yolanda : (Colorada como un tomate) ¡¡¡¡¡¡OSCARRRRRR!!!!! (Oscar y yo nos estuvimos riendo un rato, justo hasta que volví a hablar)

- Yo : No puedo perseguirla porque no sé donde esta... la última vez que la vi fue en Indonesia... a miles de quilómetros de aquí...

- Yolanda : Pero tendrás un teléfono o algo, algún modo de contactar con ella, ¿no?

- Yo : No, no tengo nada. Cuando termino el proyecto yo debía volverme a España, ella se iría a trabajar a otro país... pero nunca me dijo a cual...

- Oscar : ¿No la ofreciste que te acompañara?

- Yo : Si, lo hice, es mas... le dije que si ella no quería venirse yo me iba con ella a donde fuera...

Levante la cara al techo, me repantigue en la silla, eche la cabeza para atrás dejándola colgada... recordando, para seguir hablando segundos después.

- Yo : Esa última noche hicimos el amor de un modo muy especial... al día siguiente había desaparecido, solo me dejo una nota que tengo grabada a fuego... (Rememore la nota en voz alta, palabra a palabra)  "Cariño, si nuestro Karma es el de estar juntos no temas porque nos encontraremos otra vez...  Te amo"...

No me atreví a volver a mi posición normal, creo que lo único que retenía mis lágrimas en mis ojos era la gravedad, al estar mirando hacia arriba estas permanecían en mis ojos sin poder desbordarlos, sentía los ojos pesadísimos. Ni Oscar ni Yolanda hicieron esta vez comentario ninguno... creo que esto les había sorprendido por completo pillándolos a contra pie. Cuando volví a mi posición normal unos minutos después vi que Yolanda tenía los ojos húmedos y se los estaba secando mientras Oscar le pasaba la mano con cariño por el hombro. Les dije que se termino la tristeza, hice un par de chistes y retomamos la velada.

Me fui para mi casa menos de un par de horas después, los dos intentaron disculparse por haberme casi obligado a contar eso, les dije la verdad, que quizá lo que debiera de hacer era darles las gracias, porque necesitaba sacarlo de dentro... y ellos habían sido unos buenos oyentes. Lo cierto es que no sé porque se lo conté a ellos, supongo que porque ya no aguantaba más y tenía que desahogarme con alguien de confianza, y Yolanda así me lo parecía. Cuando llegue a mi casa me acosté, pero no hubo forma de dormir, termine pensando en cuando conocí a Nía... Nía...


(Recordando)

El primer día en que fui al nuevo tramo de carretera que me habían empaquetado, un tramo perteneciente a una pequeña empresa Australiana, estaba con el Anciano señor Yap colocando un cartel de madera en el tronco de un árbol cuando me distraje dándole unas instrucciones y no sé ni cómo, pero lo cierto es que la pistola de clavos, en lugar de disparar y clavar el cartel, lo disparo contra mi mano, y menos mal que no la clavo al árbol... que dolor, aun que la parte buena es que atravesó limpiamente la palma de mi mano. Aunque no dude en irme para el hospital, si algo había aprendido allí es que las heridas cuanto antes fuesen tratadas mejor que mejor.

Entre en el hospital y pregunte a una enfermera por un doctor, esta me señalo a un sueño de mujer... me señalo a Nía. Avance decidió hasta llegar a ella y no se que se me pasaría por la cabeza pero...

- Yo : Doctora le traigo mi mano para que juegue...

- Nía : Jajajajaja... a ver... ¿y cree que su mano sabrá jugar?...

- Yo : Por lo menos si que sabe donde no se debe de poner...

- Nía : Esta seguro de que es tan lista...

- Yo : Podríamos probar si quiere...

- Nía : Jajajajajajajajajajaja... ahora regreso.

Salió un momento por una puerta y regreso al rato, indicándome que le acompañara. Entramos en un cuarto de curas, retiro el clavo y procedió a curarme. Yo seguí de broma con ella y con dobles intenciones, ella estuvo entrándome todo el tiempo al trapo. Lo cierto es que hicimos muy buenas migas, de vez en cuando me pasaba por el hospital a verla, o quedábamos en la ciudad a tomar algo un ratito...

Un mes después comentaba con ella que me tendría que mudar, ya que la casa en la que estaba alojado actualmente me pillaba excesivamente lejos de las obras. Fue entonces cuando Nía me dijo que si quería podíamos ser compañeros de piso, que ella tenía alquilada una casa enorme que costaba un pasta y era excesivamente grande para ella sola, que si me iba bien. Ni lo dude, quede con ella para llevar mis cosas al día siguiente, la recogería a la salida y nos iríamos juntos.

Cuando me vio esa tarde se llevo una gratísima impresión de mi, tened en cuenta que siempre me había visto estando en el trabajo, lleno de polvo, trajes de faena.. etc, como que no era lo más apropiado para sorprender a una mujer, pero en este caso al ser la primera vez que me viera arreglado me esmere en el resultado. El palo me lo lleve al llegar a la casa, resulta que Nía vivía con su novio, un tal Mark... La primera impresión fue la de caerme como una docena de patadas en los cojones una detrás de otra, lo que no tenía ya tan claro era si me caía así de mal de entrada por el mismo o por ser el novio de Nía.

Lo cierto es que Nía y yo en casa coincidíamos poco, ya que nuestros horarios eran totalmente disparatados... pero durante los dos primero meses si que coincidí con el "novio", pero casi nada con Nía, y lamentablemente tuve que ratificar mi primera impresión sobre el... me gustaba menos que un peine a un calvo. Uno de los primeros días que estuve coincidí con ambos, pero como el tal Mark cada vez me gustaba menos me fui directo a mi habitación aduciendo que estaba agotado. Salí a los quince minutos y los escuche hablar a los dos...

- Mark : Quiero que ese tío se vaya mañana mismo...

- Nía : Pues paga su parte del alquiler...

- Mark : ¿Como dices?

- Nía : Lo que oyes... que me tienes harta con tus exigencias... esta casa la pago yo, te enteras, cuando tu pagues tu parte del alquiler entonces me vuelves a decir algo...

- Mark : Respétame, soy tu novio...

- Nía : Pues mira, si todo tu problema es ese cortamos ahora mismo y arreglado...

- Mark : Te estás pasando Nía...

- Nía : Si no te gusta lo que digo ya sabes, coges la puerta y te largas... por mi no sufras...

No oí mas pues me volví a meter en mi habitación otra vez, aunque no puedo evitar confesar que estuve casi rezando y diciendo eso de... "que se largue", "que se largue", "que se largue"... Pero no, no se largo, se quedo. Lo cierto es que el tío conmigo delante era la mar de encantador, hasta parecía mi mejor amigo y todo el hijo de puta.

Lo cierto es que debido a la distancia que todavía había entre la ciudad y las obras como dije antes, Nía y yo coincidíamos muy poco, excepto esos momentos en que la visitaba en el hospital o si me acercaba a la ciudad quedaba con ella

Durante el tercer año de las obras de la carretera estas se acercaron mucho a la ciudad, debido a ello y a mi forma de ser entable una relación amigable con los cuatro responsables máximos de la policía de la misma. Consulte con ellos diversos temas referentes al proyecto en las cercanías de su ciudad, me solicitaron hacer ciertas mejoras en los accesos con vistas a sus patrullas que les ayude a planificar e implemente para su satisfacción. Lo que no sabía es que todo esto que hacía por iniciativa propia, sin esperar compensación por ello más adelante me serviría.

Uno de los jefes de la policía de la ciudad terminó por hacerse muy amigo de Nía y mío, nos visitaba de forma asidua al trabajo. Lo cierto es que el conmigo se lo pasaba pipa, porque no tenía problema en que me acompañara enseñándole todo y respondiéndole a todo lo que me preguntaba, además de que el primer día le obligue a ponerse un casco casi por la fuerza... el no quería porque decía que se despeinaría, y yo le insinué que o se lo ponía o le tiraba del coche en marcha para no despeinarme también... se pego unas risas y se lo puso.

En esa época Nía y yo solíamos coincidir mas en casa, por supuesto también con el parasito de Mark, porque a esas alturas ya tenía más que claro que era un autentico parasito. Había una cosa que me sorprendía un tanto, lo cierto es que ahora que por las noches estaba en la casa con un horario "decente", me refiero a al menos 8h seguidas, me di cuenta de que no oía follar a Nía y a Mark... en ese mes apenas les había oído tres veces, y una de ellas no sé por qué motivo pero termino en bronca.

Me empezó a parecer que esa relación estaba ya mas muerta que viva... sinceramente diré que me estuve pensando muy en serio en dársela yo mismo, pero no quería hacer algo como eso, si metía cizaña y Nía se daba cuenta podría perder después cualquier ocasión con ella. Para ser sincero debo de reconocer que me gustaba, mucho, mucho, pero solo eso. Una tarde que había salido pronto estaba en casa, sentado en el borde de la piscina tomando un zumo porque hacía un calor de muerte... como siempre. Estaba totalmente abstraído en mi mundo, ni siquiera me di cuenta cuando Nía se sentó a mi lado... tuvo que darme un golpecito para que regresara...

- Nía : ¿Te pasa algo?

- Yo : Noticias de casa...

- Nía : ¿Algo malo...?

- Yo : Pues si te tengo que decir la verdad... no lo sé, sinceramente no lo se...

- Nía : Pues qué raro que no lo sepas... ¿Y qué es?... si no es indiscreción...

- Yo : Mi ex se ha divorciado de su marido... se ha vuelto a trasladar a Madrid otra vez y ahora está trabajando en uno de los mejores hospitales privados... (Le di a Nía el nombre del hospital y después repetí en voz alta el nombre y apellidos de Rosa... Doctora Rosa...)

- Nía : ¿Y eso que tiene que ver con ser bueno o malo?

- Yo : Teniendo en cuenta que cuando estábamos saliendo me engaño con el tipo con el que se caso... no sé bien si alegrarme porque ha recibido en los morros su propia medicina, o lamentarlo por ella... estoy perplejo de verdad. (Le conté todo lo que me sucedió con Rosa)

- Nía : Lo cierto es que si que es complicado de saberlo, si... pero pienso que sería mejor si lo sintieras por ella, eso querría decir que lo has superado...

- Yo : Por eso no temas, ya lo supere...

- Nía : Entonces arreglado... (Se levanto tirando de mi también) anda ayúdame a preparar una buena cena...

Fuimos a la cocina para ir preparando la cena, estábamos liados cuando entro Mark, además me pareció un poquito perjudicado. Al vernos allí juntitos se cabreo de lo lindo, pero no dijo ni media, lo cierto es que en ese entonces yo ya estaba cuadrado y a simple vista lo más plausible es que de atacarme lo hubiese mandado al cementerio de haber querido.

Esa noche les escuche follar a los dos... Mark la insultaba de forma constante, puta, guarra, zorra asquerosa, come pollas... en fin. A los diez minutos oí otra vez gritos, esta vez de Nía poniéndolo a parir, tuve que morder la almohada para no partirme de la risa, la bronca era porque la había dejado a medias... otra vez. Sentí el portazo de Nía y poco después los escandalosos ronquidos de Mark... salí de mi habitación para ver donde estaba Nía, me la encontré en el jardín, tumbada en la hierba..., me tumbe con ella...

- Yo : Es algo que le puede pasar a cualquiera...

- Nía : Si... a cualquiera que se meta tres rayas de coca... puto imbécil de mierda...

- Yo : Sabes cómo está eso por aquí Nía, como le pillen contigo al lado llevando droga lo vais a pasar muy mal...

- Nía : Lo sé, y quiero que lo deje...

- Yo : Mira Nía no pensaba decirte nada de esto para no joderla contigo, pero sabiendo ahora esto... Tu novio es un imbécil, la verdad es que me cuesta trabajo tragar con él, es una sanguijuela, entiendo que le quieras mucho... pero al final te va a terminar arrastrando detrás de él.

- Nía : Lo se... oye, dime, ¿por qué no pensabas darme tu opinión?

- Yo : Porque me estoy enamorando de ti a pasos acelerados... y no quiero que por meterme pierda cualquier opción.

- Nía : No por favor Santi, eso no...

- Yo : Tranquila que no pienso mover ni un solo dedo... eres tú quien debe de decir sobre todo esto... (Me levante) Bueno, me voy a dormir que mañana madrugo otra vez (le di un beso en la mejilla deseándola buenas noches).

Al día siguiente Mark cometió uno de los peores errores que pudo haber cometido al insultarla como lo hizo, cuando por lo visto Nía intento hablar con él sobre el problema de la coca la mando a paseo, la dijo que si no era capaz de correrse es porque era una frígida, y después se marcho de casa por dos semanas, según el por negocios.

Los primeros dos días Nía estuvo bastante apagada cuando estábamos en casa, en el hospital con el trabajo no tenía tiempo para comerse el coco, pero cuando regresaba... La tercera noche me puse delante suyo, la hice sentarse conmigo en el jardín, estuve hablando con ella muy, muy, muy enserio de todo el asunto durante más de una hora, después estuvimos callados los dos más de veinte minutos para romper Nía el silencio con algo que me dejo pasmado...

- Nía : Santi...

- Yo : Dime Nía...

- Nía : (Me miro fijamente a los ojos) Fòllame... quiero que me folles, ya, ahora mismo...

- Yo : (Una vez que me recupere de la sorpresa) No... si quieres te hare el amor... que es muy distinto... (Me levante tendiéndole la mano)

Nía se levanto de su sitio cogiéndome de la mano, después me la lleve a mi habitación. Nada más entrar en ella nos desnudamos los dos para después entregarnos a darnos caricias. Estuvimos un buen rato besándonos, acariciando nuestros cuerpos... cuando considere oportuno quise que Nía se tendiera en la cama para ocuparme de ella, pero en cambio el que termino sobre la cama fui yo, Nía me dijo...

- Nía : Relájate y deja que yo me ocupe de todo por el momento...

Su lengua empezó a recorrer mi cara para después lentamente introducirse en mi boca al encuentro de la mia. Después de dejarla bajo lentamente por mi cuello, pasando la puntita de su lengua provocándome escalofríos... estuvo un rato entretenida con mis pectorales, lamiendo y arañando mis pezones, era increíble lo que se sentía. Después bajo a mi estomago, estuvo pasando su lengua por todos y cada uno de los abdominales pare terminar jugueteando en mi ombligo mientras una de sus manos buscaba mi polla para acariciarla... no pude evitar que un fuerte gemido escapara de mi garganta al sentir su mano.

Cuando por fin llego con su boca a mi polla no aguante ni dos asaltos... empezó a lamer mi glande despacio, lentamente, acariciándolo con la puntita, envolviéndolo con el resto de la lengua hasta que cedió... Sentí las primeras contracciones del orgasmo, intente apartarla, pero entonces ella la engullo por completo, mis 21cm desaparecieron por completo en el interior de su boca... debía de tener el extremo en la mismísima garganta para habérsela podido tragar así. Ni una sola gota escapo, y eso que mi primera corrida siempre es muy abundante, y después de esto que me había estado haciendo sabia que lo sería más que nunca.

Me polla empezó a encogerse, pero entonces ella empezó a usar su lengua otra vez sobre el glande, pero esta vez con fuerza, presionándolo, lamiéndolo... pasando la lengua a lo largo de todo el tronco con deliberada lentitud, en pocos segundos mi miembro volvía a estar completamente listo para el combate. Nía seguía pasando la lengua por el tronco, me hacía gracia, ya que yo en la segunda siempre duraba una burrada y se lo dije para que no se cansara... solo se rio un par de veces para luego volver a la carga... una de sus uñas empezó a arañarme el glande suavemente mientras se metía mis huevos en su boca, medio masticándomelos, haciéndome sentir una sensación rarísima... una vez que se los saco de la boca, me pego un par de lengüetazos en el glande en ese momento, se la volvió a meter hasta las amígdalas y me volví a correr en su boca como un quinceañero en su primera vez...

Estaba jodido de verdad, me había corrido dos veces en nada de tiempo, era increíble. Lo peor llego cuando Nía siguió jugando con mi cosita... le dije que lo dejara, que no lograría nada de nada tras estas dos veces, que necesitaba tiempo para recuperarme. Le pedí que se tumbara para ahora hacerla disfrutar yo, se echo a reír, me dijo que estuviera tranquilo que ya me tocaría el turno. Empezó otra vez a mamarme el pene... yo sabía, o más bien creía que en esos momentos era perder el tiempo, pero dos minutos después de sus caricias buco manuales mi chiquitín estaba otra vez en pie de guerra. Una vez más empezó a acariciarme el glande con la lengua, para luego lamerlo por entero, volviendo a los huevos, a mordisqueármelos mientras me acaricia la polla...

Pensaba que ciertamente no le había costado ponérmela dura otra vez, pero lo de que me corriera por tercera vez... eso sería más difícil, muchísimo más difícil. Pareció leerme el pensamiento porque me miro con una sonrisita y parando un momento me indico que me preparara porque me volvería a correr enseguida... intente reírme pero mis propios gemidos de placer me lo impedían. Se metió la polla otra vez hasta el fondo de la garganta, entonces su dedo corazón penetro por mi ano directo a mi próstata, donde estuvo apretándola con el dedo, alternándolo con la uña... me corrí como un animal... expulse casi tanta cantidad de semen como la primera vez.

Después de esto me dejo comerla el coño, pero lo cierto es que me estuvo guiando casi todo el tiempo corrigiéndome... me tubo jugando más de un cuarto de hora con todo su sexo, alcanzo al menos cuatro orgasmos increíbles, me encanto el sabor de su néctar, fue increíble, y después al follar casi tres cuartas de lo mismo. Una vez que mi polla se recupero me hizo tenderme debajo de ella... se situó encima mío y se empalo en mi mástil, después empezó a cabalgarme suavemente, rotando las caderas, consiguiente otra vez empezar a hacerme disfrutar, cuando ya fue la ostia es cuando empezó a jugar con los músculos de su vagina... empezó a estrujar cada centímetro de mi polla mientras me follaba lentamente. Tarde menos de cinco minutos en correrme en su interior, durante todo el tiempo hizo conmigo lo que le dio la gana, en realidad fue ella quien me follo a mí en todo momento.

Me dejo destrozado, mi único consuelo fue que ella quedo igual de reventada que yo, pero si algo me quedo claro esa noche con Nía... es que yo antes no tenía ni puta idea de follar, lo único que sabía hacer bien era meterla en el agujero, que triste fue para mí llegar a esa conclusión. Más adelante descubriría que no es que yo fuese malo, lo que pasaba es que Nía estaba en otro nivel...

(Aquí creo que me dormí)


A la mañana siguiente cuando me levante estaba hecho unos zorros, me dolía todo el cuerpo, debí de haber cogido una mala postura o algo así, porque no era normal.

CONTINUARA