Nuestro destino 2
Santi recuerda como fueron sus inicios en Indonesia y conoce a su joven vecinita cuando va a pedirle un poco de azúcar.
Nuestro destino - 2
Cuando llegue a mi domicilio me fui directo a la cama, pero no había forma de dormirme, me quede mirando al techo, recordando cuando llegue a Indonesia, recordando lo que había vivido allí... lo bueno y lo malo, o como diría el anciano Señor Yap, uno de mis capataces... Santi tú no te preocupes, todo es karma.
(Empecé a recordar)
Cuando acepte el trabajo no sabía dónde demonios me estaba metiendo. Acepte los tres años estipulados que duraban las obras, las condiciones económicas eran increíbles, si lo cumplía volvería con una pequeña fortuna en mis manos. Pero debido a que la empresa quería únicamente a un ingeniero para todo el proyecto, el contrato especificaba claramente que solo cobraría eso en caso de completarlo, si regresaba antes de ello perdería todas las primas y pluses que hubiese acumulado, obviamente eso no se aplicaba en caso de que el regreso fuese por causas de fuerza mayor, es decir, por narices. De este modo la empresa se aseguraba de que nadie fuera allí a la ligera y tener que estar cambiando de persona cada dos meses, como ya les había pasado con mi antecesor.
Cuando llegue allí me encontré con un panorama descorazonador del todo. Lo peor fueron los seis primeros meses... diarreas, vómitos, y un sin número de procesos febriles tratados a base de camiones de pastillas o inyectables, hubo uno de los meses en que tenia los brazos que parecía un drogadicto, completamente picado por las agujas. La obra era una carretera de lado a lado de la isla, completamente de lado a lado por el largo de la isla mejor dicho, travesando jungla, montañas, ríos, despeñaderos... etc. Éramos varias empresas y cada una llevaba una zona del proyecto, todos coordinados por un ingeniero jefe de proyecto y un delegado del ministerio de infraestructuras del país... un coñazo.
Yo me fui a encontrar un panorama precioso, para empezar mi zona era la peor con diferencia, solo montaña y jungla, según vi los planos topográficos empecé a acordarme de todo lo imaginable. El personal contratado era... como que bueno, digamos solo eso, que era, a la gente no le gustaba trabajar allí y el que había ido antes que yo no es que se ganara ningún amigo precisamente. La maquinaria desde luego había llevado ya su trote. Yo hablaba ingles y español, pero ni idea del idioma local, así que tuve que contratar un intérprete lo que hacía que las conversaciones no fuesen nada fluidas, así que me puse a intentar estudiarlo tranquilamente, intentando aprender de cuando el interprete trabajaba... poco a poco me fui quedándome con la copla al respecto.
Al año y medio de llegar ya había conseguido importantes logros. Primero la gente que antes era tan reacia a trabajar conmigo había ido poco a poco cambiando de opinión, ahora a nadie le importaba, es mas muchos incluso lo preferían antes que con ningún otro. Segunda, debido a un cumulo de casualidades y buen trabajo por mi parte había logrado también algo importante, tener comiendo en la palma de mi mano al Ingeniero jefe y al delegado del ministerio, amén de convertirme por así decirlo en el niño mimado. Lo cierto es que estuve en un tris de que me pegaran la patada en el culo, irónicamente querían dármela por el mismo motivo por el que ahora eran tan amigos míos y me adoraban.
Cuando me hice cargo del proyecto todo era un completo desastre, poco a poco fui organizándolo como pude, ya que además yo no estaba como para muchos trotes, pero no sé ni cómo logre aguantar al pie del cañón, algunas veces incluso con 42 de fiebre, creo que eso en gran parte me valió el respeto de mis hombres... su cariño tarde mas en ganármelo. Una de las cosas que yo hacía y los anteriores no, es que si por ejemplo nos topábamos en época de lluvias con un camión atrancado en un barrizal, yo era el primero que me metía en el hasta el cuello para echar una mano... si había que hacer algo y mi coche, dotado con un potentísimo cabestrante, era el indicado lo cedía para ese trabajo y yo cogía otro, pequeñas cosas que hacen que poco a poco la gente te mire con otros ojos.
Otra de las cosas que yo hacía era ir preguntando por las aldeas si recordaban alguna riada en la zona, eso tenía su porque, creedme que si vierais como llueve con los monzones lo entenderíais. Obviamente me costó bastante explicar todos estos términos, afortunadamente entre mi interprete y mi mejor capataz, el anciano señor Yap, logre mis propósitos. Con lo que los aldeanos, sobre todos los ancianos me iban comentando anécdotas sobre ello, yo iba estudiando detenidamente los mapas topográficos, geológicos y el terreno en persona. Había algunos sitios en los que alguna vez, había caído tal cantidad de agua que parecía que el océano intentara ahogarlos. Allí donde los aldeanos me indicaban, y yo comprobaba que era una especie de riera o desagüe natural, creaba pasos de agua para la carretera, defendiéndolos de posibles tapones con defensas de hormigón de mi invención, que por cierto funcionaron de manera muy eficaz.
En un par de sitios el terrero era excesivamente blando en su mayoría como para aguantar una riada mínima, había zonas de roca pero demasiado pequeñas como para poder meter toda la carretera, además estos sitios estaban en zonas relativamente expuestas. Lo que hice es dividir en dos la carretera, un carril por zona firme de roca, el otro completamente independiente del anterior y debidamente reforzado transcurría por el lecho blando, de ese modo si este ultimo cedía no arrastraría al otro, dejando la carretera dañada pero operativa en todo momento. También mejore el sistema de drenaje que pensaban hacer para ella, aumentando su eficacia en más de un 35% por un ridículo sobreprecio... pero... ya se sabe. También evitaba que mis hombres trabajaran en situaciones peligrosas de lluvia por ejemplo, buscándole otras tareas, al resto eso parecía traerles sin cuidado... a mí no, pero esto hacia que pareciera todo una inútil pérdida de tiempo.
Supongo que todos os daríais cuenta del problema de todo esto, el aumento del coste y del tiempo. Realmente en tiempo no se perdía nada, y el aumento del sobrecoste solo fue en torno a un 5%, pero cuando hablamos de miles de millones, ese pequeño porcentaje es muchísimo dinero, por eso mi culo estaba en un serio peligro de ser pateado para mandarme de regreso a mi casa... que por cierto vendí antes de irme a Indonesia, en fin. Estaban el ingeniero jefe y el representante del gobierno verificando mi tramo por los aumentos de coste que había habido, los dos más que seguros ya de que la patada en el culo no me la quitaba nadie cuando llego en mi ayuda el monzón, el más fuerte en años... no os hacéis idea de lo que nos cayó encima, fue algo criminal, y mas como caía esos días, fue un desastre en toda la región.
Duro cinco días, cuando paso de largo el panorama era dantesco de verdad, su impacto en las obras fue demoledor, hubo tramos en que el 70% de lo construido se perdió, un desastre en todos lados... excepto en un solo sitio, en mi sector. Evidentemente tuvimos daños, y bastantes, pero la carretera que llevábamos construida aguanto perfectamente salvo en tramos puntuales, tal y como planifique el carril en terrero rocoso aguanto y el otro se perdió, pero la carretera se mantuvo abierta. Los desagües que puse en las torrenteras que me indicaron los aldeanos funcionaron, incluidas sus defensas para evitar tapones, eso hizo que el agua no se llevara la carretera por delante.
Estaban en mi barracón de mando los dos, el ingeniero jefe y el delegado con la sana intención de darme la puntilla cuando estallo el caos de la tormenta. Los dos decidieron (Para mí era algo suicida pero ellos lo hicieron) salir en el helicóptero que los había traído y comprobar cómo estaba el panorama, yo mientras ordene que todas las maquinas fueran llevadas a sitio seguro y se procediera con ellas según lo planeado en estos casos. Aunque no tan a lo bestia, estas situaciones cuando se esperaban más de tres días de aguacero ininterrumpido estaban ya previstas por mí, cada uno sabía lo que tenía que hacer, en estos casos aprovechaba para que se inspeccionasen detenidamente todas y cada una de las maquinas, reparándolas en caso de ser necesario.
Cuatro días después los dos jefes regresaron a mi barracón, por lo que me dijeron todo era un desastre, las obras estaban arrasadas, tras comprobar mi sector se movieron a los demás donde vieron con sus propios ojos la ruina que causaba el temporal, ellos asumieron que en todos sitios había golpeado igual por eso no dieron una segunda pasada ya que cuando inspeccionaron mi sector todavía no era como para que se produjeran daños. Estábamos hablando cuando entro corriendo Giap, mi traductor... aunque a esas alturas yo hablaba bien el idioma local, le seguí manteniendo como hombre de confianza, me servía de ojos...
- Giap : Santi... Santi... (Al ver a los jefes allí mirándolo cambio el tratamiento y su actitud) Perdón... jefe...
- Yo : Déjate de rollos y sigue llamándome como siempre Giap, dime, que pasa...
- Giap : Las torrenteras... los desagües y las defensas han funcionado, todo está intacto, la carretera está bien... sigue aguantando perfectamente (Entonces entro un segundo hombre, el anciano señor Yap, el mejor de mis capataces)
- Yap : Santi... Santi... (Una vez más al ver a esos dos allí cambio el tratamiento y la actitud)
- Yo : Esto va por los dos, dejaros de gilipolleces porque ellos estén aquí, hablarme como siempre... ¿qué pasa Yap?
Yap se acerco al gran mapa que estaba colgado de la pared con nuestra zona de obras, señalo cinco puntos... diciendo...
- Yap : En esos sitios ya se ha perdido el carril débil que construimos tal y como suponíamos, pero el otro aguanta perfectamente la presión del agua... hemos puesto vallas para cortar ese carril dejando el otro libre para el paso por su hubiese que usarla para algo... la carretera sigue abierta... ahora mismo, y con el debido cuidado se podría utilizar sin problemas
Por las caras de pasmo que pusieron el ingeniero jefe y el delegado del gobierno al oír las noticias de mis hombres, parecían no terminar de creérselo, se pusieron sus chubasqueros a toda prisa pidiéndome permiso para llevarse a mis hombres si no los necesitaba para que les enseñaran lo que habían explicado, yo evidentemente se lo di. El asunto es que fueron por la misma carretera, donde comprobaron en persona, ya que aunque había remitido bastante el temporal, todavía caía lo suficiente como para destrozarlo todo a su paso, que mi tramo estaba prácticamente intacto salvo en puntos concretos que además por lo que les iban contando mis hombres conocíamos de antemano por su fragilidad, logrando mantener aun así toda la carretera operativa, que era de lo que se trataba, además el drenaje funciono a la perfección, evitando daños adicionales con ello o que el mismo agua volviera la carretera intransitable.
El resultado fue que mi aumento de costos en unos millones de dólares, les había supuesto tras la catástrofe un ahorro de decenas de millones en daños. Para colmo, encima, mi tramo pese a no estar abierto todavía por no estar acabado y cerrado al tráfico por lo mismo, fue usado y aprovechado por los servicios de emergencia para socorrer toda la zona, en el resto tuvieron que recurrir a lo de siempre, a los helicópteros, lo que lo hacía todo más lento, más caro, sin mencionar que era mucho más farragoso. En mi zona no hubo el menor problema para los servicios de emergencia, incluso dieron un gran informe favorable sobre la carretera, pese como digo a los puntos puntuales donde había desaparecido uno de los carriles... pero a la dirección de emergencias del país, el tener por lo menos un carril seguro abierto en los tramos más dañados, el hecho de que el resto de la carretera estuviera perfectamente operativa, y que el drenaje la mantuviera en buen uso... con eso, todo lo demás les sobraba.
Todo esto trajo cola para las empresas y para mí. Altos cargos del gobierno cuando fueron a la zona, para las fotos de rigor como yo digo, se empeñaron en pasar en coche por el tramo de carretera que había aguantado para poder verlo por sí mismos, comprobaron con sus propios ojos el perfecto estado de todo dentro de que todavía no estaba terminada y de la situación de caos de árboles arrancados, etc, creado por la tormenta, excepto como dije en sitios concretos donde resulto muy dañada pero que conocíamos de antemano. Se dio además el caso de que en uno de ellos estaban ya trabajando para repararlo bajo el mando de Yap y se pararon para que este como capataz les explicara que estaban haciendo y el porqué un carril había aguando mientras que el otro no, según Yap se mostraron muy sorprendidos del motivo de eso, pero alabaron la idea que hizo que pese al inevitable daño sufrido no permitió que la carretera se cerrara. El gobierno decidió aumentar el presupuesto para hacer en toda la carretera lo que yo había hecho en mi sector, la que había caído era de esas de una cada veinte años... pero les quedo claro que ese pequeño incremento a la larga les ahorraría muchísimo dinero, de hecho al mínimo problema en la zona lo haría.
El problema con esto que quiso el gobierno, es que a algunas de esas empresas los incrementos se les iban por encima del 50%, ellos idearon complejos sistemas tan eficaces como el mío, pero claro... no veáis el cabreo del gobierno con esos incrementos cuando tenían en mi sector la prueba evidente de que con mucho menos dinero se conseguía algo igual de eficaz que lo de ellos proponían y que además había sido ya puesto a prueba por la misma naturaleza superándolo con un más que notable éxito, el resultado es que cogieron la copia de mis planos que ellos tenían y dieron copias a las demás empresas, con instrucciones de... "lo hacéis así, y si no sabéis preguntáis"...
El resultado fue que mi empresa puso el grito en el cielo porque el trabajo y las revolucionarias ideas (eso ultimo solo fue para echar leña al fuego) de de uno de sus ingenieros fuesen a manos de la competencia. Otro resultado de eso es que por otra parte como sospechaba mi empresa una copia de esos planos acabaron en las sedes centrales de las otras empresas en sus países de origen para evaluarlos. Lo que significo para mi es que en esas empresas gusto mucho, eran ideas simples e ingeniosas, nada del otro mundo, nada innovador, pero claro, para poder implementarlas se te tenían que ocurrir, que era lo más complicado, porque ya sabéis que cuando te lo enseñan luego ves que estaba chupado hacerlo. El resultado final fue que me cayeron varias ofertas y mi empresa para impedir que me fuera me duplico las primas... así que me quede, pero logre con ello que mi nombre empezara a sonar.
Otra cosa que paso con esto, es que digamos que el gobierno me cogió cariño, me convertí casi, casi en intocable.... También en esto parte de la culpa la tuvo un poco más adelante, un par de meses después, el único edificio que hice en esos tres años, una comisaria que había que construir en mi sector. Cuando vi los planos detecte lo que a mi juicio eran errores de bulto y los corregí, además vi algunas especificaciones que no me cuadraron, ya que en cuestión de dos años estarían obsoletas seguro... así que me dedique a modificar las especificaciones. Cuando se entrego a la policía, resulto que al alto mando de la misma le encanto cuando la vieron en persona con las modificaciones que le hice, particularmente en tema de seguridad e informática y mas todavía cuando el precio final no se movió mas de una decena de miles de dólares, creo que incluso ni llego a eso.
Ellos habían planificado unas defensas para el edificio capaces de detener un camión cargado de explosivos lanzado a toda velocidad contra él, pero yo vi un error, y es que con unas pocas modificaciones, por el mismo precio y aprovechando el propio terreno las defensas incluso podrían detener tranquilamente un tanque con muchísimo menos riesgo para los guardias... Luego estuvo el tema informático, ellos planificaron todo para trabajar con unos determinados ordenadores y un margen de ampliación, yo simplemente metí mas tubos sin cables por si querían ampliarlos usando fibra óptica en lugar de cable normal o cualquier otra cosa que debiera de ir independiente por necesidad o por seguridad, metí de hecho muchos tubos vacios para dar margen a cualquier ampliación de cualquier tipo... Las dos ideas les parecieron geniales, sobre todo cuando ya estaban pensado en que tendrían que hacer obra porque lo del sistema informático que querían meter era excesivamente grande... ni os digo el alegrón cuando se encontraron con que el edificio tenía capacidad para soportar cable para más del triple de los ordenadores que ahora pensaban meter, que solo era cuestión de comprar el dichoso cable y meterlo después por los conductos ya preparados a tal fin. Las restantes comisarias que había que construir, decidieron que se hicieran otra vez según mis diseños, incluido el buscar cómo aprovechar el terreno para las defensas como yo había echo... digamos que esto mas lo de la carretera hizo que me convirtiera en el niño mimado del gobierno, cualquier idea mia era escuchada en el acto.
Llego un momento es que me empezaron a cargar con mas tramos de carretera, aumentando así el tamaño de mi sector, ya que nosotros trabajábamos más rápido que los demás, también querían que echara un vistazo a los planos de las nuevas comisarías y edificios del proyecto por si se me ocurría algo para mejorarlo. Al final tuve que hablar con el delegado y el ingeniero jefe diciéndoles que debían de elegir, la carretera o los edificios, pero que con ambas cosas a la vez no podía porque le faltaban horas al día y yo no me podía multiplicar por tres... El resultado fue que viendo que esto que dije era la pura realidad, el gobierno decidió que me dedicara a la carretera, y si luego me sobraba tiempo... Uno de los motivos por el que éramos más rápidos, es porque como dije, cuando llovía mas de según qué cantidad de días, como dije antes juntaba todas las maquinas a cubierto, después todo el personal se ponía a revisarlas y limpiarlas... Para saber cuándo poder hacerlo así me fiaba del anciano señor Yap, si decía que llovería tantos días, ya podías jurar que lo haría, en tres años no se equivoco ni una sola vez, cuando le contrate nada más llegar me lleve el premio gordo.
El resultado es que haciéndolo de ese modo, los hombres por un lado no corrían riesgos innecesarios cosa que me agradecían profundamente, ganándome así su lealtad con lo que el trabajo se llevaba mejor y las maquinas se rompían menos, ya que cualquier problema se solucionaba, si la pieza que estaba a punto de fallar y no la teníamos en ese momento, se pedía y cuando la maquina se rompía, la pieza se sustituía de forma inmediata al tenerla ya preparada de antemano en lugar de tardar varios días con la maquina inutilizada. Mientras que nosotros tuvimos solo dos averías graves que dejaron las maquinas implicadas paradas por más de 72h, en el caso de los demás estas ocasiones fueron docenas, el resultado es que el tiempo que se perdía por la lluvia se recuperaba con creces y de largo por la falta de averías.
Cuando en mi sector la carretera ya estaba casi al 100% a falta de los remates para poder abrirla al tráfico, me mandaron colaborar con una pequeña empresa australiana en uno de los sectores adyacentes al mío, allí tenían un pequeño hospital al que tuve que acudir el primer día por una herida estúpida. Me atendió la doctora que lo llevaba... ¡¡¡Dios!!!creí que era un sueño, vaya mujer. Congeniamos enseguida, entre otras cosas porque su padre era neozelandés de ascendencia española. Su madre en cambio era de una pequeña isla del pacifico, ella sin duda lo había heredado casi todo de su madre... porque era toda una belleza de ojos oscuros levemente rasgados, de pelo negro, tenía la piel tostada por el sol, unos senos que se apreciaban bajo la bata que no debían de ser muy grandes pero sin duda duros y firmes. Era una mujer... si la tuviera que definir, lo haría como de ser tremendamente exótica y morbosa, se llamaba Nía.
Casi un mes después comentando con ella, ya que cuando teníamos un poco de tiempo libre quedábamos en la ciudad cercana a las obras de ese tramo, o me pasaba a visitarla por el hospital, solo para hablar por el placer de hablar, que conste... aunque ya me hubiese gustado a mi darme otro tipo de placer con ella. Como digo estábamos comentando que me tendría que mudar por allí cerca porque mi casa pillaba ahora a tomar por saco de las obras. El caso es que me ofreció compartir casa con ella pagando mi parte, era un lujosa casa grande de una sola planta con un cuidado jardín con su piscina, lo único que no me aviso es de que vivía con su novio, me lo dijo y me lo presento cuando me mostraba la casa genial, y yo pensando en liarme con ella, pero aun así acepte y me mude con ellos... creo que adivináis porque, ¿verdad?.
(Poco a poco me fui quedando dormido)
A la mañana siguiente era domingo, me desperté prontito, aproveche el día para hacer algo de deporte por la calle, me puse un chándal, deje mi cabello libre, me puse una cómoda camiseta que me quedaba muy ancha, las zapatilla de deporte, una botellita de agua al bolsillo y me marche a correr un rato por el pueblo, buscando luego algún camino que saliera de él, hice una hora de carrera y después al regresar pare en un parque cercano para hacer un poco de ejercicio como me enseñaron en Indonesia, podríamos decir que se parece al Thai-Chi, de hecho es muy parecido, practicando lote relajas, trabajas todos los músculos y sobre todo te permite tiempo para perderte en ti mismo. Lo cierto es que si a esos movimientos los imprimes fuerza y velocidad, creo que se convertirían en artes marciales, pero es algo de lo que nunca me preocupe, la verdad.
La noche anterior me había dormido tarde, recordando parte de estos tres años en indonesia... mientras bebía un sorbo de agua de la botellita que llevaba no podía dejar de pensar en la diferente vida que llevaba en un sitio y en otro. Sonó mi teléfono móvil, me sorprendió la llamada, ya que salvo la empresa y mis amigos... era Rosa, mire fijamente la pantalla, donde parpadeaba su nombre, entonces lo puse en silencio y sin responder me lo metí en el pantalón otra vez. Reinicie mi carrera otra vez para regresar a casa... No tenía ganas de hablar con nadie, de hecho me las había apañado perfectamente bien para esquivar cualquier pregunta referente a mi nueva dirección, por lo que no la conocía nadie todavía, ni siquiera en la empresa...
Estaba en casa, había terminado de ducharme, me puse un bañador tipo bóxer y me metí en la piscina para hacerme unos largos. Estaba en ello tranquilamente cuando oí el timbre de la verja de la entrada, salí del agua y sin secarme fui a abrir...Me encontré con una chica de unos veinte años con un pequeño azucarero en las manos... al verme como iba se puso nerviosa, me dijo que era la vecina de al lado y me pidió si le podía prestar un poco de azúcar, acepte indicándola que me siguiera, ella entro yo cerré la puerta y empecé a andar en dirección a la cocina con ella detrás.
Pasamos por delante de las correderas del salón, mi intención era entrar por la cocina directamente para no mojar más de la cuenta, ya que iba empapado al no haberme secado. Al mirar de soslayo los cristales de las correderas del salón, vi como la chica iba con la vista fija en mi culo, piernas y espalda, poniendo una cara de salida que no podía con ella, pasándose incluso la puntita de la lengua por los labios, como relamiéndose o humedeciéndoselos... Joder, con lo tímida que parecía la niña en la puerta cuando abrí. Pensé que si estaba tan interesada en mi cuerpo, quizá además de llevarse el azúcar, también se llevara otra cosa distinta a casa...
Entramos en la cocina, y baje un tarro con azúcar, me aparte diciéndola que era libre de tomar la que necesitara... me dijo que no le hacía falta mucha, que solo cogería lo que necesitara, paso ante mi contoneándose provocativa, situándose ante la encimera, cogiendo el tarro con las dos manos. A los diez segundos me dijo que no podía abrir el tarro del azúcar... Aproveche la situación, me situé tras ella, rodeándola con mis brazos le retire el bote la mas manos, acariciándoselas suavemente en el proceso y con cuidado desenrosque la tapa. Por encima de su hombro podía ver su agitada respiración y sus pezones, se le marcaban con claridad en su blusita...
Pegando mi boca a su oreja mientras desenroscaba el bote le pregunte por su nombre, me respondió tartamudeando un poquito que Tamara. Se empezó a echar el azúcar del tarro a su pequeño azucarero mientras mis manos se dirigían a su blusita... concretamente a sus botones. Empecé a desabrochárselo delicadamente, preguntándola si se quería bañar un rato en la piscina conmigo, poco a poco uno tras otros de los botones de la blusa iban separándose del ojal, revelando la parte superior de un bikini rosa... además de unos pechos erguidos con los pezones de punta.
Yo la pedía que se bañara conmigo y ella me decía con voz queda que no podía... que tenía que irse... Una de las veces que respondía le di un pequeño mordisquito en el lóbulo de la oreja, dejando Tamara escapar un gemidito, su cuerpo cada vez se pegaba mas al mío echándose hacia atrás. Cuando termine con su blusa dejándosela completamente abierta acudí a su faldita... le desabroche los dos botones que llevaba invitándola constantemente a bañarse conmigo... Le pregunte si llevaba la parte inferior del bikini, pero me conteste a mí mismo, dije en voz alta eso de "seguro que sí que lo llevas" mientras mi mano penetraba bajo su falda presuntamente en busca de la braguita del bikini acariciándola al pasar hacia allí un pecho, el estomago, luego jugo un ratito con su ombligo, haciéndola jadear de deseo...
Por fin llego a su destino, pero entonces en lugar de pararse allí mi mano penetro por dentro de la braguita del bikini, al poco mi dedo corazón introducía la primera falange en el interior de su empapado sexo moviéndose rápidamente mientras mi otra mano le acariciaba uno de sus pezones y la besaba en el cuello, alternándolo con mordisquitos en el lóbulo de la oreja, solo 30sg después se corrió gimiendo, se inclino sobre la encimera, debiendo de sujetarse con las manos para no caerse al suelo. Después de eso lentamente le volví a abrochar todos los botones sin dejar de jugar con su cuello mientras ella gemía siguiendo con la cantinela de que se tenía que ir, para al terminar decirla cuando la abroche otra vez del todo que no se olvidara de que llevaba prisa con el azúcar. Muy agitada, excitada, sorprendida por mi actitud en ese momento y colorada como un tomate salió a toda prisa de la cocina con rumbo a la calle. Creo que cuando me vio debí de gustarla y decidió intentar jugar un poquito conmigo... lástima que yo no tuviese muchas ganas de ello, ya había follado la noche anterior, y no me hacía mucha gracia repetir tan pronto...
Según vi que salió por la verja de la entrada, entre en la cocina a lavarme los dedos de mi mano que estaban llenos del flujo de la chica... estaba secándolos distraído y pensé para mi... "Que estarás haciendo ahora Nía"
CONTINUARA