Nuestro destino 1

Tras tres años retorno a España, reencuentro con mis amigos y mi Ex novia

Nuestro destino - 1

Salí del portal de Rosa camino de mi coche, monte en el, me puse el cinturón y arranque con dirección a mi nuevo domicilio. Mientras conducía iba pensando en la noche que acababa de pasar con Rosa, se había entregado a mi por completo, incluso recordaba perfectamente sus palabras antes de dormirse...

- Rosa : Te quiero...

- Yo : Anda, duérmete...

Tras eso le di un beso en la frente como recordaba que siempre hacia antes tras devolverla el "te quiero"... algo que en esta ocasión no hice, en esta ocasión esas dos palabras no salieron de mis labios... y espere. Estaba esperando a que el sueño la venciera, lo que ocurrió a los pocos minutos... siempre había tenido una enorme capacidad para dormir sin problemas, o despertarse por cualquier cosa. Pese a todo me levante con cuidado de la cama, yéndome al salón a vestirme. Me puse la ropa, abrí con cuidado la puerta, la cerré con más cuidado aun y baje las escaleras rumbo a mi coche.

"Te quiero", que bonitas palabras... ¿quería yo a Rosa?... no, lo cierto es que no, aquello que hubo entre nosotros quedo destruido en el pasado, ahora solo había accedido a ir con ella a su casa para poder follàrmela... necesitaba hacerlo, necesitaba follar con alguna chica, me apetecía echar un buen polvo y ella se me puso en bandeja, además recordaba que era una mujer ardiente que sabia como hacer disfrutar a un hombre... Aunque, bueno, quizá eso solo fuese un recuerdo mejorado por mi memoria, desde luego tampoco había sido para tanto, no coincidía con la imagen de ella que tenia, lastima.

Habían pasado un poco más de tres años, y eso es muchísimo tiempo para todo el mundo, ahora todos mis conocidos o amigos eran prácticamente unas personas de las que tenia recuerdos de cómo eran cuando me fui, ahora... ya nada era igual, quizá fuese por mi culpa, quizá el que había cambiado mucho era yo y no solo físicamente como ellos me insistían, quizá no...


(Recordando mí regreso a España)

Llegue al aeropuerto de Barajas por la tarde con mi escaso equipaje, apenas dos maletas... Me fui directo a un hotel ese primer día, no tenía ganas más que de descansar tras el largo viaje desde Indonesia, al día siguiente iría a la oficina de la empresa para ver que me decían allí, pero esa noche solo quería dormir... dormir y no soñar, sobre todo no soñar... solo dormir por fin.

Me levante a las diez de la mañana, lo primero fue meter mi cuerpo en la ducha... poner el agua tibia y meterme bajo ella... gozando de la sensación de limpieza que me proporcionaba. Después de ello sujete mi cabello con una cola... me puse una camisa caqui y unos pantalones de faena de media pierna, fácilmente podrían pasar por unos piratas... Me calce mis botas altas, después cogí mis gafas de sol, comprobé en el espejo de la habitación como me quedaba la ropa, pensé para mí que debería de ir pensando en comprarme otra ropa, está en Madrid no pegaba ni con cola... y menos mal que era primavera y la temperatura era muy agradable, porque todo lo que tenia era tremendamente poroso y liviano para evacuar con eficacia el sudor.

Cuando llegue al comedor del hotel para pedir el desayuno pude observar varias miradas de interés en algunas mujeres, algunas jóvenes y otras no tanto, pero no estaba como para ligues en ese momento, además llevaba la suficiente prisa como para pasar por alto la necesidad de sexo... de haberla tenido en esos momentos.

Al salir a la calle decidí ir paseando en lo posible hasta el trabajo, apenas seria una hora de camino... para mí una minucia. Pude ver como algunas chicas muy jóvenes, algunas también en la veintena, incluso la treintena que se giraban tras pasar yo para echarme una ojeada apreciativa. Supongo de debía de llamar la atención... Me llamo Santiago, mido 1.93cm, ojos negros como la noche, una nariz fina, pelo oscuro, cuerpo perfectamente definido en el que se apreciaban claramente los músculos, sin ser algo exagerado tipo culturismo, estoy también muy moreno por el sol, glúteos duros como rocas, piernas firmes y robustas... Supongo que soy lo que se llama "un tío bueno de narices", al menos eso creo, ya que así me llamaron las jovencitas cuando pase por su lado.

Cuando llegue a las oficinas de la empresa nuevas caras de admiración en las féminas al verme, me acerque a la recepción donde había dos personas, chico y chica, vi que la recepcionista que se apresto a atenderme apartando a su compañero cuando vio que me acercaba en esa dirección. Amablemente le pedí poder ver al directo de la empresa, le di el nombre de este y posteriormente el mío para que pudiera identificarme al pedir permiso para que entrara. Llamo y la pidieron que me dijera que debía de esperar un poco porque estaba reunido, con una sonrisa le di las gracias por su gestión. La chica intentaba retenerme allí con ella sacando todo tema de conversación que se le ocurría, me hacía gracia ver sus esfuerzos para ello, era una chica realmente preciosa. Decidí facilitárselo entrando en conversación con uno de los temas que me intento sacar...

Estuvimos hablando como media hora, intento sonsacarme todo lo posible sobre mí, si tenía pareja, si vivía en Madrid, si... en fin, que pretendía ligar conmigo, mala suerte para la chavala, quizá dentro de veinte días o un mes, bueno, pero desde luego ahora ni modo de ello. Como digo sobre la media hora de estar los dos hablando llamaron para que me permitiera pasar hasta el despacho de la secretaria del director, según dijeron ella me diría cuando podría entrar.

El ante despacho donde estaba la secretaria estaba decorado con gusto, dado que no había nadie cuando entre me entretuve en ir mirando los cuadros de las paredes tranquilamente. Cuando salió la secretaria del despacho del director mantuvo la puerta abierta indicándome que por favor pasase, era una mujer de unos 34 o 35 años, pelo castaño, buena figura, gafitas con montura de color azul claro, una mujer francamente atractiva. Siguiendo sus indicaciones pase al despacho donde el director se levanto de su sillón para estrecharme la mano con fuerza.

Me estuvo preguntando por mi periodo de tres años en Indonesia como ingeniero. Tres años antes mi empresa me ofreció la posibilidad de un enorme proyecto de construcción de carreteras en varias islas del Pacifico, acepte enseguida, aunque las condiciones... bueno, eran tres años con unas muy suculentas primas, todos los gastos pagados, tarjeta de la empresa para mis gastos y sueldo a parte, el único problema es que las primas solo se cobrarían a la conclusión del trabajo, de ese modo trataban de impedir que alguien fuese y a los tres meses regresase con un dinerito considerable, querían allí a una única persona para todo el proyecto, y ese fui yo.

Después de estar como tres horas y media los dos charlando, o más bien casi en exclusiva yo contando anécdotas, café y bollos incluidos que nos entro su secretaria, llegó la hora de despedirnos, me dejo veinte días libres para que me aclimatara otra vez, me indico que mi dinero sería transferido ese mismo día a mi cuenta y que cuando me reincorporara hablaríamos porque tenía un importante proyecto listo para empezar en un par de meses y quería que yo me hiciese cargo de ello.

El proyecto que hice en Asia fue un autentico marrón, lo de menos allí eran las carreteras, hicimos pequeñas presas para evitar las crecidas, encauzamos ríos en poblaciones, edificios para el gobierno... y todo ello mientras estábamos con las dichosas carreteras... Éramos varias empresas, alemanas, estadounidenses, inglesas, francesas y nosotros... cada una ocupándose de un tramo y sus correspondientes infraestructuras... mi zona desde luego fue un marronazo de los gordos.

Cuando salí de la empresa me dirigí a una agencia inmobiliaria para ver de comprarme un piso o algo. Al final me decidí por un chalecito independiente con piscina en un pueblo de las afueras de Madrid, les di instrucciones de que intentaran rebajarme el precio, según la rebaja así se llevarían de comisión, después de eso fui al centro a buscar ropa más apropiada para por ejemplo salir esa noche a tomar algo para distraerme. Estuve en el centro haciendo diversas compras, al final se me fue la mano un poquito y tuve que regresar en taxi al hotel.

Durante los primeros quince días no hice otra cosa que arreglar papeles, ya sabéis como es la burocracia, fue un mareo de un sitio para otro, de una cola a otra, de... en fin, creo que me entendéis. Cuando por fin termine me informaron de que estaba cerrada la compra del chalet, me había salido un 18% más barato aproximadamente... A la vez que hacia todo esto, aproveche los mareantes paseos por Madrid para ir mirando coches, al final me decidí por un utilitario de gama media, con una potencia adecuada y los últimos sistemas de seguridad... más que nada porque aunque tenía carnet de conducir, el conducir aquí y el conducir en donde estuve estos tres años es como la noche y el día... así que por si acaso, invertí en mi seguridad.

Ya estaba instalado en mi nueva casa, mi coche me lo habían entregado también en tiempo record... en quince días tuve todo listo para poder reiniciar mi vida en España otra vez. No había avisado a nadie de mi regreso, pero todo este tiempo había estado en contacto con varios de mis amigos, así que había chismorreado con ellos sobre todo lo que les sucedía, quien había roto con su pareja, a quien le iba bien, a quien no... También tenía una idea de por donde se suponía que andarían de marcha, de modo que me puse en movimiento para buscarlos y darles una sorpresa.

Por fin logre localizarlos, en lugar de ir a saludarlos y darles la sorpresa me dedique a cotillearlos un poco, me puse en un lugar en la barra desde donde los podía ver perfectamente, y desde donde ellos me podían ver del mismo modo también, quería saber si alguno de ellos sería capaz de reconocerme o no... ciertamente mi aspecto actual se parecía poco al que tenía cuando me fui. Estaban casi todos allí, tanto los chicos como las chicas, una de ellas, Noelia, una de las mas lanzadas se dio cuenta de que los estaba mirando distraídamente, vi como se acercaba al oído de otra de las chicas que estaba a su lado y le indicaba lo que pasaba conmigo, no sé qué le diría Rosa, que es como se llama esa chica, que por cierto además es mi ex... cosas de la vida, pero Noelia se levanto acercándose a la barra, se situó a mi lado y pidió bebida. Después se puso de espaldas, sacando busto... no me corte ni un pelo, descaradamente se lo mire para después pasar a mirarla a los ojos...

- Noelia : ¿Que, te gusta lo que ves?

- Santi : Noelia querida... sigues tan bruta como siempre...

Vi como al oír mi voz abría los ojos como platos, Noelia era una de las personas con las que más hablaba durante mi permanencia fuera, y lo cierto es que mi voz al natural o al teléfono es increíblemente parecida, con lo que no tuvo el menor problema en reconocerla. De lo que si me di cuenta es de que solo había reconocido la voz, no tenía ni idea de que fuese yo cuando me miro... si, si que debía de haber cambiado para que Noelia no me reconociera, o ya que estábamos, para que ni Rosa, mi ex me reconociera...

- Noelia : ¿Santi...?  ¿Eres tú...?

- Santi : Pues no... solamente soy su fantasma que he venido a atormentarte por ser una niña mala con muchas tetas... (Dije esto poniendo voz como de ultratumba, arrancándole unas carcajadas a Noelia)

- Noelia : Idiota..., anda y dame un abrazo, que veras estos cuando te vean, ni te reconocen...

Después mirándome maliciosa me dijo que la acompañara al grupo, pero que no abriera la boca para nada, que quería ver si alguno me reconocía estando cerca de él. Seguí a Noelia hasta donde estaban todos, llegamos con nuestros respectivos brazos cogiéndonos por la cintura, vi como se daban codacitos unos a otros señalando a la loba de Noelia, que ya había ligado... Noelia me dijo al oído riéndose al ver lo que hacían que ya vería que sorpresa cuando se dieran cuenta de quién era su ligue.

Noelia nada más llegar empezó a presentarme a todo el mundo, advirtiéndoles que me disculpasen pero que no hablaba mucho, ellos supongo que debieron de pensar que se refería al idioma, vi como Noelia me guiñaba un ojo. Tuvo el santo morro de encima, presentarme a todos como Santi, pues ni por esas me reconocieron... Por lo que pude ver a la chicas les guste bastante, los chicos en eso ni entraban ni salían, estaban todos acostumbrados ya a que de vez en cuando alguien del grupo ligara y se uniera con su ligue, así que... La primera en romper el fuego fue Rosa, lo que me hizo gracia en cierto modo...

- Rosa : Así que no hablas bien el español... ¿de dónde eres?

- Santi : Rosa, sabes que si hablo bien el español, lo que ocurre es que soy hombre de pocas palabras... y joder, que me salgas ahora preguntándome que de donde soy... chica...

Vi como todo el mundo abría los ojos como platos, bueno todos menos Noelia que se empezó a partir de risa al verles las caras a todos ellos. Fue unánime, se lanzaron todos contra mí para abrazarme, darme palmadas en la espalda, un par de besos... etc. Después de eso llego mi fusilamiento a preguntas sobre estos tres años... lo cierto es que se me paso el tiempo volando, ya que entre anécdotas y risas diría que esa noche nos la pasamos genial. La que mas apagada estuvo fue Rosa, sobre todo en las partes donde contaba cosas sobre las chicas de aquella zona.

Estábamos saliendo los dos cuando la ofrecieron un gran oportunidad en un hospital en Barcelona, ni se lo pensó, se fue para allí, a los tres meses de estar decidió que no podíamos seguir con una relación a distancia y rompió conmigo, eso sucedió un poco más de dos meses antes de que yo me fuese para Indonesia, de hecho ese fue uno de los motivos que mas me decidieron, supongo que pensé que la lejanía me sería bueno para superarlo... todo. Supe por los amigos que hacía varios meses que había regresado a Madrid y el porqué, volviendo a integrarse en el grupo de nuevo.

Su estancia en Barcelona no le había ido nada bien, se caso con un medico compañero de ella a los ocho meses de haber roto conmigo, según la amiga que me lo dijo, fue un autentico flechazo entre los dos después de romper conmigo. Desgraciadamente para ella le duro poco, al año y pico pillo a su marido en el hospital follàndose a una de las enfermeras... eso destruyo su matrimonio y el de la enfermera ya que fueron varios los que los vieron en tan comprometida situación, incluso estuvieron por lo visto rodando por el hospital algunas fotos de ambos en situación comprometidísima... vamos desnudos y en clara situación.

Durante casi toda la noche Noelia estuvo pegadita a mí como una lapa, en plan seductora total, no creo que nadie en el grupo tuviera la menor duda de que estaba intentado atraer mi atención para que terminara en la cama con ella. Durante una de las anécdotas que estaba contando con una chica de allí, Noelia me salto con algo así como...

- Noelia : Santi... tu esta noche te vienes conmigo, ya verás que como el género español no hay nada.

Las carcajadas de todo el mundo fueron atronadoras, aunque ninguno pensó que la invitación de Noelia fuese una broma. Lo cierto es que fue una noche de lo más divertida, me lo pase genial con todo ellos... al final no me fui con Noelia, me termine yendo con Rosa, alego que no había llevado coche que si me importaba llevarla a casa... Sabiendo de nuestra anterior relación a ninguno le extraño que aceptara, y más cuando aun estando la ruptura cerca nunca me oyeron decir nada contra o de ella. Aun así Noelia me emplazo para que la próxima fuese a ella a la que llevara a su casa.

No sé qué pensarían los demás realmente de esto, pero yo si tenía muy claro a que íbamos a casa de Rosa, no obstante no pensaba facilitarla nada, iba a dejar que se lo ganara y si veía que no lo hacía ya me ocuparía yo entonces de ponerla caliente para terminar bien la noche con ella. El piso no me sorprendió en absoluto, era más o menos lo que te podías esperar si conocías los gustos de su propietaria, se apresuro a preparar algo de beber, ya que supuestamente era para lo que habíamos subido, para tomar algo y hablar los dos sobre que tal nos había ido en la vida en estos años.

Tenía ganas de follar, el motivo por irme con Rosa en lugar de irme con Noelia, es porque con Rosa llegado el caso de que se echara para atrás sabia que teclas tocar para lograr mi objetivo, además recordaba lo ardiente que era follando, así que considere que era la mejor opción de las dos en esos momento. Estuvimos un buen rato sentados en el sofá hablando, o mejor dicho, hablando ella, ya que yo había contado casi todo lo contable cuando estuvimos con todo el grupo.

Llego un momento en que Rosa se levanto, puso música lenta y quitándome el vaso me levanto del sofá para que la acompañara a bailar. Empezó a bailarme muy sensual, moviendo las caderas lentamente, poniéndose luego de espaldas para moverse muy pegadita a mí, siguiendo la música con su contoneo, al igual que yo la empezaba a acariciar lentamente sus pechos y estomago según bailábamos.

Al final terminamos donde estaba escrito que lo haríamos, los dos desnudos en la cama. Nos estuvimos besando desaforadamente durante un buen rato, yo aproveche para ir acariciándola y rasgueándole con mis uñas los pezones, que cada vez estaban más duros, al final parecían dos huesos de aceituna por su dureza. Tras eso baje desde sus pechos besándola, entreteniéndome un ratito en su ombligo, para después pasar a sus muslos... bajando lentamente desde la parte inferior de los mismos hacia su pubis acariciándola con la lengua la cara interna de los mismos. Un ratito después tenía mis labios sobre su sexo, y mi lengua recorriendo su rajita de un lado a otro sin deberme, metiendo la puntita de la misma cada vea que llevaba a su hoyito. Hice que se corriera sin poderlo evitar, expulso gran cantidad de flujo por el orgasmo, me retire para permitir que terminara de correrse. Unos minutos después volví a las andadas, situándola en poco tiempo una vez más al borde del límite.

Cuando ya no podía más me pidió que la follara, que quería sentirme dentro otra vez, igual que antaño. No me hice de rogar, la coloque sobre la cama de forma adecuada, situé una almohada bajo sus riñones, puse sus piernas sobre mis hombros, entonces me situé y empecé lentamente a penetrarla, acelerando progresivamente hasta estabilizar el ritmo. Tres golpes rápidos y secos, y uno lento, largo y muy profundo, y entonces vuelta a empezar. Un vez que estuvimos bien acoplados, use mis propios brazos para mantener sus piernas en su posición, mientras mis manos acudían a estrujar, acariciar y rasguñar sus pezones.

Rosa alcanzo un orgasmo que la hizo temblar de arriba a abajo, dejándola medio muerta, pero no por eso deje de mantener mi ritmo de penetración. Apenas tres minutos después Rosa se encontraba otra vez jadeando, recibiendo mis embestidas hasta que se volvió a correr de nuevo. Tras esta última corrida solo tuve que dar un par de empéñones mas para correrme yo también en su interior. Tras esto nos dimos una ducha, donde estuvimos jugueteando pero sin volver a follar mas.

Nos fuimos a la cama donde estuvo besándome un buen ratito, luego se durmió abrazada a mi... me miraba con los ojos brillantes, la misma cara que cuando los dos estábamos juntos, quizá pensara que todo era o volvería a ser como antes, no se... tampoco quise pensar mas...

- Rosa : Te quiero...

- Yo : Anda, duérmete...

La di un beso en la frente y me coloque de forma que le facilitara el quedarse dormida... una vez que comprobé que su respiración se estabilizaba y acompasaba me moví muy despacio y con muchísimo cuidado para no despertarla. En completo silencio recogí todas mis ropas para vestirme en el salón e irme a mi casa.

CONTINUARA

PD. La serie está compuesta de 6 capítulos.