Nuestro aniversario de bodas más un amigo

Cumplimos 20 años de casados, es toda una vida sobre todo cuando nos casamos tan jóvenes.

Nuestro aniversario de bodas más un amigo.

Cumplimos 20 años de casados, es toda una vida sobre todo cuando nos casamos tan jóvenes. (

18 y 19 años) Hicimos una gran fiesta en el jardín de la casa con todos nuestros familiares y amigos.

La fiesta y el vino continuó hasta la madrugada mi esposa estaba feliz y radiante, ella está en muy buenas condiciones físicas con un estómago plano cintura breve, tiene unas nalgas y piernas preciosas, una carita juguetona divina, bailó toda la noche con varios amigos. Su vestido un poco corto y escotado hacía que las miradas de Hugo mi amigo se le desviaran a sus pechos mientras bailaban, él siempre ha convivido muy cerca de nosotros, es amigo desde la infancia. Tiene poco tiempo de haberse divorciado, desde entonces nos frecuenta aún más, nos regaló de bodas varias cajas de vino para la fiesta.

Liz mi mujer estaba feliz era un terroncito de azúcar brindaba con todo mundo, frecuentemente me abrazaba y me besaba en la boca, (como que se vuelven más amorosas en los aniversarios) me decía al oído mientras bailábamos; ¿estás listo para nuestra luna de miel? y me frotaba con el chipote de su panocha mi paquete.

Por ahí de las 3.30 se despedían los últimos invitados, entre ellos nuestros dos hijos que burlonamente nos decían; que nos dejaban solos por que querían otro hermanito. Se llevarían a los abuelos a su casa pues el mayor ya maneja y ahí se quedarían.

Me quedé tomando con mi amigo Hugo, mientras que mi esposa le daba una levantada a todo el tiradero que quedó.

Abrí el refrigerador y vi que quedaban varias botellas de Cava, abrí una botella y serví tres copas, llamé a mi amigo a la cocina para acompañar a mi esposa mientras llenaba la maquina lava trastes, cada vez que mi mujer se agachaba a acomodar un trasto su vestido subía por arriba de sus medias que se veían sostenidas por un liguero negro, los ojos de Hugo destellaban con las piernas y nalgas de mi esposa. Brindamos los tres por los veinte años de casados. (para ese momento los tres estábamos bastante ebrios)

Hugo con el pretexto de felicitar a mi esposa la abrazaba apretándola contra su cuerpo mientras le decía; los quiero mucho; muchas felicidades le besaba una mejilla, y no se le separaba. Al ver esta escena sentí que me estaba excitando, lejos de molestarme empecé a recodar todas nuestras fantasías y las películas porno de tríos, que tanto nos habían calentado, y las veces que yo le insistí a mi mujer que me gustaría verla coger con otro.

Mi esposa lo separó disimuladamente y giró hacia mí para ver mi reacción, yo no le di importancia solo levanté mi copa y brindé con ellos que tomaron su copa a fondo.

Rellenamos las copas y nos fuimos a la sala, mi esposa puso un CD y recogía algunos ceniceros sucios, mientras mi amigo y yo charlábamos de lo bien que se veía mi esposa después de veinte años, mi amigo no la perdía de vista. Tomábamos los tres otra copa de cava, Hugo sacó a bailar a mi mujer, ella me volteaba a ver como negándose pues mi amigo andaba medio borracho y lanzado con ella, yo les decía adelante, mientras voy al baño.

Cuando salí del baño lo hice en forma silenciosa, y me quedé a distancia viéndolos bailar ¡mejilla con mejilla, la manos de mi amigo rozaban la parte de arriba de sus nalgas! mientras mi esposa movía cadenciosamente sus caderas rozando el bulto de mi amigo.

Estaba muy celoso, pues Liz es una persona muy seria con una educación muy a la antigua, y mi amigo lo conozco desde la infancia siempre ha sido un caballero, y en ese momento bailaban totalmente pegados con los ojos cerrados, mientras él le ¡besaba una oreja y su mano derecha bajaba de más, ya le acariciaba suavemente las nalgas!

Yo veía sorprendido el espectáculo, con muchos celos pero con la polla bien parada, es muy difícil de explicar lo que le pasa a uno en ese momento, después de un buen rato de estarlos observando retrocedí unos pasos y cerré la puerta del baño con un golpe, ellos de inmediato se separaron y mi amigo subió sus manos.

Rellene las copas y me senté en el sillón grande a verlos bailar, notaba la polla de mi amigo bien tiesa aunque trataba de ocultarla encorvándose hacia atrás, termino la pieza y tomaron su copa.

Hugo se sentó a mi lado mientras mi mujer se quitaba los zapatos y se sentaba en mis piernas con su cara hacia mi amigo, empezamos a conversar los tres mientras que con mi mano derecha acariciaba las nalgas de Liz. Así mi amigo no podía ver lo que yo estaba haciendo, mi esposa no se atrevía a decir nada y aguantaba la fuerte estrujada de nalgas que le estaba dando, mientras que su vestido subía y los ojos de Hugo se desviaban involuntariamente a las piernas de mi mujer, pues le quedaban de frente y a unos centímetros y mi esposa no hacía nada por cubrir sus muslos.

Después de escuchar la conversación de Hugo de cómo fue que fracaso su matrimonio, y de los gustos sexuales de su ex esposa y él. Nos comentaba que estaba muy caliente, pues desde el divorcio no había cogido con nadie. La plática se volvió candente a cerca de las fantasías que nos gustarían hacer. Yo dejé la idea velada que me gustaría ver a mi esposa coger con otro. Liz me volteo a ver con ojos de plato pero no dijo nada.

Hugo se hizo el disimulado como que no oyó, se puso de pié y nos relleno las copas propuso un brindis por nuestra amistad y por los veinte años de matrimonio, y se sentó más cerca de mi mujer y empezó a alabarla.

Mientras la plática subía de tono una mano de él empezó a darle un masaje en el pie que quedaba sobre el sillón, luego disimuladamente acariciaba el tobillo y la pantorrilla de mi mujer que definitivamente las burbujas del cava le estaban pegando se notaba borrachita y sonriente, yo le chupaba una orejita y le metía mi lengua en su oído, mientras seguía acariciando sus nalgas, note como subía su calentura. Mi amigo le preguntaba:

Oye Liz; ¿que te has hecho?…. Ahora estás más bella que cuando te casaste, tienes un cuerpazo precioso…. ¿verdad Toño? Que tu mujer está mucho mejor ahora, (Yo asentía con la cabeza) ¿te operaste el busto?

Noo. ¿Por que lo dices?…. ¿verdad Gordo que sigo igual?..... Inflando sus pechos.

Para nada le comente; Ahora estás mucho mejor, te han crecido más los pechos y estás más nalgona……… ¿O tú como la vez Hugo?

Mi amigo asentía sí…. estás muy buena, tus pompas se te ven muy ricas. Y los pechos yo pensé que te los habías operado se te ven más grandes, siempre me has gustado mucho.

Liz se quedó con la boca abierta después de escuchar los comentarios de Hugo.

Con una mano le empecé a rozar los pechos, y con la otra mano le acariciaba los muslos que se separaron un poco, con la punta de mis dedos le llegué a rozar la panochita que estaba bastante húmeda. Hugo tenía los ojos desorbitados intentando ver por debajo del vestido, mientras que con sus manos le acariciaba las pantorrillas, que estaban apoyadas sobre sus piernas.

Mientras mi esposa y yo nos dábamos un beso profundo, durante el beso tomé una mano de mi amigo y la puse por el lado interno del muslo de Liz donde terminan las medias y retire mi mano, la respiración de mi esposa se empezó a entrecortar, ella seguro notaba que la mano que acariciaba sus muslos y rozaba su coñito no era la mía, pero seguíamos en aquel interminable beso, parecía que mi mujer no quería que terminara ese momento, se escapaban algunos gemidos de su garganta y no me soltaba la lengua.

Llegó el momento de separar nuestras bocas, y mi esposa estaba a mil seguía su cabeza recargada en mi hombro, con su mirada verificaba de reojo que la mano que acariciaba sus muslos no era la mía, gemía suavemente separando más sus piernas, pues Hugo seguía acariciando por ahí, solo que su vestido estaba levantado mostrando su liguero y sus preciosas piernas.

De inmediato nos besamos con fuego y lentamente le desabroche el vestido, el cual cayó hasta su cintura, traía un conjunto de lencería de infarto pues era mi regalo de aniversario, las tetas se le veían enormes, le pedí que se pusiera de pié y diera una vuelta para que nos lo modelara.

¡No Papi me da mucha pena!!…. Por que lo escogí muy sexy y atrevido para darte una sorpresa, no contaba con que Hugo también lo iba a ver.

Hugo gritaba; ¡por mi no te apenes! estás buenísima, anda no seas malita modélalo que me muero de ganas de verte…. Creo que estoy soñando…… Hazlo ¿síii?

Entonces mi esposa de pié, se saca el vestido gira lentamente dejando ver sus respingonas nalgas totalmente desnudas pues el cordelito de la tanga no se veía, con su liguero y sus medias negras y un micro sostén del cual desbordaban sus tetas blancas, pero lo más caliente de todo es que se apreciaba una gran mancha blanca de sus jugos en la tanguita.

Descorché otra botella de cava y nos tomamos la copa. Hugo estaba de pié tomando su mano guiando los giros de mi esposa, ya no ocultaba su gran bulto en el pantalón y repasaba con sus ojos de deseo todo el cuerpo de mi mujer, yo estaba a mil sentado en el sillón viendo como la saboreaba Hugo.

Mi esposa desinhibida por las copas en uno de los giros rozó con sus nalgas el bulto de Hugo y gritó:

¡Que bárbaro como tienes duro tu "ese"…Ja, ja, ja!!!!!!.... ¡Mira gordo como esta tu amigo!............. ¡¡ Parece burro….Ja, ja, ja!!!

Me sacudí los celos y me levante del sillón y le desabroche el sujetador y brincaron sus pezones rosas súper duros, les di una rápida chupada y que le comento a mi esposa; haber pásalos por su cara, haber si son operados.

Hugo se abalanzó sobre las tetas y les daba una mamada con todas sus fuerzas, mientras chupaba una, pellizcaba con ansias el pezón de la otra y luego cambiaba de chichi, mi esposa tenía una cara de lujuria con sus manos acariciaba la nuca de mi amigo.

Hugo besó a mi mujer en la boca trenzando las lenguas en un profundo beso, mientras yo me hincaba por detrás de mi esposa para bajar su tanguita, mientras lo hacía tomé una mano de mi esposa y la puse en la verga de mi amigo, de inmediato le empezó a sobar y apretar su verga.

Cuando terminaron el beso se separaron, y mi esposa giró hacia mí y ¡¡sorpresa!!...... ¡Se había depilado totalmente su panochita¡ ella exclamó:

¡Es otra sorpresa de aniversario!...... ¡me la depilé para ti!... Ojala que te guste mi amor.

Hugo la veía con ojos de plato por primera vez totalmente desnuda, gritaba; que ¡viejota eres, estas buenísima! solo por que los conozco lo creo, después de dos hijos y veinte años de casada es increíble ¡¡estás riquísima mamazota!! La tomaba de su mano y la hacía girar escudriñando con sus ojos todo el cuerpo se la comía con la vista, le acariciaba la panocha mientras le susurraba al oído:… ¡que rica peloncita, está preciosa!

Le dije a mi amigo a ver encuérate, por que mi mujercita nunca ha visto otra verga en vivo y a todo color, es un regalito que le quiero hacer de aniversario. No acababa de decirlo cuando de inmediato se arrancaba la ropa, en menos que se los cuento ya estaba solo en boxers con un bultote como tienda de campaña.

Haber mi amor abre tu regalito, hoy puedes hacer todo lo que quieras con él, espero que lo disfrutes mucho mi vida. (Me tuve que morder un huevo para decir esto, pues me estaban dando unos celos de la chingada)

Mi esposa tímidamente se acerco a mi amigo y tocaba por arriba de la tela húmeda la polla, se hinco frente al bulto y le fue bajando los calzones y brotó con un respingo la verga de mi amigo, bien parada, más larga que la mía con la cabeza morada le escurría una babita espesa que mi mujercita embarraba con su dedo pulgar le pajeaba muy lentamente mientras le acariciaba los huevos.

Volteando a mí con una cara de calentura me decía: ¡La tiene muy grande,… ¿verdad Papi?!.... Y está muy dura……………. ¿Le puedo dar una probadita?

Le puedes hacer lo que quieras…. ¿o no es así Hugo? Si claro… Los dos estaban muy tensos.

Anda animé a mi mujer; enséñale que rico sabes mamar y todo lo que has aprendido en estos veinte años.

Mi esposa empezó a darle una mamada de campeonato, trataba de tragarse toda la verga pero no podía era demasiado larga. Yo estaba en órbita viendo a mi mujer mamar el glande mientras pajeaba el tronco, los celos subían y bajaban pero el morbo subía cada vez más y más, como que los celos por momento iban bajando, me dispuse a disfrutar.

Las piernas de Hugo temblaban entonces le dije; por que no te sientas en el sillón, se sentó y la verga ahora se le veía más grande, la cabeza de mi esposa subía y bajaba a toda velocidad y las nalgas se le veían preciosas como las movía de un lado al otro, me metí entre las nalgas de Liz a mamarle su culito y su panocha, estaba encharcada aventando leche como si estuviera eyaculando, el clítoris lo tenía duro totalmente de fuera, su panocha sabía riquísima sus jugos brotaban hasta sus muslos. Nunca la había visto así de caliente, me tuve que secar la boca y la nariz con una servilleta.

Luego de un rato me senté desnudo junto a mi amigo, entonces mi mujercita se cambió de verga y me daba unas mamadas riquísimas mientras con la otra mano pajeaba lentamente la polla de Hugo, yo estaba a mil y le susurré a mi esposa; si no te lo coges ahora le vas a sacar toda la leche con la mano, y te vas a quedar con las ganas de probarla.

Ella de inmediato brincó como resorte, y yo me fui atrás de mi adorada mujercita para tener una vista en primer plano de cómo mi amigo se la iba a coger, se subió al sillón se hinco sobre la verga de Hugo, pero ésta estaba demasiado larga y le sobrepasaba la entrada de su coño, entonces se tuvo que poner de pié sobre el sillón. Hugo aprovechó para darle a la pasada una mamada en su coñito que le arranco un orgasmo, se le aflojaron las piernas a mi mujer, la sostenía de las nalgas y se las estrujaba con fuerza.

Liz descendió para que la cabeza de la polla le llegara a la entrada de su coño, una vez que le centró el glande la verga fue desapareciendo, ella se hincaba, mi corazón latía a mil pulsaciones por minuto es una emoción indescriptible ¡¡ver a tu amada esposa como le va entrando la verga de otro cabrón!! Como que se te parte el corazón.

Los gemidos y jadeos de mi mujer eran tremendos le bañaba la verga con sus jugos subía y bajaba metiéndose casi toda, uff que escena, mientras mi amigo le oprimía las tetas y mordía su pezones, se besaban con las lenguas de fuera, era toda una actriz porno solo enfundada en sus medias y liguero negro, yo le estrujaba las nalgas y me asomaba a ver el metisaca que se estaban dando.

Los celos subieron cuando volvió a jadiar y a gemir como puta, sus orgasmos eran interminables sus corridas bañaban los huevos de Hugo, me serví otra copa de cava y la tomé de un trago, giraba por todos lados para tener una mejor vista de la cogida que se estaban dando.

Los gritos de Hugo: ¡¡¡Que rico coges eres lo máximo!!!....... !Que nalgas tan sabrosas tieness, y tu coñito es una maravilla!! Uff… ¡lo tienes muy apretado, Haaagg que rico!

Mientras le apretaba de las nalgas y se la dejaba ir hasta los huevos, mi esposa gritaba:

¡¡ Así, así cojéeme asíiiiiii!! Uff. ¡Haaaggh… Que ricoo!

Mi esposa me volteaba a ver con cara de lujuria extrema y me gritaba;

¡Papi…… tu amigo me está cogiendo bien ricoo!!!......... ¡¿Así me querías ver?!!!

Hugo acelero más sus embestidas y grito; ¡me voy a venir!! Mi esposa jadiaba y gemía con todo, le venía otro orgasmo, mi amigo jadiaba se les veían las contracciones y punzadas en el coño de mi mujer se estaban corriendo al mismo tiempo, mientras él le acariciaba el culo con sus dedos. Con más gritos y jadeos los dos, se convulsionaban y terminaron con un profundo beso.

Un rato después se separaban, y salía un rió de leche del coño de mi mujer que me dijo:

Espera déjame ir al baño a asearme……. ¡Estoy llena de leche!!!

Le conteste ¡noo!! es que ya no aguanto más, y la jalé a la alfombra le abrí las piernas y se la deje ir de un solo empujón a fondo, se sentía bien rico su coño abierto y lleno de leche, me daba mucho morbo cogerme a mi esposa con su panocha recién usada por otro cabrón. ¡¡Que delicioso, que morbo!!

Yo pienso que mi esposa sentía el mismo morbo de tener mi verga en su panocha bañada por la leche de otro, por que le vino un orgasmo tremendo, nos besábamos trenzando las lenguas se movían sus nalgas como nunca, gemía y gritaba de placer. Ahora Hugo es el que nos veía coger con ojos de plato por todos los ángulos posibles.

No aguante mucho tiempo mi excitación era tremenda, la leche de Hugo me producía un raro efecto en la verga como que me calentaba más, el coño de mi esposa me ordeñaba así que empecé a aventar leche, no paraba eran chorros y chorros nunca me había corrido así de fuerte.

Mi esposa corrió al baño con sus manos en la panocha para evitar que la leche cayera al piso, Hugo ya tenía preparadas las copas. Caímos agotados en el sillón. Hugo se veía nervioso le dije; no te preocupes de nada somos amigos, muchas veces Liz y yo hemos fantaseado de que ella cogiera con otro. Yo no tenía nada planeado pero las cosas se dieron de maravilla y que mejor que fue contigo.

Hugo me confió: Bueno quiero que sepas que yo los quiero como hermanos, Liz siempre me ha gustado mucho pero no hay nada de romance, solo que ella ha sido mi fantasía sexual durante mucho tiempo, espero que lo que pasó no afecte nuestra amistad, para mi coger con ustedes fue un sueño hecho realidad y espero que no sea la última vez, ojala que lo que te he dicho no te moleste.

Para nada, al contrario me halagas con lo que me dices, en eso salió mi esposa del baño también nerviosa recogiendo su ropa que estaba tirada por toda la sala, y le llame; a ver Liz ven para acá; si Papi dime……… Mira lo que paso hoy no te debe de apenar, aquí mi amigo me acaba de confesar que tu fuiste su "fantasía sexual" durante muchos años y que lo has hecho muy feliz.

Tú y yo habíamos fantaseado muchos años de que cogieras con otro tipo, nuestras fantasías al fin se hicieron realidad. Entonces aquí no ha pasado nada. Solo que siento unos cuernotes de reno Canadiense.

Soltaron una carcajada, mi esposa apuró su copa, a ver mi amor deja toda tu ropita y déjanos verte desnuda, luego ven y siéntate aquí entre nosotros, mi esposa muy coquetamente giró varias veces mostrando su desnudez pues se había quitado su liguero y medias pues nos comentaba; que hasta las medias estaban empapadas de leche. Movía sus nalgas de un lado al otro mientras tomaba asiento entre mi amigo y yo, Hugo de inmediato le acariciaba las tetas, ella tomaba una verga en cada mano, la de Hugo respondió de inmediato a las caricias que mi esposa le hacía.

Liz le preguntaba a mi amigo mientras sus manos nos pajeaban lentamente:

Mmmhh…… Así que he sido tu fantasía sexual por muchos años, ¿y cuales son tus fantasías? ....... ¿Me imaginabas mejor de lo que estoy? (Levantando sus pechos)

Hugo tartamudeaba; siempre me has gustado mucho, y además déjame decirte que estás muchísimo mejor de lo que pensaba, nunca me imaginé que estuvieras tan buena y que cogieras tan rico, no sabes la cantidad de pajas que me he hecho a tu salud oliendo tus pantys.

¡¡¡ ¿Cómo que oliendo mis pantys?!!!................... ¿A que te refieres?

Pues me da mucha pena confesarlo; pero una vez que vine a una fiesta el baño de visitas estaba ocupado y entré a tu baño, vi que en el bote de la ropa sucia estaban arriba unas pantys bastante húmedas, mientras orinaba aspire tu aroma se me paró y me la jalé; en 30 segundos me corrí y me excitaron tanto que me las robé.

Pinche Hugo tan cabrón… ¿Y cuando te masturbas como me imaginas? (Liz tomaba otra copa de cava, se veía más caliente y atrevida)

Pues como si estuvieras empinada hacia el frente mostrándome tus nalgas que siempre me han vuelto loco, imaginaba tu coñito con sus labios abiertos y tu culito precioso.

Mi mujer se levanto, tomó su copa y recargó su estomago en el brazo del sillón de enfrente y se puso en posición separando sus piernas mostrándonos el culo.

¿Así me imaginabas?.................. ¿Es como te gusta?

¡Sí así! le exclamaba Hugo mientras se pajeaba su verga a toda velocidad.

¿Y luego que más pensabas?.. ¿Qué movía las nalgas así?.......Ja, ja… ¡Que cara de calentura tienen los dos!....................................... ¡Dime que más te imaginabas!

Pues que me acercaba por detrás y te mamaba tu coñito y luego te cogía de perrito.

Haber Huguito; así te gusta…. (Levantaba y movía más las nalgas.) Y jadiando le pedía a mi amigo: Que esperas para darme un besito en mi puchita.

Hugo se hincó atrás abrió las nalgas de mi esposa y le daba una mamada con todas sus ganas. Sí así me gusta mucho susurraba mi mujer, le empezó a acariciar las nalgas y a correr su lengua por el coñito y culo. Mientras ella se mordía los labios y cerraba los ojos por las mamadas tan intensas que le daba mi amigo.

Un momento después Hugo rozaba su glande en la entrada del coño, luego la verga punzante de mi amigo se iba deslizando lentamente hacia adentro, mi esposa lo recibía con frenético movimiento de nalgas y un ¡haaagg que ricoo me la estás metiendo!!!

Hugo tenía una cara de placer supremo, le apretaba con sus manos las nalgas y se la sacaba lentamente casi toda para volverla a hundir de nuevo, con cada bombeo la verga se encajaba más profundamente, hasta que ¡se la metió toda! y se la dejo bien clavada por un momento.

A mi esposa le temblaban las piernas y las nalgas del orgasmo tan salvaje que tenía, jadeaba y gritaba ¡ayy que ricoo me estas cogiendo!! Síguele así ¡huyyy siento que me llenas toda, ayy que ricoo!........... ¡¡Que sabrosa esta tú verga dame máaas!!

Los malditos celos me estaban pegando de nuevo, de ver como el coño le apretaba la verga completa y la golosa todavía pedía más, mejor dejé de ver por atrás a mi mujer y le puse mi polla en la boca para callar sus gritos, le daba unos chupetones tremendos se la metía rebasando el glande su garganta, los empujones de verga que le daba Hugo servían para que ella me pajeara el glande con sus anguinas, uff, que sensación y que escena tan caliente.

Le susurraba a mi esposa; pareces actriz porno con dos vergas al mismo tiempo, cuantas veces fantaseamos estar así, disfruta eres la puta más cachonda del mundo. Su calentura subió con mis palabras, jadiaba y me mamaba con todo, mientras sus nalgas las movía en una forma tremenda ordeñando la verga de mi amigo.

Estábamos los tres en la gloria, resoplábamos, jadeos de todos tipos en todos los tonos, Hugo gritaba; ¡¡que ricoo coges estas sabrosísima me voy a correr!! Estaba jadiando con los ojos cerrados inmóvil con la verga hundida en el fondo del coño de mi esposa corriéndose y resoplando, yo descargando mi leche en la garganta de mi mujer. Ella jadeando me volteaba a ver fijamente a los ojos con una cara de puta insaciable con sus labios escurriendo leche.

Nos quedamos los tres exhaustos sentados en el sillón, no nos podíamos mover mi esposa se limpiaba los labios con su mano, Hugo inconcientemente le besó la boca y se llevó una buena cantidad de mi leche en su lengua.

El sol iluminaba las ventanas de la casa, Hugo se vistió y se despidió de mí dándome las gracias por "todo." Mi esposa solo se puso el vestido encima y lo acompaño a la puerta de la calle donde alcancé a ver como mi amigo le daba un besote en la boca mientras le estrujaba las nalgas.

Mi esposa regresó caminando hacia a mí con una cara de satisfacción, le extendí los brazos y le dije; venga mi putita, acérquese con Papi. Le levante el vestido y metí la palma de mi mano frotando su panocha inmediatamente me la dejó llena de leche de Hugo se la embarré en las nalgas y le dije; que buena cogida le pusiste. Feliz aniversario mi amor.

Ahora mi esposa y yo cogemos a diario con una enorme pasión que habíamos perdido. Han pasado dos semanas, mi amigo me llama todos los días para "saludarnos" mi esposa no quiere repetir la acción aduciendo que estaba muy ebria, que eso ya pasó. Ustedes que opinan.