Nuestro amor no morira (6)
...el me estaba quitando lo que tanto tiempo estuve cuidando, el me estaba quitando todos mis sueños, mi vida, mi Iván...
Hola a todos esta vez no tarde tanto en publicar, generalmente lo hago cada 15 dias pero hoy termine antes. Como siempre espero sus comentarios y gracias a todos por comentar mis obras pasadas en verdad no eh tenido tiempo de contestarlos, ya que la escuela y eso.Bueno espero que les guste.
Capitulo 6 – The Great Escape
Joaco
Tardé una hora en conocerte y solo un día en enamorarme. Pero me llevará toda una vida lograr olvidarte.
Esteban
Estábamos caminando bajo el rayo del sol sobre nuestras cabezas, este hacia que las gotas de sudor resbalaran por todas las partes de mi cuerpo, ese día descubrí que hay parte de mi ser que nunca en mi vida habían estado sudadas. Me sentía pegajoso, sucio, todo puerco, sentía el sudor bajar por mis sienes y nariz y caer en mis brazos o boca, sentía que me moría, por más que trataba de quitarme el sudor con el antebrazo este volvía a salir de a montón
- Tranquilo, te acostumbraras al calor, de hecho es provocado por el calentamiento global hay días en los que esta caluroso y otros muy fríos peros seguro te acostumbras – me dijo Joaco con una sonrisa de picardía
- No cuentes con eso – le conteste de mala gana provocada por el calor.
Caminábamos si rumbo fijo, bueno por lo menos yo no lo tenía, no quería preguntar nada por lo que había pasado hace unos momentos en el bar, me daba pena o no sé nunca me había sentido inseguro de mi mismo, “rayos algo pasa conmigo” pensé pero no lo pensé para mí sino que lo pensé en voz alta.
- ¿Por qué dices que algo pasa contigo? – demonios me había escuchado, ahora que le diría, que me sentía inseguro de mi mismo, “¿y si se ríe de mi?” pensé.
- Mmmm…nada jaja perdón.
- Jaja sabía que dirías eso, tienes un gran parecido a él – otra vez con eso, yo no quiero parecerme a él quien quiera que sea.
- Mmm oye ¿Quién es él? – por un momento pensé que la había cagado, un silencio sepulcral se apodero de la atmosfera de risas que teníamos. Pensé que se había enojado por preguntar eso pero me sorprendió al ver que de su boca una oración rompería con toda la atmosfera de tensión.
- Él es la persona de la cual estoy enamorada desde hace dos años, se llama Iván y es una persona encantadora, es muy sensible te todo te pide perdón hasta de la cosa más insignificante te pide perdón, el es algo tímido pero cuando entra en confianza es un desastre, jaja me gusta cuando se sonroja porque eso significa que está feliz y… - en ese momento sus ojos se empezaron a llenar de lagrimas…
Joaco
Nunca pensé que Esteban preguntaría eso, pero ya no podía hacer nada, mi corazón hiso que las palabras salieran de mi boca sin que yo lo pudiera pararlo y el solo hecho de recordar lo que significaba Iván para mí hiso que mis ojos se humedecieran.
- …aun recuerdo el día en que conocí a Iván, lo recuerdo como si hubiera sido apenas hoy…
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Hace dos años…
Sentado en una de las mesas rectangulares de la biblioteca me encontraba, tenía la cabeza escondida entre mis brazos ya que me moría de sueño, las clases me eran muy pesadas, pero aunque el curso no tenía mucho de haber empezado a mí se me hacía ya una molestia, mi sueño era viajar por el mundo, visitar casi todos los países y bueno encontrar al amor de mi vida. Cada vez que pensaba en eso una sonrisa se dibujaba en mi rostro, me era algo absurdo sabia que uno no se puede enamorar de alguien de su rostro, y eso lo sabía ya que en el pasado había sufrido por enamorarme de alguien así, esa persona me hiso perder la esperanza de encontrar a alguien, esa persona hiso que perdiera el sentimiento del AMOR.
Una lagrima había escapado de mis ojos, no quería recordar a la persona que tanto año me hiso, la persona por la cual soy inseguro en algunas cosas, pero gracias a mis amigos Axel y Adair pude salir adelante, ellos son los únicos junto con mi padre que conocen que soy gay, y los tres me apoyan.
Mientras trataba de olvidar lo que había sucedido, sentí que alguien se acercaba a mí, gire mi cabeza del lado donde había sentido que me habían tocado, trate de ver quien era a través de una rendija que formaban mis brazos mal colocados, pero lo único que pude ver fue el destello de los rayos solares que entraban por los grandes ventanales de la biblioteca, lo que provoco de me levantara y para mi sorpresa un chico de pelo castaño me observaba con cara de desconcertó, aquel chico provoco en mi millones de sensaciones, mi corazón latía con mucha rapidez, las horas se me hacían una eternidad, mi mente me decía que no, que sufriría una vez más, pero mi corazón decía todo lo contrario, sus ojos se postraron en los míos, aquel chico seguía con su expresión de preocupación, entonces fue cuando su voz resonó en mis oídos.
- Amigo ¿te encuentras bien? – pregunto aquel apuesto joven acercándose un poco más a mí.
- Ahh
- ¡Joaco, venga tío se hace tarde! – mis amigos habían interrumpido mi gran momento.
No me quedo de otra que levantarme de mi asiento y dirigirme hacia mis amigos sin responderle al joven que se había preocupado por mí, antes de llegar a la salida de la biblioteca, gire mi cabeza para ver el lugar en el que momentos antes me encontraba, y ahí parado justo detrás de la banca se encontraba aquel chico, el cual tenía puesta su vista en mí, o eso fue lo que yo entendí.
El camino a casa no fue normal, en mi mente vagaban los recuerdos de aquel chico, sus ojos, sus labios, su cabello, su rostro, me había jurado a mi mismo que nunca me iba a enamorar de alguien con el simple hecho de verlo pero, creo que el amor a primera vista sigue enloqueciéndome. Al entrar ah mi hogar me lleve la grata sorpresa que mi padre se encontraba en ella, pero no simplemente estaba él, sino que también había una señora de cabellera castaña.
- Hola hijo, bueno te preguntaras que quien esta dama, y la respuesta es que ella es Stella, llevamos unos meses de ser pareja y bueno creí que era momento de presentártela – aquella mujer tenía un parecido con alguien, sus facciones eran muy similares a las de una persona que concia pero ¿Quién?
- Mucho gusto soy Joaquín, encantado de conocerla.
- El gusto es mío, de hecho yo también tengo un hijo, voy a traerlo para presentártelo.
Yo asentí ante su oferta, pero la verdad no quería conocer a nadie más, con mis amigos estoy bien. Cuando mi padre y Stella se fueron me fui a encerrar a mí alcoba, aun tenia la extraña sensación de haber visto a aquella mujer en algún lado pero no sabía en donde, metí la mano en el bolsillo del pantalón del colegio para sacar mi reproductor de música, me coloque los auriculares y le prendí a un volumen moderado, cerré mis ojos y me dispuse a dormiré, pero en ese momento la imagen de aquel chico apareció como un rayo en mi mente, “se había preocupado” pensé, nunca antes alguien lo había hecho, salvo mis amigos, pero de ahí en fuera ninguna otra persona, volví a cerrar mis ojos pero esta vez la figura de aquel joven permaneció en mis pensamientos.
Al día siguiente me levante con mucha energía, tenía la esperanza de volver a ver aquel joven que se había preocupado por mí, me bañe lo más rápido posible, me puse mi uniforme deportivo el cual se me ajustaba muy bien al cuerpo haciendo que me marcaran los músculos, el pantalón también estaba algo ajustado lo que hacía que se me marcara algo el paquete y mis piernas fuerte, baje las escaleras y en la concina estaba mi padre.
- Buenos días hijo, ah quiero decirte que hoy vendrá el hijo de Stella a comer espero que no te importe.
- A no desde luego – la verdad es que si me importaba ya que tenía unos planes con mis amigos, pero ahora tenía que cancelarlos.
- Y quiero que llegues temprano para ayudarme a poner la mesa.
- Claro, aquí estaré.
El camino hacia mi escuela tuve mala cara, como les diría que no podía ir a la fiesta esta noche, ya teníamos algo planeado y todo se arruinaría, iba pensando en cómo decírselos pero mi expresión cambio cuan a lo lejos, el gran edifico de piedra sobresalía entre las copas de los árboles, tenia tantos nervios de entrar y encontrarme por segunda vez con esa persona. En la entrada del colegio mis amigos ya me estaban esperando, en estos se dibujaron unas sonrisas en sus rostros con algo de picaría,
- Venga entremos – dijo Axel haciendo que sus bíceps se tensaran – los tres teníamos casi la misma complexión de cuerpo ya que habíamos entrado casi al mismo tiempo al gimnasio, así que a los tres se nos marcaban los músculos atreves de la playera del colegio.
En el trayecto de la entrada al salón iba volteando a todos lados tratando de buscar a aquel chico que se había adueñado de mis pensamientos, al final me resigne ya que por más que buscaba no encontraba a alguien. En las horas de clase esperaba con ansias el toque que dan para el cambio de hora, quería salir de clase para encontrarme con aquel joven, pero cada vez que lo hacía no tenía contacto con él, era como si se lo hubiera tragado la tierra. En el receso me puse andar a través de los corredores del colegio esperando alguna señal de mi chico, así que lo último que hice fue soltar un suspiro y resignarme. Toda las demás horas me parecían una aburrisión, no lo había podido ver, las esperanzas de volverlo a ver se habían esfumado y con ello las ganas de trabajar.
En la salida mis amigos se habían molestado por no avisarles que los planes se habían cancelado, pero mi padre me esperaba en algo muy importante para él. Todo el camino llevaba la cara larga, había despertado con muchas ganas para hacer las cosas, pero esas ganas se habían esfumado al no haberme encontrado con aquel joven, que era el dueño de mis pensamientos. Al llegar a casa mi padre se encontraba preparando la comida, lo salude como es de costumbre y me fui a cambiar el uniforme para poder ayudar a mi padre en los preparativos. Del guardarropa saque una camisa roja con blanco de cuadros, un pantalón de mezclilla algo ajustado y unos zapatos del mismo color, baje las escaleras a toda prisa, al llegar de nueva cuenta a la cocina, me padre se encontraba picado una lechuga.
- ¿Te ayudo en algo papá? – le pregunte antes de ponerme hacer algo.
- Ah…¿puedes ayudarme a preparar la ensalada?, es que no faltan mucho para que lleguen y yo aun no estoy listo
- A claro yo termino
- Gracias
Mi padre salió corriendo de la cocina, yo me había lavado las manos para poder seguir ayudando con los preparativos, en el piso de arriba se oía mucho ruido, “de seguro que no encuentra algo apropiado” pensé mientras que en mi cara de dibujaba una sonrisa burlona, no tardo ni diez minutos en bajar, llevaba un traje color negro con una camisa azul claro, la verdad se veía muy elegante.
- Hijo podrías ir poniendo la mesa por favor – dijo mi padre con nerviosismo en su tono de voz.
- ¡Claro!
Había sacado la única vasija de plata que poseíamos, había colocado debajo de cada plato un mantel, quería que la comida de mi padre resultara un éxito. En cuanto deje el ultimo cubierto mi padre había entrado al comedor con los recipientes de comido aun humeando, me daba gusto que le pusiera tanto empeño a algo solo para impresionar a alguien, esta sería la mejor noche, todo saldría de maravilla, bueno solo para él ya que…
Había sonado el timbre, mi padre se adelanto en abrir, en el marco de la puerta se encontraba Stella con un vestido o muy exuberante, todo iba marchando bien hasta que la persona detrás de Stella se hiso presente, aquel joven de cabellos castaños había entrado en el recibidor de mi casa, mi corazón se retorcía por el terror que ahora sentía, el chico venia vestido con una playera azul marino, unos vaqueros negros y sus tenis.
- Bueno Joaquín, quiero presentarte a mi hijo, Iván – ¿porque me sucedía esto a mi?, ¿Por qué debía ser infeliz?
- Mucho gusto Iván, soy Joaquín – sentía un nudo en la garganta que no me dejaba respirar
- Bueno yo soy Iván, en placer
- Bueno que les parece si nos sentamos a comer – dijo mi padre con una amplia sonrisa en su cara
Todos en la mesa se veían felices, todos excepto yo, sentía mi estomago revolverse, mi corazón enroscarse, en mi garganta un nudo y en mis ojos se empezaban a formar lagrimas de tristeza, ¿Por qué debía enamorarme de las personas incorrectas? Me levante de mi asiento, me disculpe con los presentes y emprendí mi camino hacia mi recamara. Cerrando la puerta de esta con seguro, me arroje en la cama a esconder mi rostro en la almohada para poder ahogar mi llanto.
- ¿Por qué me pasa esto?, ¿Por qué tenía que ser él su hijo?, de todas las personas que hay en el mundo, ¿Por qué a fuerzas él?
No supe cuanto tiempo dure llorando pero me había ganado el sueño. Cuando desperté la mañana siguiente me mire en el espejo del baño, tenia aun los ojos algo hinchados, pero no me importo, me metí a bañar sin energía, salí de este, me puse mi uniforme de diario, y emprendí mi camino hacia la calle, no tenía ganas de desayunar, la verdad no tenía ganas de hacer nada pero debía hacer algo para no lastimarme y no lastimarlo a él.
Al llegar al portón de metal tipo madera vi a mis amigos a lo lejos, hablando con alguien, alguien que al verme volteo a saludarme.
- Hola Joaquín este…
- No te me acerques quieres no quiero lidiar contigo, no soporto a los estorbos – la expresión de rostro de Iván era de tristeza y de asombro.
Me gire para dirigirme a mi salón de clases, alado de mis amigos los cuales no dijeron ni una sola palabra.
- Perdón pero debo ir al baño.
Al llegar a este me encerré en uno de los cubículos, ahí más lagrimas salieron de mis ojos
- Perdóname Iván, perdóname pero es lo mejor para los dos, no quiero que sufras como yo sufrí, no quiero que te molesten por tener a alguien como yo, no quiero que por mi culpa te ignores, se que lo comprenderás pero no quiero que por tener a alguien como yo a tu lado tu mundo se acabe en un abrir y cerrar los ojos.
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Actualidad…
Esteban
- Y desde ese momento, soy así con él – la historia me había parecido conmovedora, un chico que guarda sus sentimientos para no hacerle daño al gran amor de su vida se merece un aplauso.
- Pero ¿Por qué no tratas de hablar con él?, si tus amigos lo entendieron, porque él no lo ha de hacer.
- ¿Y si no lo hace?, y ¿Qué dirías si tu hermano llega con la bomba de que es gay y está enamorado de ti, como reaccionarias? – la verdad es que no sabría cómo reaccionar, tal vez me sentiría culpable, o con ira del porque su actitud conmigo si me ama, no sé.
- Bueno tú sabes lo que haces.
- ¿Crees que no sé lo que hago?, pero también tengo miedo que el momento que se entere se aleje de mí, eso si me destrozaría más que cualquier otra cosa.
Iván
Brandon estaba muy pendiente de mí, había rentado un camastro para ponerlo debajo de una sombrilla y ahí podernos acostar, yo estaba encima de él, ponía oír su respiración y sus latidos de su corazón. Su ropa desprendía un olor inigualable, un olor a hombre y colonia combinado con desodorante, no pude evitar sonreír.
- Te han dicho que eres muy hermoso – me dijo Brandon dándome un pequeño beso en mi frente.
- Ah vasta, vas hacer que me sonroje
- No importa, te ves más lindo cuando te sonrojas, eso es lo que me gusta de ti.
- ¿Así que solo te gusto cuando me sonrojo?
- No (beso) me gusta (beso) todo de ti amor – la verdad es que ya lo sabía – pronto será la puesta de sol, ¿te quedas a verla conmigo?
- Me quedo en donde sea siempre y cuando estés tu ahí – Brando acerco su rostro y nos fundimos en un beso tierno.
Brandon
Tenía pensado en algo grande, algo que demostrara mi amor hacia Iván, algo donde quedara nuestro sello marcado, donde fuéramos uno solo y la opción correcta era la puesta de sol.
Tenía a Ivancito encima de mí, sus cabellos me hacían cosquillitas debajo de la barbilla, sus demos jugaban con mis brazos provocándome una corriente eléctrica atravesar mi espalda, yo lo tenía sujeto de su cintura, no quería que me lo quitaran, o bueno que se fuera a caer. De vez en cuando su mirada buscaba la mía, y cuando lo hacía me daba un pequeño beso sobre mi pecho, el cual, aunque estaba cubierto por la ropa, lo podía sentir como si me lo estuviera dando sin ropa alguna. Había rentado un camastro y una sombrilla para cubrirnos del sol ya que no quería que mi niño quedara bronceado.
Mire mi celular y me di cuenta que dentro de poco llegaría el momento, así que moví a Iván para que se levantara, el cual lo hiso sin con una gota de cansancio, cuando se despego de mi su calor seguía impregnado en mi cuerpo, podía sentirlo aun ahí conmigo, lo tome de la mano y empezamos a andar atreves de la arena, esta se metía entre los dedos, lo cual hiso que cayéramos, al llegar al suelo yo ahora estaba encima de Iván, nuestras miradas se encontraron como la primera vez que lo había visto, de nuestras caras se dibujo una sonrisa y acto seguido nos dimos un beso aun con las sonrisas en el rostro.
Esteban
Seguíamos sin rumbo, bueno por lo menos yo lo estaba, estábamos ahora en una playa, ni idea de cuál era, pero estábamos en una, miraba de reojo a Joaquín el cual seguía con los ojos aun hinchados del llanto que minutos antes le había provocado el recuerdo de Iván. Mire mi teléfono celular, el cual ya estaba con la hora de Barcelona, y vi que eran las 5:30 de la tarde, “joder, seguro que se perdió, o está pensando que viene solo”, seguíamos andando en la arena, la cual, se metía en el zapato dificultando la caminata, gire mi cabeza hacia el horizonte, el sol se estaba metiendo, las olas rompían en la playa y la brisa golpeaba mi rostro, quería quedarme ya ahí pero tenía que encontrar la casa de Brandon. Algo en mi andar me hiso detener, voltee y vi a Joaco con la mirada puesta en un punto, la seguí y vi a dos tíos, los cuales estaban parados en el lugar donde rompían las olas.
Iván
Brandon me llevaba de la mano no sabía lo que estaba pensado hacer, pero tenía que confiar en él. Caminamos unos cuantos metros hasta que el paso de Brandon disminuyo.
- Iván, se que llevas poco tiempo de conocernos, tal vez fue algo apresurado nuestro noviazgo, pero quiero hacer mi vida contigo, quiero que tu estés a mi lado, quiero que – acto seguido se incoó en la arena mojada, provocada por las olas que llegaban a tierra – esta puesta de sol sea nuestra confidente, que estas olas guarden nuestras palabras, que mi vida contigo sea eterna, no quiero nada más, no pido otra cosa, quiero que todo mi mundo seas tú, quiero que a partir de este momento me hagas el hombre más feliz de la tierra, yo prometo cuidarte, respetarte y amarte todo mi vida, no dejare que nadie te haga daño, no dejare que alguien te insulte yo siempre estaré ahí para ti, quiero que confíes en mí, y quiero que pase lo que pase en nuestros caminos tu y yo siempre estemos juntos ya que “Nuestro amor no morirá”.
Brandon me había dejado sin palabras, no sabía que contestar, las piernas me temblaban, las manos me sudaban, mi corazón latía muy rápido, quería besarlo, quería abrazarlo, pero primero le tenía que corresponderle a sus palabras.
- Brandon, mi amor, yo confió en ti, y yo te prometo amarte, cuidarte, darte todo mi cariño, hacerte el hombre más feliz no de la tierra sino del universo entero, tú me has demostrado que el amor existe, tu eres mi refugio, tu eres la persona que más amo, y si se que fue algo apresurado pero era algo que ambos queríamos, no me podría imaginar mi vida sin ti, tu le has dado luz a la oscuridad, me siento amado a tu lado, no quiero que nada te haga llorar a ti, tu contaras conmigo para lo que sea, quiero que estés conmigo siempre para que me rodees con tus brazos y sentirme protegido. Te amo Brandon
Brandon se levanto de la arena, sus rodillas estaban mojadas, coloco su frente en la mía y con una de sus manos acaricio mi mejilla
- Gracias Iván, Te amo no lo olvides.
Nuestras bocas se encontraron, nuestro beso fue rápido pero tierno, nuestras lenguas jugaban entre ellas, sus dientes mordían mi labio inferior y luego los míos le mordían a él. No quería es ese día concluyera, quería quedarme así con él, ser uno solo pero debía llegar a casa. Joaco pasó como un pensamiento fugaz, me sentía culpable nuevamente por lo que había sucedido en la mañana pero trate de olvidarlo para no arruinar “el gran escape”
Joaco
Y ahí estaban ellos, Iván y tipo que se había encontrado en la mañana, seguí todos sus movimientos, cuando él se incoo supuse lo que mis expectativas temían, solo vi que sus labios articulaban palabras pero a esa distancia no podía oír nada. Seguí todos su movimientos pero, mi cuerpo se tenso cuando lo vi acercarse a él y fundirse en un beso, mis ojos se empezaron a llenar de lagrimas, oía como mi corazón se hacía añicos, lo que tanto temía se había hecho realidad, el me estaba quitando lo que tanto tiempo estuve cuidando, el me estaba quitando todos mis sueños, mi vida, mi…Iván.
No soportaba verlos, ya no quería estar ahí pero mi cuerpo no respondía, oía a alguien hablarme pero se oía muy lejos, “estará mejor con él, tarde o temprano lo tenía que dejar ir, todo esto fue mi culpa, debí decirle antes todo lo que sentía, todo lo que quería vivir con él”. En mi mente divagaban los recuerdos de Iván, los cuales poco a poco se fueron convirtiendo en cenizas, no podía aferrarme a su recuerdo, debía dejarlo ir, tendría que soportar que el ya no sería mío, que ya no…podría mantenerlo a mi lado.
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NOTA: Bueno como pudieron ver nunca eh ido a Barcelona, solo la eh visto en imagenes, peliculas pero pue nose como sean las escuelas alla asi que tomo como referencia una escuela de aqui de Mèxico con las caracteristicas que describo en el recuerdo, se llama Northampton La Salle pues para darse una idea no.
Bueno espero que les haya gustado en especial el recuerdo de Joaco ya que me costo un poco de trabajo escoger el lugar y los dialogos y acciones pero ej fin espero que les haya gustado. Apartir de ahora entraran nuevos personasjes jaja que probablemente cambien la vida de nuestros 4 personajes principales. Gracias por leerme y les deseo lo mejor en lo que se propongan vale CUIDENSE