Nuestro amor no morirá (10)

...¿Creen en las premoniciones?, pues yo no hasta ahora...

Hola, bueno aqui esta la decima parte, perdòn por tardar un poco pero eh estado algo atareado ultimamente. Bueno como siempre los invito a que lean y me comenten y valoren vale. Los quiero.

Capitulo 10 – Beep Beep

Joaco

Salí del baño con Axel a mi lado, sentía las miradas de todas las personas pero no me importo, lo único que me importaba era salir de ese lugar lo antes posible, ¿pero que había hecho? Pensé. Me despedí de Axel fuera del establecimiento, me di media vuelta y empecé a andar a paso rápido para alejarme de ahí.

¿Qué había hecho?, me había liado con uno de mis mejores amigos, todo por culpa del alcohol. Mis ojos se empezaron a llenar de lagrimas, me faltaba el aire, sentía un nudo en la garganta por todo lo que había hecho, ¿Y tú lucha por Iván?, me decía mi subconsciente, ¿Te prometiste luchar por el cueste lo que cueste?, y con esas últimas palabras rompí en llanto en medio de la calle. Me recargue en una pared, abrace mis piernas y las atraje hacia mí, hundí mi cabeza en mis rodillas y continúe llorando.

Cuando me hube calmado, decidí continuar con mi camino. Aun con los ojos llorosos llegue a mi casa, subí las escaleras para no hacer ruido para que no se despertara Iván, aunque dudo que se encontrara en casa. Abrí la puerta de mi habitación, me quite las zapatillas y recosté debajo de las cobijas dispuesto a dormir y no despertar hasta la noche siguiente.

Adair

Un fuerte dolor de cabeza me hiso despertar, mientras abría los ojos para acostumbrarme a la luz sentí que algo me rodeaba, algo duro y firme. Gire mi cuerpo para ver qué era lo que me tenia prisionero y mis ojos vieron algo que nunca pensé que vería, Un hombre estaba en mi cama, pero era el chico con el que hablaba la noche anterior, el chico que me había dicho que me ama con tan solo verme.

Mi mirada quedo perdida en aquel rostro tan tranquilo y una sonrisa se dibujo en el mío. ¿Podía enamorarme con tan solo verlo?, para empezar yo no era gay, ¿oh si?, deje que las dudas se esfumaran de mi cabeza y me pegue a su fornido cuerpo para volver a dormir.

Iván

Al despertarme lo primero que vi fue el ramo de flores que Brandon me había dado el día anterior. Cogí mi móvil, tecle unas cuantas teclas y envié el mensaje a mi novio. Salí de la cama y me dirigí al baño, me quite la ropa y me metí a la ducha. El chorro de agua tibia me quito el sueño que un tenia, el agua y mis manos recorrieron mi tableta trabajada, me gustaba sentir aquellas elevaciones de musculo.

Salí del baño dispuesto a llegar al colegio, quería verlo, quería abrazarlo, solo habían pasado unas cuantas horas pero quería tenerlo. Saque del armario mi ropa para vestirme, busque algo que combinara y me vestí lo más rápido que pude. Salí de mi habitación, no sin antes mirar en la habitación de Joaco, no sé porque pero me dio el instinto de mirar, dentro de esta se encontraba Joaco dormido, se le veía tan relajado, tan…sacudí mi cabeza para borrar esas ideas, pero que me pasaba, cerré con cuidado la puerta y eche a andar otra vez. Ya en la cocina cogí una fruta, un vaso de jugo, cogí mis llaves y salí de casa.

Llevaba buen tiempo para llegar al colegio, así que decidí ir caminando, al fin de cuentas me quedaba como a 15 o 20 minutos el colegio. En mi rostro sentía el aire frio matutino, ese que no te provoca ni escalofríos ni ardor en la cara, es ese que te refresca y te emboba en un sueño. Al llegar al colegio el portón ya había abierto, pero no entre, decidí esperarlo junto al portón con una sonrisa en el rostro.

Los minutos de trasformaban en segundos, miraba de un lado a otro, esperando a que su figura se reflejara en el horizonte, me estaba desesperando así que opte por mejor entrar al colegio. Ya en el salón de clases me quede viendo fijamente a la puerta esperando que Brandon entrara por ella, pero no fue así, el profesor fue la última persona en entrar, fui sacado de mis casillas por una persona que se sentó a mi lado.

-          Buenos días – ese voz no era la misma que la de mi novio, así que voltee solo por respeto

-          Buenos días Rafa, ¿Qué tal? – le pregunte, aunque se notaba un tono seco en mi voz

-          Nada interesante jaja, bueno veo que hoy no vino Brandon, ¿le abra pasado algo?

-          Mmm no lose la verdad

-          Bueno luego e acompaño a verlo, si quieres claro – me dijo sentándose en su pupitre

-          Bueno, me encantaría – le respondí con una sonrisa en el rostro.

El día se me hiso eterno sin Brandon, aunque estuviera hablando con Rafa, sentía que algo me faltaba.

Brandon

Y ahí estaba yo, justo afuera de su casa. Las manos me sudaban y sentía las piernas falsearse, no sabía si era buena idea ir a estas horas, pero quería hacerlo, tenía que hacerlo, así que dirigí mi dedo hacia el timbre de la casa y lo presione para avisar que estaba ahí afuera.

Joaco

Estaba sumido en mis sueños cuando de repente un sonido chillante me hiso despertar. Abrí mis ojos de golpe haciendo que la luz de la mañana me lastimara e hiciera que los volviera a cerrar, me oculte bajo las cobijas e intente volver a dormir, pero aquel sonido seguía sonando y me provocaba un fuerte dolor de cabeza por la goma que traía. Maldije por lo bajo y salí de la cama algo mareado. Baje las escaleras solo en bóxer, ya que me había quitado la ropa en un despertar que tuve por la noche.

Al llegar a la puerta tuve que entrecerrar los ojos por la luz que llegaba de golpe hacia esta. Al abrir los ojos me lleve una gran sorpresa, pero creo que no fui el único que tuvo una sorpresa, ya que justo enfrente de mi puerta se encontraba nada más y nada menos que Brandon, el cual tenía los ojos muy abiertos por verme, tal vez, en gayumbos.

-          Buenos días – me dijo subiendo sus ojos a los míos – bueno sé que me dijiste que a las cuatro nos viéramos pero, es que tengo planes en la tarde y por eso vengo a esta hora, espero que no te importe.

-          ¿Pero que tu no debes estar en el colegio? – le pregunte algo malhumorado, se le veía nervioso al tío

-          Ya, perdón pero si quieres vuelvo en la tarde

-          No que va si ya estás aquí, además no tengo nada que hacer, pero que grosero soy entra – Brandon entro algo nervioso a la casa – espérame aquí en lo que yo me doy una ducha rápida, puedes comer algo si no has desayunado eh, estás en tu casa.

Subí rápidamente, a mi habitación, no sabía porque le trataba amable, pero lo hacía, lo único que sabía era que le quería dar una gran sorpresa a Iván. Me bañe con agua fría para poder despejarme y para que se me quitara el dolor de cabeza. Al salir del baño me tope con mi reflejo en el espejo del baño. Mis ojos recorrieron mis pectorales, viendo las pequeñas marcas rojas que me había causado Axel la noche anterior. De nueva cuenta un nudo en la garganta de formo, salí corriendo del baño, tenía que olvidarlo.

Cogí mi ropa para vestirme lo más rápido que pude para tapar las marcas que dejo una noche de alcohol. Me mire al espejo note que no iba tan mal, ni muy elegante, ni muy fodongo, si no que casual.

Al bajar me encontré a Brandon comiendo un emparedado, solté una carcajada que pudo ser oída por las casas vecinas, cuando termine de reírme pude ver la cara de enfado de Brandon.

Comí algo mientras Brandon miraba la tele, en la posición en la que se encontraba pude examinarlo mejor, encontrar alguna falla pero no encontré ninguna, era guapo, musculoso, lo que toda tía o tío quiere “Seguro que tiene alguna falla, todas las personas tienen” me dije a mi mismo mientras llevaba mis trastes al lavavajillas. Le avise a Brandon que nos íbamos, cogí mis llaves, mi cartera y mi móvil, estuve a punto de dejarle una nota a Iván pero me arrepentí. Salí después de Brandon viendo que no me faltara nada, cerré la puerta y nos pusimos a andar.

Esteban

Desperté sin nadie a mi lado, solo un hueco en la cama que informaba que alguien había estado acostado a mí ahí. Salí de la habitación en bóxer, haciendo que la erección matutina se marcara en estos. Podía oír el sonido de algo cocinándose (o eso me suponía que era) en la planta de abajo, no estaba seguro si encontraría ahí a Adair o a alguien más, pero no me importo, baje las escaleras sintiendo el piso frio en mis pies. Al llegar a la planta de abajo podía oír mejor el ruido de algo freírse, empecé a caminar hacia la cocina, mis pasos fueron amortiguados por la alfombra que cubría casi la totalidad de aquella estancia, mi corazón latía a mil por hora, por cuanto más me acercaba más el miedo crecía por no encontrarme a Adair ahí. Pero el miedo se fue cuando en la lava traste lo vi, iba vestido con la camisa de anoche desabrochada e igual que yo iba con los bóxers puestos. Me fui acercando hacia el procurando no hacer ruido hasta que…

-          Hola – le dije mientras me posaba por detrás y le daba un sutil beso en el cuello. No opuso resistencia pero sentí como se tensaba un poco.

-          ¡Buenos días!, bueno ya está listo el desayuno o comida por la hora que es, claro si quieres comer porque no se…

-          Claro que quiero desayunar, claro si es contigo – no le deje terminar su oración, claro que quería desayunar con él.

-          Bueno, vete a sentar que enseguida te llevo el desayuno.

Me fui al comedor a esperarlo, estaba feliz o algo así no sabía cómo explicarlo. Pero todo eso cambio cuando vi brillar su teléfono, lo acerque y vi en la pantalla la foto de él y una chica besándose, lo único que sentí fui que todos mis ánimos se iban hasta el piso.

Iván

Después de la escuela decidí irme a mi casa, quería ir a casa de Brandon pero no quería ser muy posesivo o algo así. Llegue a mi casa y tampoco se encontraba Joaco, esto si era extraño ya que si salía siempre me dejaba una nota pero esta vez no lo hiso, decidí ir por algo de comer y empezar a hacer mi tarea.

Joaco

Recorrimos unas cuantas pastelerías y por fin decidimos en encargar un no muy ostentoso pero rico. Estaba caminando cuando  volteo y no veo a Brandon alado mío, gire mi cabeza por todo el lugar y mi sorpresa fue verlo en una tienda de regalos viendo atreves del aparador. Donde me encontraba podía ver que miraba muchos osos de peluche.

-          ¿Planeas comprarle eso? -  le pregunte mientras me acercaba.

-          ¿Qué pero que dices? Yo no…

-          Por favor se que ustedes dos son novios, bueno lo intuí porque la verdad no me dijo que eran novios – le dije

-          Bueno, es por eso que me ¿pediste que te acompañara?

-          Así es – a veces hablar con Brandon provocaba en mí un nudo en la garganta – mira lo único que te digo que se conformara con lo que le regales, en especial si se lo dio su novio.

Seguimos caminando, si antes la conversación era mínima ahora no había nada. Brandon se despidió de mi estrechándome la mano y mientras se subía a un taxi. Mientras caminaba a casa me puse a pensar acerca del regalo para Iván, ya tenía su pastel pero no su regalo, tenía muchas sugerencias pero ninguna me convencía, para empezar ni si quiera sabía si aceptaría algo por parte mío.

Entre más caminaba la noche iba apareciendo, el aire tibio de la tarde empezó a desvanecerse para transformarse en el aire fresco de la noche, ya sabía que regalarle.

Antes de llegar a casa pude ver el resplandor del televisor por la ventana. Al entrar a casa un bulto en el sofá me informo que Iván se encontraba ahí, me acerque y para mi sorpresa fue que estaba dormido. Me encantaba verlo así, tan tranquilo y sin preocupaciones. Lo tome en brazos y lo cargue para llevarlo a su habitación, se movió un poco en mis brazos pero no dio señales de despertarse. Lo recosté en su cama por debajo de las cobijas, al voltearme pude ver que algo en su escritorio, junto a un montón de libros regados, brillaba. Al acercarme vi que era su celular, el cual le estaba avisando que era un mensaje nuevo, quería abrirlo, pero no sabía porque no me gustaba espiar en las cosas ajenas pero tenía la necesidad de ver que ponía, desbloque el celular y lo mire

“Mi amor, perdón por no ir a la escuela hoy, te extrañe todo el día, tengo ganas de abrazarte y de estar contigo…te amo. Atte.: Brando.”

Una sonrisa se dibujo en mi rostro pero también sentí como una lagrima resbalaba por mi mejilla.

Esteban

Deje el celular donde estaba mientras que Adair salía de la cocina con dos platos en las manos.

-          Bueno espero que te guste, es pescado frito – me dijo depositando el plato enfrente mío

-          Así, gracias

No podía comer sentía un nudo en la garganta, no podía sacar la imagen de ellos dos de mi cabeza. El estar con él se me hacia algo incomodo, quería salir de ahí, nunca me había sentido así por alguien.

Al terminar de comer, subí como loco a la habitación de Adair, cogí mi ropa y salí de la casa sin despedirme de él. Ya en la calle maldecía el momento que lo conocí. Llegue a casa de Brandon y me encerré en mi habitación.

Iván

Al sonar la alarma de mi celular pude ver que me encontraba en mi habitación, no sabía cómo había llegado pero me encontraba ahí, al llegar donde mi celular se encontraba pude ver que había abierto un mensaje de Brandon, lo leí y una enorme sonrisa se dibujo en mi cara.

Me apure a bañarme para salir al colegio, quería verlo, tenía que verlo. Salí del baño y fui a escoger mi ropa, y ya cuando le tenia oí mi celular vibrar, fui a ver de qué se trataba y me encontré con otro mensaje de mi novio

“Mi amor…buenos días, quiero decirte que eres la persona más maravillosa de este mundo y también que…feliz cumpleaños Iván, creíste que se me iba a olvidar jaja pues no. Te amo.”

Me vestí y salí corriendo a la cocina, cogí una fruta y un vaso de jugo pero una voz me detuvo antes de llegar a la puerta.

-          ¡Iván! – voltee y vi a Joaco en el marco de las escaleras, poco después se venía acercando a mi – ¡Feliz cumpleaños! – me dijo dándome un beso en la mejilla, lo que provoco que me sonrojara – vete con cuidado quieres – se dio medio vuelta y subió las escaleras

Al salir de casa fui inconsciente de que mientras caminaba llevaba la mano en la mejilla donde Joaco me había dado aquel beso, aquel beso provoco en mi algo que…no sabría cómo explicar. Cuando me di cuenta ya estaba dentro del salón de clases, le di mucha importancia a lo del beso que ni siquiera espere a Brandon en la puerta. Recargue mi barbilla en mis brazos mientras esperaba a que llegara Rafa o Brandon, pero en lugar de eso vi entrar a un tío algo fornido, de piel bronceada y cabello entre negro y café, nuestras miradas se cruzaron por un segundo y en seguida emprendió paso hacia donde yo me encontraba.

-          Hola, eres ¿Iván? -  me pregunto cuando estuvo enfrente de mi

-          Emm si ¿por?

-          Hola me llamo Esteban, soy amigo de Brandon.

Así que él era el amigo de Brandon, el que había faltado casi toda la semana a clases, el que en la mirada tenía una tristeza de mil mundos, ese era Esteban.

Esteban

No tenía ganas de levantarme, ni de ir al colegio ya que había faltado casi toda la semana. Quería quedarme con mi dolor pero Brandon del otro lado de la puerta me hiso levantar de inmediato, el cabrón tocaba como loco la puerta.

-          Buenos días, te desperté – me dijo el muy hijo de puta.

-          No ya estaba despierto, pues si joder pero bueno ¿Qué quieres? – le pregunte un poco cabreado

-          Emm bueno, pues bueno debo hacer unas cosas y quisiera pedirte un favor si no es mucha molestia.

-          Pues tu dirás

-          Pues mira quiero que en el colegio busques en el salón a esta persona – Brandon me enseño una fotografía de un chico muy mono.

-          Y ¿Qué quieres que haga cuando lo encuentre?

-          Bueno que pases tiempo con él, bueno es que es mi novio y…

-          ¿Qué tienes novio?, joder pero porque no me habías dicho tío

-          Pues tu que nunca llegas jaja, pero te lo cuento al rato, bueno como te decía hoy es su cumpleaños y debo ir por unas cosas

-          Bueno vale, te ayudo solo porque eres mi mejor amigo vale, y como se llama mi cuñado.

-          Se llama Iván, y no se te olvide que te toca Literatura, puedes coger mis libros del escritorio, también está ahí el horario, bueno te dejo que me piro vale.

Brandon se fue como alma que lleva el diablo, no me quedaba de otra que ayudar a mi amigo y bueno y serviría para conocer a mi cuñado. Me desvestí y salí en bolas hacia el baño, abrí la llave de agua fría y me zambullí en el chorro de agua, mis manos recorrieron mi cuerpo fornido pasando por todos. Los movimientos de mis manos en mi cuerpo me provocaron una erección, mis manos bajaron de mis trabajados bíceps a mi polla erecta la cual sujetaron como una prisionera, empecé un movimiento lento y suave, cerré los ojos para relajarme pero en mi cabeza se dibujo el rostro de Adair, el cual me miraba mientras se besaba con aquella tía, pare por un momento pero no me importo, volví a cerrar los ojos y esta vez los movimientos fueron mas rápidos, valiendo culo que aquella imagen volviera a materializarse en mi cabeza. Me recargue con una mano en la pared de la ducha mientras me retorcía por el placer que provocaba la paja, en mi mente se volvió a dibujar la imagen de Adair pero no me importo, aumente la velocidad de la paja haciendo que gimiera como un perro, sentí que había acabado cuando sentí que cuatro tallasos de lefa salían de mi verga semi-erecta. Termine de bañarme y salí del baño.

Escogí mi ropa para el colegio, tenía que estar presentable para presentarme con el novio de mi amigo. Cuando estuve vestido fui a la habitación de Brandon y cogí el horario de clases junto con los libros que tocaban, baje las escaleras y entre en la cocina donde desayune algo antes de irme. Al salir de la casa pude sentir el fresco aire matutino golpearme la cara, me desabroche la chamarra que llevaba puesta dejando así ver la camisa de cuello v que dejaba ver la línea que dividía mis pectorales. Al llegar al colegio pude ver que algunas tías me miraban al pasar, pero también veía que unos cuantos tíos me volteaban a ver por lo bajo, como no sabía en donde quedaba el salón de Literatura opte por preguntarle a alguien, la tía a la que pregunte me dio las  referencias algo nerviosa, cuando me di media vuelta pude oír las risas que provenían del grupo donde se encontraba aquella tía.

Al llegar al salón de clases pude ver que el típico grupo de chavales que entra cuando el profe llega se encontraba afuera, pase de ellos no sin antes recibir unas cuantas miradas. En la puerta del salón busque con la mirada a Iván, el cual lo vi recargado en sus brazos sobre su pupitre, era guapo el tío en persona la verdad. La mirada de Iván y la mía se cruzaron por pocos segundos, pero esos segundos bastaron para que entrara en confianza y poder llegar a su lugar.

-          Hola, eres ¿Iván? -  le pregunte al llegar a su lugar, aunque ya sabía que era el pero no podía llegar y decirle “hola Iván”, ni siquiera nos conocemos.

-          Emm si ¿por?

-          Hola me llamo Esteban, soy amigo de Brandon, bueno creo que Brandon no vendrá hoy así que bueno me ha pedido que te cuidara por él, claro si no es mucha molestia.

-          No por su puesto pero ¿Por qué no vendrá Brandon? – me pregunto con una cara llena de ternura

-          No me dijo, solo dijo que no podría venir y que cuidara de ti.

No protesto pero vi que en su semblante cambiaba de feliz a algo triste. Antes de que me sentara en la banca de alado de Iván llego un tío algo delgado que se sentó alado de él, lo siento pero yo aquí voy. Al entrar la maestra en el salón todos se fueron a sus sitios, solo dejaron dos lugares vacios y así que fui al lugar que más cerca me quedaba. Al sentarme la chica que estaba detrás mío no dejo de mirarme en ningún momento. La maestra paso lista y cuando llego conmigo me dijo que tendría que ponerme al corriente con los apuntes de clase. Y la clase empezó, la verdad es que nunca me gusto ir al colegio. Sentía que alguien me tocaba mi hombro, al voltearme la chica que estaba detrás de mí, con una sonrisa picara, me observaba.

-          Hola ¿cómo te llamas guapo – así o mas zorra no podía ser

-          Emm, Esteban – le conteste con un tono de voz de desintegración

-          Bueno, pues ya nos veremos por aquí – diciéndome esto acariciándome con un dedo el rostro mientras se mordía el labio inferior, me voltee sin darle mucha importancia.

Las horas pasaron y aquella tía ya estaba portándose algo hostigosa, por lo que decidí acercarme a Iván y su amigo. Al verme su amigo puso mala cara pero Iván me recibió con una fuerte sonrisa.

Joaco

Estaba mirando la televisión mientras comía fruta, iba a ir por el pastel hasta más tarde así que mientras me relajaría un poco. Pero ese estado de relajación fue interrumpido por el sonido de la puerta que me decía que alguien  estaba afuera tocando, me levante y fui a abrir, y cuando abro me llevo una gran sorpresa ya que la persona que se encontraba afuera tocando era este…Brandon.

-          Hola, ¿puedo pasar? – me dijo el chaval

-          Si claro pasa – me hice a un lado para que el pudiera pasar. Ya adentro le ofrecí algo de desayunar, pero no quiso - ¿Qué haces aquí?, el pastel es un poco más tarde.

-          Si lose, es que quería que…quería que me ayudaras a…bueno e escoger el regalo para Iván, sé que es una locura pero tal vez tu le conozcas mejor que yo y…

-          Pero tú eres su novio

-          Lose, pero tengo esa sensación de que no le gustara o no se

-          Pues mira te puedo aconsejar, pero el regalo lo compras tu – no dijo nada solo asintió mientras veía hacia un punto indefinido – pues vale deja ir por mi móvil y nos vamos que será una tarea algo larga

Subí a mi habitación y cogí mi móvil, no sin antes enviar dos mensajes, los cuales fueron contestados al instante.

Iván

Y otra vez no había venido Brandon, pero había venido su amigo Esteban, creo que así se llama. Estaba con Rafa caminando, ya antes me había felicitado por mi cumpleaños, dándome como regalo un pequeño peluche con un muffin con una velita como pastel, la verdad es que su detalle me gusto mucho, pero yo esperaba otro de alguien más. Íbamos riendo cuando por enfrente se detiene Esteban con una sonrisa en la cara.

-          Hola chavales ¿Cómo están? – nos pijo poniéndose en medio de ambos y pasando sus brazos por nuestros hombros.

-          ¿Qué quieres tío? – dijo a la defensiva este Rafa

-          Tranquilo Rafa – le dije – el es amigo de Brandon

-          Así es tío, tranquilo que no quiero nada con él, si es por eso que estas flipado

-          Ah, así que eres amigo de Brandon, bueno lo siento pero pensé que querías pretender a Iván

-          Jaja tranquilo, nunca podría bajarle el novio a mi mejor amigo, aunque no hay que negar que es mono – diciéndolo mientras me daba un beso en la cabeza. El móvil de Esteban sonó y se alejo para contestar.

-          ¿Por qué no me habías dicho que era amigo de Brandon?, yo armando una fiesta pensando que te quería ligar para que saliera con esto

-          Bueno pues es que no encontré el momento adecuado perdón

-          Oigan ¿tienen algo que hacer esta tarde después de clases? –nos dijo Esteban mientras regresaba de hablar.

Brandon

Entrabamos y salíamos de diversas tiendas, había escogido muchas cosas para él, pero no había comprado nada aun. Le había hablado a Esteban para que me diera tiempo de escoger el mejor, quería sorprenderlo, quería que mi regalo sea el mejor de todos.

Axel

No sabía cómo mirar ahora a Joaquín, después del polvo que nos echamos le había dado muchas vueltas a ese asunto, le quería de verdad le quería pero no sabía cómo reaccionar después de lo que sucedió en aquel baño. Sonó mi celular que se encontraba encima de la mesa de centro de la sala, lo cogí y leí el mensaje que me había mandado este Joaco

“¡Hey!, Axel hola, bueno solo quería saber si quisieras acompañarme, bueno a mí y al novio de Iván por su pastel, ya que hoy es su cumple y bueno también quisiera para aprovechar para hablar contigo, bueno avísame por favor, te veo a las 7 en el centro.”

Lo pensé por un momento, sabía que por un lado tenía que arreglar las cosas pero por otro no sabía si volvería a ser igual, pero lo debía intentar aun así. Le respondí el mensaje diciéndole que aceptaba. Tenía miedo pero tenía que afrontar todo eso.

Adair

Recibí un mensaje de Joaco diciendo que entrara en su casa con la llave que estaba en el farol de la entrada para darle tiempo de ir por el pastel de Iván, y así lo hice, salí de casa como eso de las cinco de la tarde y me dirigí a la de Joaco, al llegar a ella cogí la llave que estaba pegada en la parte trasera del farol con cinta, la metí en la cerradura y abrí la puerta. Al entrar, la casa se encontraba desierta, “¿será que tengo que decorar un poco?” pensé, pero mejor decidí ir por un obsequio para Iván, ya que prácticamente estaba invitado a la fiesta. Entre a la primer tienda de regalos que encontré, compre una pequeña caja de chocolates y salí de ahí con un regalo en mano, sabía que no era algo ostentoso pero me serviría para acercarme a él. Al volver y entrar en casa de Joaco vi que ya había llegado Iván, pero no iba solo estaba con un amigo de él y…Esteban.

Axel

Cuando llegue al centro, Joaco y el novio de Iván ya me estaban esperando, estreche la mano de este último antes de dirigirme a Joaco, podía sentir mi corazón acelerarse cuando estuve a centímetros de él, quería salir de ahí corriendo y perderme en la oscuridad de mi ser, pero todo cambio cuando Joaco se acerco a mí y me tomo de los hombros diciéndome “gracias por haber venido amigo, por cierto tenemos que hablar sobre algo tu y yo”, al escuchar esto mi ser se tranquilizo pero solo un poco. Caminamos hacia la pastelería donde habían encargado el pastel, podía ver que Brandon traía consigo una bolsa de regalo al grande, “seguro que el regalo para Iván”.

Dentro de la pastelería se sentía fresco, el cual provoca varios escalofríos por mi parte. Joaco se acerco al mostrador y entrego un ticket o algo así, la mujer que atendía dio media vuelta y se perdió de nuestras vistas, no tardo ni diez minutos en volver con una caja con el logotipo de la pastelería en manos. Joaco tomo la caja por debajo y le entrego a la señorita el dinero. Salimos del establecimiento, afuera estaba templado a comparación del aire que estaba dentro de la pastelería, pero aun así sentí un fuerte escalofrió.

Esteban

Mis ojos miraban a esa persona, la persona que quería olvidar, me di media vuelta pero sentí que algo me detenia.

-          ¿Podemos hablar? – me dijo mientras intentaba ponerme de frente suyo

Joaco

Por delante nuestro caminaba Brandon, con la bolsa que contenía el regalo de Iván, no pude evitar sonreír “ese tío en verdad quiere a mi Iván” pensé. Voltee a ver a Axel, el cual caminaba junto a mí, tenía que arreglar lo sucedido en el bar, así que empecé por romper un poco el silencio que nos rodeaba.

-          Bueno, Axel, de nueva cuenta gracias por venir – fue lo primero que se me ocurrió decir

-          Pues eso es lo que hacen los amigos

-          De verdad gracias – hubo un rato de silencio pero tenía que hacerlo – oye lo de la otra noche

-          No importa, fue culpa del alcohol, de verdad fue algo que no tenía que pasar – me dijo él con la cabeza abajo

-          Pero oye, yo se que yo a ti… - no pude terminar la frase. Algo frio y redondo se poso en mi espalda, lo que hiso que me detuviera al instante. Brandon con el teléfono en mano se giro para ver lo que sucedía. Algo iba a salir mal, lo sentía. Esta era la primera vez que sentía miedo, pero un miedo de muerte.

Axel

¿Creen en las premoniciones?, pues yo no hasta ahora. Sabía que algo iba a suceder al salir del establecimiento pero no le quise prestar atención, no la suficiente para girarme y ver que alguien nos seguía.

Iván

Estaba algo nervioso o interactivo no sabía muy bien, Esteban y Adair se habían desaparecido de mi vista y no sabía a dónde se habían ido. Saque mí móvil del bolsillo y marque el numero de Brandon. Beep, beep, sonó tres veces y por fin contesto

-          Hola mi amor, ¿Qué pasa?

-          Nada solo quería oír tu voz – le dije con una gran sonrisa en el rostro

-          Bueno, espero que estrés en tu casa porque voy a darte una sorpresa.

-          Enserio bueno te estaré esperando aquí

-          Bueno solo que… - la conversación se detuvo

-          ¿Brandon?, ¿Hola? – pero nadie contestaba, solo podía oír una discusión al otro lado del teléfono.

Gritaba y gritaba el nombre de mi novio, pero él no contestaba, sentía mi corazón acelerarse, mis extremidades temblaban, sentía que me falseaban pero me mantuve en pie. Sentía mis ojos humedecerse, quería salir corriendo y llegar a donde Brandon se encontrara pero sabía que era imposible. La discusión aumentaba de tono, podía oír la voz de mi novio y la de otras personas más, tenía miedo poro mantuve como pude le teléfono pegado a mi oído.

De un momento a otro un fuerte estruendo retumbo por la bocina del móvil, aquel estruendo me hiso pegar un fuerte grito. Sentí las lagrimas surcar mis mejillas. Caí al piso, sentí unas manos sostenerme, como pude volví a pegarme el móvil al oído. “Beep”, “Beep”, era lo único que podía oír al otro lado del teléfono.