Nuestras vacaciones, un cambio de actitud
Las vacaciones pueden ser muy morbosas, y mas si mi mujer decide cambiar sus actitudes sexuales
NUESTRAS VACACIONES, UN CAMBIO DE ACTITUD
Antes que nada, quiero presentarme, mi nombre es Juan, tengo 39 años, y estoy casado con Ana. Somos una pareja muy normal, pero con una actividad sexual alta, ya que no nos privamos de realizar todos los juegos que nos pasan por la cabeza, eso si, entre nosotros dos.
Tenemos unos amigos, con los que compartimos muchos fines de semana, y también las vacaciones, siempre que podemos. Con ellos existe una franqueza total, conocen toda nuestra actividad sexual sin ninguna laguna, al igual que conocemos la suya. Son muy parecidas, aunque con algunas diferencias importantes, por ejemplo, a los cuatro nos gusta asistir a playas nudistas, pero mi mujer se siente algo incomoda, sobre todo los primeros días de verano, después ya va perdiendo la vergüenza, al contrario que Nuria, que le encanta bañarse tal como vino al mundo.
Nuestra relación es totalmente franca, en verano compartimos apartamento, y no tenemos ningún tipo de vergüenza en entrar al servicio mientras uno de nosotros se ducha, o salir de allí totalmente desnudos.
Muchas veces le comentaba a Ana mi deseo de proponerles un cambio de pareja, pero ella se negaba rotundamente, es mas, siempre me hacia ver que a ellos tampoco les parecería bien, ya que si no, seguro que lo hubiesen comentado, o explicar alguna fantasía de este tipo.
Tanto Ana como Nuria, comparten una afición, que es la de masturbarse a solas, de vez en cuando, todos lo sabemos, incluso comentamos las fantasías que tienen, y les damos ideas que algunas veces les sirven de inspiración.
Un día, Jorge y yo, nos fuimos por la mañana de pesca, regresamos hacia las doce, con nuestro pequeño botín, ellas nos esperaban ansiosas, creímos que era por que tenían ganas de ir a la playa, estaban las dos vestidas solo con las braguitas, pero dijeron muy alegres que tenían que explicarnos algo.
Nos sentamos en el sofá, y empezó a hablar Nuria, diciendo que cuando se levantaron, desayunaron y Ana dijo con toda naturalidad que se iba a la habitación que quería masturbarse. Esta actitud no me sorprendió en absoluto, ya que tanto ella como Nuria, algunas veces nos dejaban diciendo que iban a hacerlo, y lo aceptábamos con normalidad, pues les conocíamos perfectamente. Entonces interrumpió Ana, diciendo que Nuria le dijo que ella también lo haría, pero antes quería ver un video porno. Se sentaron las dos en el sofá, vestidas solo con las braguitas, y a los cinco minutos ya estaban calientes. Ninguna de las dos quería irse a la habitación, ya que no podría continuar la película, a lo que Ana dijo, "Te importa que me masturbe aquí", Nuria no se opuso, con lo que fue a la habitación, cogió dos de sus consoladores, los puso en marcha, y empezó a masturbarse como si estuviera sola, Nuria no se perdió detalle, vio como primero se ponía un consolador que le acariciara el clítoris, entre este y las bragas, pero con esta pieza de ropa no pudo colocarse el segundo que le tenia que penetrar el coño, por lo que optó por quitárselas. Nuria estaba muy caliente, y también empezó a masturbarse, pero esta sin consolador, el trabajo lo hacia con sus dedos. Cuando Ana se corrió, Nuria estaba casi apunto, le pidió uno de sus artefactos, y lo aplico al clítoris, y con la mano libre se introdujo varios dedos en el coño, hasta que estallo su orgasmo.
Primero se sintieron raras, ya que era la primera vez que lo hacían viéndose, es mas, a Ana no le gusta ni tan solo que yo le mira, solo me lo permite en contadas ocasiones, pero después se dieron cuenta de que la experiencia les resultó agradable. Entonces yo propuse que la próxima vez nosotros asistiríamos, pero la idea solo le gusto a Jorge, ya que ellas dijeron que no.
Nos fuimos a la playa, entre bromas y cometarios, por la noche, después de cenar en un restaurante, fuimos a una discoteca donde bailamos hasta que cerraron. De vuelta al apartamento, como no teníamos sueño, empezamos a jugar una partida de parchís, solo de empezar, y como si fuera la cosa más natural del mundo, Jorge dijo: " Nuria y yo habíamos pensado en hacer un cambio de parejas, que os parece?". Yo di un si de repente, pero Ana no le pareció bien la idea, dio mil razones, que entre los tres rebatimos una a una, pero no hubo manera. Cuando ya lo dábamos por perdido, dijo "Mira, hacemos una cosa, convirtamos este juego en algo mas fuerte, y según como lo vea, mañana lo volvemos a plantear. Todos estábamos de acuerdo, ella misma puso las reglas, el que comiera una ficha a otro, que le pida algo que le haga, y si es de su mismo sexo, que pague la prenda su pareja.
La regla nos pareció bien, no puso ninguna limitación, con lo que estaba totalmente abierto. El primero en comer una ficha fui yo a Jorge, con lo que Nuria tuvo que pagar la primera prenda, yo no sabia hasta donde llegar, por lo que opte por no pasarme, le hice poner de pie, y le ordene que se dejara sacar su sujetador. Ella riendo facilito las cosas, ya que se subió la blusa para que le desabrochara el sujetador, y después se los saqué por delante. Cuando acabe, mi mujer me miro y dijo "No pensaba que fueras tan suave con las prendas". Este comentario me ayudo a ver que ella espera llegar lejos.
Siguió el juego, y Jorge le gano una ficha a su mujer, el le ordeno que se la chupara, sin mas, abrió su bragueta, y empezó a hacer una felación. Era muy suave, sabía lo que le gustaba, pero era lo mismo que me gustaba a mí, pude ver como se le ponía dura, por primera vez la calibré en este estado, la verdad es que no estaba mal de tamaño, Ana lo vio y seguro que pensó lo mismo. Al rato, mi mujer me dijo "ves como hay gente con mas imaginación que tu". La próxima ficha la perdió mi mujer de manos de Jorge, aquí quería llegar a ver que pasaba, Jorge le dijo: "Déjame tocarte las tetas". Ana estaba algo nerviosa pero sin rechistar se acercó a Jorge, se puso detrás de ella y entró las manos por debajo la blusa, vimos como le levantaba el sujetador y magraza las tetas, primero ella parecía fría pero poco a poco su cara pasó a ser de placer.
La siguiente en ganar fue Ana a Jorge, ahora seria ella la que tenía que coger la iniciativa, se lo pensó un momento y dijo "te voy a tocar la polla". Jorge le se levantó y Ana, des de atrás, aflojo su cinturón lo suficiente para que su mano entrara en los pantalones y muy despacito introdujo una mano hasta llegar a la polla que acarició con autentica pasión y cara de deseo.
Cuando Jorge se sentó vimos el bulto que tenia en los pantalones.
El siguiente ganador fui yo sobre Nuria, y como una de las reglas era no permitir hacer dos veces una misma prueba, no podía tocarle los pechos, pero si su coño. Le hice poner de pié, con las piernas semiabiertas, entré la mano por debajo de la falda hasta llegar a las braguitas, después de acariciar un poco por encima de estas, las aparté y acaricié directamente el coño, jugando con su clítoris y introduciendo un dedo dentro, Nuria me pidió que lo dejara o si no se corría allí mismo.
Ahora era Nuria la ganadora, y yo la victima, ella no se cortó nada, se sacó la falda, se bajó las braguitas, se tumbó en el sofá y me dijo: "ahora acaba con la legua lo que has empezado". No me hice rogar, me puse entre sus piernas y aplique un masaje con la lengua a su clítoris junto con introducir un dedo en el coño que provoco sus espasmos y corrida en menos de un minuto.
La siguiente jugada la ganó Ana contra Jorge, creía que las cosas que podía hacer se estaban acabando, pero ella me dijo que tenía poca imaginación. Hizo sentar a Jorge en el sofá, este obedeció, Ana se puso de rodillas entre sus piernas y le desabrochó los pantalones, Nuria le recordó que lo de chapársela ya estaba hecho, pero mi mujer dijo que nos limitáramos a mirar. Siguió con la maniobra y le sacó los pantalones dándomelos a mi, pero después bajo sus calzoncillos quedando su polla al aire que ya estaba (o seguía) dura. Ana se levantó y desabrochó y sacó la falda, pero también se saco las braguitas, ambos quedaron desnudos de cintura para abajo, no sabíamos como se desarrollaría aquello, Ana no nos dio tiempo a especular, se puso con las piernas abiertas encima de las piernas de Jorge y cogiendo la polla de Jorge se la introdujo poco a poco en su coño. Nuria y yo nos mirábamos alegres por lo rápido y bien que había ido aquello mientras Ana cabalgaba encima de la polla de Jorge, este acabó de desnudarla sacándole la blusa y el sujetador para jugar con sus tetas.
Unas cabalgadas mas tarde, Ana, con cara de vicio, se gira a donde estamos y nos dice: "iros a una habitación y dejadnos solos".
Cogí por la mano a Nuria y la llevé a nuestra habitación donde pasamos toda la noche follando oyendo de fondo los gritos de Ana hasta que el cansancio nos venció y nos quedamos dormidos.
Ya tarde por la mañana me desperté, Nuria seguía a mi lado desnuda y al oírme mover se despertó. Comentamos lo bien que había salido todo y lo bueno que era aquello, salimos de la habitación y sorpresa, Jorge se estaba follando a mi mujer por el culo en la mesa del comedor, aquella visión acabó de excitarme he hice poner a Nuria a su lado, lubriqué un poco su culo y al lado de su marido le penetré por este agujero mientras acariciaba su coño, el resultado final fue un orgasmo a cuatro ya que todos nos corrimos a la vez.
A partir de aquel día, hemos repetido este intercambio tres o cuatro veces al año, una de ellas es por vacaciones donde nos comportamos como auténticos libertinos y resulta difícil saber quien es la pareja de quien o saber con quien dormirás aquella noche, incluso si dormirás acompañado ya que hemos llegado a que yo estuviera con las dos mujeres, o que fuera Jorge quien lo estuviera, y el otro (o la otra) dormir solito)