Nuestras locuras

Somos una pareja de caracas-venezuela que nos encantan las situaciones bien morbosas.

Hola amigos, desde hace tiempo que no escribimos nada para esta maravillosa página y es que en realidad estábamos muy ocupados, ya saben cerca de la época decembrina y el trabajo agobia, pero eso no significa que no hayamos hecho nada, por que si hemos hecho y acá les escribo para comentarles una de ellas.

Como ya todos saben, mi nombre es Elena, estoy casada desde hace ya algunos años, tengo 34 años y para los que no lo saben, soy de Caracas-Venezuela, mido 1.75 de estatura, de ojos color miel, cabello castaño claro muy liso, morena clara de piel, y con pecas en la cara.

Soy flaca, delgada sin estar en el hueso, mi trasero es grande como buena latina, de piel suave, mis senos son pequeños, talla 34 y mis cuquita esta siempre afeitadita sin un solo pelito y se me moja con mucha facilidad y me excito con mas facilidad aun.

Mi esposo tiene 36 años, es moreno claro también de ojos claros muy lindos y mide 1.82 de estatura, es de contextura atlética de cabello negro con algunas canas interesantes, de voz gruesa y profunda y normalmente dotado, 19 cms y medianamente grueso es muy morboso, le gusta el sexo crudo y hablar de cosas muy xxx, lo cual a mi me encanta ya que me mantiene en un estado perenne de excitación.

Bueno, al grano, les cuento que desde hace tiempo mi esposo y yo hemos estado muy liberales, el tiene aventurillas por allí y me las cuenta con lujo de detalles mientras hacemos el amor y eso me requetecalienta y yo trato de tener algunas por allí y también se las cuento con detalles y eso le pone el güevo de un rico que ni les cuento.

Hace poco el me decía que quería que yo tuviera una aventura y después le contara, pues lo hice.

Un día en que el estaba de viaje y yo particularmente caliente me metí en Internet a chatear y contacte a una pareja que querían un intercambio con otra pareja, yo les comente que estaba sola y bueno ¿que hombre va a desperdiciar tener a dos hembras para el? Así que quedamos en que esta noche nos conseguiríamos como a las 10, pero todavía eran las 6 de la tarde, así que seguí chateando y conocí a un chico y nos pusimos a hablar y quedamos en conocernos a las 7 de la noche y tomarnos unas cervezas juntos en La Candelaria.

A las 7:10 llegue al lugar de la cita, en realidad no me desagrado era un chico de 28 años, alto y fornido, y blanco muy simpático; nos tomamos unas cervezas y a la media hora me pidió ir a un hotel, le dije que no, que tenia un compromiso a las 10 de la noche, así que me dijo que por que no nos íbamos a dar una vuelta por allí en su carro, nos fuimos y al rato estábamos en el mirador de la cota mil y nos pusimos a hablar y a tomar unas cervezas que el había llevado.

El chico estaba muy caliente y en una de esas me dijo que si me podía dar un beso en el cuello, le dije que claro (yo lo deseaba desde hacia rato) así que me empezó a besar el cuello y a meter mano, al los pocos segundos me tocaba las tetas por debajo de la blusa y me pellizcaba suavemente los pezones lo cual hizo que se me pusieran durísimos y grandes; al rato me quito la blusa y me mamaba los pezones, le pasaba la lengua en círculos alrededor, yo estaba que me derretía e inevitablemente puse mi mano sobre su cierre, ¡Dios que bulto!! Que cosa mas dura y que se notaba tan grande, lo empecé a sobar a lo que me dice:

anda preciosa, vamos a un hotel, mira como me tienes –decía mientras echaba para adelante la cadera para que se notara mas el bulto ya de por si grandísimo-

te dije que no puedo es que estoy comprometida –le decía yo con voz de corderita degollada-

El siguió besándome el cuello y sobandome las tetas y a chuparme las tetas mientras su mano bajo a tocarme la cuca que ya la tenia súper caliente y mojada, el se dio cuenta y me dijo:

mira como estas, no me digas que no tienes ganas; coño la tienes súper mojada –mientras iba abriéndome el pantalón para bajármelo y tocar en directo mi palpitante cuca-

claro que tengo ganas –le conteste- pero es que tengo un compromiso a las 10 de la noche –seguía insistiendo yo.

Me siguió besando y mamando las tetas, hasta que me dejo solamente en mis pantaletas tipo tanga, ya que hasta el sostén me había quitado; menos mal que el carro tenia los vidrios ahumados y estábamos en un rincón del mirador ajenos a las miradas curiosas de extraños

Nos movimos al asiento trasero del carro y me empezó a mamar la cuca de una manera desesperada, apartaba la tela de la tanga y metía su lengua muy adentro de mi cuca, mordía suavemente mis labio vaginales y en menos de lo que canta un gallo estaba yo teniendo un orgasmo de esos que te hacen ver estrellas, me dejo temblando y en seguida me empezó a mamar las tetas…. Ufff que ganas tenía de que me metiera el güevo, tenia unas ganas locas de ser penetrada, me incorporé y le baje el pantalón, el se quito el interior y quedo antes mis ojos un güevo magnifico, duro, grueso, bien grueso, cabezón, y grande, tenia la cabeza mojada, se veía realmente apetitoso.

¿Ves como me tienes? ¿Me vas a dejar así? –me preguntaba con voz ansiosa y excitada-

Claro que no papito –le dije al momento que me inclinada y le pasaba la lengua por la cabeza mojada-

Ahhhhhh, vergaaaaa que rico –casi grito el cuando sintió que metía la cabeza mojada de su pene en mi boca-

Empecé a mamarlo, lentamente, como me gusta, lo presionaba suavemente con mis labios para que cuando entrara hasta mi garganta estuviera completamente pelada la cabeza d su güevo y así sentir esa cabezota mojada en mis garganta.

Con mis dedos acariciaba las bolas las cuales tenía completamente afeitadas, calientes y pesadas de la cantidad de leche acumulada en ellas, mientras le mamaba el güevo (cosa que me encanta hacer) el chico no se quedaba tranquilo, me masajeaba las tetas, me tocaba el culo y hasta metió un dedo en mi huequito trasero ¡¡que divino!!. Al rato, como a los 10 minutos, su verga se ensancho mas de lo que ya estaba y fue cuando me aplique a chuparlo más y más intensamente hasta que sentí un primer chorro de leche en mi boca, que cantidad tan grande, y luego otro y otro chorro mas, no se cuantos chorros de leche echó lo que si se es que trate de tragar todo ese semen caliente y delicioso que caiga en mi boca; parte de esa leche no la trague y rodó por su tronco hasta llegar a la base de los huevos una vez que me trague todo le pase la lengua por las bolas y el tronco hasta que le deje el güevo limpito, sin restos de semen mientras el solo gemía y gemía como un animal herido, gemía de de satisfacción. Le mame el güevo un rato más y después nos tomamos las otras cervezas yo estaba excitadísima, necesitaba un buen pene dentro de mi cuca y mi culito y claro que satisfice esa necesidad, pero si quieren que les cuenten díganmelo.