Nuestras experiencias (4)

Al hacerme amigo, de las doctoras de una clínica, me llevo a vivir aventuras nuevas, increíbles y excitantes.

NUESTRAS EXPERIENCIAS (4)

Este relato forma parte de una serie, para comprenderlos hay que leerlos desde el principio ya que algunos entrarán en diferentes categorías. (Los nombres son ficticios, las historias son reales)

Al hacerme amigo, de las doctoras de una clínica, me llevo a vivir aventuras nuevas, increíbles y excitantes.

CAPITULO 3

Las doctoras cachondas

Después de la broma que me organizó la Dra. Elena Chávez, para que sus colegas la Dra. García y La Dra. Rodríguez me revisaran los genitales, me invitó a desquitarme con ella. Después de revisarme y decirme que no tenía nada, me acariciaba los huevos con sus manos, mientras me lamía la verga muy rico, luego me dijo:

-Mira para que no me guardes rencor, –me dijo- esta vez tú vas a ser el médico y vas a hacer conmigo lo que tú quieras ¿te parece bien?

Me llevó a una sala o consultorio, donde había una cama con unos soportes, para que las mujeres suban los dos pies ahí. Que la verdad no se si son para partos o para exploraciones ginecológicas. Elena se quitó la bata, luego la tanga y el brasier, quedando totalmente desnuda. Se paró unos breves momentos frente a mí, para que viera su belleza en todo su esplendor. Se acostó en la cama, subiendo sus piernas a los soportes, quedando estas levantadas y abiertas mostrando toda su intimidad, fingiendo timidez me dijo:

-Doctor me puede decir que tengo

-Claro señora -dije fingiendo profesionalismo- Tiene unas piernas bellísimas, –le dije acariciándolas- también tiene una rica conchita perfectamente depilada, un monte de Venus suave, unos labios ricos que saben de placeres –dije abriendo los pétalos de su concha- humm también encontré un delicioso clítoris que ansía que lo toque con mi lengua, que lo bese, que lo acaricie. Metiendo un dedo en su concha, lamí su clítoris suavemente haciéndola estremecer

-Ay Dany así, mámalo rico papi

-¿Te gusta como te lo hago?

-Si lo haces muy bien

Luego separé sus nalgas, abriéndolas descubrí el ojo de su culo y lo lamí un rato, continuando después a lo largo de toda su rajada. Mientras con mis dedos hurgaba dentro de concha, la seguía mamando rico hasta hacerla tener un delirante orgasmo

-Ough que rico me hiciste venir papacito, ya métemela quiero sentir esa rica verga dentro de mi.

En esa posición estaba a mi disposición, abrí su cocho y de un fuerte empujón, sepulté toda mi verga en esa gruta hirviente. Era un volcán en erupción, una mujer sumamente ardiente, la seguía cogiendo fuerte, mientras apretaba sus senos fuertemente. Ella me mordía los nudillos, anunciando la llegada de un nuevo orgasmo, empujó fuerte sus caderas hacia mí, para hacer mas profunda la penetración, hasta venirse en un prolongado orgasmo. Cayendo desmadejada soltó su cuerpo respirando agitadamente, yo no había tenido mi orgasmo y seguía moviéndome despacio dentro de ella, así como estaba de flojita abrí sus nalgas y tallaba mi verga alrededor de su ano, empujé firme y despacio hasta tener mi glande alojado en su culo ella dio un quejido fuerte.

-Despacio amor la tienes muy gruesa, haz que lo disfrute, culéame rico por favor

Con los líquidos que escurrieron de su concha, estaba mas que lubricada, por lo que fui arremetiendo contra su esfínter, hasta meter mas de la mitad. Lentamente seguía entrando mi verga, hasta que solo quedaron mis huevos colgando afuera de ese tremendo culo. La tomé de las manos y afianzándome en ella me moví suavemente hacia adentro y hacia afuera, ya más acostumbrada al pequeño invasor ella lo pedía más fuerte.

-Así dale fuerte, métemela toda mi amor, así fuerte lléname el culito de leche así agh hum

Terminamos en un orgasmo simultaneo, me quede descansando en su vientre unos minutos, mientras agarraba aire y después seguimos cogiendo en toda la noche, hasta quedarnos dormidos. Nos despertaron los ruidos, de gente en movimiento afuera en la sala de espera, eran las 7 A.M., era la entrada del personal del siguiente turno y pacientes en espera de entrar a consulta. Aunque me lavé la cara, no creo haber podido ocultar la cara de desvelado y adormilado que llevaba, al salir entre toda la gente, que me veía con incredulidad. Ella se cambió y maquilló para salir unos minutos después, para entregar el turno a sus compañeros.

Días después, en que acudí un sábado en la noche, a tomarme unas cervezas en un bar, donde a veces encontraba a unos amigos, vi que en una mesa estaba la Dra. García y la Dra. Rodríguez, al verme entrar hablaron entre ellas riéndose, me dirigí a su mesa saludándolas

-Hola, buenas noches, como están las doctoras mas pícaras de la clínica.

-Bien Sr. Daniel, ¿gusta sentarse con nosotras? –dijo una de ellas sonriente-

-Por supuesto, es un placer, pero quítame el señor, para ustedes soy Daniel nada más

-Mucho gusto yo soy Patricia Rodríguez y ella Rocío García

-Pues mucho gusto, creo que ustedes ya me conocen mejor –dije sonriendo-

-Ja, ja, ja rieron estruendosamente

-¿Les puedo invitar algo de tomar?

-Si claro por que no

-¿Y de quien fue la idea de la broma puedo saber?

-De ella, dijeron las dos señalándose y riéndose

Después de estar conviviendo y tomando copas, ya pasaba de la media noche, cuando me dijeron que ya se retiraban y si las acompañaba a tomar un taxi, –les dije que a esa hora ya no pasaba ninguno-. Me pidieron que si las podría llevar en mi auto, ya que vivían juntas en un departamento, que estaba algo retirado del centro de la ciudad. Les dije que tan poco era posible, ya que mi auto andaba con la reserva de gasolina y a esa hora, tampoco había ninguna gasolinera abierta, pero si no les incomodaba las invitaba a quedarse en mi casa. Me preguntaron si no causaba ninguna molestia y les dije que ninguna. Llegamos a mi casa donde les invité otra cerveza y puse algo de música

-Si gustan cambiarse ahí tengo shorts y playeras, ustedes dos se quedaran en la cama y yo me quedaré en la sala

-No, de ninguna manera, no venimos a darte molestias

-De verdad, no es ninguna molestia háganme caso

-Bueno quédate con nosotras en la cama para no sentirnos mal

-OK de acuerdo, siéntanse como en su casa, si quieren bañarse o cambiar la música o lo que sea háganlo

-¿Lo que sea Dany? –dijo Rocío con sonrisa picara-

-Si, lo que sea con toda confianza, si gustan yo me voy a dar un baño.

Entré al baño y me estaba enjabonando, cuando entró Paty desnuda diciéndome

-¿Te puedo tallar la espalda?

-Por supuesto, si después me dejas hacértelo a ti

Se puso atrás de mí a tallarme la espalda, luego abrazándome por atrás me enjabono el pecho y después bajó sus manos a mi verga agarrándola deliciosamente. En seguida me volteé frente a ella tomando sus grandes pechos en mis manos, acaricié sus pezones, nos besamos, acariciándonos todo el cuerpo, cuando entro Rocío diciendo:

-¿No me invitan? calenturientos

-Por supuesto, bienvenida –le dije atrayéndola-

Paty le dio la bienvenida, recibiéndola con un beso –al parecer tenían mucha práctica-. Se abrazaron besándose apasionadamente, abrazándolas les acaricié sus nalgas, primero me besó Paty y luego Rocío a quien dejamos en medio para enjabonarla. Metí mis dedos en su concha que ya estaba bien mojada, mientras su amiga abrazándola de atrás sobaba sus pechos. Después nos enjuagamos para quitarnos el jabón y salimos del baño. Nos sentamos en la cama, yo en medio besando a una y a otra. Ellas me acostaron y mientras nos besábamos me acariciaban la verga. Paty se hincó a mamarme la verga, mientras Rocío se sentó encima de mi cara, poniendo su chocha totalmente depilada. La estuve lamiendo muy rico, haciendo que sus jugos resbalaran por mi cara, hasta que le provoqué un orgasmo placentero. Paty me acariciaba mis huevos y la ponía bien dura con sus mamadas y le dijo a Rocío:

-Ven querida esta verga está lista para que la montes.

Rocío se ensartó en mi verga, moviéndose frenéticamente. Paty también puso su panocha en mi cara la que chupé ávidamente. Rocío se vino escandalosamente al unísono conmigo y después, siguió chupando mi verga hasta dejarla limpia. Paty se vino chorreándome la cara con sus jugos, los cuales resbalaron hasta mis ojos, provocándome un ligero ardor y enrojecimiento, luego se dejó caer a un lado. Rocío seguía mamándomela suavemente, hasta que me la puso dura de nuevo, pusimos a Paty en posición de "perrito", Rocío se metió debajo de ella para chuparle su concha, mientras Paty se lo chupaba a ella. Abrí las nalgas de Paty para lamer su culo, después puse mi verga en la boca de Rocío, que alternaba sus mamadas entre mi verga y la concha de su amiga. Luego coloqué mi verga en la panocha de su amiga y se la dejé ir toda de golpe arrancándole un rico gemido.

-Ay Dany que rica verga tienes, dámela toda cariño.

Entre la rica cogida que le estábamos dando y las lamidas de su amiga en el clítoris, no tardamos en hacerla venir deliciosamente. Después me cambié y me puse frente a Rocío, que estaba boca arriba con las piernas abiertas, se la puse primero en la boca a Paty que limpió nuestros jugos, luego la talló en la raja de su amiga y también se la metí en su rico cocho. Luego se la sacaba para meterla en la boca de su amiga y la seguía cogiendo, hasta que también la hice venirse. Yo no tenía aun mi orgasmo, se la saqué y se la di a mamar a Paty que la chupaba golosamente y me dijo:

-Dany métemela por el culo, dame tu leche dentro de mi culo por favor

Me cambie de nuevo de lugar, volví a humedecer su ano con mi lengua, luego se la metí un poco en su concha para lubricar mi verga. Se la fui metiendo despacio en su delicioso y apretado culo, el cual estuve disfrutando brevemente, ya que no tardé mucho en derramar mi leche dentro de ella, hasta quedarnos dormidos como angelitos.

A la mañana siguiente, volvimos a hacer casi lo mismo, estuvimos cogiendo rico, luego las invité a desayunar a un restaurante y por la tarde las llevé a su departamento y quedamos de vernos en otra ocasión.

Seguía cogiendo de ves en cuando con las cachondas doctoras, seguía visitando a Elena en las noches que se quedaba de guardia, ya que como era casada no la podía ver de otro modo, en una ocasión hicimos trío en la clínica con ella y con Rocío y a veces me visitaban por separado en mi casa Paty o Rocío.

Como Paty y Roció, tan solo estaban haciendo su servicio en esa clínica, unos días antes que se fueran, (ya que las dos, venían de la misma ciudad, de donde yo vengo) les organizaron una fiesta de despedida dentro de la clínica, a la cual fui invitado. Cuando llegué estaban ellas tres y el Dr. Roberto Reyes un medico que venía a hacer su servicio en reemplazo de una de las doctoras a quien me presentaron y que me pareció una persona agradable, con la cual simpatizamos desde el principio.

Yo llevaba unas botellas de Brandy y refrescos, con los cuales empezamos a brindar los cinco, inventamos un juego de cartas, en el cual apostamos para ir perdiendo la ropa. Roberto se apenó un poco al principio, pero lo hicimos entrar en confianza rápidamente. Mas tarde la mayoría ya estábamos en ropa interior, Elena solo tenía puesta su tanga blanca de hilo dental, dejando ver sus ricos senos y sus inmensas nalgas. Paty ya había perdido el calzón y solo tenia puesto un sujetador de encaje negro, que sostenía sus grandes pechos. Roció aun conservaba su calzón y brasier, cuando le toco a ella, "darle" el siguiente castigo a Roberto que estaba en trusa al igual que yo, fue al lugar de el para bajarle el calzón. El con algo de timidez quería cubrir con sus manos su desnudez, pero no lo dejaron le dijeron que tenia que cumplir el castigo, Rocío se hinco frente a el y lentamente haciéndolo sufrir fue bajando la trusa de Roberto hasta las rodillas frente a ella quedo una verga un poco mas grande que la mía pero mas delgada, sin inmutarse, Rocío la tomó entre sus manos y le dijo a Elena volteándola a ver.

-Mire la cosota que le mandaron doctora.

Elena me volteó a ver nerviosa para ver mi reacción, o como pidiendo mi aprobación, yo solamente le sonreí y me encogí de hombros aprobando todo.

Ahí se terminó el juego, Rocío empezó a mamarle la verga a Roberto que solamente volteaba a vernos. Paty me bajo la trusa y se apoderó de mi verga la que empezó a mamar con gula, jalé del brazo a Elena y nos empezamos a besar mientras le acariciaba las tetas, después se hinco y entre las dos me daban una soberana mamada. Acosté a Elena en la cama para mamarle la pucha mientras Paty le mamaba las chiches, quien luego se agachaba a mamarme la verga. Levanté las piernas de Elena y se la metí despacio, mientras Paty se montaba en su cara, para que le mamara la concha. En el otro extremo, Rocío estaba parada recargada en el escritorio, mientras Roberto la cogía fuertemente por atrás. Yo me vine dentro de Elena y Paty se sumergió entre sus piernas, a mamarle todos nuestros jugos, mientras Roberto también inundaba de leche la concha de Rocío.

Después de ese episodio, seguimos tomando otras copas para recuperar fuerzas. Como a Paty todavía no la cogía nadie, le pidieron sus amigas que escogiera con quien lo quería hacer primero. Se nos quedó mirando a los dos hombres que había en la sala y le dije:

-No lo voy a tomar a mal Paty, además le concedo el honor a Roberto

-Gracias mi amor, no esperaba menos de ti –me dijo-.

Se empezaron a besar, acariciándose todo el cuerpo, Elena se hincó a mamarme la verga, mientras yo chupaba las tetas de Rocío. Acosté a Rocío en la cama, le abrí las piernas para lamer su pucha y su culo, Elena seguía mamando hasta que me la puso bien dura y me dijo:

-Ya métesela mi amor, dale una cogida a esta putita, para que no se olvide nunca de esta verga tan rica

-¿Ya la quieres Rocío?

-Ya papito, cógeme como tú sabes y espero que no sea la última cogida rica que me das

Levanté sus piernas y la empecé a coger sabroso, ella movía sus caderas aventándolas hacia mí. Elena le chupaba sus tetas mientras Rocío le metía los dedos en su concha, haciendo el ruido característico de una concha bastante húmeda. En otra esquina de la cama, Paty boca arriba recibía los embates de la larga verga de Roberto. Le di a Rocío unas metidas fuertes y profundas, haciéndola venir rico, pero seguía moviéndose hasta terminar de convulsionarse, por el orgasmo que estaba teniendo. Elena también se vino llenando la mano de Rocío con sus jugos. Como un equipo bien sincronizado, al mismo tiempo, Paty recibía en su interior, la leche de Roberto, quedando los cinco como desfallecidos, en la pequeña cama de hospital.

Luego de descansar otro rato las chicas comentaron que Elena aun no probaba la verga de Roberto y faltaba que ella le diera la bienvenida.

-Creo que ya fueron muchas emociones para una noche no creen –nos dijo-

-Vamos no te hagas de la boca chiquita te mueres por tener esa verga dentro de ti –le dije-

Recosté a Elena en la cama y abriendo sus piernas le dije a Roberto.

-Dr. Reyes yo no soy parte de la clínica, pero a nombre de ella le doy la mas cordial bienvenida. Vamos acércate, este culito está esperando por ti, además de que ahora a ti te toca con dos chicas

Roberto se acerco y con su lengua recorrió toda la entrepierna de Elena, luego se detuvo en su clítoris y dándole largas lamidas y chupones, que la hicieron gemir rápidamente. Roció se apodero de su larga verga, metiéndose lo mas que podía en la boca. Yo tenia a Paty, acostada en el escritorio boca arriba, totalmente abierta de piernas y recibía una mamada bien rica, le pasé mi lengua en todo el contorno de su concha, le daba unas lamidas largas, desde el clítoris hasta el culo haciéndola estremecer. Elena sentía como la verga de Roberto se abría camino en su concha y le pedía que se la metiera toda. Rocío haciendo malabares le acariciaba su pubis y trataba de meter la lengua en su clítoris o si no se agachaba a lamer los huevos de Roberto, mientras no dejaba de acariciar su propia concha. Yo puse a Paty parada, recargada con las manos en el escritorio, puse mi verga en su pucha y tomándola de los hombros, se la deje ir toda de golpe haciéndola gemir. Elena no dejaba de gritar que la siguieran cogiendo fuerte, que estaba por venirse y Roberto se la sacaba casi hasta la punta, para dejársela ir hasta el fondo y sintiera ella toda la longitud de su miembro. Paty me gritaba también, que estaba teniendo su orgasmo y aventaba sus nalgas hacia mi, hasta quedarse quieta. Los dos orgasmos, que ya había tenido yo anteriormente, iban a dificultar el que yo terminara muy pronto. Abriendo sus nalgas metí la lengua en su delicioso culito, después le tallé en mi verga en su apretado hoyo mientras sacaba jugos de su panocha para lubricar su ano y le pregunté:

-La quieres sentir en tu culito Paty

-Si Dany, dame una culeada rica como tu sabes

A pesar de ya haberla probado en otras ocasiones, no dejo de estremecerse, cuando la cabeza de mi verga traspaso su esfínter, dando un grito apagado.

-Si te duele te la saco –le dije-

-¡Nooo! No la saques papi, la estoy disfrutando mucho, méteme toda tu rica verga en mi culo

Elena que ya se había venido, le pidió a Roberto que terminara en su culo también, este la puso de perrito e hincándose atrás de ella, se la dejo ir toda en el rico culo de la doctora. Rocío se acostó de frente a ella, con las piernas abiertas para que le chupara la concha y Elena lamía el cocho de su amiga recibiendo en su culo el hirviente caldo de Roberto. Yo seguía atrás de paty culeandola fuerte y ella lo gozaba en verdad, cuando yo me detenía ella seguí aventando sus nalgas ensartándose sola en mi verga, la tomé de los hombros y de fuertes embestidas termine derramándome dentro de su culo.

Dejamos a Elena para que durmiera un poco y los fui a dejar a ellos a sus casas, Paty y Rocío me hicieron prometerles, que cuando fuera a su ciudad, no dejara de visitarlas o llamarles por teléfono y así lo hice después.

Se preguntarán, si en esa clínica no había enfermos, o urgencias que atender por la noche y les diré que no, era una población muy tranquila, en donde solo un par de noches en otras ocasiones, nos interrumpieron unas señoras que estaban en trabajo de parto y cuando había casos mas serios como cirugías o cosas así eran trasladados al hospital regional.

P.D. Pienso que la mayoría del personal, que trabaja en clínicas y hospitales (Médicos, enfermeros, asistentes, etc.) tanto hombres como mujeres son un poco mas abiertos o liberales en cuanto al sexo y se que en algunos grandes hospitales, las fiestas terminan en verdaderas orgías. ¿No piensan igual que yo?

CONTINUARÁ