Nuestras experiencias (1)

Proceso en que un matrimonio “normal” fue adquiriendo nuevas experiencias, inquietudes y fantasías por realizar hasta a llegar a cumplirlas con la ayuda de unos amigos y las consecuencias que tuvo.

NUESTRAS EXPERIENCIAS (1)

Este relato forma parte de una serie, para comprenderlos hay que leerlos desde el principio ya que algunos entrarán en diferentes categorías. (Los nombres son ficticios, las historias son reales)

Proceso en que un matrimonio "normal" fue adquiriendo nuevas experiencias, inquietudes y fantasías por realizar hasta a llegar a cumplirlas con la ayuda de unos amigos y las consecuencias que tuvo.

CAPITULO 1

Un matrimonio normal con inquietudes

Yo Daniel (es mi nombre real) tenía 21 años me dedicaba a trabajar como contador en una empresa importante (en un puesto no tan importante al principio), entrenaba tres días por semana y los fines de semana jugaba futbol, lo que me hacia tener un cuerpo fuerte, aunque no musculoso pero si con muy buenas piernas por el ejercicio, lo que le agradaba mucho a las mujeres.

Mi novia Laura tenía 19 años era una muñequita de rostro hermoso, blanca, de pelo largo castaño claro, de caderas amplias, con una cintura delgada y unas nalgas bien paradas que eran la atracción de cualquier hombre, aunque de pechos los tenia muy pequeños casi planos, era una mujer muy hermosa que llamaba mucho la atención.

Por circunstancias que tiene la vida nos casamos muy jóvenes yo creo que por pasión o inmadurez, mas que por amor, nos iniciamos como la mayoría con algunas carencias e incomodidades pero muchas ilusiones de salir adelante.

A pesar de que ya teníamos relaciones sexuales fue hasta el momento de vivir juntos que fuimos explorando nuestros cuerpos, aprendiendo a conocer las reacciones del otro y a tratar de experimentar cosas nuevas o perfeccionar lo que ya hacíamos, lo importante al principio fue la buena comunicación que teníamos (al menos en la cama) y que al momento de acariciarnos nos decíamos en que posición o en que parte de nuestro cuerpo o en que momento sentíamos un placer diferente, así ella se convirtió en la mejor mamadora de verga y yo el mejor mamador de coños.

No obstante que ella gozaba mucho cuando teníamos relaciones me di cuenta que hasta los dos meses de vivir juntos ella sintió su primer gran orgasmo, ya que aun cuando lo hacíamos hasta cuatro veces al día y siempre he tenido un buen control en mis orgasmos, fue a partir de ese momento en que ella sintió realmente placer en el sexo, como jóvenes que éramos todo se fue dando gradualmente, ya que las primeras veces una mujer inexperta no se deja hacer ni hace de todo, así que poco después me fue dejando lamer su ano y mucho después intentar penetrarla en su rico culo, el inicio fue doloroso ya que decía que tenia la verga muy grande y bastante gruesa –Que conoces otras? –No sabes que eres el unico hombre en mi vida, pero me lastima mucho. (Mide 18 centímetros y como 15 de circunferencia por lo que con el tiempo me han dicho que si es bastante gruesa).

Por la misma inexperiencia de los dos y el que ella se pusiera muy tensa cuando penetré su ano la primera vez, le dolió hasta el alma, la hice sangrar y le provoque un pequeño desgarre (aun lo conserva hasta la fecha) lo que le provoco molestias por varios días tanto para sentarse, como para defecar, por lo que el sexo anal fue retirado de nuestra agenda durante mucho tiempo y solo hacer mención de ello era causa de discusiones.

Aunque nunca la descuidé ni económica ni sexualmente hablando, sentimentalmente si la tenia abandonada ya que al ir escalando de puestos en la empresa tenía mas compromisos laborales y sociales, por lo que frecuentemente me iba de parranda, salía de viaje por cuestiones de trabajo y aparte empecé a salir con diferentes chicas de la oficina ya que siempre he sido inquieto en el terreno amoroso y buscaba emociones mas fuertes.

Ella se cansó un día y como a los cuatro años de vivir juntos me abandonó llevándose a mi pequeña hija de un año.

Poco me importó ya que yo andaba de romance con una chica muy guapa de la oficina así que no me sentí solo y tal vez necesitaba un poco de libertad a esa edad.

Me llevaba la niña a mi casa los fines de semana y nos veíamos como buenos amigos, me reclamó que por las vecinas se enteró que a los pocos días de salirse ella, llevé a mi nueva novia al departamento y muy digno le dije que no se metiera en mi vida, continuamos varios meses así la observé que cada día se ponía mas guapa y como iba a los aeróbicos su trasero se veía imponente, aun cuando mi novia era guapa no tenia un trasero como el de mi esposa, que me seguía gustando mucho, como siempre nos hemos tenido mucha confianza una vez le pregunté si ya tenia novio y me dijo que no, le pregunte si en todo ese tiempo (como seis meses) ya había tenido relaciones con otro hombre y también lo negó, le dije que no creía que una mujer tan guapa no tuviera siquiera un pretendiente –y me dijo-

  • Para que quieres saber de mi vida si parece que nunca te importó que me fuera además estas contento con tu soltería y con tu nueva novia no?

– No es eso, pero como siempre discutíamos mucho por cualquier cosa tal ves a los dos nos hacia falta darnos un tiempo no crees?

– Si tal vez, pero por ahora los dos somos felices y yo estoy muy tranquila

Eso me dejó una espinita clavada y la vi despedirse con su caminar muy sensual que ella tiene, moviendo sus inmensas nalgas ya que después de tener a la niña se puso mas guapa todavía.

A la siguiente semana que me llevó a la niña, llegó con su ropa de ejercicio la cual era entallada y le hacia ver su trasero mas levantado y su diminuta cintura, la invité a pasar para platicar un poco

– Que quieres hablar, creo que ya no tenemos nada que decirnos

– Si pero quiero saber que le hace falta a la niña y cosas así, ¿gustas una copa?

Nos tomamos algunas copas, después que la niña se durmió seguimos hablando de cualquier cosa hasta llegar al tema del sexo, le dije que se veía muy guapa que todavía no podía creer que no tuviera un novio o pareja

– Quieres saber la verdad?

Me dijo, como agarrando valor por las copas ingeridas

  • Si salgo con una persona

– Ah ya ves que si tienes novio

–No, no es mi novio, es solo un señor ya mayor como de 55 años que fue mi jefe hace unos años y como fui a pedirle de nuevo trabajo, me dijo que no tenía pero que lo esperara un momento en su oficina para ver si con sus amigos había algo, después que salió me dijo que me invitaba a comer para platicar, fuimos a un restaurante y después de terminar de comer pidió unas copas y yo me mareé un poco, salimos de ahí y nos fuimos en su auto yo iba recargada en el asiento por lo mareada y cuando me di cuenta ya estábamos entrando a un hotel le dije que eso estaba mal y que me sacara de ahí, me convenció que solo era para que me recuperara y llegara bien a mi casa, me acostó en la cama,

El alcohol le había soltado la lengua y yo con la verga bien parada la escuchaba muy atento

Luego se sentó a mi lado me decía que era una mujer muy guapa y que necesitaba de un hombre que la apoyara y que si yo quería el me podría ayudar mientras conseguía trabajo, mientras me platicaba me acariciaba el brazo y después se fue a mis piernas aunque yo le quitaba la mano el insistía y fue subiendo mi falda hasta llegar a mi entrepierna yo instintivamente las cerraba pero con delicadeza las fue abriendo, toco mi pubis y me sentía bastante excitada aun cuando con lo tensa que estaba y apretaba mis piernas cerrándolas el me las fue besando hasta que perdí un poco la noción y me sentí entre nubes me fue deslizando el calzón hacia abajo y besando el interior de mis piernas llego hasta mi sexo y empezó a chuparlo muy despacio, tal ves ya me hacia falta estar con un hombre y me dejé que me siguiera acariciando, cuando sentí que se puso entre mis piernas y algo grande entraba dentro de mi lo empujé y le dije que haces? El separó mis piernas y se recargó metiendo su verga poco a poco dentro de mí, arrancándome gemidos de pasión

– ¿La tiene muy grande? –pregunte ansioso-

– No la tiene chiquita como de 10 centímetros y muy delgada pero tiene la cabezota como un hongo, me siguió cogiendo hasta que me hizo venir y luego se vino el también muy rápido, después me senté y me puse a llorar, era el segundo hombre con el que tenía intimidad, me sentí sucia, degradada, impura, el me consolaba y me decía que no me preocupara pero yo no le hacia caso le dije que me llevara a mi casa.

Yo seguía con la verga bien parada escuchando su relato y la abracé para que la sintiera entre sus piernas

– ¿Y lo quieres?

– No como crees con el no siento lo que yo sentía por ti

– ¿A poco me querías?

– ¿Tu que crees?

Nos miramos a los ojos tomé su rostro entre mis manos nos besamos, empecé a acariciar su cuerpo a recorrerlo todo con mis manos, ella estaba también excitada, tomó mi verga y la sacó se arrodilló y me dio una mamada como solo ella sabía hacerlo y me dijo

– Me siento impura, purifícame con tu verga Daniel, después se sentó a horcajadas encima de mí, tomando mi verga la puso en la entrada de su vagina y metiéndosela de golpe se empezó a mover muy fuerte hasta que tuvo su primer orgasmo y se dejo caer extasiada boca arriba, levanté sus piernas en mis hombros, le dije

  • ¿Te gusta mi verga?

– Si esta deliciosa Daniel, cógeme como solo tú sabes

– ¿Te gusta mas que la del otro tipo?

– No me preguntes eso por favor, solo cógeme como tu sabes, hazme gozar Daniel

Nos la pasamos toda la noche haciendo el amor y al día siguiente que era domingo nos la pasamos igual por la tarde me dijo que ya se iba con la niña yo no hice por detenerla tan solo nos despedimos con un beso y le di otro a la niña y se fue con su andar cadencioso.

CONTINUARÁ