Nuestra primera vez
Una pareja fantasea con hacer el amor en trío. Un compadre llega una noche a su casa algo bebido pero no tanto como para no apreciar el cuerpo de la esposa de su amigo, pedirle que le permita follarla y terminar los tres gozando al unísono.
Esto que les voy a contar es real. Somos una pareja de marido y mujer, vivimos en Oaxaca México, súper cachondos y tratando de que nuestras relaciones sexuales siempre tengan algo nuevo, por consiguiente al tenerlas siempre tenemos fantasías y juegos eróticos, mismos que por nuestras costumbres y principios se quedaron en simples sueños o comentarios de sobre cama para empezar a calentarnos.
Dentro de nuestras fantasías se encuentran, el intercambio de parejas, el trío H:M:H, él poder ver a otra pareja cogiendo, el que mi pareja me vea a mí, con otra mujer o el que yo la vea a ella con otro hombre o mujer, pero siempre se quedaron en eso en sueños ya que nunca nos atrevíamos a realizarlos ya que no encontrábamos a la o las personas que nos entendieran.
Pero llegó el día en que sucedió lo siguiente:
Era época de verano esa noche en especial era muy calurosa, estábamos mi esposa y yo tratando de "dormir" , ya le había quitado la poca ropa que usa para la cama y estaba en ese momento dándole una mamada a sus hoyitos en especial al del culito, que es lo que la vuelve loca, nos encontrábamos casi listos para iniciar la cogida, cuando de repente tocaron a la puerta de la casa, no hicimos caso de los toquidos y continuamos en la acción, insistieron en llamar y sin mas remedio me puse únicamente unos bóxer y salí a ver quien era, dejando en la cama a mi esposa jugándose la rajada y así no perder el ritmo.
La persona que llamaba a nuestra puerta era mi compadre Lalo, el cual venía en estado de ebriedad y con unas cervezas en la mano, me dijo que quería tomarse unas copas conmigo y platicar, quiero comentarles que Lalo es uno de mis compadres más calientes y cogelones que he visto, en lo personal había tenido conocimiento de que andaba con diferentes mujeres, aparte de su esposa, en algunas ocasiones me había platicado de cómo lo hacía con la pareja en turno, en otras habíamos platicado sobre la ropa íntima que nos gusta que usen las mujeres, así como qué nos gusta hacerles para que se exciten más, hemos visto películas y revistas XXX mismas que me ha prestado para que yo las vea con mi esposa, me comentaba que le gustaría hacerle el sándwich a una mujer compartiéndola conmigo, pero en especial a Lalo le fascina el sexo anal ya que siempre me había platicado que le gustaban las mujeres nalgonas para poder cogérselas más rico por ese agujerito, ya en algunas ocasiones lo había descubierto echándose un taco de ojo con mi mujer pero sin llegar a propasarse, hago la aclaración de que mi esposa no es que tenga formas muy pronunciadas o que esté muy nalgona, ella es de complexión delgada, lo que pasa es que viste y se comporta de una manera muy sexy y cachonda, por lo general usa ropa pegada al cuerpo y por lo regular no usa brassier y trae puestas siempre tangas de hilo dental o bikinis, por lo que mi compadre también me había preguntado que si los calzoncitos que se encontraban por lo regular en el baño de mi casa eran de ella, le conteste que sí, y él me contesto que estaban muy coquetos, en un 24 de Diciembre mi compadre me entregó una bolsa para que yo se la diera a mi esposa a nombre mío en ella venían 3 tangas de hilo dental preciosas, en ese momento me imaginé que mi compadre le traía ganas a mi mujer cosa que nunca me dijo de viva voz.
Lo dejé pasar a la sala y llamé a mi esposa para que nos acompañara un rato, accedió y salió cubierta con su bata de dormir y sin nada debajo de ella, dejando entre ver parte de sus encantos, ya que se le notaban los pezones parados por lo caliente que estaba y mostraba las piernas, nos sentamos a platicar, y mucha de esta plática estuvo girando sobre el sexo, con comentarios sarcásticos por parte de nosotros y a cada rato nos preguntaba mi compadre ¿que si había interrumpido algo?, ¿que qué estábamos haciendo?, a lo que le decíamos que nada.
En un momento determinado me paré a poner un C.D. para seguir escuchando música y mi esposa se levantó del sillón para servir más botana por lo que se agachó a recoger el plato que teníamos en la mesa y de reojo vi a mi compadre cómo se agachaba también para poder verle por debajo de la bata, me hice el desentendido y no le dije nada, ella se fue a la cocina, Lalo en voz baja me dijo que se veía muy buena y me preguntó ¿que tu esposa no trae nada debajo de la bata?, le contesté qué pasó con ese respeto compadre, me pidió que le contestara y la respuesta fue que ella traía puesta únicamente una tanga de hilo dental, me dijo que no le estaba diciendo la verdad, que él estaba seguro que se encontraba totalmente desnuda, y que el imaginarse esa situación lo estaba excitando, que se le estaba parando la verga y acto seguido se bajó el cierre de la bragueta y me la enseñó, empezó a bajarle y subirle el cuero o sea a hacerse una "chaqueta o paja" y de inmediato en la punta de su miembro aparecieron algunas gotas de lubricante le pedí que no hiciera eso, que la guardara ya que en cualquier momento podía venir mi mujer y se podía molestar, hizo caso omiso de mi petición y continuó con lo que estaba haciendo, me comentó que ya tenía bastantes días sin coger que los huevos los tenía muy hinchados y ya le dolían de tanta leche que cargaba, me pidió permiso para venirse, le contesté que en ese lugar no, que si tantas ganas tenía que se fuera al baño a terminar o que buscara a su esposa o a alguna de sus viejas y se la cogiera todo el tiempo que aguantara, le volví a pedir de favor que se la guardara y que no lo volviera a hacer, la guardó de inmediato al escuchar que mi mujer se acercaba, mi esposa dejó el plato con botana y se fue ahora al baño momento que aprovechó Lalo para decirme que le gustaba mi mujer, que le diera permiso de cogérsela que la iba a hacer feliz todo el tiempo o que le dijera yo a ella que con sus manitas le hiciera venirse o que ya de perdida lo dejara vernos cuando me la estuviera cogiendo y si era en ese momento mejor, ya que él estaba muy caliente, le dije compadre te estas pasando yo nunca te he faltado el respeto y menos a tu mujer, aunque en mi pensamiento no me desagradó mucho la idea.
Fuimos a comprar otras cervezas en la camioneta y durante el trayecto Lalo siguió insistiendo en lo que me había dicho, se desató el cinturón y se medio bajó los pantalones se sacó la verga otra vez y siguió haciéndose la chaqueta, me decía que primero le mamaría el culito después la verija y más tarde las chiches mismas que ya se las había visto por primera vez cuando se agachó mi mujer a dejar el plato con la botana, me preguntó si las tenía muy duras y de qué tamaño tenía el pezón, le contesté que estaba muy tomado por eso me decía eso, me pidió que le contestara lo vi tan tomado que pensé que no se iba a acordar de nada al otro día, le empecé a contestar y primero le comenté que estaban muy grandes que tenía un pezón normal y que estaban medio duras, que cuando yo se las besaba o tocaba ella inmediatamente se mojaba, ya llegando a mi casa me dijo, que pues compadre sí o sí, le contesté está bien déjame intentarlo con la aclaración de que si ella no quería, nada iba a ser a la fuerza.
Después de varias cervezas más, mi compadre Lalo se quedó dormido en el sillón, y nosotros obviamente nos pusimos medios mareados y esto hizo que nos pusiéramos más cachondos empezamos a besarnos y a tocarnos enfrente del compadre que realmente estaba bien dormido, volvimos ponernos calientes y para no perder el tiempo acordamos no llevar al compadre a su casa y que se quedara a dormir en ese lugar, mi esposa acondicionó el mismo y se retiró a nuestra recámara no sin antes yo, darle una que otra mamadita en su rajada y culito, así como una que otra metida de dedo para llegar a cogérmela inmediatamente.
Me quedé tratando de acostar a Lalo y para hacerlo, procedí a quitarle los zapatos y aflojarle la ropa, con lo caliente y excitado que estaba, me puse a pensar cómo le iba a decir a mi mujer que el compadre se la quería coger, en eso se me ocurrió enseñarle a mi esposa la verga de él compadre y ver si de esa manera ella hacía lo que le iba a pedir.
Por lo que lo desnudé completamente y le tomé su verga con la mano y le di varias masajeadas para ver si se le paraba, y así fue, ésta se empezó a enderezar, cuando comprendí que ya tenía buen tamaño, la llamé y ella llega hasta la sala, al ver al compadre de esa manera soltó un gritito de sorpresa y creo que de admiración al verle el tamaño y grosor de la tranca de Lalo, el tiene un tamaño de verga de aproximadamente 18 centímetros y un grueso de entre 5 y 6 centímetros le pedí que la tocara, para que sintiera lo dura que estaba, cosa que no quiso en ese momento, pero tampoco se retiró del lugar se quedó parada viendo e imaginándose qué hacer, creo yo con aquel trozo de carne, yo estaba ya con mi verga también en todo lo alto y comencé a meterle la mano debajo de la bata y tratar de jugarle primeramente el clítoris y después que estuviera mojada meterle el dedo en su chochita y descubrí con asombro que la tenía totalmente empapada, tanto que la lechita le escurría por las piernas así como una gotas en el piso, así como estaba le abrí las piernas me puse detrás de ella y le metí la verga de un solo empujón, mientras al oído le volvía a pedir que tocara a Lalo, le subí la bata hasta la cintura ella se agachó, quedó en cuatro patitas, con la cara muy cerca de la verga de Lalo pero sin llegar a tocarla, mientras se quejaba y gemía de placer por las metidas y sacadas que le estaba dando, en ese momento mi compadre como que quiso despertarse y ella corrió hasta la recamara apagué la luz de la sala y la seguí.
Cuando entré a la recamara, mi esposa estaba completamente desnuda boca abajo y con el culito al aire pidiéndome que me la ensartara, su verija estaba muy roja y le escurría un liquido blanco y pegajoso, era su lechita, me la cogí un rato así, la puse boca arriba con las patitas al hombro, boca abajo, la puse de lado y finalmente me acosté y la puse sobre de mí, con la verga metida en su coñito y el dedo en el culo, al cual ya le había embarrado toda la leche posible para que estuviera lubricado, empecé a preguntarle qué le había parecido la verga del compadre y me contestó que le había gustado mucho, que al verla se le había puesto la carne de gallina y que en ese momento le dio una comezón muy rara en su rajada y que sintió cómo empezó a mojarse y a chorrearse, que no pensaba que la verga del compadre tuviera ese tamaño, que le parecía que tenía una cabeza muy grande y brillosa y que además estaba muy gruesa y larga y me preguntó que si le podía caber dentro todo ese pedazo de carne, le conteste que sí, le comente que también se podía meter las dos vergas al mismo tiempo, el de Lalo por un agujero y el mío por el otro, o sea un sándwich, me dijo que estaba loco que no creía que le cupieran los dos, ya que la verga del compadre por el grueso que tenía le iba a ocupar todo el espacio de su agujero, me comentó que posiblemente si se la cogía solamente Lalo, le cabría solamente un tramo de ella y eso por la verija, pero que ni estando loca se dejaría que se la metiera por el culo ya que la podía lastimar y mucho menos el pensar que nos la pudiéramos coger los dos al mismo tiempo, le pregunté que si quería intentarlo y no me contestó, seguimos cogiendo y comentando lo sucedido, volví a insistir y por fin me dijo que sí, que le daría mucho gusto hacerlo, que era un deseo que ella tenía y que yo ya lo sabía de antemano.
Seguimos cogiendo estábamos súper calientes, ella estaba súper mojada tan es así que a cada momento le tomaba la leche que le escurría con las manos y se la embarraba en las nalgas o en las chiches, le pregunté si deseaba ir a la sala a seguir viéndolo y si se atrevía que la tocara para que sintiera el grueso real y si era mucho su deseo pues que se diera unos sentones sobre ella, y me contestó, me da miedo y vergüenza, porque qué tal si cuando lo estuviera haciendo el compadre se despertaba y la veía ya sea jugándole la verga o en su caso ensartada y qué iba a pensar de ella, a lo que le respondí que él, estaba muy tomado y que no se daba cuenta de nada, finalmente me pidió le diera permiso de hacerlo, acepté y le pedí que fuera a la sala así como estaba (desnuda y empapada), Se desempaló de mi verga y se fue sola a la sala, dejé pasar algunos minutos al no escuchar ruido alguno y pensando que tenía miedo de hacerlo, la alcancé en ese lugar, cuando llegué la encontré hincada junto a mi compadre con la verga de él entre sus manos, tratando de reanimarla y de paso palpando el grosor y lo dura que se iba poniendo, me senté en el sillón a observar qué iba a hacer y cuando ella creyó que ya estaba en su punto o sea bien parada, sin decir "agua va" se puso de espaldas a la cara de Lalo con las piernas abiertas se hincó sobre él, tomó con una de sus manos la verga y se pasó varias veces la punta de la verga por toda su rajada mojada para tratar de lubricarla, se la acomodó y empezó a dejarse caer poco a poco encima de ella tratando de ensartarse, por cada tramo que le entraba daba grititos y gemidos de placer, entrecerraba sus ojitos y se pasaba la lengua por los labios, hasta que por fin se la comió toda, yo le pregunté en voz baja que si le gustaba, que cómo se sentía y ella me decía que estaba muy rica y que sentía muy lleno el agujero con aquella ese pedazo de carne que se había metido, le comenté, no si te la comiste ya entera, ya ves cómo sí te cupo toda, como no me creía ella bajó su mano para cerciorarse y tocó únicamente los labios de su vagina abiertos rodeando la gruesa verga que tenía metida y los huevos de Lalo, abrió los ojos de un tamaño muy grande como no creyendo lo que estaba haciendo y me contestó, déjame gozar, mientras tanto yo la veía y me limitaba a jugarme la mía ya que viendo aquel espectáculo sentía que me derramaba.
Pasaron alrededor de 10 o 15 minutos de que ella se estaba dando la gran vida se movía en círculos, se mecía de atrás para adelante, todo esto con la verga hasta el tope metida dentro de ella, en fin ya no sabía qué hacer para seguir gozando, como había quedado de espaldas a la cara de mi compadre, o sea enseñándole el ojo del culo, no podía verle la cara y en ese momento Lalo abrió los ojos y me hizo señas de que no dijera nada, mi compadre ya tenía lo que me pidió y creo que desde el principio se había dado cuenta de lo que ocurría ya que no estaba tan tomado como me lo había hecho creer, volvió a cerrar los ojos y mi esposa continuó sacándosela hasta la punta y se dejaba caer nuevamente sobre ella, se le iba hasta la empuñadura, faltaba únicamente que le entrarán aquel par de huevos que sobresalían al juntarse las dos matas de pelos, y que en ese momento estaban completamente mojados por la leche que escurría, entendí que mi mujer se estaba dando el gusto de su vida, me puse a mamarle los pechos y esto hizo que se pusiera más caliente, de vez en cuando me preguntaba si no se había despertado el compadre y yo le contestaba que continuara cabalgando sobre aquella verga, le repetía que Lalo estaba tan tomado que ni cuenta se daba de lo que estábamos haciendo, le dije que se apurara y le pedí que se volteara y quedara cara a cara con el, ella lo llevó a cabo seguía sacándose y metiéndose aquella vergota le pedí que hiciéramos el sándwich, y me contestó que no, le dije que se agachara sobre el pecho de mi compadre y así quedaría su culito más parado y yo podría verla mejor, cuando lo llevó a cabo, en ese momento mi compadre la rodeó con sus brazos y la empezó a besar en el cuello y a bombearla con mas fuerza hasta hacerla gritar, ella se quería zafar e irse de ese lugar por la pena y vergüenza que sentía, pero era más la comezón que sentía en la verija y se quedó ahí, después me comentó que con lo mareada que estaba no le importó nada más que lo rico que estaba gozando, en ese momento me acerqué a ella le comencé a meter la lengua por el ojo del culo y ella se puso como loca, le pedía más verga al compadre y este se movía con más prisa, me puse de rodillas detrás de ella y empujé mi verga para tratar de meterlo por ese canal negro, ella me pedía que no lo hiciera porque le iba a doler, haciendo caso omiso a sus suplicas le pedí a Lalo que se saliera por un momento del agujero en donde estaba metido, metí el mío únicamente para lubricarlo, se lo saqué y se lo puse en el culo, Lalo le tomó los dos cachetes de las nalgas con las manos y se los abrió quedando el ojo del culo listo y sin impedimento alguno para cogérmelo, esta vez empujé más fuerte hasta que me introduje dentro de ella, al sentirnos a los dos ella gritaba y se retorcía no sé sí de dolor o de placer, le preguntaba si deseaba que le sacáramos alguna de las dos vergas y ella inmediatamente pedía que no, que siguiéramos así que se iba a venir, yo sentía como la verga de Lalo entraba y salía y oía los gritos de mi mujer pidiendo más y más.
Después de un rato, de estárnosla cogiendo ella fue la primera en venirse, después me pidió Lalo que los dejara solos, le saqué la verga y me fui a la recámara, desde ese lugar escuchaba los gritos y jadeos de la pareja que estaba cogiendo en la sala, ella pidiéndole que se moviera más rápido que no se la fuera a sacar, hubo un momento en el que ella le pedía por favor que no se la metiera por ahí ya que le iba a doler mucho y mi compadre le decía que se lo iba a hacer despacito, me imagino que se la quería coger por el culo, escuchaba como le preguntaba Lalo a mi mujer que sí se sentía como una puta y ella respondía afirmativamente, arreciaron los gritos y jadeos de los dos y de repente ya no se escuchó nada, cuando llegué a la sala, los encontré dormidos, mi mujer boca abajo con una almohada debajo del estomago con el culo al aire, mi compadre lo había logrado se lo había roto, su ojete estaba muy grande y abierto tenía un color rosado y le estaba saliendo unas gotas de semen de Lalo, él ya tenía la verga flácida, como yo no había terminado me acomodé encima de ella así como estaba y se la metí por la verija después de varios movimientos que no fueron muchos me vine copiosamente dentro de ella, cuando me levanté, ella me dirigió una sonrisa y me dijo gracias, prendí la luz para verla mejor y me di cuenta que le habían quedado los dos agujeros llenos de leche la cual se le salía y escurría hasta la colchoneta, me retiré a la recamara a tratar de dormir, durante toda la noche de cuando en cuando se oían nuevamente gemidos y gritos de la pareja y chasquidos de la verga de Lalo al estarla metiendo y sacando de alguno de los agujeros que ya estaba muy lubricados por las venidas de ambos y que nuevamente se los estaba rompiendo o más bien abriendo y anchando más.
En la madrugada escuché cuando Lalo salió de la casa, fui a la sala y traté de volver a cogerme a mi mujer ella de inmediato me pidió que por favor no lo hiciera ya que la verdad se encontraba muy rozada de sus dos agujeros con el grosor de la verga y es que el compadre se la había cogido muchas veces y demasiado tiempo, le dije que únicamente me la cogería por la verija y así lo hicimos al meterle la verga sentí como tenía la rajada llena de leche la empecé a bombear y sentía como la leche que tenía dentro se iba saliendo la cual me mojó todos los huevos y las piernas, su verija estaba resbaladiza y súper lubricada, le pregunté que cuántas veces se había venido Lalo y me contesto que 4, una en el culo dos en la verija y la otra sobre sus nalgas, le pregunté como la había puesto me dijo que cuando se la cogió por detrás la puso boca abajo primero le mamó el ojete y luego le puso una almohada debajo del estomago, según él para que el culo quedara bien parado, se lo llenó de saliva, luego le puso la punta en la entrada y se la empujó poco a poco y se la fue metiendo, dice que sentía que la iba a deshacer, que sintió un dolor pero un dolor muy rico, le pidió que se empezara a tocar el clítoris y en ese momento ella pasó su mano más atrás y se dio cuenta que también ya la tenía completamente hasta adentro, que la puso de espaldas con las piernas arriba y bien abiertas, la puso en el descansa brazos de uno de los sillones boca abajo y se la cogió por la verija, y cuando la sentó encima de él, ella sintió que la punta de la verga le llegó hasta la garganta, que las 4 venidas habían sido muy copiosas, pero más la del culo ya que la leche se le salía por los lados, que estaba muy contenta por lo que había pasado y que estaba llena de leche por todos lados, le pregunté que si el compadre no la había obligado a que se la mamara y como yo sé que a ella no le gusta hacer eso, me dijo que efectivamente el compadre le había puesto la punta de la verga en los labios que ella los abrió lo más que pudo y se la mamó que únicamente le había entrado la cabezota en la boca y que cuando quería meterle otro tramo a ella le daba vómito ya que la sintió que le llegaba hasta la garganta sentía que por lo gruesa que estaba sintió que se le rasgaban las comisuras de los labios, que la verga tenía un sabor agridulce y le dije que era por la leche de su coño y el lubricante de él, me pidió perdón por no hacerlo primeramente conmigo le dije que no había problema, me seguí moviendo y cuando me iba a venir se la saqué y le eché mi leche en sus chiches, me pidió que le limpiara sus agujeros y que le pusiera crema a ellos, para que no le fueran a doler al rato, para hacerlo le pedí que alzara las patitas y grande fue mi sorpresa al verle la verija y el culo con una espuma blanca que se había formado con la cantidad de leche mía y del compadre que le habíamos dejado dentro de ella, después de habérselos limpiado se quedó profundamente dormida con una sonrisa en sus labios.
A partir de ese momento nos reunimos con el compadre, cada determinado tiempo para seguir haciendo lo mismo, a veces nos citamos en algún lugar y le llevo a mi mujer completamente desnuda para que se la coja (bueno esa es otra historia), nada más que ahora sí hay un gran problema a mi esposa se le ha metido la idea de que quiere que mi compadre me meta la verga a mí y eso sí no me va a caber.
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