Nuestra primera vez

La primera vez que mi a mi actual esposa y la primera vez que follamos. Uno de los mejores dias de mi vida.

Un saludo a todos. Este es mi primer relato y espero os guste a todos.

Me llamo Manuel y tengo 30 años, soy moreno de piel y el pelo lo tengo corto y moreno también. No voy a decir que tengo un cuerpo atlético porque no es así, pero tampoco estoy gordo. Eso si, soy bastante alto, ya que llego a los 2 metros de altura.

Actualmente estoy casado con una mujer preciosa. Ella se llama Ana, de 29 años, y es bastante mas baja que yo, con 1,60, pero tiene unos pechos perfectos de una talla 100, y por mucho que ella diga no esta gorda, y aunque si que esta algo rellenita es de esas mujeres que le sientan bien ese par de kilos que les sobra.

Juntos tenemos una hija preciosa de 2 años, que menos mal que ha salido a su madre de guapa.

Recuerdo perfectamente la primera vez que estuvimos los dos juntos, hace ya 6 años. Yo por aquel entonces estaba viviendo fuera, en Mallorca, y la conocí por internet. A los 5 meses de estar chateando ya teníamos mucha confianza y sabíamos muchas cosas el uno del otro. Yo, al ser muy abierto, le contaba todo lo que me gustaba en lo referente al sexo, y ella, no se si porque también era así o por mi forma de ser, también me lo contaba todo.

Como decía, a los 5 meses de estar chateando aproveche unas vacaciones que fui para mi pueblo para quedar con ella y conocerla. Recuerdo que fue en la playa, yo la esperaba en las escaleras del paseo marítimo y en cuanto la vi aparecer me quede totalmente prendado de ella. Era mucho más bella que en las fotos que me mandaba y tenia mucho mejor cuerpo, todo hay que decirlo. Inmediatamente nos besamos como dos novios que hacia una eternidad que no se veían, y me encantó su forma de besar, la dulzura de sus labios y su forma de jugar con su lengua dentro de mi boca. Fue un flechazo, y reconozco que esta ha sido la primera vez que me he enamorado de verdad y solo con un beso.

Estábamos pasando una tarde maravillosa en la playa, tomando el sol, acercándonos al chiringuito para tomar cervezas, charlando en la orilla… todo lo que suele hacer en la playa aquí en España. Hay que decir que aunque era una playa muy familiar, allí nadie se sorprende al ver una mujer en topless, es bastante normal, así que ella me pregunto que si me importaba que se quitara la parte de arriba del bikini, el cual ya era bastante diminuto de por si, sobre todo con esas enormes tetazas. Yo, obviamente, respondí que por supuesto podía hacerlo, es mas odio las marcas del bikini en la piel. Así que se lo quito, dejando a la vista uno de los mayores espectáculos de la naturaleza que jamás he tenido la fortuna de ver (y también tocar y lamer), y puedo jurar que no fui el único que disfruto del espectáculo.

A partir de ahí no le quitaba el ojito de encima y me acercaba mas a ella, le cogía las tetas, le chupaba los pezones, delante de todos me daba igual, ella era mía y todos tenían que saberlo. Nos besábamos muy apasionadamente e incluso llego a masajearme el rabo por debajo del bañador, a lo que yo respondía explorando con mi dedo índice la rajita de su coño, que ya se notaba algo húmedo.

En una de las ocasiones que estábamos en el agua yo ya no podía mas con mi calentura, y mientras estábamos abrazados la puse de tal manera que me rodeara con sus piernas, ella acepto de buena gana y empezamos a besarnos de forma larga y apasionada. Se notaba que ella estaba tanto o más caliente que yo, y que llevaba tiempo deseándolo. Le pregunte al oído que si alguna vez lo había hecho en la playa delante de tanta gente, a lo que me contesto que le gustaba las provocaciones y se consideraba una guarrilla, pero que eso no la había hecho. Oído esto me fui con ella hasta donde me tapaba el agua hasta mi pecho, donde ella ya no hacia ni pie, llevándola en la misma postura, y seguimos besándonos. Empecé a lamerle los pezones rosaditos y duros por la acción del agua, respondiendo ella con gemiditos y besos por la oreja, que me vuelven loco. No llevábamos así ni 5 minutos y ya no aguantaba mas, y al parecer ella tampoco ya que me dijo al oído “fóllame nene, aquí mismo, métemela toda, quiero sentirte dentro de mi ya”. He de decir que yo ya iba con esa intención, pero al oír eso me calenté aun mas si cabe y la aparte a un lado su bikini, sin dejar de chuparle los pezones, me saque mi polla y se la metí toda de un golpe, lo cual no fue difícil y no solo por estar en el agua, sino porque ella estaba realmente caliente como una perra y se le notaba el coño chorreando.

Sin importarme un pimiento quien había en los alrededores o si nos podían ver desde la orilla empecé un mete y saca bestial. No es ni mucho menos el primer coño que me he follado, ni la primera vez que lo hago en el agua y en la playa delante de todo el mundo, pero he de admitir que ese coño es especial. Aun hoy lo noto. Después de tantas folladas e incluso de haber tenido una niña, sigue siendo el coño mas estrecho, caliente y húmedo que jamás me he follado. Ella respondió de inmediato con gemidos y arqueando su espalda hacia atrás para que mis metidas pudieran ser más profundas, a la vez que seguía acompasadamente con un movimiento de caderas que me estaba derritiendo. Se notaba que era una experta en el noble arte del follar.

Nosotros seguíamos follando como adolescentes, y disfrutaba diciéndole guarrerías. “te gusta verdad putita?? Hay que ver que guarra que eres que te follas a uno el primer día de conocerlo”, a lo que ella contestaba “si cabrón soy una guarra y soy tu puta, sigue dándome con esa polla que tienes cabrón, no pares de follarte a esta puta”.

La verdad es que se noto mucho que estábamos muy calientes por la situación, porque llevábamos como diez minutos bombeando cuando ya me estaba diciendo que se corría a lo que yo respondí con una gran corrida también, llenándole todo el coño con mi leche caliente y espesa.

Seguimos besándonos como diez minutos mas hasta que se me bajo la erección y pudimos salir del agua. Fue uno de los mejores polvos de mi vida hasta ese momento, y después vinieron mejores, pero los dejo para posteriores relatos.

Espero sinceramente que os haya gustado, yo la verdad que me he puesto muy caliente recordándolo, así que hoy le espera una buena sesión de sexo a mi mujer. Ciao y hasta el siguiente. Espero comentarios.