Nuestra primer noche...
Relato de una noche con una persona virgen.
Será imposible olvidar aquella noche que sucedió, será imposible porque aunque hayan sido tan solo horas para mí esas horas serán eternas y viven todavía en mis recuerdos. Quiso el destino que todo ese día fuese perfecto, la caminata por la rambla con el sol de testigo, aquellas copas que tomamos en aquel Púb. que nos puso nos alegre y nos hizo pasar horas de risas y nos dio la posibilidad de conocernos mucho mas en persona, aquella caminata de regreso a mi hotel con sus calles vacías, como si en la ciudad solo estuviésemos tu y yo y nadie mas, parecía un escenario montado solo para nosotros. Menos olvidare el instante que te pedí que me acompañes a pasar la noche y menos todavía olvídate cuando de tus labios y sin dudar salio aquel "SI". Recuerdo que aquellos minutos en el ascensor camino a la habitación se me hacían eternos, estaba tan nervioso pero a su vez con tantas ganas de estar en aquella habitación. Después de ese viaje casi eterno desde la calle a la habitación entramos a la habitación, lo primero que hizo nunca lo olvido fue pedirte la campera y la lleva para guardar y en ese mismo instante te ofrecí algo para tomar. A cada minuto que pasaba mis nervios iban disminuyendo, ya estaba mas tranquilo pero igual por las dudas me había servido ese día un poco de gin con naranja para estar mas tranquilo. Pensé miles de formas como besarte, imagine miles de discursos para decirte y así poder besarte, fue en vano, todo me parecía muy poco ante aquella situación, al final gano el silencio, recuerdo cuando te mire a los ojos como nunca antes lo había hecho hasta ese momento, te agarre de las manos y sin la mas mínima duda te bese con todas mis ganas y hasta el día de hoy siento ese beso en mis labios y en mi corazón. Aquel beso fue hasta ese entonces lo mejor que me había sucedido en años y nunca imagine que en horas vendría algo mejor todavía... A veces uno piensa y organiza todo por días y nunca sucede nada, ese día fue lo contrario, nada estaba pensado, nada estaba organizado. Solo estaba organizada la salida, nada mas, y en un abrir y cerrar de ojos estábamos juntos en mi habitación llenándonos de besos, de mimos, de caricias, llenando aquella habitación de amor. Fue cómico porque mi cuarto era un desastre, todo tirado y para ti todo esta perfecto, nada estaba mal. A cada minuto que pasaba lo nuestro se iba poniendo más emocionante. En un instante mis manos ya cariaban todo tu cuerpo por debajo de tu ropa y tu no parabas de besarme. Después de eso a los minutos ya estaba decidido a todo y sabía que tú estabas decidida a no detenerme así que continué y te saque primero el buzo que tenia dejándote solo con el sostén negro que tenias puesto. Al instante comencé a besarte ahí mismo, a todo tu pecho y a todo tu sostén. Tú para no ser menos me sacaste la remera que tenia dejándome sin nada arriba y me comenzaste a tocar y besar por todos lados. Ya habíamos entrado a una etapa en donde ya no había marcha atrás y nos gustaba esa etapa a los dos. Sin conformarme con haberte sacado el buzo, te saque las botas y luego el pantalón dejándote solo con aquel conjunto negro, que la verdad te queda hermoso y daban mas ganas de hacerte el amor. Duraste poco así porque no parábamos de besarnos y no paraba de besarte en todos lados, fue así que muy rápidamente y sin parar de besarte aproveche y te saque el sostén dejándote con las lolas libre y las comencé a tocar, besar y morder. Estaban tan ricas y duritas. Tú me sacaste todo también durante esos minutos dejándome solo de bóxer. Minutos mas tarde la habitación pasó a ser un horno, estaba en una temperatura como nunca antes estuvo de alta. Comencé a tocarte tu conchita con los dedos y sentí cuan mojada estaba y casi de inmediato de empezar a jugar con ella agarre y te saque la tanguita dejándote con la conchita abierta y mojadita solo para mi. Comencé a besarte abajo y tú no parabas de pedirme que no parase. Me pediste que me sacara el bóxer y cumplí como buen hombre, Ya todo estaba dado, nosotros solos en una habitación, felices como nunca antes y sin nada de ropa, era como un sueño hecho realidad que se nos cumplía a ambos. Me gusto mucho cuando te pedí que la chuparas ya que nunca antes lo habías hecho, pero tu igual bajaste y me la chupaste bien rico, tan tico que estaba mas dura que nunca. Yo ya no podía más de calentura y tú no te quedabas atrás, entonces me puse encima de ti, te abrí las piernas y te la puse despacito al principio, estabas bien mojada por suerte y no te dolió casi nada. Todo fue así al principio, besos, caricias y te penetraba lentamente pero cada vez mas profundamente. Cada vez iba más rápido yo y tú me pedías más y más hasta que después de unos minutos tú lograste tu primer orgasmo en el sexo y de inmediato acabe yo adentro tuyo. Fue lo más hermoso de nuestra vida, fue algo sin planearlo y estaba resultando casi perfecto, y recién había comenzado, todavía estaríamos más horas juntos. Felices los dos no paramos de besarnos, nos fuimos a duchar juntos y ahí de a poco me iba calentando más y más hasta que en un momento estaba otra vez bien caliente y bajo la ducha misma te puse en cuatro y te la puse bien hasta el fondo. Después de la puse en otras posiciones sin salir de la ducha y antes de acabar me pediste que acabaras en tus lolas, entonces la saque y mientras tu me masturbabas yo te llenaba de leche las lolas. Tú no habías acabado pero yo me arrodille y te hice acabar con mi boca y mis dedos. Después de la ducha otra vez a la cama, seguimos besándonos sin cansarnos, te tocaba por todos lados y tú hacías lo mismo conmigo. Pasó un rato largo y volvimos a hacerlo y esta vez fue mucho mas el tiempo que estuvimos haciéndolo, lo hicimos de muchas posiciones distintas y hasta llegamos a sacar algunas fotos para ver días posteriores ese momento. Tu eras virgen pero sinceramente nunca en ningún momento de la noche eso se noto. Parecías alguien con experiencia que sabia lo que hacia y como había que hacerlo. Llegamos a un momento en el que ambos estábamos muertos de cansados pero igual no parábamos de besarnos. Por desgracia antes de lo pensado llego el amanecer y tú debiste cumplir con tus obligaciones laborales. Nos vestimos, te di unos besos antes de bajar y luego te acompañe hasta la puerta del hotel el donde ya estaba un solcito iluminándonos, te di un ultimo beso y te fuiste en taxi al trabajo diciéndome que en la noche volverías a quedarte conmigo y así sucedió, volviste esa noche y hicimos todo lo que quisimos nuevamente. Podría escribir miles de hojas sobre aquella noche porque nunca la olvidare, siempre esta presente esa noche en que éramos dos personas viviendo la vida al máximo y disfrutando de la vida en todo momento, fue el día en el que tu dejaste de ser virgen y el día en que yo volví a hacer el amor y no tener solo sexo .