Nuestra dimensión

Una historia de amor que no olvidarás

Año 2109.

Roberto está corriendo por la dimensión de los sueños acuáticos, todo aquello que desea mientras está en esa dimensión se hace realidad con el uso del agua, el protocasco que lleva puesto le permite comunicar sus pensamientos al conducto instalado en el núcleo de todas las pequeñas dimensiones para poder hacer realidad sus deseos, Roberto no ha pedido nada especial, simplemente hoy quiere sentir la sensación de velocidad además de redactar un nuevo reportaje para la revista que supone viajar a diversas dimensiones, es la misma sensación de velocidad que sentían los humanos en las montañas rusas de los parques en los siglos XX y XXI; la capacidad de algunas personas como Roberto les permite atravesar hasta cinco dimensiones en solo veinte minutos, lo que supone un auténtico subidón de adrenalina.

Roberto es un chico rubio, de ojos azules, mide 1,86 y pesa 103 kilos, tiene un poco de tripa pero unos hombros muy anchos y su constitución es grande, siendo el más grande del grupo de amigos así como de la revista en la que trabaja; durante esos veinte minutos ha corrido por la dimensión de los sueños acuáticos (hay personas especialmente dotadas para correr en el agua), ha volado por la dimensión de los cielos imposibles, ha visto parejas reconciliándose en la dimensión del amor eterno, ha observado las estrellas en la dimensión astroplanetaria y ha recogido fotografías en la dimensión gigante, una dimensión donde todo es gigante, hasta la comida, y es que fue allí donde se inventaron los frigoríficos y congeladores que consiguen mantener los alimentos frescos y completamente sanos durante dos años.

Roberto está haciendo un reportaje interactivo para la revista en el cual pone al lector en primera persona como es viajar durante cinco dimensiones, veinte minutos sabe a poco, sobre todo para un viajero dimensional incansable como Roberto, al acabar el corto viaje ha gastado bastante energía por lo que vuelve a su dimensión, una dimensión corriente que podría pasar por la sociedad de los humanos de principios del S. XXI, pero con todos los avances y comodidades de la libre sociedad de principios del S. XXII.

Al llegar a su apartamento celestial aparece de repente su amigo Owen, tiritando de frío.

-Owen, ¿Qué te sucede? Estas temblando-le pregunta Roberto con preocupación

-Ve .. vengo de la dimensión del hielo y me …. me caí en un río y de repente estoy aquí, pero he…. he tenido suerte de aparecer a tu lado-dice Owen tiritando

-Claro que si-le dice Roberto sonriendo mientras abre la puerta de su apartamento- yo haré que dejes de sentir frío.

Owen es un chico de la misma edad de Roberto, de hecho con amigos de la infancia, mide 1,70 y pesa 69 kilos, es moreno y de ojos verdes.

Una vez dentro Roberto le dice a Owen que pasen al dormitorio para estar más tranquilos pero antes de que puedan pasar Owen abraza a Roberto por detrás fuertemente, entonces Roberto se gira y lo abraza también fuertemente.

-¿Te sientes mejor?-le pregunta Roberto

-Un… un poco-dice Owen todavía tiritando

-Se me ha ocurrido una idea-dice Roberto

Roberto abraza a Owen con más fuerza y juntos viajan a la dimensión gigante. Llegan justo a la casa que de vez en cuando  vigila Roberto para sacarse un dinerillo extra. Justo en ese instante la familia de la casa iba a pasar la tarde al cine Imax (un invento del S.XX que aún perdura en la sociedad del S. XXII) y a la terminal  de los transbordadores de dimensiones donde hacen los mejores perritos calientes de toda la dimensión gigante.

-Has llegado en un momento muy oportuno, Roberto-le dice la madre de la familia

-Espero que no os importe que haya traído a un amigo-dice Roberto pasado su brazo derecho por todo el cuerpo de Owen

-Claro que no, pasarlo bien-dice el padre a modo de despedida

Una vez dentro de la casa gigante, Roberto lleva a Owen al dormitorio de invitados con una cama gigante y unas sábanas gigantes.

-Vamos a meternos dentro, seguro que se te pasará el frío, espero que no te importe si me desnudo-le dice Roberto-es que me gusta mucho arrastrarme desnudo por estas grandes sábanas y dejar sentir el calor.

-Enton…. tonces yo también me desnudaré con… contigo

-Espera-le pide Roberto

Roberto le pide que esperase para poder abrazarle y que al desnudarse no sintiese nada de frio, así que Roberto le abraza y comienza desnudándose él y después Roberto desnuda a Owen y se meten en la cama.

Una vez acostados, Owen abraza a Roberto envueltos entre sábanas.

-Me encanta esta sensación, es tan caliente-dice Owen dejando ya de tiritar

-¿Y no te importa que este… ya sabes gor…

-Me encanta tu cuerpo, además de tener un rostro precioso, eres guapísimo y me encanta tu cuerpo, no te cambiaría por nada-le dice Owen-me encanta abrazarte por todo eso, pero sobre todo que me abraces.

-No esperaba eso, ……aún te noto frío.

-Es que todavía tengo frio.

Roberto se pone encima de Owen y aprovechando que están los dos erectos, le coge su pene y comienza a masturbarle, Roberto observa a Owen calentándose y excitándose mientras le masturba y acaricia la punta de su glande, arriba y abajo mientras su glande sensible es acariciado por la sensible mano de su apreciado amigo, los gemidos de Owen son mayores, se está calentando, poco a poco supera el frio que tenía, se siente en el cielo, Roberto está haciendo los movimientos manuales más excitantes que su pene podía experimentar, y sin esperarlo Roberto se agacha, le abre todo el glande y se mete su pene en su boca y le acaricia sus testículos, los gemidos de Owen son cada vez más rápidos, pero sin esperarlo dado que sucede de forma muy rápida, eyacula de forma constante mientras Roberto se traga el semen de su amigo.

-¿Por qué lo has hecho? El.. el tragarte mi semen

-Porque siempre he querido probarlo y que mejor ocasión que esta-le abraza-¿te sientes mejor?

-Aún tengo un poco de frío-se inventa Owen para seguir teniendo sexo con su amigo-pero me gustaría pedirte que… bueno, me dieras un poco más de calor, como si estuvieses dentro de mí.

Owen le besa y se despega de él levantando sus piernas y abriéndolas.

-¿Estás seguro? No quiero hacerte daño-pregunta Roberto con preocupación, pues Roberto siempre se preocupa por sus amigos, hasta en los más mínimos detalles.

-Se que no me harás daño.

Y con la confianza depositada, Roberto muy lentamente penetra a Owen y los dos gimen.

Roberto está comenzando a excitarse, Owen llevaba un rato excitado, Roberto penetra todo lo dentro que puede, Owen siente al máximo el pene de Roberto dentro de él.

-¿Te sientes bien?-le pregunta Roberto mientras se lo está haciendo

Owen le acaricia una mejilla y le responde: “Estoy en el cielo” y le acaricia todo su cuerpo mientras gime al tener el constante movimiento dentro-fuera del pene de Roberto, y sin esperarlo Roberto se erecta aún más, los dos se miran y Owen lo abraza fuertemente, el gemido de los dos es cada vez más intenso.

-No había notado nunca esta calidez-confiesa Roberto mientras sigue con la penetración

Roberto abraza a Owen mientras lo hacen y sienten más que nunca el calor del uno al otro, el roce del cuerpo de Roberto le da calor a Owen y las nuevas sensaciones de amor y excitación que está sintiendo le da calor a Roberto.

-Abrázame más fuerte-le pide Owen entre gemidos

Pero justo cuando Roberto le abraza más fuertemente siente el aviso interior.

-Owen, voy a correrme-le dice sin poder evitar movimientos más rápidos

-Córrete dentro de mí, me calentará

Roberto lo agarra lo más fuerte que puede y acelera su pene hasta que eyacula grandes chorros de semen dentro de Owen, los orgasmos de los dos son muy intensos y duran largos segundos hasta que Roberto saca su eyaculado y aún excitado pene del culo de Owen.

-Ahora sí que se me ha pasado el frio

Después de lavar las sábanas de la cama, Roberto y Owen se despiden de la familia de la casa y vuelven a la dimensión donde viven.

-¿Quieres quedarte un rato en mi apartamento?-le pregunta Roberto

Owen se disculpa, pero no puede, es de noche y debe volver a su hogar, pero antes y de forma rápida e inesperada le da a Roberto un intenso beso en los labios, seguidamente corre al ascensor y antes de marcharse le dice: Perdóname, Roberto, pero son….mis sentimientos por ti.

Roberto intenta detenerle pero Owen se marchó rápidamente.

Unos días después y sin que Roberto supiese nada de Owen, la revista de Roberto publica su artículo sobre los viajes rápidos entre diversas dimensiones, al final del artículo, Roberto ha escrito una dedicatoria: “Quiero dedicar este artículo a Owen, un amigo muy especial con quien comparto los mismos sentimientos que expresó cuando acabé  este viaje que os acabo de describir”

A las pocas horas de salir el artículo Roberto, trabajando en la redacción de la revista, recibe la inesperada visita de Owen, que lleva un sobre con unas fotografías.

-Owen, que bueno verte por aquí

-Perdóname, Roberto, he sido tan …idiota de no llamarte

Roberto pone la mano en su barbilla, eleva su rostro y con una sonrisa le dice: “No te preocupes, entiendo cómo te sentías”

Y sin ningún tipo de vergüenza Roberto besa a Owen delante de sus compañeros de redacción y le da un fuerte abrazo que rodea todo el cuerpo de Owen, los compañeros y el jefe aplauden ante tal escena.

-Veo que has traído las fotografías-dice el jefe

-Si, como me pidió Roberto cuando os hiciese una visita, ¿pero porque son necesarias?

Roberto le vuelve a sonreír, le guiña un ojo y le dice la razón: “Porque ahora necesitaré un fotógrafo experto que me acompañe en mis viajes y aventuras para mis próximos artículos”