Nuestra aventura en la biblioteca

Nuestros buenos hábitos de estudio nos hacen estar muy muy unidos!.

Nuestra emocionante "aventura" en la biblioteca, lugar de estudio.

A los dos nos gustaba darle a nuestras "aventuras" algo más de emoción y nos gustaba excitarnos en lugares públicos pero sin que nadie pudiera sospechar nada de nosotros.

Recuerdo que sobre el mes de Junio quedamos para ir a una vieja biblioteca donde por el calor de esas fechas no solía estar muy frecuentada.

Escogíamos un sitio algo más apartado para no ser pillados y colocábamos muchas cosas sobre la mesa par que no se notaran nuestros gestos (el juego era hacerlo en sitios públicos pero sin ser pillados y sin montar el consecuente escándalo)

Normalmente solíamos estudiar antes un poco hasta que nos cansábamos y dejábamos a nuestras manos rienda suelta!! Pero aquel día recuerdo que no le di tiempo y conforme montamos toda la parafernalia mi mano derecha se fue directa sobre sus muslos... ella me miro algo sorprendida y me susurro al oído mientras seguía acariciándola:

¿Qué pasa hoy, no estudias?

Hoy vienes con este vestidito (llevaba el típico vestido de tensita de una sola pieza muy cortito y ceñido) y me traes loco!

Mientras ya mi manos sin mucha oposición consiguió subir un poco sus vestidito y abrir sus prietos muslos, dando vía libre para encontrar con su rasuradito conejo... comencé a deslizar mis dedos por entre sus carnosos labios y en pocos instantes comprobé como se humedecía, creo que sería fruto de una mezcla del calor climático y el calor propiciado por mis juguetones dedos.

El caso es que yo me calenté de sobremanera y sin dudarlo me desabroche el pantalón y le deje ver el gran empalme que mi aparato había cogido gracias al tacto de su conejito, ella al verla se sorprendió y se puso algo nerviosa y puso una de sus manos sobre mi prominente empalme, más bien como un acto reflejo por taparla, pero una vez sobre mi le indique que me correspondiera con lo mismo que mi mano le regalaba por debajo del vestido.

De aquella manera con las manos cruzadas entre los dos nos regalamos deliciosos sobeteos y conseguimos acompasar nuestros movimientos y creo que hasta nuestro ritmo cardiaco, las miradas entre los dos eran muy cómplices, con un punto de juego infantil y gran carga erótica.

Por unos momentos estábamos tan ensimismados con nuestras mutuas caricias que nos desentendimos un poco de nuestro alrededor y soltábamos pequeños suspiros placenteros.

Era en esos momentos cuando nuestros cuerpo desconectaron de la realidad y se dejaron llevar por las sublimes y placenteras sensaciones, tanto es así que para mi era fácil tener su botoncito ente mis dedos y retorcerlo y apretarlo con suavidad y claro con ello conseguía que ella sintiera cosas indescriptibles en aquella vieja biblioteca, que estoy seguro que lo nuestro era lo más emocionante que había pasado nunca allí.

Solíamos controlar bien nuestros cuerpos pero aquella tarde tanto su mano como la mía se mojaron por completo con nuestras respectivos flujos y tuvimos que salir a los servicios para limpiarnos y nos fuimos ya que el olor a sexo era muy evidente.

Para nosotros es muy emocionante el buscar situaciones de este tipo, recomiendo que lo probéis......... ya me contareis después!!