Nuestra 1ª Vez entre Primos

La primera vez que nos enrollamos entre primos y primera vez en nuestras vidas.

Hola a todos, lo que os cuento a continuación tuvo lugar cuando yo tenía 14 años y mi prima 13. Actualmente, tenemos 23 y 22 años. No voy a dar nombres, por razones obvias. Antes de empezar quiero avisaros de que lo que cuento a continuación es real y si no ya lo veréis al final.

Bueno todo comienza en aquel verano del 94. Yo me fui al pueblo con mis padres, allí tengo a muchos de mis primos, y en especial una prima de 13 para aquel momento, con la que me he llevado y me sigo llevando muy bien. Para aquel entonces, nunca nos habíamos atraído por lo menos por mi parte, pero cuando se tienen 14 años, tus hormonas van por delante de tu cabeza, y a veces muchas cosas son síntomas de deseo. Pues bien lo que pasó fue que después de varios días juntos, jugando, saliendo a dar una vuelta, llego la noche en la que había una fiesta en el pueblo. Estas típicas de verano.

Yo iba bien vestido, y ella mucho más todavía. Siempre lo recordaré, llevaba un vestido rojo. Ella para entonces era normal de estatura, ni delgada ni gordita, estaba en su punto, y a pesar de tener 13 años, ya tenía unos pechitos bastante paraditos y proporcionados. Como iba diciendo este vestido rojo, era de tirantes, y por encima de la rodilla, y se cerraba con una cremallera por detrás.

Nos fuimos a la sala de máquinas recreativas, allí echamos unas partidas. Por último me propuso echar unos futbolines. Yo acepté. Empecé a notar que la gente nos miraba, porque al ser fiestas íbamos muy bien vestidos, en especial ella, pero no le di la mayor importancia. Como decía empezamos a jugar a futbolín, y mi prima empezó ganándome. Pensé que era suerte, pero creo que me gano todas las partidas, y es que tenía mucha fuerza. Fue ahí donde empezó todo. Le comente que tenía mucha fuerza, y que tal y cual. En un momento dado le dije,

Tienes fuerza como para levantarme del suelo?

Y sin respuesta lo intentó y así fue, me levantó y vaya si lo hizo sin dificultad alguna.

Cuando me abrazo para levantarme, fue cuando despertó en mí, un deseo, el sentirla abrazada a mí, sentir su cuerpo, sus pechos, eso me calentó, pero como somos primos, lo controle.

Yo le dije que también quería probar, pero por lo que pasa en los pueblos, estuvimos de acuerdo, de que no era muy buena idea ponerse allí delante de todo el mundo a montar el numerito de haber quien levanta a quien. Así que le propuse de ir a donde no hubiera nadie. Ella aceptó.

Por el camino, iba comiéndose un chupa-chups y le dije si me daba, ella aceptó, y eso me hacía fantasear más. Llegamos debajo de un puente bastante tranquilo, allí intenté levantarla. También pude con ella, la sostuve unos segundos para sentir su cuerpo pegado al mío. Ella mantenía los brazos en alto, de momento no me abrazaba. Luego me volvió a levantar ella. Así hasta un par de veces cada uno.

Ya era suficiente, pero algo hizo que de allí no nos moviéramos, supongo que ella en el fondo también le estaba gustando eso de sentirme. Notamos que pasaba una señora, y ante el miedo de ser vistos, decidimos irnos dentro del bosque.

Cuando ya estábamos entre árboles, continuamos con el juego. Me empezó levantando ella de nuevo y Yo me abracé fuerte a ella. Luego lo hicimos al revés, y en este momento ella ya si que me abrazó. Al bajarle al suelo, ella no me soltó, siguió abrazada a mí. Estábamos deseosos los dos, pero el ser nuestra primera vez en esta situación de darse un beso, y el ser primos, nos tenía a los dos muy cortados. En un momento empezó todo:

Ella me dijo:

Te puedo dar un pico?

Un poco cortado le dije: Bueno. (En ese momento sentí lo que era besarse por primera vez. Fue corto, pero lo sentí como nunca).

Luego se lo pedí Yo, y en ese momento comenzamos a besarnos. Besos tras besos. Ya estaba echo lo peor, y ahora queríamos más y más. Después de 5 minutos besándonos y aprendiendo, le dije si me dejaba tocar sus pechos, ella tardó unos segundos en contestar, pero cedió. Ahora ya nos estábamos besando y además yo tocaba un pecho suyo, tímidamente por encima de su vestido.

Como vi que ella, no me tocaba a mí, me armé de valor y le dije si quería tocarme. Noté que no quería ir tan deprisa, o como si pensara que la cosa se le iba de las manos, pero supongo que por ser la primera vez o por la calentura, acabó haciéndolo.

Me empezó a tocar el culo. Y en eso estábamos besándonos, y tocándonos estas partes por encima la ropa.

Yo ya estaba lanzado y muy caliente, para que nos vamos a engañar, así que me atreví a ir más lejos. Le baje un poquito la cremallera de atrás del vestido, para que cediera un poco su corpiño y poder tocarle los pechos, como no me dijo nada, comencé a acariciárselos.

Seguí con mi exploración, y me decidí meterle la mano por detrás del vestido, hasta llegar a su culito. Ella solo me acariciaba la espalda tímidamente y el culo, pero Yo seguía con mi exploración y me atreví a más. Estaba explorando por primera ver un cuerpo de chica y quería llegar a todos los rincones. Así que la mano que tenía en su culo, empecé a llevarla hacía delante.

Muy tímidamente, y con miedo a una negativa, por fin llegué a su rajita. Aquella sensación para mí fue muy especial. El sentir nuestras lenguas entrelazadas, y tener mis manos en sus pechos y en sus partes más intimas era lo máximo para mí. Como vi que ella no se lanzaba, cogí una de sus manos y se la puse encima de mi pene que estaba duro como una piedra. Ella lo notó, y como le había dado yo ese empujoncito a que me tocara, ya no se cortaba, y empezó a meter su mano por dentro. Nos abrimos un poquito la ropa, lo justo para poder tocarnos bien.

Allí estábamos los dos enrollándonos, y robándonos nuestras partes muy íntimas. Se notaba mucho que era nuestra primera vez. Allí no sabíamos que partes había que tocar, ni que movimientos eran mejor o peor, pero si que os puedo decir, que las ganas con que nos tocábamos, era muy efusiva. Nuestra respiración se fue acelerando, y cada vez nos sobabamos con más efusividad. Yo no se si mi prima llegó a tener un orgasmo, pero si que puedo decir que cada vez disfrutaba más por la manera en como me tocaba. Hasta el punto que finalmente no pude aguantar más y me hizo correrme. No se si dio cuenta, porque le retiré su mano a tiempo por vergüenza, pero supongo que lo notó.

Ahí lo dejamos, nos pusimos nuestras ropas bien, y nos fuimos de nuevo para el centro del pueblo inventándonos la excusa por si alguien nos había estado buscando o algo. Como os he dicho, este relato, no es como los que se encuentran normalmente, y por su contenido podéis ver que es todo real . No se si era lo que os esperabais, pero no quiero contar nada que se salga de la realidad. Para eso, ya esta la sección de Fantasías.

P.D. Al año siguiente nos volvimos a enrollar, en breve os lo cuento y os explico como ha acabado todo esto. Saludos