Nudista a la vista.

Caminando por la costa disfrutando del paisaje, pude pude contemplar con detenimiento los cuerpos de 2 mujeres de entre 40 y 50 años, sin yo saberlo ellas pasaron un buen rato a mi costa y yo también.

Desde hace ur par de años me gusta ir a playas nudistas, y he de reconocer todavía me pongo algo nervioso y supongo que  eso se me nota demasiado, y eso provoca algun jueguecito sin comerlo ni  beberlo.

Sobre mí, puedo decir que soy un chico moreno de ojos oscuros, yo me considero dentro de la normalidad, tengo las piernas bastante atléticas de hacer ejercicio y estoy bastante delgado pero nada de cuadraditos ni pectorales ni nada eso. También he de decir que creo que cada cuerpo tiene su atractivo, sobre todo al natural. Y ver a cualquier persona sin complejos disfrutando de la playa sin nada de ropa resulta admirable.

Siempre me ha gustado caminar por la línea costa y buscar playas perdidas así que fui a  Menorca para hacer a pie el camino de cavals, hasta ese momento yo nunca había hecho nudismo ni sabía que lo haría.  En verano para andar conviene madrugar para evitar las horas más calurosas, llevaba andando 3 horas y serían las 9 de la mañana.  Llegué a una playa donde había únicamente 2 señoras de unos 45 años, me quité la mochila y me senté bastante lejos de ellas para no molestar.

Me senté a su altura y al mirales  me di cuenta de que estaban haciendo topless, eso suscitó un ligero interés ya que ambas dos tenían unos pechos enormes, no quería  mirar  mucho por discreción pero cuando se giraban ellas yo también  me giraba y les miraba. Yo tenía intención de parar poco rato seguir caminando, la que estaba màs cerca mio se puso de pie, llevaba puesto la parte de abajo de un bikini negro y se quedó en postura diagonal mirando al mar. Yo de vez en cuando la  miraba de reojillo y ella se daba cuenta porque estaba en su ángulo de visión, yo no quería mirar pero levantó los brazos sus 2 hipnóticas tetas se aplastaron y redondearon de tal forma que no podía evitarlo. En ese momento me di cuenta de que su amiga estaba desnuda, lo estaba desde antes  pero no me había fijado.

Bufff, yo llevaba un pantalón de correr muy corto de los que tienen braga interior, son cómodos pero no agarran  mucho.  La que estaba sentada se echó hacia atrás y si miraba hacia allí podia ver el triángulo que formaba su "bello" vello púbico, porque la señora tenía un chocho muy bonito que no sé porqué no podía dejar de mirar.

Para entonces yo tenía una más que evidente erección, y mi nerviosismo era muy evidente. Trataba  de mirar al mar pero hacía un barrida de oeste a este, y en ese intervalo veía mi polla querer salir del pantalón y luego  miraba a la que estaba de pie, en un gesto "bastante" natural pero al mirar a  la mujer desnuda ese movimiento de arriba hacia abajo me delataba.

La situación era que al estar ellas giradas hacia mi veían todo lo que hacía, un par de veces miré al horizonte y llegué a la mujer que estaba en pie, sin mirar a la otra para ser discreto. Hice que cogía agua de la mochila para poder mirar con una excusa y tenía las piernas abiertas, podía ver perfectamente su clitoris sino fuera porque me daba vergüenza  mirar mucho, aunque a su vez no podía  dejar de mirar.

Traté de no mirar y abstraerme mirando un mapa, que realmente era una excusa para hacer algo, me miré la entrepierna y tenía una marca en el short de líquidillo que había echado mi pene. No quería que lo viesen porque ya se les veía que estaban divirtiéndose zorreando con un pipiolillo cómo yo.

Me levanté y eso les hizo estar más alerta y me agaché para sacar el bañador de la mochila, sabía que me estaban miranfo el culo y eso me daba mucho morbo por la situación pero no quería pensar en ello porque no querría volver a empalmarme. Sin quitarme la camiseta me quité el pantalón, vi que la mancha de líquido preseminal se había extendido. Y me quedé en pié  por un momento, estaba algo más tranquilo porque al no estar empalmado quería demostrar que tenía la situación controlada. La mujer que estaba en pie tenía gafas de sol y se las bajó para que viera que me estaba mirando, y la otra que ahora tenía las piernas más abiertas pero con los pies cruzados se mordió el labio y podría decir que me estaba comiendo con la mirada.

Mi corazón latía rápidamente,  yo trababa de respirar para no empalmarme, pero no aguanté la presión y me volví a empalmar, cogí el bañador y me lo puse con nerviosismo y torpeza, me subí la parte del culo y antes de subirme la parte de delante me giré  hacia ellas para que vieran, subí los hombros y les miré con la polla fuera totalmente  hacia arriba como diciéndoles:  No lo he podido evitar, es una reacción humana.

Pasado ese rato ellas y yo, dejamos de préstarnos tanta atención y la situación para mí erotico-morbosa se calmó. Ellas a lo suyo y yo a lo mío, pasados 5 minutos sentado en la toalla me quité el bañador y me quedé desnudo, nos seguimos intercambiando miradas pero con total normalidad.  Al rato llegó un hombre y pese a estar la playa casi  vacía, había solamente  un grupo de surferos y algún snorrkel,  se puso a 3 o 4  metros de mi entre las mujeres y yo. ¡Anda que no hay playa! Se desnudó y se giró hacia mi para que le  mirara,  desgraciadamente para él yo no estaba interesado en ver eso y mi problemilla era que cuándo miraba a las  mujeres parecía que le estaba mirando a él, y para mi era bastante incómodo. Enseguida se puso de pié apuntándome con su arma, sentía que estaba invadiendo mi espacio así que decidí irme a bañar. Levantarme tendría su morbo por mis amigas pero la situación había cambiado y las mujeres también lo percibieron.

El agua estaba un poco fría y me fui metiendo poco a poco, las mujeres cambiaron su postura para mirarme. Decidí andar por la playa con el agua por las rodillas, fue muy placentero. Sabía que me estaban mirando así que yo caminaba mirando al agua, cada vez que les miraba giraban sus piernas hacia mi. En ese momento la mujer del bikini negro se puso de pie se quitó el bañador cogió una colchoneta y se metió al agua. No pude evitar mirarle tenía un coño depilado pero que se había dejado crecer un poco, como si se hubiera pasado la maniquilla al 2mm. Peligro, peligro, me estaba volviendo a "animar" así que sin pensarlo me metí de  goloe. Una sensación  de placer y frescor invadió mi cuerpo.  La mujer de las tetas redondas estaba tumbada  boca abajo tumbada sobre la colchoneta a amarilla, sus tetas aplastadas contra la colchoneta parecian enormes, tenía las piernas un poco separadas y cuando giraba impulsandose con una mano podía ver su culo y su raja perfectamente porque estaba bastante  cerca.

Estaba otra vez empalmado, al ser el agua muy clara pensé que podría ver mi estado de erección y no me equivocaba.  La muy cabrita movía la colconeta a su antojo para mostrarme su coño mojado, supongo que por el agua del mar o quizás estaba tan excitada como yo, me daban ganas de tocarme bajo el agua y descargar de una vez el calentón. Miro a las toallas y mi amiga del chocho peludo no estaba, miré hacia la orilla y estaba allí poniendose unas gafas de bucear de piscina. No la había prestado atención  porque la colchoneta amarilla y lo que había me tenia totalmente cautivado.

Se acerca hacia mí con las gafas puestas y va  metiendose al agua poco hacia mí 10 metros, 7 metros, 5 metros.... era como una pelicula porno de los noventa, bueno mucho mejor esto era mejor y me estaba pasando a  mi. En ese momento delante mio flotando tenía a una preciosa mujer desnuda luciendose y disfrutando por ser observada, y otra buceando hacia mirandome la poya. Nunca hubiera hecho esto pero  mientras me miraba me agarré la polla y me empecé a tocar, perdí toda verguerza y me empecé a aliviar mirándole como me miraba. En ese momento sacó la cabeza del agua y se tumbó haciendo la estrella regalandome una visión maravillosa de su coño peludo ahora más aplastadito al estar mojado por el agua, y quizá por sus propios líquidos.

Era como que ellas actuaban a su antojo y yo era su marioneta para entretenerse. Haciendo la estrella y yo masturbándose bajo el agua se dejó llevar hacia mí, ella tenía los ojos cerrados pero sabía lo que hacía. De repente esraba a 2 metros,  a un metro a centímetros, su precioso coño en esa postura se me quedó grabado, de repente me dió con su pie derecho en mi tripa, solo me rozó al tocarme se incorporaó y me dijo: Uy perdón, no te había visto, y se dio la vuelta alejándose lentamente.

Era como si ambas tuvieran un pequeño pique por llamar mi atención, yo seguía flotando en todos los sentidos. Miré hacia abajo y tenía la polla reducida al minimo, toda arrugadilla por el agua y con el glande un poco fuera, se había quedado tan  relajadita y pequeña como nunca la había visto.

Poco a poco  me fui acercando a la orilla, me giré hacia atrás para ver dónde estaban, se habían alejado co o si nada hubiera pasado, como si no me acabara de masturbar bajo el agua mirando a dos mujeres 15 o 20 años mayores,

Ellas se quedarán  bastante rato en el agua, yo mientas me sequé, me puse el pantalón con la mancha qye se había secado y  casi no se notaba, guardé las cosas todo lo lento que pude mirando al mar esperando que regresaran a las toallas para verlas por última vez. Esta  vez, salieron por la parte más lejana a dónde yo estaba y no me  miraron ni una sola vez, se quedaron  en pie para secarse al sol pero sólo  podía verlas de perfil, poco a poco empecé a andar sin mirar hacia atrás y al llegar al camino que giraba miré hacia la playa y ellas también estaban mirando hacia mi.