Novio cornudo y sumiso 4
En una noche aburrida le pido a mi novio que me lleve a bailar, ya que tengo ganas de buscar un buen macho que me divierta
Un viernes en la tarde estaba con César en mi casa, estábamos un poco aburridos. Le dije que quería que en la noche fuéramos a bailar, él aceptó, le dije que fuera a cambiarse, que yo me cambiaría también. Tenía que escoger ropa sexy, yo iba en busca de una buena verga que me cogiera, tenía que aprovechar al máximo a mi novio cornudo. Escogí una minifalda blanca, una blusa negra, botas negras, no use brassier, llevaba unas bragas negras.
Cuando el paso por mí me dijo.
C –Te ves hermosa, pero ¿no está muy pequeña tu falda?
Yo me reí.
P –Claro que esta pequeña, si voy en busca de macho.
C –Pamela hasta cuando te vas a seguir acostando con otros.
P –Hasta que yo quiera cornudo, ahora vámonos.
Nos fuimos al antro de moda, como iba vestida no fue necesario esperar para entrar, el cadenero inmediatamente nos dejó pasar. Yo en agradecimiento al pasar moví mucho mis nalgas. Nos dieron una mesa, pedimos algunas bebidas. César y yo bailábamos mientras, yo buscaba con quien irme a la cama.
Pusieron música para bailar muy sexy, yo me puse delante de César, dándole la espalda, pase mis nalgas por toda su verga mientras me agachaba hacía el frente. Él bailaba, de vez en cuando me trataba de picar con su verga, la cual ya estaba muy parada.
Estuvimos como hora y media en el lugar cuando llegaron dos muchachos como de nuestra edad, volví a ponerme a bailar con César, quería que esos dos muchachos me vieran, me habían gustado y quería irme a la cama con ellos. El movimiento de mis nalgas no pasó desapercibido por ellos. Cuando nos sentamos, ellos se acercaron se presentaron se llamaban Edgar y Danilo. Yo me presenté, les presenté a César como mi novio. Al parecer eso los desanimo un poco, parecía que se irían. Yo los invité a sentar.
Al principio no se veían muy cómodos, por lo visto yo les gusté pero el que estuviera con mi novio no los dejaba tirarme la onda. Después de un rato ellos ya se veían animados, aunque no intentaban nada. Estábamos tomando, sentí que eso los desinhibía.
Creí que era el momento de dar un paso más, mirándolos a ellos le dije a César.
P –Mi amor quiero que me lleves con ellos a un hotel, quiero que estos machos me den una buena cogida.
C –Sí mi amor.
E –Que bien amigo, tener una novia así y compartirla.
C –A mí no me gusta compartirla, pero a ella le gusta.
D –Pues qué bueno que te guste Pamela, estas buenísima y ese cuerpo debe de ser probado por varios hombres.
P –Sí con este cuerpo, sería pésimo que solo le tocara a un hombre.
E –Pues vámonos.
Pagamos la cuenta y nos fuimos a un motel que me gustaba. Al llegar le dije a César que él pagará el cuarto. No le quedó más que pagar. Subimos los cuatro a la habitación. Había un pequeño sillón, algo viejo.
P –Siéntate en el sillón y mira como dos machos de verdad le dan placer a la puta de tu novia.
Yo jalé a Edgar, comencé a besarlo, el me agarraba las nalgas, después besé a Danilo, también me tocaba el culo. Mi culo vuelve locos a los hombres.
P –Les gusta mi culo.
D –Sí, tienes unas mega nalgas.
E –Desde que te vi en el antro no deje de verte el culo.
Me apoye en la cama, con una mano me levante la falda, Danilo no aguantó y me bajó las bragas, comenzó a chuparme las nalgas, después me chupo el ano, yo gemía. Edgar buscó ponerse enfrente de mí, me chupó la vagina, después el clítoris. La sensación de una lengua en mi clítoris y otra lengua en mi ano era deliciosa. Yo ya no gemía, gritaba.
P –Así mis machos, chúpenme cómanse a su puta.
Ellos movían muy rápido sus lenguas, el placer cada vez era más grande. Sentí como algo bajaba desde mi cabeza hasta mis pies, eso me llenaba de placer y me hizo llegar al orgasmo.
P –Aaaahhhh síííííííííííííííííííííííííííí, me vengo.
Me acosté en la cama para recobrarme, ese orgasmo fue muy intenso. Ellos se desnudaron y cada uno puso a mi derecha e izquierda su verga. Tome primero la de Edgar y se la chupe, le pasaba mi lengua por todos lados, después hice lo mismo con la de Danilo, sus vergas eran de un tamaño normal, pero ellos eran muy guapos. Después me metía una y después la otra, sus vergas estaban muy paradas.
P –Te gusta cornudo como mamo estás dos ricas vergas.
C –Sí.
P –Mastúrbate mientras vez como soy la puta de estos dos machos.
César se sacó la verga y comenzó a masturbarse. Le pedí a Danilo que se acostara, me subí en él y me metí toda su verga, no me moví y le pedí a Edgar que me la metiera en el culo, mientras yo me abría las nalgas. Edgar me la metió, yo comencé a moverme lento, iba de atrás hacia adelante, mis gemidos eran suaves, pero disfrutaba la sensación de esas dos vergas dentro.
Ellos comenzaron a moverse más rápido, mi placer aumentaba, sentía como mi vagina y mi ano se abrían.
P –Sí cójanme,
soy una puta que quiere verga.
D –Que rico coges, toma verga puta.
P –Sí denme duro, soy una verdadera puta, mira cornudo como me cogen.
César apenas se estaba acariciando, aún no se sentía a gusto con su condición de cornudo. La cama empezaba a brincar, crujía mucho, la cama por lo visto era
muy vieja. Ellos gemían, yo también lo hacía los ruidos eran muchísimos, si alguien pasaba por afuera sabría que adentro se estaba dando una gran cogida.
P –Así mis machos, que bien cogen, denme duro.
Yo ya brincaba para todos lados, ellos me apretaban fuerte para que sus vergas no se fueran a salir. Llegué otra vez al orgasmo.
P –Aaaahhhh me vengo, como me cogen.
D –Quiero probar tu culo Pamela, cambiemos.
Cambiamos, Edgar se acostó me la metí y después me la metió Danilo por el culo, los dos se movían muy rápido, yo comencé a moverme quería que ellos disfrutaran con mi cuerpo, yo brincaba, después me moví en círculos, ellos gemían, gritaban.
P –Así les gusta, cójanme soy una puta, denme verga.
Danilo me nalgueaba, yo apretaba mi vagina y mi ano para darles más placer. Danilo se vino en mi culo me dejó muchísima leche en él, se salió de mí. Edgar me tomó de la cintura y me hizo brincar otra vez en su verga.
P –Así te gusta papi, quieres que tu puta te saque la leche.
E –Sí puta hazme venir.
Yo me movía para todos lados, él se levantaba de la cama para metérmela lo más adentro posible, el placer era enorme, mi vagina se abría y se cerraba, cuando la tuve muy adentro llegué a otro orgasmo.
P –Sííííííííííííííííííííí, que rico coges, me haces venir, que verga tienes.
Me recargue en su pecho para recuperarme, él no se movía cuando al final ya estaba recuperada, el me levantó y me puso en cuatro. Puso la punta en mi vagina, después en mi culo, esto lo hizo como 6 veces.
P –Ya papi métemela toda.
E –Donde la quieres puta.
P –Donde quieras papi, pero clávame tu vergota.
Me la metió en el ano, me gustaba sentirme puta, darle el culo delante de mi novio. Edgar entraba y salía de mi ano, parecía que su verga se ponía más gorda, yo sentía mucho placer, el me nalgueaba.
E –Que culo más rico tienes perra, eres una puta que esta buenísima.
P –Sí soy tu puta, lléname el culo con tu vergota, mira cornudo como el me da por el culo, tu jamás lo has hecho.
Danilo se rió y le dijo.
D –Pobre cornudo jamás has probado ese culazo.
C –No todavía no lo pruebo.
D –No sabes de lo que te pierdes, que ano más rico.
Edgar seguía metiendo y sacando su pito, yo me comencé a mover en círculos, él se vino en mi ano.
E –Sí puta, sácame la leche.
P –Sí papi lléname el ano, que calientita la siento.
Nos acostamos los dos, yo vi a César, él me veía con cara de enojo y de tristeza.
P –Cornudito si no te gusta te puedes ir, aquí se acaba lo nuestro.
C –No mi amor perdóname, te amo, no viviría sin ti.
P –Pues no vuelvas a verme así, deberías de estar orgulloso de tu novia que es capaz de hacer venir a cualquier macho.
Nos vestimos, cada uno se fue por su lado, César me llevo a mi casa, le agradecí por la noche tan rica que pasamos, el me sonrío.