Novia, Cuñada y Amante

La ex-novia del protagonista, con la que vivio las mas excitantes experiencias sexuales,al paso del tiempo se hace novia de su hermano mayor y se casa con él, pero...

Novia, Cuñada y Amante

Por Georgina del Carmen

Mi Familia se compone de mis padres y un hermano mayor, mi nombre es Alberto, actualmente de 28 años de edad, aun permanezco soltero, no así mi hermano Arturo quien es mayor que yo por 8 años, siempre nos hemos llevado más que como hermanos como los mejores amigos a pesar de la diferencia de edades, confiándonos mutuamente nuestros "secretos" y brindándonos ayuda recíproca cuando hubo necesidad.

Como todos los adolescentes tuvimos muchas novias y algunas aventuras con damitas atrevidas, de las que hay muchas, previo a que piensen seriamente en casarse y traten de modificar sus costumbres y comportamiento desenfrenado.

Hace cuatro años conocí a una de ellas, su nombre es Fanny, una chica muy guapa, alta, de cabello claro, piel blanca y ojos castaños y con un cuerpo envidiable por las mujeres y deseable por los hombres, era una de esas chicas que se auto denominan "open mind", le conocí en una fiesta que había organizado la hermana de un compañero de la escuela y a la que fui invitado, lo mismo que Fanny, en virtud de su amistad con la hermana de mi amigo, durante la fiesta simpatizamos y al calor de los tragos de licor no besuqueamos y cuando le llevé a su casa tuve oportunidad de tocar su cuerpo por encima de la escasa ropa que lucia haciendo resaltar su muy bien formado cuerpo.

Un par de días después, a través de la hermana mi amigo, volví a ver a Fanny, quien le había solicitado que me invitara a su casa para encontrarnos ahí nuevamente, así se hizo y yo encantado de haberle interesado a una chica tan guapa y "buenota" como estaba Fanny, y así se conserva, sin hablar de noviazgo formal empezamos a salir en principio los fines de semana y posteriormente a diario, a partir de ese día me permitió acariciar su cuerpo bajo su ropa exterior por encima de las pantaletas y el brassiere, unos días después ya le podía quitar, en el auto, tanto las minúsculas pantaletas como el brassiere de media copa que usaba, cabe mencionar que su lencería era de un exquisito gusto capaz de provocar a un "Santo". Era una chica extremadamente cachonda que no se detenía ante nada para dar rienda suelta a sus candentes instintos sexuales, antes de 15 días ya habíamos visitado algunos moteles en los que al cerrar la puerta de la habitación, se quedaban afuera el asco, la moral y cualquier tipo de principios familiares o religiosos.

Las sesiones de sexo con Fanny eran algo fuera de lo común para mí, no había un solo centímetro cuadrado de su cuerpo por donde no hubieran pasado repetidamente mis labios y mi lengua, al igual que los de ella por mi cuerpo, hacíamos el sexo por todos los modos posibles, oral, vaginal, anal e inclusive me satisfacía, sin penetrar, entre sus nalgas, en sus axilas, entre sus chiches, entre la barbilla y su cuello, entre sus muslos, Etc., cogíamos en el auto, en donde varias veces le llegué a desnudar por completo, en hoteles, en su propia casa, en casa de su amiga, la hermana de mi compañero del colegio, en fin donde se nos antojaba y casi siempre era a sugerencia de ella.

Aquellos encuentros sexuales con Fanny eran extraordinariamente excitantes, por supuesto no fui el primero ni tampoco el último que disfrutó de su candente cuerpo, ya que era una chica considerablemente golosa en materia sexual, teniendo una marcada inclinación al sexo oral y anal.

Después de disfrutar por un poco mas de un año de sus excitantes favores sexuales la relación se fue "enfriando" y cada vez era menos frecuente que nos citáramos para coger, hasta que por fin nos olvidamos uno del otro y dejamos de vernos de manera definitiva.

Dos años después Arturo, mi hermano quien por cierto es Ingeniero en petroquímica, empezó a platicar, dentro del seno familiar, que tenía una novia de quien estaba muy enamorado y ya estaba pensando seriamente en casarse, muchisimas veces mencionó su nombre pero nunca le di la debida importancia a ese nombre que tanto repetía y que para mí no significaba nada en esos momentos, así pasaron algunas semanas mencionando su deseo nupcial, ante la seriedad que mi hermano manifestaba, mi madre le pidió que llevara a su novia para conocerla y que ésta conociera a la familia de quien posiblemente seria su esposo.

Llegó el día en que habríamos de conocer a la dueña del corazón de mi hermano, para lo cual fue invitada a comer, cuando mi futura cuñada llegó a casa y se hicieron las presentaciones de rigor yo no me encontraba en casa, ya que para entonces había terminado la carrera de Licenciado en Derecho y trabajaba en un despacho de abogados por lo que llegaba generalmente cuando ya habían empezado a comer, ese día no fue la excepción.

Al llegar a casa me dirigí al comedor con la enorme curiosidad de conocer a la novia de mi hermano y quien había logrado que mi consanguíneo se aprestara a "sentar cabeza" con el matrimonio.

Cuando entré al comedor con una amplia sonrisa para conocer a la futura integrante de la familia, me quedé paralizado, la sonrisa que llevaba en mis labios desapareció y enmudecí por unos momentos. No daba crédito, la amada novia de Arturo era nada menos que Fanny, la misma Fanny ardiente y extremadamente cachonda que me había brindado sin limitaciones su estupendo cuerpo y me había prodigado las caricias eróticas que ninguna otra chica me hubiera hecho antes que ella.

Fanny también se quedó de una pieza evidenciando su enorme sorpresa, su turbación era por demás evidente, no menos que la mía, y al momento de presentarnos ambos fingimos no conocernos y dijimos como autómatas al mismo tiempo el clásico "Mucho gusto" sin siquiera vernos a los ojos, había frialdad en nuestras palabras, tanto que mi madre lo notó y posteriormente me preguntaría si no me había caído bien la novia de mi hermano, por supuesto lo negué tratando de minimizarle importancia al detalle.

Me senté a comer en absoluto silencio solo oía la platica, sin escucharla realmente, ya que en mi mente resurgían los recuerdos de lo vivido con Fanny hacia apenas dos años, la imagen de su estupendo cuerpo desnudo en la pose de "perrita" invitándome a cogérmela por su culito, volvía incluso el aroma intimo de su sexo a mi nariz como en aquellos días de lujuria a su lado y recordaba sus sensuales labios aprisionando mi verga mientras succionaba el glande de mi falo como si quisiera arrancármelo, para luego tragar mi esperma una vez que me había hecho explotar en intensas eyaculaciones.

Al término de la comida me retiré a mi recamara aduciendo que tenía que preparar un documento urgente relativo a mi trabajo, cuando me despedí de ella nos dimos la mano y al igual que en la presentación dijimos fríamente "me dio gusto conocerte" sin poder sostener la mirada en los ojos del otro, ya en mi habitación me sitúe en un dilema, decirle a mi hermano que ya conocía a Fanny y en que circunstancias, y con ello romper las maravillosas ilusiones que él tenia puestas en la chica o bien tratar de borrar de mi mente que algún día la hubiera conocido y dejar que las cosas siguieran su rumbo natural.

Durante toda la noche estuve cavilando al respecto, entre las consecuencias de decir la verdad y los recuerdo de cuando Fanny me distinguía con sus favores sexuales, aun en una caja a la que denomino "el baúl de los recuerdos" aun están las 68 fotografías que me permitió tomarle estando en lencería y desnuda en poses voluptuosas así como chupándome la verga, también las diminutas pantaletas tipo tanga en color negro que me regaló estando éstas empapadas de sus jugos vaginales y algunos otros detallitos que me regaló mientras duró nuestra relación. Por momentos se me paraba la verga recordando los agasajos que mutuamente nos dábamos y en otros me daba profunda pena que ella fuera la elegida por mi hermano para ser su esposa.

Por fin decidí dejar las cosas como estaban e imaginar que nunca conocí a Fanny y comportarme como si la acabara de conocer. A instancias de mi madre Fanny acudía con frecuencia a mi casa para que ella y mis padres se fueran conociendo mas, ya que pronto sería parte de la familia, así que cuando la encontraba en casa le trataba en forma amable aunque sin hacerle mucha platica procurando no quedarme a solas con ella, sin embargo me era imposible admirar su estupendo cuerpo siempre enfundado en ajustados pantalones a la cadera o en pequeñas minifaldas, aunque no tan cortas como en aquellos tiempos, dejando ver sus soberbios muslos, o como se le marcaban sus minúsculas pantaletas bajo su vestimenta exterior, como siempre había sido, por momentos su vestimenta "desaparecía" ante mis ojos y su sabroso cuerpo desnudo venia mi mente y en otras me arrepentía de haberla conocido.

Pasaron las semanas y un día llegó Fanny de visita, como ya era costumbre, Arturo no estaba en casa y se puso a platicar con mi madre como lo hacia siempre que no estaba mi hermano, pero resulta que llegó de visita una amiga de mi madre y la platica versaba de los tiempos en que ellas eran jóvenes, lo que no daba oportunidad de intervenir a Fanny, así que comprensivamente mi madre le dijo que fuera a mi recamara a platicar conmigo mientras llegaba Arturo, yo estaba transcribiendo unos documentos que debía presentar en mi trabajo el lunes venidero, tocó a la puerta y pensando que era mi madre o la chica que ayudaba en la casa solo dije "pase" sin preguntar quien era, me quedé sorprendido cuando Fanny entró a mi habitación y comentó que mi madre le había dicho que fuera conmigo en tanto se iba su amiga.

Mi futura cuñada se ofreció a ayudarme con el trabajo dictándome el documento que estaba pasando en limpio en la computadora, acepté siguiendo la línea de hacer de cuenta que nunca le había conocido, Fanny empezó a dictarme sentada en un costado mío dándome el frente sin mirar el monitor de la computadora, de vez en vez yo escribía más rápido de lo que ella me dictaba y volteaba a verla para que continuara, pero en una de esas me fijé que la faldita que traía puesta dejaba expuesta gran parte de sus muslos lo que llamó poderosamente mi atención y afloraron nuevamente los recuerdos de nuestra candente relación, la verga se me empezaba a endurecer y las equivocaciones en la escritura menudeaban, seguramente Fanny se dio cuenta del hecho, su percepción a acciones de carácter sexual era extraordinaria, no supe cuando pero a la siguiente vez que volteé ya tenia la faldita mas arriba dejandome ver casi la totalidad de sus hermosas piernas y éstas estaban ligeramente separadas de tal manera que podía verle las sensuales pantaletas en color azul eléctrico, mas poderoso era el deseo que mi voluntad y mi verga estaba en completa erección viéndole las piernas y las pantaletas a mi cuñada.

Era irremediable Fanny estaba completamente sabedora de que le estaba atisbando sus linduras y ella seguro había detectado el bulto de mi erección, me puse nervioso por la situación y por la gran excitación que iba en aumento a cada minuto, por fin Fanny tocó el tema que según yo era "tabú", me dijo que me agradecía que no hubiera dicho que nos conocíamos y todo lo que sucedió entre nosotros, interrumpí la escritura para ponerle atención en lo que decía, pero ella seguía con las piernas separadas enseñándome su ingle y su ropa interior, me era imposible mantener mis ojos en los de ella y constantemente miraba a su entrepierna, lo que por supuesto no pasaba desapercibido para una chica con su experiencia en asuntos lúbricos.

Sorprendentemente separó aun mas las piernas mostrándome descaradamente las reducidas pantaletas que no le tapaban por completo su vellosidad pubica, me tomó del brazo acariciándome levemente mientras me decía que nadie tenia por que saber lo que había pasado entre nosotros, como un tonto por la excitación de momento solo asentí con un movimiento de cabeza, ella se acercó para darme un beso en la mejilla a manera de agradecimiento pero no pude resistir la tentación y moví mi rostro forzando a que el beso fuera en mi boca.

Nuestros labios hicieron contacto, después de ello ambos quedamos inmóviles y en silencio, rozando apenas nuestros labios, no me pude contener, como si una fuerza extraña me impulsara a acercar mi boca a la suya y besé sus labios nuevamente, Fanny correspondió tibiamente como esperando alguna reacción de mi parte, volví a besarle pero ahora pase la puntilla de mi lengua por sus labios, entonces ella correspondió abiertamente separando sus labios y besándonos en forma chupando nuestras lenguas e intercambiando saliva, perdí la cabeza y mis manos fueron directo a su entrepierna acariciando sus firmes muslos hasta llegar a su vulva forrada en el sensual calzoncito, ella no se inhibió y su mano se posó en mi hinchada verga por encima del pantalón, no hablábamos, solo disfrutábamos el momento besándonos apasionadamente, acariciando mutuamente nuestras partes intimas, pronto mi otra mano friccionaba sus sólidas tetas, solo jadeábamos presas de la lujuria sin recordar la situación en que nos encontrábamos, habíamos olvidado, cuando menos por el momento, que ahora ella era la novia de mi hermano y pronto seria su esposa.

Sin dejar de besarnos le hice a un lado las pantaletitas metiendo mi dedo en su vagina, ella como en aquellos tiempos me bajó el cierre de la bragueta y me sacó la verga frotándomela de arriba a abajo, le sacaba el dedo de su sexo escurriendo de su néctar intimo y descaradamente lo chupaba ante su mirada, demostrándole que no había asco a su delicioso sexo, ella tal vez por corresponder se inclinó por completo besándome el pene, lo introdujo entre sus labios para chupármelo, apenas me había dado unos cuantos chupetes cuando, a través de la ventana que da al patio, se escuchó que se abría la puerta del garaje, era mi hermano que estaba llegando, enseguida suspendimos la audaz y excitante actividad, quedándonos en extremo calientes.

Me guardé la verga y ella se acomodó la ropa, pero me senté y metí las manos por debajo de la faldita y le bajé las pantaletas quitándoselas por completo y las guarde en uno de los cajones del escritorio, le dije que se las devolvería cuando termináramos lo que estabamos dejando pendiente, ella aceptó sin chistar besándonos, Fanny propuso que ése seria nuestro "secretito", se sentó alejada de mí y fingimos trabajar, justo cuando entró mi hermano a mi recamara a buscar a su querida novia.

Arturo trabaja para Petróleos Mexicanos y entre sus actividades esta viajar a los sitios donde existen yacimientos petroleros, por lo que constantemente se ausenta de la ciudad. Esa misma noche Fanny llamó a mi teléfono celular para comentarme que mi hermano le había informado que iría de viaje durante tres días y que a la mañana siguiente a temprana hora saldría al estado de Tabasco, casualmente yo estaba enterado de que mi madre, a las 10:00 am, asistiría a la junta de una asociación benéfica a la que pertenece y se tardaría en ese asunto no menos de tres horas, así que le propuse que viniera a la casa un poco después de las diez de la mañana para terminar el "asuntito" que dejamos pendiente, mi cuñada aceptó encantada como antes lo hacia.

Pasé mala noche pensando en dos cosas, la primera en la trastada que le estaba haciendo a mi hermano, pero era algo superior a mi voluntad y el segundo era la excitación que tenía de pensar que al día siguiente nuevamente podría disfrutar del candente cuerpo de Fanny y me consolaba aspirando el aroma intimo de mi ahora cuñada, que había quedado impregnado en las pequeñas pantaletas mojadas con sus flujos vaginales que me había dejado la tarde de ese día.

A la mañana siguiente, efectivamente mi hermano había salido de viaje a temprana hora y mi madre se alistaba para asistir a su reunión, la ansiedad de gozar del hermoso cuerpo de Fanny me hacía imaginar que el paso del tiempo era muy lento.

Por fin se fue mi madre y a los cinco minutos llegó fanny enfundada en microscópica y ajustada minifalda que apenas le cubría las sabrosas nalgas y un par de centímetros de sus encantadores muslos, como las que acostumbraba usar cuando era mi chica, sus pequeñas pantaletas se marcaban evidentemente bajo la faldita lo que la hacia ver mas apetecible, una blusita ombliguera y sobre sandalias destalonadas de tacón alto. Al verla me hacia rememorar los tiempos en que era solo mía.

Nos saludamos con un beso en la boca y fuimos a la cocina por unos refrescos e indiqué a la chica del servicio que estaríamos en mi recamara trabajando que no nos interrumpiera y que contestara el teléfono diciendo que no estaba, excepto si era mi madre que si sabia que ahí estaría trabajando con Fanny.

Nos dirigimos a mi habitación y al ir subiendo la escalera ya llevaba mi mano metida bajo la ajustada minifalda de Fanny acariciándole sus hermosas nalgas, no esperamos a llegar a la recamara y al final de la escalera nos fundimos en un apasionado beso, le levanté la mini hasta la cintura y mis manos acariciaban en forma descarada sus sabrosas nalgas y repegando mi erección en su vientre, luego de unos momentos reanudamos el camino a mi habitación, al cerrar la puerta retomamos la pose solo que ahora le levante la blusita juntamente con el brassiere dejando en libertad sus estupendas chiches, en cuanto separamos nuestras bocas me incliné para chuparle sus lindos senos, Fanny se dejaba complaciente disfrutando el inmoral encuentro mientras me sacaba la verga del pantalón para frotármela.

Sin mas la despojé de la blusa y el sostén, así como de la minifalda dejándola solo en las pequeñisimas pantaletas y las sandalias que calzaba, le hice posar para mí como en los "viejos tiempos", mientras me desnudaba por completo.

Permanecí de pie mientras mi cuñada se ponía en cuclillas para besarme el erecto falo previo a que me lo succionara como solo ella sabía hacerlo, estuvo a punto de hacerme eyacular, pero la separé para no adelantar el placer que tenia previsto pasar con ella, así que le dije que ahora me tocaba a mí, la puse de pie, de espaldas a mí, y le quité las pantaletas, lo primero que le empecé a besar fueron sus estupendas nalgas que siempre me enloquecieron, se las lamí por completo y enseguida metí mi rostro entre ellas para deleitarme besando y chupando ese primoroso culito que tanto placer me había dado en el pasado, luego le hice dar media vuelta para gozar ahora de su velluda panocha frotando mi rostro con su vellosidad y con mi lengua buscar entre sus labios vaginales su clítoris para chuparlo sorbiendo los líquidos íntimos que le brotaban de su sexo, fue tal la lujuria con que lo estabamos haciendo que mi cuñada no pudo contenerse y se "vino" en un agitado orgasmo, lo que hizo emerger mas de su licor intimo mismo que tragué por completo.

Continuábamos de pie e hice que subiera una de sus piernas pisando la cama y abrazándola puse mi miembro en su hendidura sexual y mientras nos besábamos en la boca mi falo fue penetrando en su cálida vagina que aun secretaba su delicioso jugo lo que facilitaba la introducción, tenía la totalidad de mi vega dentro de la vagina de la futura esposa de mi hermano que se movía como consumada maestra en las artes amatorias, diciéndome que le encantaba como me la cogía y que me había extrañado cuando nos dejamos de ver, con una de mis manos le dedeaba su lindo culito como preparación para encularla mas tarde. Fanny jadeaba incontrolable besuqueándome todo el rostro y pronunciando frases inaudibles producto de la explosión de placer que estaba sintiendo, se estaba "viniendo" nuevamente, sentí como mi pene era bañado por sus fluidos dentro de su vagina.

Varias veces estuve a punto de la eyaculación, pero haciendo esfuerzos lograba contenerme para prolongar el inmenso placer que Fanny me proporcionaba. Continuando de pie la puse de espaldas a mí, apoyándose en la cama y separando sus apetitosos muslos, acerqué la cabeza de mi verga a su exquisito culo, mi falo estaba suficientemente lubricado con los fluidos vaginales de Fanny, fui empujando lentamente y el ano de mi cuñada se fue abriendo para dar paso a mi órgano viril que penetraba en su recto y avanzaba lentamente alojándose en su intestino, hasta que mi vientre pegaba en sus hermosas nalgonas, le tenia totalmente enculada.

Fanny solo jadeaba y externaba algunos "ayes" que más que de dolor eran de placer, movía acompasadamente su cadera disfrutando mi falo en su colita, el vaivén de mi verga entrando y saliendo de su culito iba tomando velocidad y con ello en aumento el placer, una de mis manos estaba acariciando sus senos y con la otra frotaba su erguido clítoris, así estuvimos por varios minutos, luego sin desencularla, me senté en la cama recostándome y ella hacia sentadillas sobre mi verga al tiempo que movía su cadera en círculos, diciéndome lo rico que sentía mi verga en su colita, mas tarde me incorporé y pasando mis manos por debajo sus muslos me levanté llevándola en vilo frente al espejo para que pudiera ver como entraba y salía mi verga de su apretado Templo de Sodoma, sacaba la totalidad de mi falo de su ano para que observara como se le dilataba el culo al grosor de mi pene y así permanecía por unos instantes, antes de que se cerrara le volvía encular para deleite de los dos, Fanny se sorprendía como su culo podía abrirse tanto sin que le doliera y disfrutaba del momento tanto como yo.

Nuevamente, sin desensartar, la puse hincada sobre la cama en la clásica pose de "perrita", los embates de mi verga en el "chiquito" de mi cuñada eran incesantes, un nuevo orgasmo llegó para ella en el que casi gritaba que le encantaba sentir mi verga en su fundillito, la mano que le tenía en su sexo me quedó totalmente empapada con el néctar que le brotaba de su candente hendidura, no pude aguantar mas y le advertí que estaba a punto de eyacular, Fanny por propia decisión se sacó mi verga del culito y dándose vuelta la introdujo entre sus labios succionándola, enseguida empecé a lanzar chorros de esperma en la boca de la novia de mi hermano, mismo que tragaba saboreándolo hasta la última gota. Cuando la eyaculación cesó, con impudicia nos besamos con la boca abierta compartiendo los residuos de semen que aun quedaban en su paladar.

Nos tiramos en la cama a reposar, en tanto Fanny me comentaba que hacía mucho tiempo que nadie se la había cogido por el ano, ni se lo habían besado y que como yo sabía le encantaba, que mi hermano le hacía el sexo pero nunca por la colita ya que eso a él no le gustaba, por lo que me propuso que fuera yo quien le diera placer por el culito en tanto se casaba con mi hermano y eso sería nuestro "gran secretito", por supuesto que yo acepté encantado. Minutos despues nos vestimos y le indiqué que se fuera antes de que mi madre volviera, que era mejor que nos vieran juntos lo menos posible, aceptó y se fue enseguida.

A partir de ese día nuestros encuentros sexuales se repetían dos o tres veces por semana, en ocasiones en mi casa y las mas en moteles, para lo cual nos poníamos de acuerdo vía telefónica y nos encontrábamos en algún sitio para trasladarnos a los moteles que años atrás habíamos visitado juntos, eso sin necesidad que mi hermano estuviera de viaje ya que lo hacíamos en horas de trabajo para él.

Así lo hicimos durante cuatro meses mas, llegó la petición de mano y ésta concedida, se había fijado la fecha de la boda y viendo cercana la terminación de nuestra inmoral relación la incrementamos al grado de coger casi a diario durante los tres meses siguientes, una semana antes del matrimonio civil le di su despedida de soltera pasando un fin de semana en un hotelito de Cuernavaca, Morelos. Pero no satisfechos todavía la mañana del día de la ceremonia civil me la cogí en mi casa y minutos antes del matrimonio le quité las pantaletitas que traía puestas, por cierto que ese día lucia un traje sastre muy elegante y portaba liguero y medias, diciéndole que se las devolvería cuando ya fuera la esposa de mi hermano por lo que se casó sin pantaletas.

A pesar de que habíamos prometido que esta pecaminosa aventura terminaría el día en que se casara con Arturo, aun continuamos una semana más cogiendo como locos, lo que automáticamente nos convertía en amantes, engañándonos al asegurarnos que sería hasta el día de la boda religiosa, pero solo suspendimos nuestra relación el día de la ceremonia religiosa y, por supuesto, durante la luna de miel, ya que al regreso de ésta lo primero que hizo Fanny fue llamarme para concertar una cita pidiéndome que me la cogiera por su culito divino, cosa que acepté de mil amores.

En el primer viaje que mi hermano realizó ya estando casado con Fanny, ésta le pidió quedarse en mi casa pretextando que tenia temor de quedarse sola en el departamento en donde habían establecido su hogar, mi hermano aceptó y mi madre les apoyó asignándole la recamara que anteriormente ocupaba Arturo y que era contigua a la mía, durante los días que duraban los viajes de mi hermano me cogía a su esposa todas las noches y si había oportunidad también lo hacíamos durante el día.

Posteriormente cuando mi hermano sale de viaje, Fanny se queda en su departamento pero recibiendo mi diaria visita para disfrutar de su excelente cuerpo y en caso de que Arturo se tarde en salir de viaje nos citamos en algún lugar para acudir a cualquier motel a gozar del sexo, ya han pasado casi dos años de que se casaron y me la sigo cogiendo constantemente, a pesar de que tengo novia con la que por supuesto tengo sexo, pero con Fanny es algo extraordinario, es indescriptible la excitación que me provoca cogerme a la esposa de mi hermano.

Georgina del Carmen

Nota.- Relato basado en los datos esenciales proporcionados por el cyber amigo Albareca704 quien asegura son verídicos y autoriza expresamente, bajo su supervisión, la redacción y publicación.