Novata en el reino de sade (2)

Continuacion del anterior...

NOVATA EN EL REINO DE SADE(II)

Estaba tumbada en el suelo sobre una gran lona de plástico completamente desnuda, había llegado a las dos de la mañana después de haber servido para el placer de una mujer que habían conocido sus Amos por la mañana, estaba rendida y se había quedado dormida.

Notó en su cara y su cuerpo como un liquido tibio la recorría cayendo de las alturas, entreabrió los ojos y pudo ver como su Amo estaba orinándola encima, antes de que pudiera responder la Ama la puso un collar en el cuello y dándola un puntapié hizo que se pusiera en postura de espera de orden, de rodillas con las nalgas apoyadas sobre los talones. La ató a una barra con las manos por encima de la espalda poniendo ésta bien recta, entonces el Amo cogió un látigo de siete colas y la dio una serie de 10 latigazos para que no hiciese esos mohines de rebeldía que tenía a veces.

La soltaron y la ordenaron que se duchase y les preparase el desayuno pero sin vestirse, ella obedeció sin rechistar y se lo cocinó mientras lo cocinaba la Ama como se aburría la sobaba los pechos desde atrás pellizcándola los pezones y poniéndoselos muy duros. Ella terminó y lo sirvió, les sirvió el zumo, ella lo bebió en un cuenco en el suelo y la leche, pero el Amo la dijo que no estaba lo suficientemente caliente y se la tiró al suelo haciendo que lo limpiase con la lengua, ella enseguida cumplió la orden, entonces la Ama poniéndose un arnés la penetró con la polla de plástico bien profundamente follandosela.

Zorra, ahora vuelve a calentar la leche y que esté a la temperatura adecuada que si no te azoto—la dijo.

Ella la trajo muy obedientemente a pequeños saltitos ya que la había colocado unos grilletes en los tobillos, ella se la dio e hizo una genuflexión con la cabeza agachándola, cada vez era mas obediente, luego se puso a sus pies de rodillas con el culo en los talones a la espera de ordenes, él bebió parte de la leche y dándola un beso se la fue dando en la boca.

Terminaron, ella fregó todo y su Ama la colocó el collar de nuevo y la condujo al salón donde iba a ser domada en una sesión. Fue conducida a la mitad de la estancia donde se la obligó a subir a una mesa donde la tumbaron boca abajo, la separaron bastante los tobillos atándoselos a una barra separadora, las manos a los lados de la mesa en la parte superior y los tobillos aparte de en la barra bien fijados en los laterales de la mesa.

No se podía mover, no la iban a tapar los ojos para que tuviera constancia de lo que la iban a hacer, la Ama se encargó de verter en su agujerito un poco de crema lubricante, la crema había estado toda la noche en la nevera con lo que estaba muy fría, la sensación de frio la recorrió la espalda como un gran escalofrio que hizo que se le erizase todo el vello y los pezones se le pusieran duros, sus Amos conocían como iba a reaccionar, luego la fue acariciando con la crema en círculos lentamente hasta que iba notando como vencía la resistencia del esfínter, el dedo fue entrando y saliendo hasta que vió que el ano ya estaba relajado, el Amo entonces cogió un cono y lo untó de la crema helada bien la punta y también en el culo y fue introduciendo el cono, la resistencia era cada vez mayor y el dolor en la esclava también, ella pugnaba por no gritar, por no demostrar debilidad, quería que se sintieran orgullosos de su aguante pero el dolor se iba convirtiendo en excesivo hasta que oyó un bluf y notó como todo el cono estaba en su esfínter entonces el Amo procedió a extraerlo y luego a penetrarla de nuevo con él varias veces hasta que a ella le empezó a parecer agradable ese movimiento de mete y saca, su coño la delataba, cada vez estaba más mojado, luego la dieron la vuelta y la ataron boca arriba con las piernas bien abiertas y estiradas, la pusieron una especie de pinzas en los pezones constituidas por dos aros de plástico duro del que salían varias puntas similares a las de las alfileres que pinzaban su pezón, observó que de esos artilugios salían unos cables que iban a parar a una especie de batería, su Ama la dio un par de descargas.

A la primera descarga la sensación fue dolorosa pero luego el dolor se fue convirtiendo en placer y observaba como su coño estaba cada vez más mojado, ahora a los mandos de la batería estaba el Amo mientras ella se inclinaba sobre el coño de la perrita y se lo lamía recreándose en los labios mayores mordisqueándolos antes de pasar a lamer con fuerza el clítoris e introducirla unas bolas chinas de aproximadamente 4 cms de diámetro en el coño mientras jugaba con ellas sacándolas y metiendolas muy lentamente, tenía ya a la esclava muy caliente por las bolas y las descargas entonces ella se retiró y su Amo penetró salvajemente a la sumisa follandola a un ritmo altísimo que hizo que los jadeos fueran auténticamente escandalosos.

Estaba a punto de terminar cuando la esclava después de una descarga en sus pezones se corrió abundantemente contrayendo la vagina y atrapando la polla dentro haciendo que el Amo se corriese dentro de ella, luego se la sacó y la obligó a comérsela.

Ahora era el turno de la Ama la soltó de las ataduras y la ató las manos en alto por encima de la cabeza a una argolla en el techo y los tobillos a dos columnas que estaban separadas de tal forma que Paula se tenía que mantener en una postura forzada no tanto como para tener los músculos tensos pero casi, entonces con una fusta la fue azotando la Ama en series de cinco azotes por cada parte del cuerpo que se le antojaba, mientras el Amo la volvía a colocar los electrodos en los pezones y la daba descargas, la sumisa estaba en un punto en el que no podía controlar sus reacciones orinándose encima por lo que la Ama aumentó cada serie a diez fustazos.

Cogiendo cada uno de sus dueños una especie de consoladores se los introdujeron en la vagina y el culo respectivamente y poco a poco los fueron inflando haciendo que sus agujeros se fueran abriendo por dentro sintiéndose la muchacha completamente llena.

Alternaban las descargas y el inflado de sus agujeros que a la vez hacían vibrar los aparatos, la perra estaba cada vez más caliente y ya no sabía si estaba en un orgasmo casi continuo o en que mundo estaba. El relajamiento mezclado con la excitación máxima era de tal calibre. La liberaron de sus ataduras y la tiraron al suelo quedándose allí mientras el Amo se sentaba en una silla sentándose la Dómina encima y follando los dos con mucha delicadeza primero y luego más fuerte masturbándose entretanto la sumisa.

Zorra te hemos dado permiso para que te masturbes?---- gritó él

No Amo, lo siento mucho--- respondió la perra.

Primero limpia con la lengua la orina que has hecho en el suelo y luego si quieres puedes masturbarte mientras te comes el coño de tu dueña y cuando te hayas corrido te lavas y te metes en la cama—le dijo él.

Así lo hicieron y la perra los dejó en el salón follando como locos mientras ella se metía en la cama, al día siguiente vería si la dejaban continuar con ellos o que ocurría.

Este relato como la serie a la que pertenece va dedicado a una sumisa madrileña que se quiere iniciar en éste mundo, ella ya tiene Amo pero si alguna quiere ser sumisa escribirme o agregarme al msn:

Picante100@hotmail.com