Nos vemos en mi casa y así te presento a mi hijo.
Tras una primera cita, en esta ocasión me invita a casa y tengo el gusto de conocer a su hijo, el cual fue muy hospitalario.
Nos vemos en mi casa y así te presento a mi hijo.
Este relato es una continuación del relato anterior “Mis inicios por Madrid”.
Recomiendo la lectura del mismo a modo de introducción para esta segunda parte.
De vuelta casa y una vez que entre por la puerta me dispuse a relajarme en el sofá. Lo primero que hice, fue escribir un mensaje a Ana para decirle que me había encantado el café que habíamos tomado. Vaya experiencia y sensaciones de morbo y placer las vividas hacia un rato. Y le comente que estaría encantado de repetir tantas veces como ella quisiera.
No tardó más de cinco minutos en contestar, acababa de leer los wasap y me decía que estaba recién salida de la ducha, que por mi culpa tenía todo el pelo pringoso y que nada más llegar a casa se metió a darse un baño.
Enfundada en una toalla que apenas tapaba medio culo y dejaba ver esas maravillosas tetas operadas, se encontraba contestándome a mis wasap. Sabía perfectamente como encenderme describiéndome cada detalle de cómo se encontraba.
Según me contaba nunca había hecho nada igual pero le había encantado, y estaba dispuesta a repetir siempre y cuando no la reconocieran. Era una mujer madura formal y decente me decía.
Pasaron los días y las conversaciones cada día se hacían más intensas y entretenidas.
Ana- hola guapetón.
Yo- que tal estas preciosa.
Ana- bien aquí acabando de hacer la comida, que el niño viene en un rato.
Yo- pon mesa para tres jejeje, que me apunto a un menú casero jejejjee.
Ana- un día de estos te vienes y te lo presento, le caerás bien jijij sois casi de la misma edad.
Yo- jajajaja no creo que le guste mucho ver a un tío de su edad prácticamente, tirándole los trastos a su madre jiji.
Ana. Él no se mete en nada, él tiene sus amigas y yo tampoco le digo nada.
Yo- mmm bueno en ese caso algún día voy jijiji.
Ana – en serio no te dé cosa que él no pone problemas en que conozca a chicos, es más te diré que fue el quien me animo y me hizo esto de la aplicación, me decía que tengo que salir más y pasármelo bien.
Yo- que buen hijo tienes, que solo quiere lo mejor para su mami jijji.
Me conto que ella vivía sola con su hijo y una perrita que tenían, que hacía ya tiempo que se había divorciado y que él era el pequeño.
El pequeño era prácticamente de mi edad, le sacaba un par de años nada más.
Por otro lado tenía una hija, mayor que el varón, entre hermanos se llevaban 2 años y está ya se encontraba viviendo con el novio y tenían una hija.
No perdí el tiempo le pedí una foto familiar jejejjee, argumentándole que quería ver si los niños habían salido a la madre.
Para mi sorpresa me la envió, rara son las veces que una madre deja ver a sus retoños, normalmente les gusta separar este tipo de cosas.
La hija estaba realmente buena y se lo hice saber, su respuesta fue que ya estaba pillada mala suerte. No esperaba ese tipo de respuesta, en ningún momento se molestó.
Del hijo que decir, que esperaba que fuera verdad lo que decía que no se metía en nada, porque era un friki de los videojuegos que mediría un metro ochenta por lo menos y estaba bien alimentado.
Las conversaciones se sucedieron, tuvimos un interminable intercambio de fotografías, vestidos, primeros planos, lencería, bóxer…. Un auténtico book teníamos el uno del otro.
No se me iba de la cabeza que su propio hijo fuera quien la incitara a salir ligar y disfrutar, así que todas mis conversaciones al final giraban en ese aspecto.
Me reconoció que le había hablado de mí, de un chico que había conocido en la aplicación y que se lo estaba pasando muy bien. Su respuesta fue disfruta que eres joven y guapa.
Tenían una relación muy natural y sin tabúes.
Pasaron días hablando y en una de las ocasiones le solté que como veía su hijo que su madre se hubiera liado con un chico prácticamente de la misma edad que él.
No le parecía mal ni bien el chico estaba más a los videojuegos que a otra cosa.
Ahora la pregunta era al contrario,
Yo- te pone la idea de follarte a un chico de la edad de tu hijo jjiji.
Ana- no lo había pensado así, me pones tu jajajaja.
Yo- seguro que algún amigo de tu hijo te tiene bien visto el canalillo.
Ana- si alguno hay jajajaa son críos jajaja.
Yo- críos que son prácticamente de la misma edad del que ahora mismo te está escribiendo y que el otro dia te paseo por el bar en tetas sin sujetador y te dio lechita para que merendaras, jajaja
Ana- serás guarro, jiji me encanta jajaja ese tipo de meriendas jiji. Menuda generación estáis hechos.
Yo- por cierto de lencería que usas, que tienes.
Ana- pues siempre uso tanga. Y para ocasiones especiales me pongo corse, medias, alguna batita sexy….
Yo- mm. que bien suena todo eso, el corse con esas tetazas te tiene que quedar de lujo. Infartaras jiji.
Ana- se hace lo que se puede jajajaja.
Yo- espero verte algún día así, con esas curvitas y esos modelitos colocados.
Ana- un día de estos.
Estábamos en fin de semana y habrían pasado como que dos semanas desde la vez que quedamos para tomar ese famoso café, estaba solo en casa y me había dedicado a mirar bastante porno por internet, estaba realmente caliente.
Le escribí y le dije que si le apetecía un café como el del otro día jijiji
Ese día según me contesto decía que era imposible, tenia a la familia al completo en casa yerno incluido y estaban comiendo, me comento que para el domingo si podría que no había hecho planes.
Quedamos en que iría a su casa a eso de las cinco de la tarde a por un buen café, mi cabeza ya empezó a corto circuitar jiji.
Reconozco que esa tarde me hice algunas pajas del calentón que tenía encima.
Llego el domingo serian como las cuatro de la tarde y con mis mejores galas me dirigí hacia su casa, tardaría una media hora en llegar, una vez allí la llame al móvil y me dijo que subiera, que allí me esperaba, que estaba su hijo que así me lo presentaba, que no me preocupara que él se marchaba en un rato que había quedado con los amigos y que no nos iba a molestar.
Lo recuerdo como si fuera ayer, aparcar bajarme del coche y verla en el balcón asomada para indicarme por donde entrar en la urbanización, estaba caliente nervioso, excitado… era una bomba.
Subí a su piso por el ascensor, respire hondo en la puerta de su casa y llame al telefonillo, ya no había vuelta atrás. Cuando abrió me quede flipado muy simpática ella me dio la bienvenida y me invito a pasar dentro.
Llevaba puesto una batita veraniega excesivamente sexy tapaba lo justo por debajo del culo y le hacía un escote que llegaría casi al ombligo. Los bóxer me habían encogido tres tallas en cuestión de segundos.
Me encontraba en el hall de entrada de la casa cuando hizo acto de presencia su hijo.
Yo- hola que tal como estas, tú debes de ser Javier.
Hijo- si así es.
Yo – yo soy…….encantado de conocerte.
Hijo- igualmente.
Yo- voy a ver si tomo un café con tu madre y echamos un ratito.
Hijo- ok, perfecto.
madre(Ana)- nosotros vamos a estar en el salón que nos vamos a tomar un cafelito.
Hijo- sin problema yo estoy en la habitación que ahora como te comente he quedado y os dejo solos.
Ana y yo- ok vale, pues hasta luego.
Nos quedamos los dos solos en la entradita y me enseño la cocina, se dispuso a ponerme un cafelito la agarre por detrás y le empecé a sobar las tetas y meterle mano.
Con una risita tonta me dijo que me esperara que nos tomásemos el café y que no tuviera la manos tan largas que nos iba a ver su hijo.
No le hice mucho caso y cada vez que podía le metía mano.
Pillamos los cafés y directos al sofá, hablamos más bien poco, nada interesante, nos metíamos mano, le comía la boca y con cuidado de que no nos pillara en plena acción.
Tenía a la madre a escasos metros de la habitación de donde se encontraba Javier con la bata abierta y una de las tetas fuera mamándosela, era realmente morbosa, reconozco que me hubiera molado que nos pillara.
Decidimos ir a al habitación de ella, esta se encontraba justo al lado de la de la hija y del otro lado de esta estaba su hijo.
Apenas nos podría oír, salvo por un detalle, al entrar en la habitación, entre yo el ultimo y no cerré la puerta, estaba totalmente abierta aunque por la distribución de la misma no podía ver absolutamente nada. Si pasaba por el pasillo o tenía interés en oír mas de la cuenta se lo había puesto fácil.
Nos tiramos en la cama y la ropa nos duró segundos, le comía las tetas, las chupaba, mordía…
Le metía mano, un dedito en el coño, estábamos los dos híper encendidos.
Me encantan antes de follar que me hagan una buena mamada y ella con sus años sabia lo q hacía, no dejaba nada fuera, la pedí que siguiera mamando pero quería cambiar de postura, esta vez será yo el que le follaria la boquita y para eso la arrastre hasta el borde de la cama dejándole la cabeza por fuera del colchón.
De este modo al metérsela le entraría toda sin dejar nada fuera. La estuve follando así durante un buen rato. Hasta que decidí que había que cambiar.
Me coloque un condón y empezamos yo arriba y ella debajo, continuamos en la misma posición pero le había levantado las piernas y las tenía pegadas al pecho
Realmente gemía y nos estarían escuchando todo. Yo no me cortaba todas las guarradas que se me venían a la cabeza se las soltaba en voz alta, el hijo estaría al tanto d todo, de fondo alguna vez se escuchaban pasos o abrir o cerrar alguna puerta.
Llevaríamos como unos cuarenta minutos follando cuando escuchamos la puerta de la habitación del niño y a los segundos una voz que decía “pasarlo bien y ser buenos” seguido de unas risas.
Paramos un segundo dijimos adiós desde la distancia y seguimos a los nuestro.
Estaríamos como dos horas follando con sus correspondientes descansos. Realmente me tenía ya seco era insaciable.
En uno de los descansos con un cigarrito en la boca ella, pues yo no fumo. Me confeso que el modelito de ropa que llevaba era decisión del hijo pues fue a pedirle opinión.
Imagina follándome a una mujer madura buenísima, con un culo bien puesto y mejores tetas operadas, follándomela en su propia cama y con el beneplácito de su hijo, el cual para que yo pudiera disfrutar más eligió un modelito de ropa interior que a él le gusto y a mi más.
Acabamos para la hora de cenar, realmente necesitaba reponer fuerzas, me había dejado destrozado. me vesti me despedi y qedaria en verla muy pronto.