Nos dejaron plantados
Nuestro protagonista se lamenta de que la mujer con la que se había citado no viene. La casualidad quiere que una mujer se vea chasqueada de semejante manera en el mismo bar. Así que, por qué no aprovechar la ocasión.
Son las 7:20 de la noche, ya empiezo a inquietarme pues no llegas a nuestra cita . Llevo puesto mi saco azul oscuro, pantalón color café claro de caqui, zapatos cafés de ante, una camisa blanca sin corbata, es el look que me gusta vestir, y creí que te gustaría, además de una loción Hugo Boss que creo me hace oler bien, inclusive previendo todo llevo un bikini blanco muy ajustado al cuerpo, además que he comprado un paquete de condones por lo que pudiera pasar. Ilusamente mis preparativos son en vano pues no llegaste, la formalidad no es tu mejor virtud, pero aun así creí que llegarías .Y pensar que creí en tus palabras: "Sí, a las 7 estoy ahí." , me costó trabajo inventar un pretexto para llegar tarde a la casa, salir temprano de la oficina y falta que no llegues, dentro de mi decía: "Tanto que me gustas, y cuando finalmente accedes a salir a tomar una copa conmigo no llegas.". Mientras maldecía mi mala suerte dentro de mí... (ya son más de 7:35 pm) me dirijo al baño e irme pues ya estoy cansado de pedir café y tomarlo solo, además de ser blanco de las miradas burlonas de las meseras... pensaba dentro de mí: "Ojalá alguna de ellas accediera a mis deseos, para no irme en blanco." Llego al teléfono y vuelvo a marcar ilusamente tu número, a sabiendas de que nadie responderá a mi llamado. Mientras marco, una mujer se acerca al teléfono de al lado. No he reparado bien en ella, pero cuando estoy a punto de colgar, a ella se le cae algo de las manos al suelo, así que cuelgo rápidamente y me apresuro a recoger lo que se cayó, y en un gesto de amabilidad entregarlo en sus manos. Grande es mi sorpresa que cuando ella se agacha con las mismas intenciones, me quedo maravillado de su belleza, por un momento estoy atónito. Tus hermosos ojos claros, tu piel blanca, tu cabello hasta los hombros rojizo, llevas una minifalda negra satinada pegada al cuerpo, un saco rojo que sin embargo me permite ver, una blusa blanca muy escotada que me permite apreciar cuando te agachaste, la mitad de un par de hermosos senos bien formados, unas medias negras brillosas, que resaltan tus bien formadas piernas. Sólo me dices "gracias" sonriendo, sin embargo puedo notar algo de tristeza en tus ojos, te das media vuelta y supongo te vas. Así que voy al w.c. regreso dispuesto a irme derrotado... Sin embargo puedo advertir que estas sola en una mesa de las orillas. Me acerco tímidamente y te pregunto: "¿Estás bien?", " ¿Te sientes mal?". me dices: "gracias, ya se me pasara", así que insisto: "¿puedo acompañarte?, si es que no esperas a alguien, claro.", a lo que sonríes y me dices: " Esperaba a alguien, pero no llegó", "¿tú esperabas a alguien?" me preguntas, a lo que te digo: "Estamos en la misma situación, yo también esperaba a alguien y no llegó".
Así que me dices: "Ven siéntate conmigo", me siento frente a ti pues siento timidez de tener a una mujer tan hermosa frente a mí. Tras el saludo clásico: cómo te llamas, dónde trabajas. etc. te pregunto si te gustaría tomar algo a lo que me dices: Una piña colada, casualmente es una de mis bebidas favoritas, así que ordeno 2, mientras platicamos no dejo de mirar tus hermosos ojos, y tú sonríes aceptando mi sinceridad y la casualidad de nuestro encuentro mientras seguimos platicando de cosas intrascendentes: nos terminamos la bebida y te digo si ordenamos otra: a lo que me dices, me gustaría tomarla en el bar del restaurante, pues se escucha que tocan música de piano. Te ayudo a levantarte, mientras camino detrás de ti, puedo advertir que tienes un hermoso trasero, inclusive advierto que llevas puesta una tanga, ya que se ve la silueta a través de tu faldita pegada al cuerpo. Me dices: vamos a una mesa del rincón: hay penumbra ahí. Ahora ya me siento junto a ti... pedimos otra bebida y empezamos a hablar de temas más atrevidos: Te digo: "No puedo creer que a una chica tan hermosa y sexy la hayan dejado plantada". Y me dices: "Tú eres muy galante, además te ves muy bien, oye la loción que te pusiste, huele.. mmm sensual", dicho esto acercas tus manos a mi cuello y me besas cálidamente, sientes mis húmedos labios empaparse contra los tuyos... Cerramos nuestros ojos, mientras nuestras lenguas se funden dentro de nuestras bocas, mis manos acarician tu cuello detrás de tus orejas, pones una mano acariciando contra mi pecho, las sensación es muy agradable y empieza a elevar nuestra temperatura. La penumbra y la música suave de piano contribuyen a que nuestro contacto sea más íntimo y perfecto en ese ambiente. Se acerca el mesero y pregunta si deseamos otra bebida: Le hago una seña con la mano de que traiga otra bebida y no se acerque hasta que pida la cuenta. Mientras ya mis manos han tocado suavemente tus pezones, los que he sentido duros, pues te estas excitando, acaricias mi pecho puedo sentir que tu mano empieza a bajar suavemente, has rozado a través del pantalón la punta de mi miembro, me hace suaves caricias circulares a través de la tela del pantalón, lo que me hace excitarme más. Ahora te beso detrás de tu oreja... escucho un gemido tuyo: "Ahhh" ... Y mi mano se dirige hacia adentro de tu falda... acaricio tus muslos, mis manos recorren hacia donde se juntan tus piernas sin dejar de besarte, me correspondes abriendo tus piernas, ahora mis dedos sienten tu suave pelambre, hago a un lado la minúscula tela de tu tanga y cuando mis dedos, que previamente los he mojado de saliva, se dirigen a tu interior, te estremeces, lo que hace que tú no resistas más y me abras la bragueta, llena de deseo, has sacado mi miembro y lo aprietas y acaricias de la puntita. La sensación que ambos sentimos me dice que si todo sigue así no podremos controlarnos. Por lo que te digo al oído: "Deberíamos de ir a un lugar más adecuado", a lo que me dices: "Muy bien, vámonos"... Pago la cuenta y nos dirigimos al estacionamiento abrazados como enamorados, ya adentro del carro las caricias siguen subiendo de tono, pero no es conveniente hacerlo ahí, mis manos que te han masturbado en medio de tu rajadita, te han puesto a mil por hora, ya te has venido una vez con mis caricias, por lo que me abres mi bragueta otra vez, tomas mi miembro y lo masturbas, frenéticamente. Al pasar por la caseta y salir de ahí pongo mi saco entre mis piernas para que no se vea que tengo mi miembro erecto. Apenas pasamos y ya enfilo a un hotel, me dices que no resistes más: "Tu verga es tan hermosa", "¡¡¡no resisto más las ganas de comérmela!!!", te desabrochas el cinturón de seguridad arriesgándote y me la empiezas a mamar mientras manejo en la oscuridad de la ciudad. El esfuerzo que hago es muy grande para no perder el control del vehículo mientras manejo, pues a ratos tengo los ojos en blanco, pues me das unas magistrales mamadas subiendo y bajando rápidamente, tengo tu cabeza apenas abajo del volante, de vez en cuando mis manos acarician apretando tus nalgas, lo que te hace gemir de placer. Finalmente llegamos a un hotel, te haces a un lado, pago y sin más preámbulos vamos a lo nuestro. He pedido una habitación con jacuzzi, lo que te agrada. Me abres mi camisa, desabrochas mi pantalón, y ahora de un golpe te la tragas completita, con frenéticos movimientos de atrás hacia delante. No resisto más, te digo que no quiero terminar todavía así que te tomo entre mis brazos, te deposito suavemente en la cama: Abro tus piernas y mi boca ahora ya recorre esa hermosa rajadita con los labios hinchados de placer, mi lengua recorre desde tus vellos mojándolos y moviendo libremente mi lengua de arriba abajo... te vienes en mi cara lo que me ha excitado más, con la cara toda mojada te digo que ya te quiero mía... así que me dices: "Tómame, pero yo te pongo el condón", lo que no sabía es que me lo pones con la boca, te lo colocas cuidadosamente en la boca y de un jalón te la tragas toda, al mismo tiempo que has desenvuelto el condón a todo lo largo de mi morena y gruesa verga, mmmm ¡¡¡qué sensación!!! .
Mientras masajeas y aprietas suavemente mis huevos como si los quisieras exprimir, así que te apoyo contra la cabecera de la cama, alzo tus piernas contra mis hombros y de un golpe te la meto hasta adentro, mientras te bombeo frenéticamente, mientras agarras y aprietas mis duras nalgas, te mantengo un rato así, lo que te hace tener otra corrida. A estas alturas gritamos como poseídos del placer que estamos teniendo... Después de bombearte un rato en esta posición te la saco y te monto de a perrito, te colocas gustosa, enseñándome tus hermosas y redondas nalgas, un instante vacilo, muevo la cabeza de mi roja verga de arriba hacia abajo, acariciando tu hermoso culito, apenas rozándolo, así que cuando la cabecita acaricia tu culito, te mueves hacia mí, así que comprendo lo que quieres, todavía empapado mi miembro de tus jugos, empiezo a empujar, suavemente al principio, después más duro, lo que te hace gemir de dolor primero, y después de placer... pues de improviso te la clavo hasta el fondo, sientes mis huevos contra tus nalgas, y empiezo a moverme rítmicamente, lo que te hace venirte abundantemente, por lo que te bombeo de nuevo más duro, ya gritamos como locos los dos, estamos invadidos por la total lujuria, ya no resisto más y te digo que me voy a venir: y me dices "Lléname en las tetas". así que la retiro de tu rico culito, me quitas el condón y empiezo a hacerte una cubana: Mi verga esta roja y durísima, es obvio que no podré más así que mi venida es enorme entre tus hermosas tetotas, las lleno todas y unas gotas salpican hasta tu barbilla, las lames saboreando su dulce sabor salado de mi leche calientita, a lengüetazos me la dejas bien limpia y brillante, mientras mis ojos en blanco poco a poco van volviendo a la normalidad y empieza a disminuir de tamaño . Hemos terminado dormidos uno en brazos del otro, mientras nos besábamos dulcemente, aun unidos en la misma posición, nuestros jugos se han vuelto pegajosos y nos nos dejan despegarnos mientras se van secando. Te tomo entre mis brazos y te cargo hacia el baño, tu sonríes y me das un tierno beso rodeando mi cuello, te coloco en el jacuzzi y nos bañamos el uno al otro dulcemente, enjabonando nuestras espaldas y a ratos jugando como niños, sonriendo frecuentemente. Terminamos de bañarnos y nos vestimos el uno al otro, te ayudo a ponerte tus medias con liguero mientras me muestras en medio de tus piernas todo tu esplendor que fue mío hace un rato, te doy un tierno beso ahí, tú me subes mi bikini y das un suave beso a mi fláccido miembro, que no dejaste que se durmiera para nada hace un rato. Así que salimos de la habitación abrazados como enamorados, rumbo a mi coche para llevarte a tu casa. Sentimos que el ambiente que nos rodea aun esta lleno de sensualidad y misterio. Nos sentimos como si el mundo girara en torno a nosotros.
Espero les haya gustado, cualquier comentario se los agradeceré...
MADURO