Nos dejamos llevar

Nunca imagine hasta donde podiamos llegar

Como todos dicen… esta es una historia  real, pero esta “si” que de verdad lo es.

Soy un tipo normal, estoy delgado y me cuido un poquito, a veces me  dicen que soy atractivo, en el momento que sucedió esto tenía 34 años y trabajaba por las mañanas como dependiente en una tienda de comestibles dentro de una urbanización. Era verano época de vacaciones y en la urbanización había mucha gente, las mañanas eran muy tranquilas, más bien aburridas, pasaba el tiempo leyendo y escuchando música.

De vez en cuando pasaban por la tienda grupos de adolescentes a comprar chucherías o refrescos. Me llamaba la atención su forma de relacionarse, los chicos haciéndose los hombres y ellas las tímidas pero provocadoras. A veces se quedaban un rato charlando conmigo, había buen rollo y por lo general yo estaba aburrido y hablaba con cualquiera que me diese conversación.

Un día apareció por allí un grupo de unos 15 chicos y chicas y todos tenían unos 17 o 18 años, formaron un caos pedían muchos a la vez,  revolvían todo, gritaban etc.. En definitiva hacían el imbécil conmigo como blanco de sus tonterías. Entre ellos había un chaval de gafas, bastante cortado y callado, no se unía a los demás en las tonterías y hasta me parecía que le molestaba la actitud de sus amigos. Al final se fueron.

A los pocos días el chaval callado volvió y compro algo, y como con los demás chavales charlamos un ratito y me pareció que era muy inteligente, respetuoso, distinto a sus otros colegas, su nombre era Víctor , 18 años,  y estaría  en la urbanización en casa de unos tíos hasta el final de las vacaciones.

Desde ese día fue a por su refresco a diario más o menos a la misma hora y se quedaba a hablar cada vez más tiempo, hablábamos de música de futbol, del instituto etc. etc. yo llegue a la conclusión de que estaba tan o más aburrido que yo porque no tenía amigos porque no era como el resto. En una ocasión fue con una chica, yo me di cuenta que ella le gustaba mucho, y al día siguiente le saque el tema, el con su franqueza habitual me afirmo que si le gustaba pero que no sabía qué hacer, el jamás había estado ni cerca de una chica ni lo había intentado.

Me  caía bien e intente enseñarle lo que yo sabía de como conquistar a una chica, como debía actuar, lo que debía decir, como tratarlas y como entenderlas, y funciono, a ella empezó a gustarle. Un día nada más entrar me dijo, - anoche “ella” me pidió que la besara-,  yo me alegre y lo felicite pero él estaba serio y no parecía feliz, me conto que no lo había hecho porque nunca le había dado un beso a nadie y que sin saber no se animaba.

Así que ahí me vi intentando enseñarle como besar. Después de un rato de darle indicaciones y ver que era un autentico inútil le dije,- joder tío... cierra los ojos e imaginate que soy ella-, y sin pensarlo mas  y sin ninguna intensión sali de detrás del mostrador,  le acomode la cara, le hice relajar los labios, y  le di un pico. El abrió los ojos como platos y se alejo de mí. Me sentí mal en el momento, le pedí disculpas porque la verdad es que no lo había pensado bien y darle un pico había sido una metida de pata, sin decir nada salió por la puerta y yo me quede realmente preocupado por lo que podría pasar si él se lo contaba a sus tíos.

No volvió en un par de días. Una mañana entro, lo notaba nervioso, y después de muchas vueltas me dijo, - Lo he estado pensando y quiero que me enseñes como besar-. Le dije que no, que no era buena idea y le repetí que había sido un error y que estaba arrepentido y que sobre todo no estaba bien que un tipo de mi edad hiciese algo así con un crio. El me miro y me dijo, -No tiene porque saberlo nadie-, en ese momento la cabeza me dio un vuelco, fue un flash, duro menos de 1 segundo, pero esa frase me produjo una erección escandalosa y terriblemente morbosa, menos mal que el mostrador me tapaba.

Muy avergonzado le pedí que me dejara pensarlo y que al día siguiente le diría algo. Al día siguiente apareció puntual. La verdad es que me pudo el morbo. Entro y le deje claro que no iba a hacer nada que él no quisiese. Era unos 10 centímetros mas bajo que yo, me miraba un poquito hacia arriba, tenia ojos marrones y el pelo liso y castaño peinado hacia el lado.

Empecé por quitarle las gafas, y medio escondiéndome de el mundo me acerque a él y lo bese, fue un pico un poquito más largo y más intenso que el primero, me aleje de él rápido por si entraba alguien a comprar, el se paso la lengua por los labios recogiendo una gotita de mi saliva que había quedado y eso me puso a mil, mi cabeza me decía que me tenía que controlar!!!!!, pero, en realidad  ya no podía parar.

Le pregunte si le había gustado y sonriendo dijo,-si- , le explique que era un beso muy pequeñito que habían mucho tipos y que los demás molaban mas pero lo dije con toda la intención de que me dijera que quería mas,  él me dijo, - enséñame otro-. Con mucha precaución volví a acercarme  pero sin antes echar un vistazo fuera, lo cogí por la nuca y le plante un beso un poco más largo y al separarnos toque sus labios con la punta de mi lengua, en mi calzoncillo ya no cavia una morbosa erección. Llevábamos un rato solos dentro de la tienda y por precaución le pedí que se fuera, diciéndole, que si quería aprender más volviera al día siguiente.

Pase todo el día pensando en esos besos, mi cabeza me decía,  -para!!!!!  pero no podía. Al día siguiente no apareció, imagino que a él estaba tan confundido como yo.  Volvió al siguiente, al verlo entrar me temblaban las piernas de miedo, excitación, lujuria y nervios. Me dijo con tono inocente,  –Me  gustaría que me enseñase más-. En ese momento decidí que iba a dejar de controlarme y empezar a disfrutar.

Le pedi que volviese cerca de la hora de cierre del medio día, aun faltaban un par de horas y creo que han sido las dos horas más largas de mi vida, y no paraba de pensar en  lo que iba a pasar, al llegar lo hice pasar  y cerré la persiana, nos quedamos los dos solos en silencio sin saber muy bien qué hacer, lo lleve a la trastienda y le repetí que solo iba a pasar lo que él quisiese que pasase y que si no le gustaba algo o se sentía mal  solo tenía que decirlo.

Me acerque temblando y le quite las gafas me acerque aun mas hasta quedamos muy cerca casi rozándonos, lo cogí con ambas manos de la cara y lo acerque a mi hasta que nuestros labios se juntaron, sentí su aliento agitado en mi boca y su corazón latiendo a mil, fue un beso que empezó despacito y fue creciendo mientras los dos íbamos ganando confianza, el empezó a participar, lamia de vez en cuando mis labios y se apretaba contra mí, sacaba la lengua metiéndola en mi boca, nos empezamos a mover, a rozar los cuerpos, el beso se volvió mas y mas intenso mientras pasaba el tiempo, se oían algunos gemidos y el cerraba los ojos que hasta entonces los había tenido abiertos y después de un rato muy largo nos separamos faltándonos el aire. Le pedí que se fuera y que si quería más volviese al día siguiente.

Nada mas irse entre en el aseo y me hice una tremenda paja casi sin tener que tocarme, y no fue la última de ese día pensando en él.  Al día siguiente volvió cerca del cierre, Ese día como el anterior no enredamos en un beso largo y súper excitante. Pero los dos queríamos más.

Yo había notado el bulto en su chándal cuando me rozaba contra él,  hasta ese momento yo me había limitado a acariciar su nuca, su cara y su espalda en algunos  momentos pero en ese momento mientras lo besaba muy apasionadamente fui bajando mi mano por su cintura y apoye la mano plana sobre su polla haciendo presión, el soltó un gemido de placer, le pregunte si le molestaba y dijo simplemente no moviendo la cabeza con los ojos cerrados,  seguí tocándolo por encima del pantalón, el gemía mientras me besaba, la verdad es que me sorprendió mucho que tuviese más o menos el mismo tamaño de polla que yo, empecé a apretarla, cogerla, pellizcar un poquito la cabeza pero siempre por fuera, me decidí a ir un poco mas allá y metí la mano por la cintura del pantalón mientras apoyaba a él contra una pared y le hundía mi lengua en su boca, al sentir que lo estaba tocando piel con piel soltó un gemido de autentico placer, la rodee  con mi mano estaba caliente palpitante, súper dura y le salían gotitas de liquido pre seminal.

Era la primera polla que tocaba en mi vida y me encantaba. Necesitaba verla, le pregunte si podía sacarla y simplemente asintió, sin soltarla con el antebrazo baje un poquito el chándal y la deje fuera. Era la polla más bonita que había visto, aunque  nunca había tenido una tan cerca y menos tocándola, en ese momento supe que tenía que tenerla en la boca.

Me arrodille delante de él sin soltarla, seguía pajeandolo muy suave, fui acercándo mi cara, percibí su olor, vi el color de su piel, la venas y la gotita perenne saliendo de la punta, lo primero que hice fue sacar la lengua y lamer una gotita, se que  ese sabor no se me olvidara jamás, volví a lamer la punta y esta vez mirándolo a los ojos, él ya solo se dejaba llevar, de a poco la fui metiéndola en mi boca, sintiéndola entrar y rozar contra mi lengua y el paladar, la metí todo lo profundo que pude, cerré la boca juntando los labios a su alrededor, succione un poquito y en ese momento fue cuando la note en toda su magnitud tan dura, caliente, su piel tocando cada parte de mi boca, el glande cerca de mi campanilla apoyado en mi paladar, que rico!!!, empecé a moverme delante y atrás, intentando reproducir como lo hizo “aquella tía” que mas me gusto como me la había chupado, parece que lo conseguí porque él me puso una mano en la cabeza para acompañar mis movimientos y que no parase, en ese momento necesite que se corriera en mi boca, me convertí en una puta deseosa de polla, seguí chupando morbosamente, la saque y le pase la lengua todo a lo largo, la puse vertical contra su abdomen y chupe desde sus huevos a el glande, la mordisque por el lado la pasaba por mis mejillas, tenía la cara mojada de liquido pre seminal y saliva, el se movía delante y atrás follandome la boca, empezó a acelerar el ritmo ahí supe que se iba a correr, la deje dentro de mi boca  y también deje que fuese él quien se movíera para poder disfrutar sin distracciones de lo que iba a pasar, de repente su  ritmo empezó a ser desigual, al mirarle a la cara vi sus ojos muy apretados y una mueca parecida a la del dolor,  sentí en mi boca el primer chorro de liquido viscoso y caliente que iba directo a mi paladar, y otro más y otro, la saque un poco dejando solo la cabeza dentro para poder saborearlo, tenía la boca llena y seguía saliendo y empecé a tragar, al hacerlo sentí todo el sabor intenso llenando mi boca y nariz, trague varias veces mirándolo a la cara, viendo como se corría, fue increíblemente excitante, al final volví a meterla entera  hasta la campanilla y a chuparla intensamente como al principio alargando su orgasmo, creo que se volvió a correr porque seguía gimiendo y retorciéndose hasta que me pidió que parase. Al sacarla de mi boca apreté mucho los labios entorno a ella para que saliese limpia y yo quedarme hasta con la última gota de su leche en mi boca.

El estaba de pie y parecia mareado, acerque una silla pero no quiso sentarse, acomodándose la ropa me dijo que se quería ir yo abrí la persiana y sin decir nada se fue. Yo seguía teniendo su sabor en mi boca y sin pensarlo fui al aseo a hacerme una tremenda paja reviviendo el momento. Y no fue la última de ese día, a cada rato me venían a la mente flashes de cuando la tenía en mi boca y estuve a cien todo el día.

Aunque no sabía si iba a volver al día siguiente lo deseaba. Pasaron un par de días sin verlo, yo estaba matándome a pajas y cuando se acercaba la hora de cerrar al medio día no paraba de mirar fuera por si podía verlo venir. Quería más, pero a la vez me moría de la vergüenza y la cabeza la tenia revuelta. Me preguntaba a cada rato si yo era bisexual, jamás había tenido la necesidad de tocar o acercarme a un tío y mucho menos tener sexo, sabía que solo me movía el morbazo que tenía toda la situación, además era un crio con todo lo que eso conlleva.

Un par de días después volvió y me dijo que les había dicho a sus tíos que comía en casa de un amigo asi que teníamos tiempo, yo sali a cerrar sin antes mirar bien alrededor, simpre tuve miedo de lo que podía pasar,  sin decirle nada el solo se dirigió a la trastienda y se quito las gafas, yo estaba súper excitado desde el momento en que lo vi entrar, lo seguí, él se apoyo en su pared y yo me acerque despacio, hasta que nuestros cuerpos quedaron pegados, y como los días anteriores empezamos a besarnos intensamente.

En este punto  ya no sentía la necesidad de cortarme en nada así que sin preguntarle le quite la camiseta de un tirón, vi su torso desnudo, moreno por el sol de la piscina, estaba delgado pero no escuálido, se notaba que hacia algo de deporte, lo acariciaba mientras lo besaba lamia su cuello y empecé a bajar besando su pecho, él,  que hasta ese momento no había participado en nada solamente me había cogido la cabeza para que no parase de chuparla empezó a acariciarme la espalda sobre la ropa pero al momento metió sus manos bajo mi camiseta, me rozo el culo, y una mano paso delante y muy tímidamente hizo presión sobre el bulto de mi pantalón, yo me separe de él y nos miramos a los ojos, y a los dos nos salió la primera sonrisa, una sonrisa picara y de aceptación, en ese momento supimos que no íbamos a parar y que los dos estábamos a gusto con cualquier cosa que pasase, mirándonos a los ojos y sonriendo los dos aceptamos que nos gustaba muchísimo lo que iba a pasar  y que lo íbamos a disfrutar.

Desabroche mi pantalón para que no le costase meter la mano, sentí su mano en mi barriga deslizándose hacia abajo y por debajo del calzoncillo, al llegar a mi polla la cogió muy suave al principio, me miro y me dijo - esta muy dura y caliente-  yo le sonreí y comencé a besarlo más intensamente, estuvo un rato  con la mano dentro del calzoncillo enganchado a mi polla moviéndola poquito lo que le dejaba el poco espacio, para que pudiese hacerlo mejor baje un poco el pantalón y el calzoncillo dejándola completamente fuera. Él  la miro en su mano,  apretó con fuerza y empezó a pajearme como lo había hecho yo con él el dia anterior. Yo me deje hacer, seguimos besándonos y tocándonos hasta que él se arrodillo delante mío. Yo pensé,-si me la chupa le lleno la boca, la puso delante de su cara, la miro, la olio y de sin mas se la metió en la boca, me apoye contra la pared a disfrutarlo, no lo hacía mal pero le sugerí un par de cosas para que fuese increíble. Cerré los ojos y a disfrutar. Acariciaba su cabeza y lo miraba comerme, me ponía muchísimo verlo, era la primera vez que me la comía un tío y  menos un chaval, también era su primera vez y parecía que le fascinaba por como lo hacía, disfrutaba pasándome la lengua todo a lo largo por el frenillo y los huevos, la sacaba de su boca, besaba, lamia, mordía, todo un espectáculo de ver, de vez en cuando me miraba a los ojos con una sonrisa picara y de placer.

Cuando iba a correrme se lo avise y el empezó a chuparla muy enérgicamente, no tarde nada en empezar a soltar chorros de semen en su boca, al medio de mi orgasmo abrí los ojos y me encontré con los suyos mirándome morbosamente, y eso me subió a las nubes. Igual que hice yo con él cuando termine y la saco de su boca la dejo limpia y por supuesto, se trago todo.

Me senté porque me temblaban las piernas. Le conté que había sido una pasada y el pareció enorgullecerse, nos reímos de lo mareado que estaba yo, y bromeamos un rato, estábamos los dos muy tranquilos y a gusto, yo seguía sentado vestido y el de pie sin camiseta y con una erección increíble haciendo bulto en su chándal, lo cogí de la mano lo traje hacia mí y lo hice sentar sobre mis piernas de frente a mí, su cara estaba un poquito por encima de la mía.

Mientras hablábamos de lo que había pasado nos reíamos y entre media nos besábamos un poco juguetones, se pego a mí para poder apretar su polla contra mi barriga mientras yo le acariciaba la espalda, metí mis manos por dentro de su pantalón para tocar su culo y al pasar mis dos por dentro de su raja nos pusimos de nuevo a mil.

Nos pusimos de pie y me quite la camiseta y el pantalón y al verme él se quito el pantalón, volvimos a sentarnos él encima mio pero ahora estábamos los dos casi desnudos y empezamos a disfrutar del roce piel con piel, nos acariciábamos nos besábamos con muchísima intensidad, me fascinaba cuando su lengua recorría mi boca, apretábamos nuestras pollas contra el otro, lo puse de pie y de un tirón le quite el calzoncillo y yo sentado hice lo mismo, me miro y lo mire de arriba abajo,  y con una sonrisa picara di un par de palmaditas en mi muslo para que volviese a sentarse, por instinto los dos nos cogimos la polla pegándolas a nuestro abdomen apuntando a nuestros ombligos,  el abrió las piernas para pasarlas sobre las mias cogiéndosela, al sentarse la solto dejándola apollada en mi barriga, al movernos nuestras pollas se rozaban como nuestros cuerpos, yo sentía la suya apretada contra mi mojándome, nos separamos un poco y al mirar abajo se veían las dos pollas juntas la mía saliendo desde debajo de sus huevos y la suya sobre la mía. Yo me deje caer un poco en la silla y el al volver a sentarse lo hizo justo sobre mi verga. Gemimos los dos de placer, mis huevos apoyaban en su culo y mi polla pasaba por dentro de su raja hasta salir por entre los suyos mientras su verga rozaba mi barriga, el se dejaba caer para sentirla entre su culo hasta tal punto  que despegaba los pies del suelo. Mis manos lo acariciaban entero y mis dedos no dejaban ni un milímetro de su raja explorar, cada vez que le tocaba el ano daba un pequeño respingo pero no paraba, seguíamos besándonos, rozándonos, moviéndonos, me separe de él y metí el dedo corazón en mi boca el me miraba muy atento, al sacarlo procure que estuviese muy mojado y lo apoye en su ano, y empecé a hacer un poquito de presión y a moverlo en círculos sin intentar que entrase, se puso a mil, empezó a besarme con más intensidad y a apretarse contra mi más fuerte, de vez en cuando apretaba el culo y como mi polla estaba en todo lo largo entre sus piernas me  apretaba a la vez, después de un rato masajeando volví a mojarme el dedo de saliva y deje que entrase un poquito, el se quedo completamente quieto con los ojos cerrados, pero sin apretar el culo, la saliva no era suficiente, sentía que le iba a hacer daño, así que sin pensarlo me puse de pie entre a la tienda en pelotas y cogí una botella de aceite de oliva, en ese momento era lo mejor que tenia, él no pregunto nada y volvió a sentarse sobre mí como antes y los dos volvimos a suspirar de placer cuando se dejo caer sobre mi polla, abrí la botella con nerviosismo y me eche un buen chorro en la mano temblorosa, era demasiado y tuvimos que apartar la ropa porque cayó al suelo, el seguía sobre mi ayudándome a destapar la botella y después a quitar la ropa sin despegarse de mi polla, cuando estábamos listos para seguir, el me rodeo con sus brazos por el cuello pego su frente a la mía, nuestras caras quedaron muy cerquita mirándonos a los ojos, yo pase la mano por su raja lubricándolo todo, había demasiado aceite, tanto que cayó sobre mis piernas y huevos, volví a meter la puntita del dedo en su ano, él me miraba y respiraba profundamente, empecé a empujar y el dedo entraba sin el mayor problema, seguí hasta la mitad del dedo y el se empezó a mover para rozar su polla contra mi barriga, empecé a besarlo, a acariciarlo, nos llenamos  de aceite hasta el cuello, bfffff que rico!!!!, los dos lubricados resbalando el uno contra el otro, mi dedo ya entraba entero y decidí meter el segundo, al principio le molesto un poco pero después le encanto, con la otra mano cogí su polla, la sensación con el aceite era fabulosa, y empecé a pajearlo mientras mis dedos entraban y salían de su ano, el me besaba y se movía tanto que saco mis dedos un par de veces, yo sentía como me apretaba los dedos metidos hasta el fondo en su culo, nos separamos un poquito porque yo puse su polla vertical,  me di cuenta que al estar él sobre mí y yo curvado para llegar a su ano con mi mano derecha su glande me quedaba muy cerca de la boca. Así que empecé a lamerla mientras lo pajeaba.

No tardo nada en correrse, cuando lo hizo yo estaba mirándolo a la cara así que no había nada que contuviese la eyaculación, al sentir que un chorro me daba en el cuello baje la mirada y el siguiente me dio en toda la boca y la mejilla y deje que por lo menos un par de ellos más me dieran en la cara,  apunte su polla a mi pecho y los demás salieron a estamparse ahí, yo sentía el calor y el olor del semen corriendo por mi cara y mi pecho  además de oírlo gemir como un animal, me trituraba los dedos con su ano, seguíamos rozándonos,  su culo polla y huevos sobre mi polla así que yo también me corrí y fue uno de los mejores orgasmos que he tenido en mi vida, mi semen  mojaba sus huevos y mi barriga, estábamos empapados de aceite saliva y semen de los dos pero seguíamos moviéndonos pegándonos, mezclando y repartiéndolo todo por nuestro cuerpo.

El antes de levantarse lamio los chorros de su semen de mi cara. Nos pusimos de pie entre risas por el menjunje  que llevábamos encima, Nos pasamos una toalla mojada por el cuerpo pero ninguno se puso la ropa. Bebimos agua y nos relajamos un poco.

El estaba sentado en la silla y yo me puse a horcajadas sobre él como él estaba antes sobre mí, el al instante me cogió por el culo y empezó a explorarme entre caricias, no falto mucho para que los dos volviésemos a estar calientes, aunque a mí ya me dolía se volvió a poner como un hierro. Le pregunte si quería  probar tu con los dedos, y asintió con ganas, le eche aceite en la mano que repartió por todos lados, encontró mi ano y empezó a hacer presión, estábamos los dos quietos sin movernos ni besarnos, yo lo miraba a los ojos mientras el metía de a poco un dedo, no era el primer dedo que había entrado en mi culo, a mi me gusta y a las chicas también hacerlo, le dije que metiese otro, así lo hizo y ahí sí que empezamos a movernos, desde que me senté sobre el sentía su polla crecer debajo de mi y empecé a apretarla, me acomodaba para sentirla más, hacia presión sobre ella,  estaba súper dura y lubricada, no sé en qué momento paso pero, necesite sentirla dentro sus dedos no me bastaban.

Quería verlo todo y sentados no podía ver nada así que me puse de pie, tire la toalla al suelo y me acosté, el se tumbo sobre mi y el sentir su cuerpo sobre el mío fue increíble. Quería que me follase. Ya, ahora mismo, urgente, aunque me fascinaba sentir su cuerpo sobre el mío  le dije que se quitara de encima, quedo de rodillas entre mis piernas yo las levante lo mas que pude hasta poder cogerme los pies con las manos, el me miro, quizás era una postura un poco ridícula para un hombre, pero lo entendió cuando vio que tenia a la vista mi ano, cogí un poco de aceite y me lubrique bien hasta metí un poco los dedos dentro mientras  el no perdía detalle, al ver que le gustaba el espectáculo los metí un poco mas casi enteros, y empecé a sacarlos y meterlos.

Los saque del todo y le dije,-te toca-, el acerco la mano pero lo pare y le dije con una sonrisa, -con los dedos no-, cogió su polla con la mano y puso la cabeza en la entrada, yo cerré los ojos para no perderme ninguna sensación, lo último que vi fue a el de rodillas con la polla en la mano durísima y mirando fijamente mi ano. Sentí el calor y el tamaño de su cabeza presionando, al relajarme entro un poquito, le dije,- ve despacio-, estábamos tan lubricados que no le costaba nada deslizarse hacia adentro, yo con los ojos cerrados iba sintiendo como ese pedazo de carne se abría camino dentro de mi, siguió y siguió entrando hasta que sentí su pelvis apoyarse en mi culo, estaba desquiciado de placer, lo cogí con ambas manos por el  culo y lo apreté contra mi mientras apretaba el culo para sentir más intensamente como la polla de ese crio me estaba partiendo por el medio, quería que me llegase hasta la garganta. En ese momento soltamos gemidos y suspiros de placer.

Yo no quería soltarlo quería tenerlo clavado hasta el fondo pero él necesitaba moverse, empezó despacio, se movía poquito, hice que al moverse la sacara casi completamente y que la metiese hasta el fondo, eso me hizo gritar de placer, el volver a revivir una y otro vez el que me penetrara hasta el fondo era alucinante, se salió y costo un poco volver a meterla, pero después de un rato mi ano ya estaba tan dilatado que yo mismo apretaba para sacarla para volver a sentir como entraba desde el principio, me sentía perdido por una polla, era una autentica puta, el empezó a moverse más rápido y yo solo tenía ganas de que se corriese dentro, así que lo cogí de las caderas y empecé a tráelo hacia mí y a alejarlo como si fuese un muñeco, lo hacía con fuerza para que cada vez que entraba entrase hasta el fondo, no habían besos ni caricias solo su polla follandome, sentí que se ponía tenso y supe que se iba a correr y yo quería hacerlo también con él, le cogí la mano y la lleve a mi polla para que me pajeara, y yo volví a cogerlo de culo para moverlo estuvimos menos de un minuto moviéndonos así, el hecho la cabeza hacia atrás y apretó los ojos y yo pensé, -ya viene-, deje de moverlo con fuerza lo alejaba y acercaba muy poco a poco y lentamente  manteniendo su polla lo mas dentro mío posible, y en un momento cuando estaba  lo más profundo sentí su  primer espasmo y el primer chorro, y el segundo, espasmos y chorros que me llegaban muy  adentro, sentí cada uno de ellos y con cada uno apretaba  el culo, la sentía como un hierro clavado en mis entrañas, y otro chorro dentro, y otro y otro todos para mi, su mano casi no se movía pero lo hizo lo suficiente como para llegar yo también a correrme, ese sí que fue el orgasmo más increíble de mi vida.

Cada espasmo mío hacia que yo contrajese el culo encontrándome con su polla clavada, caliente, e inamovible y además corriéndose, sentía la humedad y el calor de su leche llenándome había tanta que salía por los lados y me corrían gotitas por las nalgas llegándome hasta casi la espalda. No sé lo que duro, pero me pareció eterno, cada convulsión de mi cuerpo nos proporcionaba un latigazo de placer a los dos, el semen salía de mi polla que estaba en su mano en todas direcciones, poco a poco nos fuimos relajando. Qué bueno!!!!

Se tumbo sobre mi nos y nos besamos, estábamos muertos. Recogimos un poco el desastre, nos limpiamos, nos vestimos y se fue, antes de salir me dijo, -mañana vuelvo-, Yo asentí con una sonrisa de oreja a oreja. Pase todo el resto del día rememorando momentos y yendo a cada rato al aseo a limpiarme el culo porque no paraba de salir aceite y semen, miraba el papel mojado y sonreía. Y pensaba, -mañana mas.