Noemi
Lo que uno puede imaginarse de ella, la linda Noemi.
ATENCIÓN: Esta historia contiene sexo con familiares, si este tipo de material lo ofende le rogamos no leerlo. Esta historia es pura fantasía, no sucedió en la realidad, así que no intente hacerlo, ya que se puede hacer a acreedor a varios años de prisión.
Noemí
Por Cazzique
Era un sábado por la mañana, mi madre me llevo con ella a hacer las compras, estuvimos dando vueltas por todas las tiendas del centro comercial, nos metimos a un restaurante y nos comimos una hamburguesa cada quien, luego mi mamá pago y nos regresamos a la casa.
Al llegar ella me llamó a su cuarto, al entrar vi que ella solo estaba en ropa interior, mis hermanos mayores estaban jugando en el otro cuarto. Yo me llamo Cristián y tengo que decirles que en ese entonces contaba con 19 años, mis hermanos son Enrique de 20 y Gustavo de 22 años. Entre en la habitación y vi que había varias bolsas sobre la cama; mi mamá cerro la puerta con llave cuando yo entre, después me dijo que nos íbamos a arreglar y me sentó junto a elle en frente del gran espejo de su tocador.
Yo tenía el cabello rubio y largo hasta la mitad de la espalda y madre me deshizo la coleta que traía y comenzó a peinarme, yo podía ver como iba cambiando mi imagen en el espejo. Después me maquillo y al terminar yo era otra persona por completo, no me podía reconocer. La imagen en el espejo era de una niña muy hermosa de carita angelical, piel blanca como la nieve y cabellos rubios. Me gusto desde que se iba formando todo esto.
Luego me puso de pie, me quito la camisa y mis pantalones. Bajo mis calzones y me dejo completamente desnudo. Se dirigió hacia las bolsas sobre su cama y empezó a sacar ropa de niña de cada una de ellas, era lo que habíamos ido a comprar. Me dijo que escogiera la que me gustaba y que ella me iría enseñando las combinaciones. Yo me puse de pie y escogí la ropa al azar. Luego ella me indicó que ropa combinaba bien y me comenzó a vestir.
Primero unas bragas de un color rosa tenue, acomodo muy bien mi pene y me las subió por mis blancas piernas de suave piel me observe en el espejo y era realmente una niña. Luego me puso un corpiño blanco de algodón y a continuación una minifalda roja y una blusa rosa sin mangas, para terminar unas calcetas blancas hasta debajo de las rodillas y unos zapatitos negros. Mi imagen era la de una niña muy hermosa, me puse a pasear por la habitación mientras mi madre me observaba. Mientras me iba diciendo como moverme y caminar.
Después abrió la puerta y llamo a mis hermanos, ellos entraron y me vieron. Yo me esperaba la peor de las burlas, pero fue todo lo contrarío, me dijeron que me veía excelente y que les gustaba mucho. Entonces se acerco Gustavo a mi y me miro detenidamente, yo sentía algo raro, como si esto me gustara de verdad, que me mirara de esa forma. Después de dar su opinión los dos salieron del cuarto y mi madre me dio un beso en la boca y me dijo que me fuera a jugar con mis hermanos.
Toda la tarde estuvimos jugando, nada fuera de lo normal excepto mi vestimenta, siempre había sido muy delicado para jugar y no me gustaba que me hicieran cosas feas. Ya por la tarde llegó mi papá de su trabajo, nosotros estábamos jugando arriba y no nos dimos cuenta hasta que mi mamá nos llamo para la cena.
Cuando mi papá me vio me abrazo como si nada y me dio un beso en la mejilla, después de esto cenamos y vimos un rato la tele hasta la hora de dormir, pero en esta ocasión mis hermanos se fueron primero y mi padre quien me tenía en sus brazos no me dejo irme con ellos. Me dijo que esa noche era muy especial y que me iba a quedar en su cuarto con mamá y él. Me dijo que escogiera un nombre para que así me llamaran cuando estuviera vestido de mujer, yo pensé un rato y le dije Noemí, ese nombre en verdad me gusta.
Terminamos de ver la tele más tarde de lo común y nos retiramos los tres a la habitación, al llegar mi madre se desnudo y se acostó rápidamente, mi padre y yo nos pusimos a platicar en un sillón que esta ahí. Después de un rato de platica nos quedamos mirando, entonces él comenzó a acariciarme el cabello y la carita, comencé a sentir la atmosfera diferente. Él acerco su boca a mis labios y los beso muy tiernamente, varias veces y luego los besos se hicieron más atrevidos, su lengua jugaba con la mía y sus labios me devoraban ansiosos. Sus manos se posaron sobre mis muslos y los acarició casi con devoción sus manos subieron y subieron hasta meterse bajo mi minifalda, entonces sentí como mis nalgas eran aprisionadas por sus grandes dedos, pude notar como mis braguitas se llenaban con una erección de mi pene. Nuestros labios estaban unidos y nuestras lenguas jugando. Mi padre fue descendiendo y con sus labios lamía cada parte de mi cuello, mi respiración era agitada y mis braguitas estaban a punto de explotar por la gran erección dentro de ellas. Me desvistió despacio y beso y chupo cada parte de mi cuerpo, poniendo especial atención en mi pene y en mis nalgas.
Después se desnudo el y en ese instante pude ver que mi madre se estaba masturbando febrilmente mientras nos observaba. Cuando voltee para ver a mi padre me tope con su enorme miembro frente a mi cara y entonces llego mamá al rescate y me dijo que era lo que tenía que hacer para satisfacer a mi papá.
Siguiendo sus instrucciones introduje el pene en mi boca y lo empecé a mamar de arriba hacía abajo y a metérmelo lo más que podía y así continúe un rato más. Luego mi madre saco un frasco con vaselina y masturbo a mi padre mientras le embarraba toda la verga con la misma, a continuación mi madre se unto un dedo con la vaselina y me indicó que me pusiera en cuatro patas, yo así lo hice y sentí como su dedo comenzó a sobar mi ano y embarrarlo con la vaselina, poco a poco me fue introduciendo su dedo hasta que me lo tragué por completo, al terminar de hacerme esto se recostó frente a mi con las piernas abiertas y enseñándome su vagina rosada y me dijo que se la chupase como había echo con el pito de mi padre. Empecé a mamar su panocha mientras sentí que mi padre se coloco atrás de mi e introdujo su dedo en mi ano, así continuamos hasta que después metió otro dedo mas, yo sentía algo realmente extraordinario. Mi madre se retorcía en la cama por la satisfacción que yo seguramente le estaba proporcionando y de pronto sentí como se retiraron los dedos de mi padre y puso su verga en la entrada de mi ano.
Metió la punta de su gran verga y después fue empujando fuertemente en mi interior, el dolor me distrajo un poco de la mamada que le estaba dando a mamá y me quise retirar, pero ya era demasiado tarde, estaba clavado hasta los huevos de mi padre. Entonces continué con mi mamada a mi mami y mi padre se empezó a mover en mi interior con el clásico mete y saca del sexo. El dolor desapareció poco después para dar paso a la más exquisita de las sensaciones que yo hubiera tenido antes en mi vida.
Continuamos cogiendo así hasta que mi madre se vino en mi boca y mi padre en mi interior, yo sentí como disparaba cada uno de sus chorros de esperma caliente y lo disfrute al máximo. El semen escapaba por mi culo mientras el continuaba metiendo y sacando su verga de mi ano. Luego me dijo que se lo chupara hasta que lo dejara completamente limpio.
Terminando de hacerlo nos acostamos los tres y nos dormimos hasta la mañana siguiente sin que nada nos despertase.
Cuando me desperté ya no estaban mis papás pues se habían ido a una reunión que tenían. Me levante me di un baño y aún podía sentir las caricias y la penetración de mi padre, saliendo del baño tome la ropa de niña que estaba en una de las bolsas y me vestí. Salí de la habitación y me desayune, al poco rato bajaron mis hermanos, me dieron los buenos días y se desayunaron, luego subieron a bañarse y cambiarse y mientras yo veía la televisión ellos bajaron.
Nos pusimos a jugar un rato, ellos aprovechaban cualquier momento para decirme lo linda que me veía así. Después de estar jugando nos un rato sentamos a descansar en el sofá de la sala y mi hermano Gustavo se acerco a mi, me puso de píe sobre el sillón y comenzó a besarme en la boca, su lengua se introducía buscando la mía y comencé a responderle con toda la pasión que sentía. Sus manos recorrían mis piernas, pasando por mis nalgas y subiendo hasta mi espalda, jugaba con mi cabello y me decía cosas lindas. Me Pegaba a su cuerpo y yo podía sentir su erección creciendo bajo su pantalón.
Mi hermano Enrique nos miraba mientras se acariciaba la entrepierna. Gustavo seguía propinándome una rica cachondeada, nuestros labios se unían y nuestros cuerpos se restregaban mutuamente. Sus ansiosas manos comenzaron a bajarme el vestido que traía puesto quedándome solo en corpiño y bragas. Mi erección se notaba a través de la delicada prenda y mi hermano bajo su mano y me acaricio el pene erecto que se escondía bajo las bragas de niña. Luego puso sus dos manos en mis nalgas y les dio una soberbia masajeada que por poco propicia que me venga, sus dedos recorrían todos los rincones de mi culo y se introducían en mi ano. En poco tiempo me quito el corpiño y mamo mis pezones. Después bajo mis bragas y como era de esperarse mi pene salto como si tuviera un liga. Ni tardo ni perezoso Gustavo se agacho y me lo comenzó a chupar delicadamente. Para esto Enrique ya se había puesto de píe y me empezó a besar mientras me acariciaba las nalgas.
Los dos se desnudaron por completo y pude ver sus hermosos penes que nunca antes había podido ver. Ahora Gustavo me estaba mamando el culo mientras que Enrique le mamaba su verga hermosa. Gustavo me ensalivo muy bien el ano, ya habíamos cambiado de posición, ahora Enrique estaba de rodillas en el piso y recargado en el sillón, yo detrás de el y Gustavo atrás de mi, yo acaricie las nalgas de Enrique, luego su ano y por ultimo me ensalive el pito, lo coloque en la entrada del ano de Enrique y se lo metí poco a poco, era la primera vez que yo me cogía a alguien, Gustavo por su parte ya me tenía empalado hasta el fondo y los tres comenzamos a movernos, para no dejar a Enrique sin doble gozo yo le tome la macana y comencé a masturbarlo, era una escena maravillosa.
Los tres estábamos cogiéndonos y en eso se escucho que la puerta se abrió, nos detuvimos pero no nos separamos, eran mis papás y se quedaron viendo el uno al otro, luego cerraron se sentaron el se sofá a un lado de nosotros y nos dijeron que continuáramos, se desnudaron y se unieron a nuestra fiesta, ahora Enrique se estaba cogiendo a mi mamá, Yo a Enrique, Gustavo a mi y mi papá a Gustavo, nuestras manos recorrían nuestros cuerpos en una orgía familiar que llenaba todos nuestros sentidos, muy pronto alcanzamos el orgasmo casi simultáneamente y todos nos quedamos ahí, descansando, besándonos y amándonos nuevamente un rato después.
Ahora yo tengo ya 27 años y aún me sigo vistiendo de mujer, e cogido con varios de mis compañeros de clase y cuando me ven vestido de mujer se enamoran de mi, dicen que soy muy hermosa y que quieren todo con migo. Muchos de ellos son mis amantes, pero aún continuamos haciendo las orgías en casa con mis papás y hermanos.
FIN