Noemí

Veremos como una mujer actual pero con una mentalidad “transparente”, pasa a ser “posesión” de alguien que es capaz de identificarla, como lo que en realidad es, la más zorra y tragapollas de las conocidas por él hasta el momento, veremos varias de sus hazañas, en próximos capítulos.

Esa tarde de miércoles era gris, bajaba por una calle estrecha y tuve que hacer un “ceda el paso”, a la izquierda quedaba el muro lateral de un centro médico y a la derecha solo la pared de un colegio, por la desierta acera distinguí la figura de una mujer y como la alcanzaba la cortina de agua, en instantes quedo empapada, con el limpia al máximo apenas la veía, me detuve a su altura abrí la puerta y le grite “ SUBE ”, se agacho un poco para mirarme y entro en el coche y con cara de verdadera indignación me dijo.

***Gracias, precisamente hoy que he dejado el coche en el taller tiene que suceder “esto” ¿

Me puedes acercar a una parada de taxis

?***

Le dije con la mejor de mis sonrisas.

Haremos lo que quieras, pero como ves lo mejor que podemos hacer en estas circunstancias, es esperar a que afloje un poco, pues así no se puede conducir sin el riesgo de tener un accidente y por otra parte no me importara acompañarte donde me digas, porque taxi no encontraras ninguno libre en una tarde como esta, además llevas la ropa muy mojada y vas a pillar una pulmonía.

Con sarcasmo me respondió.

¿Acaso crees que llevo una muda completa de recambio?

Sin inmutarme le dije que ella quizás no pero que yo sí.

Me dirigía al gimnasio pero ya no voy a ir, llevo en esta bolsa (me gire a cogerla del asiento trasero) la ropa del gimnasio y unas toallas.

Sin esperar respuesta por su parte, saque un “polo” de los que empleo para hacer spinning, unos pantalones largos de chándal, dos toallas súper absorbentes de las que empleo mientras se hace el ejercicio y una grande para después de la ducha.

Lo fui dejando todo sobre el salpicadero y le dije que se sacara la ropa mojada se secara y que se pusiera esa ropa seca, que aunque no fuera de su talla sería mejor que seguir con la ropa mojada, me miro y con una mezcla de sarcasmo y mal humor me dijo.

***¿

Qué pretendes

, que me desnude aquí delante de ti?***

Sonriendo abiertamente le respondí.

***Naturalmente, estoy seguro que este fin de semana si hace bueno iras a la playa y como poco harás toples, incluso puede que nudismo integral y no creo que temas que te vea desnuda o casi, sácate la ropa y yo te seco la espalda, ¡

No seas niña

!***

No respondió y con la primera sonrisa que le vi comenzó a sacarse la blusa que llevaba empapada, se quedó con un sujetador color piel que estando tan mojado, dejaba muy poco a la imaginación, también se lo saco, le ofrecí una bolsa de plástico para que fuera metiéndola ropa y le dije.

Échate un poco hacia delante que secare el respaldo y la espalda, tú ya te secaras por delante y después te pones el “polo” , lo hizo sin apenas mirarme, yo si me fije que los pezones eran muy apetecibles, pero ese día me tocaba ser “bueno”.

Con el torso y la espalda secos, se puso el “polo” y sin bajarlo del todo, soltó la falda y haciendo el puente también se la saco, quedando solo con un tanga también color piel empapado, levanto el culo del asiento en un ejercicio de verdadera gimnasta, demostrando que estaba muy en forma, seque el asiento y deje la toalla sobre él, pensando que quizás el tanga no se lo sacaría, aunque solo sería una forma de seguir mojada, ya había visto claramente al “trasluz” su depilado coño.

Se quitó el tanga y entonces se secó bien a fondo con la toalla grande, cuando creyó que ya estaba bastante seca, se contorsiono para poder ponerse los pantalones del chándal y por último se puso los cortos calcetines y las bambas, que si bien eran al menos 4~5 números mayores que su talla estaban secos, y al terminar me dijo.

Bueno gracias ***, la ropa por el espectáculo, no has hecho un mal trueque ¿

aunque ahora vestida así dónde voy

?***

Te dije que te acompañaba a casa en cuanto escampe un poco y parece que ya afloja, en unos minutos podremos marchar, aunque si te tienes que sentir mejor, piensa que el desnudarte era la mejor opción y no he hecho nada ¿ creo ? Que te haya podido ofender.

Entonces sí, con una franca sonrisa me dijo.

Trabajo aquí abajo, y si pasas pasado mañana por la consulta del Dr. Román sobre las 19, ya se habrá marchado, estaré sola y poder devolverte esta ropa, si te apetece me esperas y te invito a una copa, para que veas que no siempre soy tan arisca.

Arranque y le dije que aceptaría esa copa encantado, pero que necesitaba saber dos cosas importantísimas sobre ella, me miro con cara de alarma y le dije entre sonrisas. Necesito saber tu nombre y a donde vamos , jajajaja.

Noemí, me llamo Noemí y vivo a las afueras de Barcelona en la “Calle de la Margarita 12, en Cerdanyola del Valles”, es una calle sin salida donde todo son torrecitas.

Puse la dirección en el navegador, para que no me tuviera que ir indicando y de paso que me llevara por el camino “menos” complicado a causa de la lluvia.

Llegamos frente a su casa en unos 40 minutos y en el camino charlamos de cosas del todo irrelevantes, cuando ya iba a bajar me beso en la mejilla pero muy cerca de los labios y guiñándome un ojo me dijo.

Pasado mañana te estaré esperando.

Me fui para casa pero algo bullía en mi mente, no había podido hacer lo que tenía pensado para esa tarde, pero lo podía hacer otro día sin demasiados problemas

Llego el viernes y antes de las siete ya estaba en las inmediaciones del centro médico, antes ya había encontrado un puf aparentemente muy discreto a apenas tres travesías, aparque y en recepción le dije a la chica que tenían algo para mí en la consulta del doctor Román, que me habían dicho que preguntara allí por una tal Noemí, me confirmo que el doctor ya había salido pero me indico como llegar, toque con los nudillos en la puerta y me abrió Noemí que con una ancha sonrisa me hizo pasar y me dijo.

Me cambio en un momento y nos vamos, no te importara que lo haga delante de ti ¿verdad? siéntate si quieres.

Eso lo dijo indicándome una silla, se abrió la bata bajo la que no llevaba nada más, me acerque a ella y la ayude a sacársela del todo dejándola caer al suelo, entonces la empuje suavemente hasta una camilla de reconocimiento y sin mediar palabra la senté en ella, separe sus rodillas y mientras la besaba con lujuria le metí dos dedos en el coño, que ya le chorreaba, con la otra mano amase sus pechos que sin ser enormes, estaban coronados por unos pezones inmensos, cuando deje su boca fue para sorber uno de esos pezones.

En realidad era una fiera, con tan poco ya estaba a punto de un orgasmo que no tardó en llegar, se abrazó a mí que permanecía de pie entre sus piernas, me hizo erguir por la fuerza del abrazo que me clavaba los pezones en el pecho, la cabeza apoyada sobre mi hombro y cuando los espasmos comenzaron a desaparecer me susurro.

Ahora bájame, porque ahora ya te debo mucho más de lo que crees y me gusta pagar mis deudas.

No la contradije y cuando note que ya estaba en condiciones la baje, solo tocar con los pies en el suelo, me soltó el pantalón que bajo junto con el bóxer hasta los tobillos mientras se arrodillaba frente a mi sobre la bata, la polla salto como un resorte y note como la golpeaba en la cara, pero nadie dijo nada al respecto, comenzó a lamerla y besarla hasta que decidió engullirla, al principio pensé que le costaría pues la boca la tiene más bien “pequeña” y yo calzo una polla respetable sin ser enorme, unos 15 Cm. de largo por unos 4 de diámetro.

Eso no fue un problema para Noemí que sin dificultad la llevo hasta lo más profundo, aplastándose la nariz contra mi pelvis y manteniendo la polla dentro de su garganta, notaba los “gorgoritos” que me hacía en el capullo y me recordó a Mayte una “ amiga ” que hace algo semejante, aunque ella trabaja para mí en un club de alterne.

Noemí se aplicó a fondo de modo que en menos de 15 minutos consiguió que me corriera en medio de su boca que es donde decidió que quedara el semen, para poder tragarlo saboreándolo, al terminar de limpiarme bien cualquier resto que hubiera quedado me dijo.

Vamos a darnos algo de prisa, se me “olvido” poner el pestillo en la puerta y encender el piloto, aviso de que se está haciendo un “reconocimiento”.

Le sonreí mientras nos mirábamos por un espejo mientras ella se vestía y yo me colocaba bien la ropa, al terminar ella se dio unos toque ligeros de maquillaje y mientras salíamos de la consulta me dijo.

Creo que la copa tendrá que ser otro día, hoy ya se ha hecho un poco tarde pero acertaste, este sábado que no me toca trabajar iré con “mi marido” a la playa “La Musclera” en Arenys de Mar que es nudista y si quieres verme en mi ambiente puedes pasarte un rato.

Estábamos llegando a la calle cuando le dije que era muy posible que nos “viéramos” el sábado, trataría de ir un rato y ya le haría un “guiño” sonrió y ya fuera del recinto me beso, no se había lavado la boca y la imagine besando a su marido con ese mismo sabor, tenía que ser un cornudo de mucho cuidado estando con una hembra así.

Nos fuimos cada cual a su coche y de regreso a casa pensé en Noemí de una forma “ más productiva ” ya no como el “rollo” que ella creía que “tenía conmigo”, el sábado fui a la playa pero me lleve a Mayte con un encargo especial, tenía que “distraer” a quien le indicara para que yo pudiera hacer mi parte.

Vi a Noemí enseguida, Mayte iba separada de mí pero con una simple indicación localizo al tipo en cuestión, cuando vi que Noemí se levantaba para ir al agua, con un gesto puse en “marcha” a Mayte quien fue hacia donde estaba la pareja y distrajo convenientemente al marido.

Noemí entro en el agua bajo la atenta mirada de unos cuantos “mirones” y es que en conjunto la chica a sus 32 años como supe después está muy bien, dio unas cuantas brazadas y cuando se paró me acerque por detrás y desde cerca le dije que parecía una sirena y si me permitía comprobarlo, se dio la vuelta y sonriendo miro hacia donde estaba “su marido”, le aseguré que en un buen rato no pensaría en ella.

Parecía que hacia años que nos conocíamos, me abrazo por el cuello con los brazos, y por la cintura por las piernas, con las manos en sus nalgas, solo tuve que alzarla un poco y ella bajó una mano para encarar la polla que entro sin dificultades, entonces estando “ensartada” y quieta al fondo, me hizo girar un poco para no perder de vista a “su marido”, le asegure que “mi amiga” no le haría nada, solo entretenerlo y como mucho hacerse poner crema para retenerlo.

Noemí es una máquina de follar, eso me convenía y mucho, cuando llego al orgasmo fue silencioso pero prolongado, yo no llegue y por tanto seguí dándole arriba y abajo sin piedad, enlazo al menos tres hasta que me dijo entre suspiros y casi sin aliento que ya no podía más, paré dejándola ensartada hasta que se normalizo la respiración, entonces la alcé para que saliera de mí y al quedar en el suelo me beso en los labios dándome las gracias y me dijo que tenía que regresar junto a su marido, pero que la llamara o pasara por su trabajo cuando me apeteciera o me fuera bien .

Mayte se retiró a tiempo para no coincidir con ella, cuando nos encontramos en el restaurante donde habíamos quedado me contó.

El marido es conocedor que su mujer es un pendón, que aprovecha cualquier oportunidad para pegársela, pero dice que la quiere demasiado como para tener una confrontación con ella.Quiere tenerla aunque sea compartida, antes que perderla del todo, esas fueron sus palabras exactas.

Entonces le pregunte si había dicho alguna cosa más que fuera relevante y Mayte continuo con su exhaustivo informe.

Bueno esto te resultara de sumo interés y por eso lo he dejado para el final, la semana próxima, el miércoles concretamente marcha a Alemania por cuestiones de trabajo, toda una semana como poco.

No podía ser que la fortuna se presentara de forma tan casual, pero las casualidades existen y esa era una muestra, aquella tarde que parecía ya tan distante, apenas unos días atrás yo estaba por esa zona tratando de encontrar “ algo concreto muy diferente ” y por casualidad encontré “eso”.

El martes comenzó la función, fui al trabajo de Noemí pero no entre, la espere junto a su coche, al verme le cambio la cara y mostro una bella sonrisa, al llegar junto a mí y después de besarnos como si nos fuera la vida en ello, le pregunte si le apetecía tomar “esa copa”, asintió y fuimos en mi coche hasta el puf que había localizado días antes, en el corto trayecto me agarro el paquete, pero le dije que no me distrajera mientras conducía, deje el coche en el casi desierto parking, entramos y resulto ser lo que esperaba, unos mullidos sofás rodeando unas mesas pequeñas, música suave y tenue luz completaba el cuadro.

Después de servirnos, quedamos solos y mientras nos dábamos un buen sobo le pregunté, cuando podremos “ follar otra vez ” pero se lo dije así, sin ninguna sutileza y ella me respondió con total naturalidad.

Mañana marcha mi marido a Alemania por trabajo, una semana ***¿

Si quieres venir a casa mañana por la noche

? Podemos pasarla juntos si no tienes nada mejor que hacer.***

Le tome la barbilla y la bese intensamente, pague la consumición y casi a rastras la lleve al coche, entre por la puerta del acompañante, moví el asiento atrás de todo y me baje el pantalón, ese día no llevaba bóxer, quedo la polla dispuesta para lo que venía a continuación, Noemí estaba fuera del coche, la tome de una mano y antes de sentármela encima, le alcé el vestido, al sentarse aparté el tanga lo suficiente para que se clavara hasta el fondo.

Las manos bajo el vestido llegaron pronto a los pezones que tironee sin piedad, mientras entre los dos tomamos un buen ritmo de follada, ella se movía como una lombriz y yo trataba de darle caderazos siempre que tenía oportunidad, apoyándome en el respaldo del asiento.

En esta ocasión sí que dio rienda suelta a su natural carácter y el orgasmo fue acompañado de una serie de bufidos gruñidos y cortos gritos, que no me preocupe de acallar, no pensaba regresar a ese parking en tiempo, aunque nos echaran me era enteramente igual, aunque pude ver “actividad” en al menos otros dos coches, cuando se recostó en mi al terminar ella, le bese el cuello y la oreja hasta que me dijo.

Ahora me toca a mí hacerte acabar y de paso “merendar”, En casa espero que me hagas algo más que echarme un buen polvo, porque creo que necesito bastante más.

Sin esperar respuesta, salió de mí y se fue dando la vuelta con gran agilidad, para quedar arrodillada entre mis piernas, coloqué una mano sobre su cabeza y respondí como para mí pero de modo que ella lo oyera.

Tendrás mas sexo del que seas capaz de soportar y si no ya me lo dirás, me miro con cara de niña buena antes de aplicarse a fondo, haciendo verdaderas maravillas con esa boquita tan juguetona, cuando consiguió ordeñarme y rebañar todos los restos que encontró, salió del coche sin manías para colocarse bien la ropa y después salí yo para hacer lo propio.

Partimos juntos para dejarla en su coche y antes de llegar me dio instrucciones de donde aparcar la noche siguiente, para recogerme ella y llegar juntos, pues los coches extraños llaman mucho la atención en la zona, tome nota mental de esa información.

Minutos después de que ella llegara a su casa, lo hacía yo a la urbanización, para inspeccionar los alrededores, esa era la última calle y tras las vallas de esas casas, hay una zona ajardinada, un camino y un descampado, donde vi aparcados bastantes coches y algún camión, antes de llegar a un bosque que empieza a unos 80~100 metros, eso me iba muy bien.

El jueves estaba en el lugar acordado desde media tarde, al ver acercarse su coche, hice una llamada perdida y salí del coche, entre en el suyo y le pregunte después de besarnos si todo había ido bien, me respondió casi con desdén hacia su marido que sí,

todo según lo previsto, marcho a medio día

, entonces arranco y en menos de cinco minutos estábamos frente a su casa, con un mando a distancia abrió la verja, y dejo el coche junto a la casa, bajó y abrió la puerta, ya desde dentro y después de desconectar la alarma me hizo señas para que entrara.

Ella iba delante encendiendo alguna luz y por eso no pudo ver como ajustaba la puerta dejando un “cartón” para evitar que quedara cerrada con el “pestillo”, fui junto a ella y sin más la abrace desde atrás y comencé a sobarla de modo que la puse a mil, entonces me dijo.

¿Quieres que hagamos ganas de cenar? Te puedo preparar una copa si lo deseas.

Le tape la boca con mis labios y fue reculando camino de una habitación inmensa con una gran cama, solo nos separamos lo justo para soltarnos mutuamente la ropa y en instantes estábamos los dos sobre la cama, entonces le dije que quería jugar un rato, que me atara y vería que era capaz de hacerme, no lo dudó y de un cajón saco unos “fulares” con los que me ató a la cama con los brazos y piernas en cruz.

En esa posición se dedicó a lamer todo el cuerpo con frenesí, terminando como no con la polla dentro de la boca, pero solo para ponerse ella más cachonda, si es que eso era posible, entonces se acuclillo encima de mí y comenzó a penetrarse de una forma del todo irracional.

Parecía que quisiera romperse algo, en cada bajada chocaba con el capullo en su cérvix y sé que eso puede ser doloroso, llego a alcanzar un tremendo y sonoro orgasmo, durante el cual no se cortó lo más mínimo, soltaba unos gritos que en cualquier otro lugar habrían llamado la atención.

Allí quedábamos a más de 50 metros del vecino más cercano y además estábamos dentro de la casa, me araño el pecho de lo crispada que estaba, al quedarse rendida y ensartada sobre mí, se venció hacia delante y quedo como traspuesta.

Cuando reacciono me beso y después de salir de mí, me soltó diciendo.

Es muy posible que sepas más que yo como jugar a esto, ahora me ataras tú y veremos que tal lo haces, así de paso aprendo.

Cuando estaba atada le pregunte si tenía algún otro fular o pañuelo y me dijo que junto a la entrada había un armario, donde encontraría un pañuelo atado al asa del otro bolso, salí y al regresar lo hice con el pañuelo en la mano, pero detrás de mí venia un tipo que me tenía puesta una navaja al cuello.

Otros dos nos seguían, Noemí al ver la situación comenzó a gritar, el segundo se tiró encima de la cama como si fuera un simio y clavándole los dedos curvados como garfios en los pechos como si quisiera llegarle a las costillas le dijo.

SSSSSSSSSSSSSSSSS chitón que no me gusta el ruido¿Quieres que mi amigo se ponga nervioso y degollé a tu marido? Estas tal y como me gustan las mujeres y ahora lo acabaremos de apañar, no te apures.

Vi lágrimas en los ojos de Noemí tanto de dolor, como de odio hacia esa gente que no sabía que es lo que pretendían, eso me hizo alcanzar la erección más grande que recuerdo haber tenido, pero pronto tomaron las medidas pertinentes, abrieron una bolsa de la que sacaron algunas cosas, lo primero unas esposas que me pusieron de forma que Noemí lo viera bien y además recalcaron.

No esperes que te ayude, tan solo será un espectador de lujo o lo que se nos antoje y si se pasa y nos da mucha guerra, con degollarlo todo solucionado.

Después de esposarme se dirigieron a ella y le colocaron un “bocado metálico” con un aro de unos tres centímetros y le hicieron la firme promesa de retirarlo solo cuando hiciera falta, pero que si intentaba gritar solo conseguiría que le pusieran una mordaza, para que no se oyera como le reventaban el bazo a puñetazos.

Los ojos se le salían de las orbitas viendo el panorama que en instantes había a su alrededor, entonces el que llevaba la voz cantante dijo.

Veamos qué es lo que ibais a hacer antes de que llegásemos y procura lucirte porque nos gustan los buenos espectáculos, y de paso sabremos qué es lo que le gusta a esta “guarrilla”.

Entonces le dije al que “parecía el jefe”, ( mirando a Noemí a los ojos ) que le sacara el “bocado” que yo me encargaba de que no gritara, me miro con indiferencia y con un gesto indico al otro que lo hiciera. Me arrodille entre sus piernas y el propio “jefe” me saco las esposas con una mirada profunda que habría derretido una barra de hielo y a continuación me dijo.

Quiero que le des por el culo, solo para ver qué tal le queda después, no me gusta ir ensanchando culos, que lo hagan otros si puede ser y ¡ahora puede ser y será!

Solté sus manos y piernas y sin más Noemí se dio la vuelta quedando a cuatro patas en medio de la cama, entonces y antes de empezar nos colocaron a ambos una especie de grillete de cuero en el tobillo, unido a una cuerda que sujetaba el segundón, entonces fue cuando el “jefe” dijo que ya podíamos comenzar.

No me ande con contemplaciones, hacia solo unos minutos ella se había “lubricado” muy bien la zona y mi polla, la apunte directamente a su hermoso culo y con un enérgico caderazo se la metí casi hasta el fondo, soltando ella un profundo lamento, me doble sobre su espalda para murmurarle.

Había que hacerlo así para que no se cabrearan más de lo que ya estaban , asintió y entonces sujetándola bien por las caderas, le di todo lo fuerte que me vino en ganas, hasta que me corrí y de qué forma, por primera vez pero no ultima dentro de su precioso culo.

Cuando quede exhausto doblado encima de ella, fue el “jefe” quien ordeno.

**¡

Tú tiéndete

! que ella se dará la vuelta y limpiara bien lo que ha ensuciado, y tu, procura aplicarte como la buena perra que seguro eres, no quiero que quede nada que yo sea capaz de ver.**

Me tendí y espere a ver como Noemí se daba la vuelta lentamente, nuestras miradas se encontraron, pero pronto agacho la cabeza para poder empezar a lamer y chuparme la polla llena de residuos varios, algunos míos y otros, la mayoría suyos, al terminar se apartó y el “jefe” me hizo bajar de la cama, para hacerme sentar en una butaca desde donde “contemplaría” todo lo que le iban a hacer a mi “mujercita”, despues de esposarme otra vez.

Entonces pude ver como dos de ellos, el “Jefe” y el segundón, se quitaban la ropa y se ponían un condón cada uno, el rostro de Noemí era todo un poema, después de lo que le habían obligado a hacerme, esperaba cualquier cosa, pero no creo que imaginara siquiera lo que sucedió a continuación.

El “jefe” se sentó en la cama y comenzó a pajearse un poco mostrando una polla soberbia, se tumbó cruzado en la cama, apoyando los pies en el suelo mientras que el “segundón” situaba a Noemí en posición para quedar arrodillada sobre su amigo, que sin más la penetro de una sola estocada, Noemí tomo algo de ritmo, pero cuando el “Jefe” paro para que el “segundón” la enculara, Noemí se quedó un tanto sorprendida, posiblemente seria su primera “doble penetración” o al menos en estas condiciones.

No tuvo opción, el “Jefe” le sujeto las caderas mientras el otro apuntaba bien, apretó un poco y cuando creyó que no herraba, sujeto fuertemente a Noemí por su rizado cabello y la penetro de un salvaje empellón, que si no le produjo alguna fisura seria toda una suerte, con ambas pollas dentro solo se oía un ligero y lastimero lamento, que calló en cuanto el “Jefe” cambio sus manos desde las caderas para presionar con rabia sus pechos ordenándole silencio.

A partir de ese momento, comenzaron a funcionar como una maquina perfectamente engrasada. Cada uno llevaba su ritmo, pero no se estorbaban lo más mínimo ya que entre ambos mantenían a Noemí totalmente inmóvil, ella trataba de mantenerse firmemente apoyada en la cama, para evitar la presión sobre sus pechos que hacia el “Jefe” para “recordarle” la posición a mantener, y el “segundón” la sujetaba por las caderas para evitar que se desplazara adelante con cada nuevo caderazo dado con rabia.

La “fiesta” duro casi media hora, pues los tipos lo tenían muy bien estudiado y se tomaban las pausas necesarias de forma alternativa, para evitar terminar hasta que ya tuvieron suficiente, entonces y con precisión suiza, primero se retiró el “segundón”, que aparto a Noemí dejándola tendida y rendida sobre la cama junto al “Jefe”, ambos fueron hasta la otra parte de la cama, se sacaron el condón y mientras uno la inmovilizaba sujeta por las orejas, el otro se pajeaba hasta correrse en su rostro y viceversa.

Ese espectáculo me provoco una erección impresionante, aunque Noemí no me pudo ver pues entro en acción al que llamaron “yayo”, un tipo baboso viejo y barrigón que era el tercero de los intrusos y hasta el momento no había participado del “juego”, la arrastro hasta el baño y allí le hizo lavar la cara, después la saco a medio secar y la tiro encima de la cama mientras preguntaba.

¿Me la habéis abierto bien? ya sabéis que no me gusta ir abriendo “crias”.

Los otros dos afirmaron y el “yayo” se quitó la ropa y en verdad era algo impensable lo que Noemí contemplo con horror, se trataba de una polla que estando “fofa” podía muy bien medir los 22~24 Cm. por quizás 6 ó 7 de diámetro, mas parecía el pene de un burro que el de un humano, comenzó a paseársela por los labios, hasta que Noemí comenzó a besarla y darle tímidos lametones, eso era imposible que entrara en la boca, en la boca o en cualquier otro sitio.

Con poco fue suficiente para que esa “barra” de carne se endureciera, le dio un condón a Noemí y le dijo, que solo tenía una oportunidad y que si lo rompía la “taladraba” sin condón, como es natural Noemí aplico toda su sapiencia y cuidado para colocarlo sin que se rompiera y con los ojos cada vez más grandes, ante el espectáculo que se le ofrecía se resignó a lo que siguiera.

El “yayo” la coloco boca abajo sobre un par de almohadas y la cubrió con su cuerpo, mientras le lamia el cuello levanto el culo y con una de las manos encaro esa “exageración” que tenía por pene, a la entrada del ya bastante castigado y “ensanchado” culo de la resignada Noemí, que a medida que sentía como sus carnes eran “agredidas”, aceleraba la respiración creo yo que con intención de hiperventilarse y tratar de desvanecerse.

No lo consiguió pues el “yayo” cuando intentó penetrarla, viendo el fracaso se indignó y apoyando su peso sobre ella le hizo normalizar la respiración acompasándola a la suya, entonces se desmonto de ella y con un gesto, los otros dos se colocaron en una posición del todo desconcertante para Noemí, el “Jefe” se sentó en la cabecera de la cama, colocando sus piernas sobre los brazos de ella sujetando sus manos y el “segundón”, simplemente se cruzó sobre su espalda inmovilizándola del todo.

El “yayo” apoyo los dedos con las yemas juntas a la entrada del culo y de un fuerte empellón introdujo la mano hasta la muñeca, el gruñido de Noemí seguro que se oyó a mucha distancia pero solo fue uno, con la confianza que da la experiencia, el “yayo” le fue dando hasta que considero que estaba lo suficientemente abierta y entonces volvió a intentarlo, consiguiendo esta vez introducir más de media polla dentro del maltrecho cuerpo de Noemí que a medida que notaba como sus entrañas eran invadidas por tan fiero aparato soltaba bufidos mezclados con suspiros entrecortados.

Eso duro bastante más de lo que esperaba Noemí y cuando por fin oyó el profundo gemido del “yayo” mientras se corría en el condón creyó que ya estaba todo, aún le quedaba una sorpresa más y no por ser la última del día fue menos desagradable.

El “segundón” dejo su posición, tiro de las almohadas y ayudo a los otros a ponerla bocarriba, los brazos de Noemí siguieron controlados por las piernas y manos del “Jefe” mientras el “yayo” se colocaba entre sus piernas y después de sacarse y dejarle sobre el vientre la dentadura, comenzó literalmente a “comerle el coño” con las encías.

Eso era lo más vestía que había visto pero permanecí en silencio, cuando se dedicó al clítoris, Noemí soltaba flujo como una desesperada, el “yayo” se apartó un poco para que todos lo vieran y dijo.

¡Mirad! Mirad como se corre la muy puta, está disfrutando como la perra que es.

Siguió con su trabajo hasta que quedo satisfecho, entonces de súbito recogió la dentadura y termino la fiesta. Se vistieron los tres y eran poco menos de las siete cuando el “Jefe” nos dijo.

Bueno ya nos vamos, no creo que hagáis la tontería de denunciarnos, sabéis que todo está filmado y tanto los nombres como la dirección las tenemos y no solo nosotros, aunque nos detuvieran cosa poco probable, alguien os encontraría solo para rebanaros el pescuezo.

Cerraron la puerta y se fueron, Noemí me miro con cara de desespero y pregunto qué haríamos a lo que le respondí.

¡Nada! Absolutamente nada, ¿Quieres aparecer degollada? Lo que tenemos que hacer es comportarnos con la mayor naturalidad.

Me abrazo y me dijo que se sentía muy sucia, entonces le dije que fuéramos a la ducha, con mucha paciencia le fui lavando todo el cuerpo, pero sin ninguna intención de excitarla, después de secarla y ponerle un albornoz, salimos a la cocina, donde prepare un desayuno fuerte ya que desde la tarde anterior no habíamos tomado más que líquido.

Permanecíamos en silencio y de vez en cuando parecía como ida, absorta en algún pensamiento, entonces le propuse para romper esa dinámica, que se arreglara porque salir de casa le haría bien.

No discutió, solo se levantó y fue a vestirse, cuando regreso le aconseje que se maquillara un poco, se le notaba bastante que no había pasado una “buena noche”. Nos fuimos directamente al paseo marítimo, esa vista sobre el mar tiene un efecto sedante sobre todo el mundo.

Al rato partimos hacia un restaurante, donde comimos y la incite a beber más de lo aconsejable, de regreso a su casa parecía muy nerviosa, como si lo sucedido allí no hubiera terminado.

La atraje hacia mí y comencé a besarla, de súbito se apartó y me dijo que no le apetecía para nada, tener “sexo” en un tiempo, entonces la sujete por los brazos, la aparte de mí un poco y le dije.

¿No entiendes nada verdad?, ahora eres del todo mía, soy un hombre de negocios y uno de mis negocios eres tú, lo de esta noche no era más que una confirmación, de que realmente lo que te gusta, es serlo y ser tratada como una verdadera puta.

Trato de protestar y tras darle un par de guantazos para que me pusiera atención continúe.

¿No tienes memoria verdad? ¿Recuerdas que me dijiste, que si nuestro próximo encuentro sería más que un polvo? Y mi respuesta fueTendrás más sexo del que seas capaz de soportar”

Me miro con la cara desencajada del todo y continúe.

Si eso es lo que pretendías, lo has tenido y no te hagas la victima pues lo estabas deseando y si no era exactamente lo que pretendías vete acostumbrando, las cosas a partir de ahora serán así, sí o sí.

Ese es mi equipo de entrenamiento, la primera prueba la hago yo, solo por ver qué eres capaz de hacer y aprender, ellos me sirven para ver que eres capaz de soportar, algunas no aguantan la presión y hay que descartarlas, pero no es tu caso.

Con la mirada perdida pude ver en sus ojos dos lágrimas asomando pero sin atreverse a salir del todo.

***Has aprobado con nota y ya estás en condiciones de ser “amante” de cualquiera, pues veo que no existen límites para ti, seguirás trabajando como hasta ahora, pero cada vez que te necesite acudirás sin discusión, si tu marido es un estorbo ya le daremos alguna “

razón

” para que te deje espacio.***

Su mirada se volvió algo más dura y después de insultarme hasta quedarse afónica para descargarse un poco, me abrazo y me susurro al oído.

Eso quiere decir que ¿no soy la única, tienes a más mujeres como yo, trabajando para ti? ¿Cuántas somos?

Con una mirada muy seria le confirme lo que intuía y le dije que eran algunas, a continuación preguntó.

¿Pero seguiré teniendo sexo contigo? Sabes y sé que hare cualquier cosa que me digas, lo has dejado muy claro, solo avísame con tiempo si puede ser.

Después de eso nos fuimos a su habitación, cambiamos la cama y después de un rato se desnudó sin que le dijera nada y poniendo cara de “niña buena” me dijo.

VEN

Continuara.