Noelia y D

Esta es una historia semi-ficticia, muchas cosas no sucedieron y son fantasías, pero muchos sentimientos son reales, espero les guste.

Esta es una historia semi-ficticia, muchas cosas no sucedieron y son fantasías, pero muchos sentimientos son reales, espero les guste.

Siempre me gustaron las mujeres, son hermosas, estéticamente delicadas, elegantes, provocadoras. Cuando veía una película porno apreciaba como una gran verga daba placer a esa nena, tan hambrienta de sexo y pasión, pero siempre me imagine siendo yo elegante, delicada, hermosa… Siempre quise ser así, que me dominen así, sentir esa verga, dentro de mí.

No fue hasta que deje mi casa para mis estudios que investigue más a fondo ese tema, me daba mucho morbo estar con un hombre, que me domine, que me trate de nena, usar tanguitas, falditas… Uff! No me tomo mucho tiempo descubrir que eso era lo que deseaba. Aun así no era fácil, estaba ahora en otro ambiente, con otras cosas en la cabeza, y por primera vez en mi vida tendría la libertad para probar lo que yo quisiera, ya que vivía solo, y no conocía a mucha gente de la ciudad.

Decidí dejar el tema un tiempo, pero no me fue posible, y lentamente fui entrando en canales de chat gay, donde con mi cámara web, muchos machos han podido ver mi culito, que si bien no es muy grande su forma es muy femenina, y algunos hombres al solo ver mi culito me han preguntado "¿Eres chica?" a lo que lamentablemente debía responder que no.

Así paso el tiempo y cada vez me fui liberando un poco más, hasta considerar hacer algo en la vida real. Aun así me daba mucho miedo, de que podría pasar, de cómo seria, de que me descubran, de que algo salga mal, paso bastante tiempo hasta que decidí hacer algo, por suerte conocí un hombre que se interesaba por mi más que por el sexo, y paulatinamente me fue convenciendo de intentarlo.

Recuerdo esa noche, era un viernes, y estaba súper nerviosa, me había bañado y arreglado levemente, aun vestida de chico, llevaba una tanguita debajo de mi pantalón, negra, bien sensual, pero nunca me anime a comprar nada más que eso, por suerte mi macho, al que llamaré D, tenia para mí una linda faldita de colegiala, y una camisita bien femenina, blanca casi transparente. Estaba como loca por la idea de probarme esa ropita, me había comentado por chat que la tenia esperándome, ¡no podía aguantar!

Se hizo la hora de salir, y mis nervios aumentaron mas y mas, pero me decidí, nos encontramos en un bar cerca de nuestras casas, si bien sabíamos nuestros barrios no nuestra dirección exacta. Ya nos habíamos mandado fotos y visto por cámara, por lo que sabía cómo era, pero nada como verlo en persona, por suerte cuando yo llegue el ya me estaba esperando.

  • Hola Noe, ¿Cómo estás? – Me dice con un tono amigable, así me gustaba que me diga, de Noelia, algo disimulado, ya que tratarme de nena así era arriesgado
  • Hola D, bien gracias, ¿y tú? - Le respondi nerviosa
  • Yo estoy bien – Noto que estaba algo nerviosa – No te preocupes, relájate
  • Eso espero – Dije algo preocupada – Si… con el tiempo se me pasara – Le dije con una pequeña sonrisa

El tiempo paso, y también el alcohol, ya estábamos los dos más desinhibidos, D es unos años mayor que yo y con un poco más de experiencia, me sentía muy segura con él y eso fue lo que permitió que nos juntáramos así.

No paso mucho más hasta que D sugirió:

  • ¿Vamos a mi casa? Podemos ver ahí una película o relajarnos, tranquilos sin compromiso

Lo pensé un poco, sabía que no pasaría nada que no quisiera, pero también sabía que era muy probable que pase algo mas, quizás el alcohol ayudo, mi respuesta fue:

  • Claro, solo deja me termino esta copa

Caminamos un poco y hablamos un poco más relajadamente, creo el alcohol ayudo un poco, para cuando llegamos a su casa, la cual estaba bastante bien ordenada, fuimos al sofá a ver televisión.

  • ¿Quieres algo de tomar? – Me invito D
  • Hm… Si por favor, pero espera, debo ir al baño

En ese momento me levante y fui a su baño, descubrí que tenia puesta mi tanguita, y me excite aun mas, me preguntaba qué sería de esa ropita que D me guardaba, y si bien me daba mucha pena, quería usarla, y ser su hembrita. Salí del baño y fui al sofá con D, no paso mucho hasta que D saco ese tema

  • Sabes, tengo algo tuyo por aquí, si te interesa
  • Ah si – Respondí haciéndome la que no se acordaba mucho - ¿Dónde está?

D sonrió al ver que me interesaba

  • Esta por aquí, ven, sígueme

Obviamente lo seguí ansiosa, D entro en su habitación y de su armario saco una faldita roja tableada y una linda camisa blanca, ¡eran para mí! No lo podía creer, estaba muy feliz, y D lo sabía

  • Bien te dejare sola para que te arregles Noe
  • Si, gracias – Dije algo nerviosa

Ahí estaba, por fin, mi ropita, no perdí tiempo y desesperada me la puse, me arregle un poco el pelo, me pinte los labios, de un lindo tono de rojo, y me mire al espejo, mi cabello esta algo largo, y si bien no tengo senos, soy bastante delgadito, por lo que parecía una linda nena delgadita, con un macho esperándola. Estuve mucho tiempo mirándome al espejo, probando diferentes poses, expresiones, etc. ¡Se me paso el tiempo! No sé que estaría pensando D, así que salí apurada para encontrarlo en el sofá esperándome.

  • Ah, que linda alumnita que tengo aquí – Dijo D excitado, sabía que le había gustado, y estaba encantadísima!
  • ¿Le gusta profe? – Pregunte ya desinhibida, la idea de estar así ante un macho me ponía a mil, pensé que me daría más pena, pero D me hizo sentir muy a gusto.

Inmediatamente D se paro y me abrazo por mi cintura, podía sentir que estaba muy excitado, su verga dentro de su pantalón ya estaba dura, me tomo fuerte y me beso, me deje llevar, sus fuertes brazos me apretaban a él, y no me dejaban escapar de su dura verga. ¡Yo ya estaba a mil!

  • Me parece que mi alumna necesita convencerme para poder aprobar – Dijo mientras me soltaba un poco
  • Si profe, por favor, apruébeme, hare lo que sea
  • Empieza por ahí abajo – Dijo dominantemente

Sabía que quería que chupe su verga, así que baje lentamente y le baje el cierre de su Jean, su bulto tan rico me volvía loca, saque su verga y la vi de cerca, sentirla entre mis manos, y sentir su olor, me pusieron aun más loca, no me hice de rogar y la metí a mi boca ansiosa, devorando ese rico bulto de carne con pasión, su liquido pre seminal saladito se mezclaba con mi saliva, podía sentir su glande y sus venas marcadamente con mi lengua, no paso mucho tiempo que D me puso las manos en la cabeza y me obligo a chupársela a su ritmo, fue algo difícil aguantar pero me encanto, y D decía cosas como "Ay sí, mi alumna es una zorra" y "Dale putita chupa mas, se que quieres leche" que me ponían aun mas cachonda!

No sé cuanto estuve mamándosela, pero disfrute cada segundo, y cada centímetro de carne de macho que entraba en mi pequeña boca de nenita excitada, ansiosa de leche. Finalmente, sucedió, sin avisarme, me sujeto fuerte y me lleno la boca de semen. Fue magistral, su sabor, algo amargo y salado, fue delicioso, hice arcadas pero trate de tragar toda su leche de macho, a lo que él respondió "Así putita, chúpamela, déjala limpia". Se la chupe y la deje limpita como mi macho me ordeno. Mi verga estaba a full dentro de mi pequeña tanga, recibir su regalo de macho en mi boca me excito muchísimo, y me hizo desear tenerlo también en otro lugar, le di besos en su verga y me levante, el gentilmente me tomo y me beso nuevamente.

  • Noelia, hoy serás formalmente toda una nena, Noelia será tu verdadero nombre, por el resto de tu vida
  • ¡Si, Por favor! – Respondí desesperada
  • Tranquila zorrita, primero chúpala, y que se ponga dura

Me ordenó, no me negué a mi macho, y baje nuevamente, mi boquita ya estaba algo cansada pero aun así, me metí ese mástil de carne ya algo suave a mi boca, y jugué con él, hasta que nuevamente se endureció, fue genial sentirlo crecer dentro de mi boca, sentirlo palpitar y endurecerse.

  • Párate, y ponte en cuatro patas, como la perra que eres

Obviamente, obedecí, fui al sofá y me puse como una perrita en celo esperando a su macho, el sin perder el tiempo se puso un condón, no sé de donde lo saco, estaba extasiada, solo la quería adentro, en cuanto la apoyo en mi culito, fue tan rico, sentir esa verga moviéndose por sí misma, calentita, deseando entrar, penetrarme, me lubrico un poco y me la metió, la dejo dentro un rato

  • Ayy… Me duele…me duele… - Me quejaba en vano
  • Relájate putita, ya veras, a las putitas como tu le gustan las vergas

¡Y qué razón tenía! Ya dentro de mí comenzó a moverse, y lentamente apareció el placer, el dolor aun estaba, era algo leve, pero no importaba, ¡estaba viendo las estrellas!

  • Ayy si, cógeme duro, así! Coge duro a esta puta
  • Si puta, ¿te gusta la verga verdad?
  • ¡Si! Dame, dame verga

No sabía era capaz de decir esas cosas pero estaba ya loca, no paso mucho mas hasta que D llego al orgasmo, ¡su verga exploto dentro de mí! Fui tan feliz. Luego de su orgasmo, el me ayudo y me masturbo hasta que yo me corrí, aun con su verga dentro, fue sublime.

Esa noche dormimos juntos, e hicimos otras cositas, D me hizo notar que por dentro puedo ser una perra en busca de leche de macho. Hubo muchas más veces con D, y otros mas, que ya les contare en otra ocasión ;)