Nocturna
A sus pies mi Amo, breves sueños
Hoy quizá no soy la sumisa que buscas o deseas, la ardiente mujer deseosa de que la empujes contra la pared mientras le arrancas la ropa, la que desea sentir como la muerdes los labios entre besos de pasión y delira de placer cuando hundes tu mano entre sus piernas mientras sujetas su pelo para guiarla entre tus deseos.
Hoy me alejé del ardiente fuego del sol, dejé que desapareciera la recurrente imagen en mi mente de sentirme tumbada sobre la mesa mientras me llenas el culo de leche susurrándome al oído que lo tomas por que es tuyo, por que soy tu puta, tu zorra viciosa, que tanto busca tu atención restregando su sexo con el empeine de tu pie.
Hoy fue el manto de la noche el que me atrapó y la lánguida imagen fantasma de la luna, quien derramó sobre mi sus dones y me dio a la vez sueño y creatividad, y desdibujó las realidades.
Y hoy, sólo mujer, sólo emociones, sentimientos y sensaciones, acunada por el pausado ritmo de las lejanas olas me atrevo a imaginarme simplemente hecha un ovillo a tus pies.
Imagino una suave y dulce música en mi mente y como desperezándome puedo mover las manos, y trazar líneas desde los dedos de tus pies que marquen su paso con un roce, puedo bordear los maléolos de los tobillos y deslizar un suave beso en una perezosa muestra de devoción, e incluso incorporarme ligeramente para apoyar mi cabeza en tus rodillas, las manos paseando suaves por los gemelos, y es aquí donde me atrevo a soñar que pasas una mano por mi pelo, y me acaricias la cabeza, que observas mi desnudez y me sientes postrada y tuya, de una forma algo distinta a lo habitual, y mientras me acaricias la cabeza despacio me das tus dedos para que los lama, y pienso que me conoces. Sabes que los lameré despacio, uno por un como si fueran un preciado caramelo que no quisiera acabar, que no podré evitar mirarte alzando la cabeza y observándote entre tus piernas, y que lo haré por que deseo que me observes como lamo tus dedos despacio, que sientas como yo la sensualidad que para mí se encuentra en algo tan sencillo, que notes como se excita mi cuerpo felino y ronronea de gusto.
A la vez que se escapan las palabras como gotas de agua cayendo de entre mis dedos noto la misma humedad que ya bien conoces, y deseo que transformes el silencio en un momento de instinto animal primario de liberación.
Deseo no poder reprimirme y clavar las uñas en tu cuerpo, sentir como sujetas mis manos por encima de mi, me haces erguirme totalmente para exponer mis pechos y sonrío, bajo la mirada, sigo estando a sus pies.
Y al iluminar el sol la madrugada desfallecen los sentimientos, las emociones y las sombras, dejo de ser mujer y me vuelvo solo palabras, oídas, o leídas, soltadas al viento o en chat, y las suyas resuenan en mis oídos, más dulces con el paso de los meses, más firmes, más excitantes si cabe, de nuevo cálida por el sol, de nuevo su puta, su zorra, su perra, su sumisa… o quizá nunca dejó de serlo, por que a pesar de sus miedos siempre fue suya mi alma.