Nochevieja diferente

Nerea va a trabajar pero en el baño tiene un incidente que desencadena un finde distinto y sexual

NOCHEVIEJA DIFERENTE

Nerea iba a pasar una Nochevieja diferente y la verdad después rememorándolo muy divertida solo que su estancia en el trabajo también cambiaría. Ese día solo tenía que trabajar por la mañana. Había ido vestida más cómoda, un pequeño short, una blusa y medias bajo el short. Bajo la ropa un suje y tanga a juego de color rojo por supuesto.

Estaba escribiendo unos informes en el ordenador. Sintió ganas de ir al baño. Se dirigió al baño de su misma planta, entró y que fatalidad, la puerta del cubículo estaba rota y se le plantearon dos opciones. Eligió la de quitarse la ropa y dejar la puerta abierta. Al fin y al cabo solo le podían ver alguna compañera y eso no le molestaba más bien la excitaba. Y….. tuvo suerte entró una compañera un poco mayor que ella. Se estaba lavando las manos y parecía que la miraba. La chica se mordía el labio y la miraba por encima del hombro a través del espejo. La chica se giró y fue hacia ella y se inclinó sobre ella.

Nerea se quedó inmóvil. Estaba ahí sentada abierta de piernas sentada en la taza con los pantalones en los tobillos, vamos nada erótico. Pero la compañera la besó, elevo sus piernas para ponerlas sobre las suyas y se chupó los dedos con cara de vicio y la acarició el sexo con suavidad poco a poco y luego ya con autentico vicio. Antes de que Nerea tuviera su orgasmo ella paró y la susurró al oído si quieres terminar como lo puta que eres coge tu coche y apárcalo en tu casa. Luego espera a que te recoja, si aceptas pasarás todo el fin de semana conmigo y harás todo lo que te mande. Ahora metete esto. Como Nerea no reaccionaba se lo metió ella de un golpe. Lo notó dentro y no sabía lo que era hasta que vió en su mano el mando a distancia.

Se fue y dejó a Nerea medio desnuda. Se vistió y fue a su sitio. Estuvo todo el día pensándolo y al final se decidió. Condujo hasta su casa, como no iba a cenar en casa sólo tuvo que decirle a su madre que pasaría el finde en casa de una compañera. Era verdad, por lo que no habría problemas.

De improviso una monovolumen paró delante de ella. Conducía su compañera. Se abrió el portón y ella subió, nada más cerrarse sintió unas manos que la esposaban al asiento y la colocaban un antifaz con el que no veía nada.

Si no quieres que te durmamos no chilles--- Le dijo su compañera Laura.

Ella se puso nerviosa y sintió como el huevo se ponía en marcha. Se empezaba a poner mas caliente cada vez. El vehículo desaceleró y bajó por una cuesta corta y pronunciada como la rampa de un garaje. Se paró y la puerta se abrió, la sacaron entre Laura y la otra chica que había estado todo el viaje detrás de ella.la fueron conduciendo hasta una gran habitación. Ella no veía nada. Por el sonido y el cerrar de puertas dedujo que atravesaron unas cuantas estancias hasta que se pararon. Oyó como un ruido de un mecanismo. Luego el ruido de unas cadenas y sintió como sus brazos se elevaban hasta sus pies apenas tocar el suelo.

Notó como separaban sus piernas y la ponían algo rígido y tieso. La agarró Laura del pelo y la dijo al oído:

Prepárate porque la sorpresa que te espera es monumental.

No podía ser, era Lucia su superiora directa. Estaba sentada en un gran sillón en madera con cuero negro. Era un trono. Lucia se levantó y vestía un corsé negro con las cuerdas del corpiño en rojo, unos pantalones de cuero negro completamente ceñidos. Vió que Lucía tenia un cuerpo espectacular. La mujer por lo que ella sabía la doblaba la edad, 46 sobre 23. Era algo que había visto por Internet. Era una escena de BDSM.

Nerea, a pesar de las cadenas eres libre para marcharte pero tanto si decides marcharte o quedarte te rogamos que lo que hayas visto o vayas a ver no se lo cuentes a nadie. Te dejamos unos minutos para que lo pienses.

Nerea lo pensó, por una parte la excitaba sobremanera pero por otra tenía miedo, no sabía hasta donde podían llegar esas personas. Eran compañeras suyas pero aparte de alguna fiesta juntas no las conocía pero decidió quedarse.

Lo he pensado mucho y me quedo.

Muy bien pero no deberás poner pegas a nada que tranquila que no te perjudicaremos ni dañaremos tu salud y por supuesto no diremos a nadie lo que pase aquí.

Para empezar a jugar te llevaremos a un sitio especial. La chica que estaba tras ella la sujetó para que Laura pudiera bajarla de las cadenas y le soltó la madera que la retenía los pies. La miró a la chica y era la becaria. La llevaron a una camilla. La sujetaron, la pusieron las piernas sobre los estribos y sujetaron sus brazos a los lados para que no se pudiera mover. Lucia se acercó y se puso unos guantes de látex. Naiara que era la becaria se acercó con una bandeja con varios instrumentos. Cogió Lucia un bote de vaselina y se untó las manos con ella. Luego introdujo dos dedos para tentar donde estaba el huevo. De la bandeja asió un especulo y poniéndolo en la vulva de Nerea lo fue accionando poco a poco hasta que lo tuvo abierto como para meter unas pinzas. Cogió las pinzas con forma de tijeras y las metió buscando el huevo. Lo cogió y lo sacó.

Lávalo Naiara, luego lo usaremos de nuevo.

Naiara cogió el huevo y los instrumentos que había usado Lucia y los llevó a lavar. Lucia se quedó con Laura que había llenado una bolsa transparente con agua templada. De esa bolsa salía un pequeño tubo que introdujo en el recto de Nerea y fue vaciando la bolsa entera en el ano de la chica para luego colocarla con las piernas ligeramente elevadas y ayudada por Laura fue conducida hasta el baño, allí después de evacuar fue llevada a la bañera. Laura la lavó bien preocupándose de que no quedase nada sin lavar. Vino Naiara y ayudó a Laura a secarle el pelo y dejarla lista para el fin de semana.

La sacaron y la llevaron a la habitación. La pusieron sobre otra camilla, abrieron ligeramente sus piernas y los brazos. Allí Lucia fue colocando pequeños electrodos en varias partes, en las aureolas de los pezones, en el coño cerca del clítoris y rozando los labios vaginales. Uno en la cintura y alguno mas en la cara interna de los muslos y de los brazos.

Luego fueron accionando los electrodos. La chica se revolvía por una mezcla de dolor aguda pero no demasiado grande y placer. No sabía como pero se estaba poniendo a cien. Entonces Lucia ordenó a Laura y a Naiara que la comiera enterita. Naiara la fue lamiendo en el coño, empezando por la cintura y bajando al clítoris retirándose a veces y llegando a los muslos para volver al clítoris y alternar con una penetración con la lengua en su coño. Laura más experta la lamía sus pezones estimulándolos para endurecerlos y luego mordisqueándolos logrando que la chica gimiera más fuerte tanto que tuvieron que ponerle una mordaza.

Lucia las iba ordenando a las dos chicas mientras ella jugaba con el aparato de la electricidad para llevar a Nerea al borde del orgasmo pero haciendo que no se corriera. Pero los lapsos de tiempo entre el momento que la bajaba del balcón de su placer y la volvía a elevar eran más cortos hasta que tuvo que parar. Miró a Nerea y la vió, los poros de su piel llenos de microscópicas gotas de sudor, su pecho palpitando y su coño también como si tuviera vida propia.

Las dos chicas la soltaron y la hicieron incorporarse en la camilla. Lucia cogió una fusta que Naiara la suministró y que Laura había escogido. Con pequeños golpes bien dirigidos y localizados fue retirando todos los electrodos. Luego Laura con un trapo secó todo el sudor del cuerpo de la chica.

Laura la condujo hacia la pared y la dijo:

Escoge tu donde quieres ser atada, o la cruz de San Andrés o una cruz vertical.

Nerea dudó pero eligió la de san Andrés. Laura la ató y la dejó durante 15 minutos que a Nerea le dieron para pensar sobre lo que estaba pasando. Nerea se excitaba con la idea de que todos los días en el trabajo supiera que había tres mujeres que la podían dar placer y a las que debía dárselo ella. Era sumamente morboso.

Estaba mojándose de nuevo cuando sus tres compañeras llegaron. Laura tocó su coño y comprobó que estaba mojado.

A saber lo que estará pensando la puta pero se ha puesto cachonda.

Pues habrá que darla su merecido. Dijo Lucia.

Nerea observó que la becaria nunca hablaba y solo obedecía.

Lucia escogió un látigo de siete colas y Laura otra fusta.

Ahora Naiara te va a azotar, te dará 12 azotes con cada objeto y después te lamerá hasta que tengas tu orgasmo. Si Laura y yo consideramos que ha cumplido se le levantará el castigo de no hablar que como verás no ha hablado hoy. Deberá darte 12 con cada uno pero lo suficientemente fuerte para que lo consideremos válidos pero si los da más fuerte de lo normal se le darían a ella 3 azotes por cada uno de ella.

Naiara empezó con los azotes con el látigo a un ritmo pausado y no muy fuerte. Por fin terminó, las nalgas de la sumisa estaban de un tono rosa. No querían asustarla y había que ir poco a poco. Cuando terminó Naiara se arrodilló entre las piernas de Nerea y apoyando los pulgares en la cara interna de los muslos lamió el coño a una velocidad que al de unos segundos ya le dolía. Luego fue penetrándola con los dedos y succionaba con su boca hasta que Nerea estalló en un orgasmo entre grandes gemidos. Su fluido salió como si se hubiera orinado en la boca de Naiara. Lucia y Laura se arrodillaron a los lados de Naiara y se besaron las tres con placer.

Naiara soltó a Nerea y la llevó al baño para que se duchara, luego la condujo a la cama para que descansase o eso creía Nerea.

Continuarᅅ….

Este es un relato imaginario, si queréis podéis escribirme sobre todo mujeres a

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