Noches y dias (3: Ultima parte)

Asi termina esta confesión.

Autor: La Colo

Rubro: Confecciones

Bajada… Después de un año sin hacer nada, Gustavo me presentó una nueva forma de sexo

Noches y días. (Última parte.)

Ya no pensaba tener mas sorpresas, había llegado a tener sexo con una mujer y con un hombre al mismo tiempo… Podría acostarme con dos tipos, pero lo que me esperaba era mucho más impensado.

No había pasado ni una semana de aquel fin de semana cuando Gustavo me dice que este sábado no trabajará y que un amigo le había prestado una quinta para pasar el fin de semana… Ya empezaba a hacer calor y aunque no estaba para pileta, un poco de sol no nos haría nada mal… Y así fue que el viernes a última hora salimos para la quinta que quedaba a unos sesenta kilómetros de la ciudad.

Llegamos por la noche así que no pudimos ver bien las instalaciones pero dentro era muy confortable

Lo que era molesto eran los ladridos de los perros, pero para nosotros dos citadinos por antonomasia fue como música en nuestros oídos

  • ¿Por qué ladrarán así los perros? ¿Habrá algún peligro?

  • Son los perros que le ladran a la luna – Me dijo Gustavo para tranquilizarme..

Y la verdad es que la casa era muy segura, tenía rejas y puertas muy fuertes, así que cuando él cerro la casa ya no me importó nada… Era muy lindo oler a campo, disfrutar de esa casa también puesta

Esa noche comimos y nos acostamos temprano, no había TV así que leímos un rato, hicimos un amorcito rápido, de esos intensos y cortos, que son tan eficientes para saciarnos y quedamos dormidos al instante

Por la mañana, me desperté y fui a inspeccionar la casa y su jardín… Era la única casa de la manzana y el tapial era muy denso, no se veía nada hacia fuera.

Dos grandes perros dormían, en sendas jaulas… yo no sabía que estaban allí. Eran los que ladraban por la noche… al sentirme, uno de ellos levantó la cabeza y me movió la cola como un gesto de amistad, Yo me acerqué y con cuidado le hice unas caricias… Me lamió la mano y nos hicimos amigas, ya que era una hembra preciosa, de pelo corto y de raza puro perro, Él otro me miro y no atinó a hacer nada, ya que su jaula quedaba del otro lado

Volví a la casa y preparé el desayuno, con las cosas que habíamos traído de casa.

A la hora estabamos lo dos en el jardín tomando sol… Yo aproveche para tomar sol sin corpiño, ya que había comprobado que el jardín era impenetrable, a los ojos de algún mirón.

Gustavo estaba aburrido así que se puso a hacer cosas, largó a uno de los perros

  • Largá a los dos, mirá como te mira el otro.

  • No se puede ya que Reina está en celo y si lo largo juntos mi amigo me mata.

La perra vino a mi lado y se acostó. Jugamos un rato pero yo quería tomar sol así que pronto la dejé… Gustavo preparó un fuego para cocinar un asado… el sol se puso fuerte así que me tapé y fui hasta el asador para charlar con Gustavo… Estaba muy gracioso ya que sus manos estaban negras del carbón y se nota que se rascó la cara y tenía marcas negras en la cara… lo limpié y nos quedamos charlando sobre la belleza de la casa.

Reina, la perra, no se alejaba de mí y casi no me dejaba caminar, casi me caigo cuando fui a buscar la carne y los chorizos a la casa… Me franeleaba, y hasta quería montarme la pierna como si fuera un macho… Me apoyaba su concha en mi rodilla y se movía como extraviada… me causaba gracia y pena… pero ¿Qué podía yo hacer…? Al volver le conté a Gustavo lo que había pasado en la cocina y él puso una cara de pícaro, pero no hizo ningún comentario

Comimos y nos dormimos una siesta al aire libre… Yo pensé que íbamos a hacer el amor en el jardín pero él se durmió y pensé en hacerlo después cuando se despertara… Cuando me desperté Gustavo no estaba en la reposera… Fui al baño y cuando volvía al jardín escuche que me llamaba.

  • Me tenés que ayudar a guardar a Reina en su cucha.

Yo la empecé a llamar y ella venía pero cuando quería agarrarla se escapaba, con una soga logramos atraparla, la metimos, entre los dos, en la jaula.

Yo fui a buscar agua para poner en el recipiente y cuando vuelvo me lo encuentro a él mirándole la cola a la perra

  • ¿Viste que hinchada la tiene?

  • ¿Qué tiene qué?

  • La conchita… mirá – Y cuando miro veo que le está metiendo el dedo en la concha a la perra

  • ¿Qué hacés?

  • Voy a sacarle la calentura, ¿Me ayudás? – No sabía que hacer… pero enseguida él me dio algunas instrucciones para que tome riendas en el asunto… ¿Qué hacer?

  • Tomala de la cabeza y hacele caricias. – Mientras me decía eso se bajaba el short y sacó su verga. La perra estaba intranquila y yo más caliente. Al segundo o tercer intento, tome la pija de mi novio y la guié hasta la rayita de Reina. Vi como le metía la cabeza dentro de su conchita

  • Guau está re caliente

La perra ya no se movía y estaba tranquila, yo la fui dejando y mirando como le hundía la pija

  • No sabés lo que es esto

  • ¿Ya lo habías hecho? – Pregunté.

  • No es mi primera perra… no. Mi primera perra sos vos.

No sé porque pero lo que iba diciendo me iba calentando… el se movía y la perra se quedaba quieta… Le dio un buen rato hasta que se derramó en un gemido largo, como nunca lo había escuchado… parecía un perro.. un par de perros cogiendo… Yo estaba a mil, al ver a mi novio cogiendo con una perra

Él se dejó caer y Reina con su hocico, lamió y olió su concha… Se lamía, como si no hubiera acabado y se estuviera masturbando… Estuvo como quince minutos así. Gustavo se paró y juntos salimos de la jaula, dejádola a reina encerrada.

Me insinuó que se la chupe para limpiársela, pero me negué… No hizo mucha historia y se quedo en bolas en la reposera descansando

Se puso a describir su orgasmo y que lo repetiría antes de irse… y yo estaba ofendida, como había preferido coger con la perra que coger conmigo… Cuando se dio cuenta quiso cogerme pero me resistí, Estaba totalmente alterada

  • Vas a tener que hacer buena letra y bañarte bien para volver a coger conmigo. -

Pero la verdad es que me había calentado un montón, verlo cogerse a Reina y más me gustó que yo lo ayudé a que eso pase.

La tarde terminó así en la indiferencia total… a eso de las ocho, Gustavo largó al macho para que salga un poco de la jaula. Nippur, saló con todo el entusiasmo… corría y ladraba como loco… Iba a la jaula de Reina y la llamaba para que saliera pero Reina no podía ya que estaba encerada. Yo fui a tratar de calmarlo y él se acercó y me movía la cola, al igual que Reina trató de montarme por la pierna… y fue ahí que se me ocurrió vengarme, haría como que el perro me está montando en serio para que Gustavo lo viera y se diera cuenta de lo que era mirar una escena de ese talante

Nippur se me subía y yo no podía casi caminar, su choto estaba un poco afuera, se ve que el olor de Reina se había impregnado en mi pierna

Como pude me saqué la parte de debajo de la malla y arrodillé para ponerme como una perra… Nippur me montó pero era imposible que me penetre… Gustavo vio la escena desde una ventana y él se aprestó al lugar… Yo hacía como que no lo había visto y él se aprovechó de eso y para mi sorpresa tomo el vergón del perro y lo guió hasta mi rayita, cuando lo sentí me ericé, estaba todo mojado y como el choto de los perros tienen la cabeza fina se metió un poco, Como me pesaba me dejé caer y el apoyó las patas delanteras en el piso y así me la metió mucho mas adentro. Pero no era nada increíbles ya que por lo húmedo que estaba no sentía gran cosa… Pero Nippur empezó a acelerar las embestidas y su roce con mi clítoris me daba ciertas cosquillas. Gustavo no miraba se estaba bajando el short para ponerme lo en la boca, Tenía un olor raro, Esta situación que había creado para molestarlo, se me dio al revés, igual que lo que me había pasado con Laura… ¿Qué estoy haciendo? ¿Por qué llego a estas situaciones? Mirenmé esto siendo penetrada por un perro y chupando la verga de mi novio.

Mi novio me mostró como se coge a una perra… y lo peor es que me está gustando… La presión se hizo fuerte y yo estaba entretenida en la pija de Gustavo, cuando sentí que el choto de Nippur iba creciendo, dentro y afuera… sus movimientos eran violentos y el dolor en la concha fue impresionante

Grité como nunca y Gustavo se asustó miró hacia atrás y se quedó mudo la bola entraba dentro de mí, sin poder hacer nada. El perro me daba máquina y yo lloraba… hasta que llegó la bola al útero y un calor inmenso empezó a inundar mi vagina… y allí empezó mi gocé.. Nippur apenas se movía y yo sentía cada palpitación como un orgasmo… El perro se dio vuelta y quedamos cola con cola… Intentó salir pero Gustavo se lo impidió… Cuando logró que Nippur se quede tranquilo Volvió hasta mi y me dijo

  • ¿Todo bien?

  • Sí, puto. Todo lo mas bien

  • ¿Querés chupármela?

  • Hacé lo que quieras….

Sabía que me la iba a meter hasta la garganta… pero estaba tan impresionado y caliente que acabó al instante

Me guardé el semen y le pedí un beso y lo compartí con él… pensando que le iba a dar asco… pero nada le daba asco

Bueno, esta es mi confesión, espero que alguien la lea

Gracias Laura, por todo La Colo.

PD: Esta Laura no tiene nada que ver con la protagonista de la segunda parte