Noches locas de fiesta
Cuidado con lo que deseas...puede hacerse realidad.
Soy una joven de 20 años me quedan pocos meses para cumplir los 21. Soy rubia de pelo rizado. Ojos verdes oscuros. Los chicos se suelen fijar en mi aunque no me considere una belleza espectacular ni nada semejante. No lo niego tengo que tener algo porque si no no me explico el éxito que tengo entre los miembros del género opuesto.
Esta historia comienza con una noche de sábado recuerdo que había quedado con una amiga para ir a cenar a casa de un conocido suyo. Había invitado a más gente y luego teníamos pensado ir de bares pubs alguna discoteca vamos salir de fiesta. También recuerdo que estaba cabreada muy cabreada con el que por aquel entonces era un rollo bastante formal hacía dos semanas que no sabía nada de él y aunque yo había intentado hablar las cosas él no estaba muy por la labor así que tenía decidido que si por algún casual podía me enrollaría con otro sin importarme mucho este chico además llevaba 4 meses sin sexo porque había estado respetando a este chico y él no parecía intención de querer hacerlo por lo tanto estaba de un salido increíble.
La cena estuvo bien hubo risas y como habíamos estado bebiendo durante la cena andábamos algo chispadillos. Nada más salir de la casa del conocido de mi amiga nos fuimos a un pub al que solemos ir a menudo. Allí estuvimos bailando y dándolo todo continuamos bebiendo chupitos mi amiga y yo. Estábamos completamente borrachas pero no importaba.
De pronto noté como un hombre no me quitaba el ojo desde la barra mientras mi amiga y yo no dejábamos de bailar no sé si era cosa del alcohol de mi cuerpo que me pedía a gritos que me follaran o ambas cosas a la vez pero comencé a tontear con él bailando sensualmente pegando mi cuerpo al de mi amiga no dejaba de mirarle a los ojos él no me quitaba la mirada. Entonces decidí ir más allá pero sin arriesgarme demasiado juego sutil lleve a mi amiga a la barra de nuevo me coloqué al lado de aquel desconocido pedí otros dos chupitos y nos los bebimos mi amiga dejó el vaso y regreso con los demás yo iba a hacer lo mismo pero cuando me daba la vuelta para irme el hombre me cogió del brazo y me hizo mirarle se acercó se presentó lo típico. Nuestro tonteo fue a más y a más hubo más chupitos y por fin me entró. Yo me dejé llevar pero no podía aguantar más necesitaba follar si o si le propuse ir a mi casa. Me despedí de mi amiga y de los demás y nos dirigimos a mi casa.
Cuando llegamos a mi habitación me comenzó a desnudar como si su vida tratase de ello y yo hacía lo mismo nunca había estado tan salida tan impulsiva y decidida aquella no era yo siempre tan modosita tan delicada era una bestia salvaje que necesitaba sexo urgentemente cuando mi cuerpo estuvo desnudo delante de él me tumbo en la cama y con delicadeza me abrió las piernas y me comenzó a comer el coño mmm no podía dejar de gemir aquello era una locura su lengua era algo sobrenatural y nadie nunca me había hecho un oral tan bueno no pude aguantar mucho más y me corrí. Entonces me levanté de la cama y le hice recostarse a él comencé sin miramientos como una loba en celo a lamer su poya que era grande gorda y muy dura era deliciosa me sorprendió esto porque no suelo hacer estas cosas no me gusta mucho hacer oral pero aquella noche no era yo misma estuve haciéndole una mamada sin parar recorriendo su miembro con mis labios lamiendo chupando hasta que se corrió en mi boca tampoco me importo me lo tragué era la primera vez que lo hacía y aunque no me gusto mucho el sabor no me desagrado del todo.
Continuamos tocándonos un rato más luego nos quedamos dormidos abrazados y desnudos.
Por la mañana mientras dormía de espaldas a él noté como intentaba taparme con la manta estaba medio desnuda luego su mano se deslizó por mi cadera se dirigía hacía mi sexo como pude dejé el camino libre abriendo un poco mis piernas comenzó a acariciarme el clítoris era algo maravilloso cuando sentí que me iba a correr paró se colocó encima y abriéndome las piernas comenzó a comerme de nuevo el coño no podía parar de gemir creo que llegue al orgasmo incluso no podía dejar de retorcerme de placer que gusto me corrí de nuevo. Subió y comenzó a besarme mis labios bajo un poco el cuello yo le acariciaba y también le besaba sin parar le masturbaba apartó mi mano de su miembro y coloco este a la entrada de mi coño cerré los ojos mientras sentía como me la metía dejé escapar un suspiro era tan placentero sentir su poya dentro de mi que cuando comenzó a mover sus caderas yo le acompañaba era un vaivén una compenetración mutua parecía que nos conocíamos a la perfección. Nuestros gemidos se mezclaban y se perdían en la habitación que solo olía a hormonas a sudor a sexo. De pronto me volví loca otra vez y me coloqué encima dispuesta a cabalgar mis movimientos cada vez más rápidos le estaban gustando su cara de placer su respiración sus gemidos me lo estaba diciendo todo me encantaba poco después nos corrimos a la vez creo que fue casi lo más placentero me quité de encima de él respirando con dificultad y me tumbe junto a él me llevé las manos a la cabeza intentando recordar un polvo mejor y creo que hasta la fecha nada se parece a este.
El chico no quería parar no dejaba de tocarme besarme .masturbarme y yo no quería que parase era un experto sus 36 años estaban en la experiencia sabía lo que me ponía lo que me gustaba lo hacía con delicadeza pero con lujuria a la vez esta mezcla me volvía loca loca de placer. Yo tampoco me quedaba quieta era como un juego si él me daba yo le correspondía un intercambio de placer por placer antes de que nos diésemos cuenta estábamos encendidos al máximo le rogué que me la volviese a meter. Comenzamos con una postura normal él encima y yo debajo luego me dio la vuelta y me puso a cuatro esta es mi favorita la que más me pone fue un polvo bestial y no paramos hasta que nos volvimos a correr fue maravilloso simplemente.
Luego se vistió recogió sus cosas y se fue de mi casa dejándome más que satisfecha.