Noche y Día

Mujeres tan diferentes como el día y la noche

Era un día como cualquier otro en mi rutina de estudiante voy hablando con mi amiga Paula, nos conocemos desde el colegio y todos dicen que somos dos gotas de agua no por el parecido físico sino por nuestras personalidades nunca nos guardamos nada y siempre vamos hasta el final en todo; cuando nos disponíamos a cruzar la avenida un inconsciente motorizados nos atropello, yo caí y me golpee la cabeza contra el pavimento a unos metros de mi estaba Paula tendida y sin moverse eso me aterrorizo, la gente empezaba a rodearnos y oportunamente llegó una ambulancia a socorrernos la primera a la que atendieron fue a mi amiga.

--Hey mírame- decía una chica que sostenía mi rostro yo estaba desorientada y veía algo borroso.-

--¿Qué pasa?- Fue lo que pude balbucear.-

--¿Cómo te llamas? ¿Qué edad tienes? ¿Eres alérgica a algo?- tanta pregunta me confundía.-

--¡Yo no me llamo!- recordé que esa pregunta me había hecho pasar vergüenza al empezar en la universidad- Mi nombre es Graciela.

--Bueno por lo menos ahora sé que tu socarronería no sufrió daños- dijo divertida aquella chica- Ahora Grace sigue mi dedo por favor- ¿Grace? Nadie me había dicho así acto seguido puso su dedo índice frente a mí y comenzó a moverlo de lado a lado, acercándolo y alejándolo lo seguí hasta que me aburrí.-

--¿Listo? O planeas marearme más de lo que estoy- ella me dedicó una sonrisa-

--¡Pérez la segunda chica esta bien podemos llevarla sin necesidad de camilla!- la segunda chica ¡Por dios Paula!-

--Mi amiga ella- me interrumpió colocándome un collarín.-

--Tu amiga estará bien Pérez y Castillo saben lo que hacen, ahora estate quieta- ella comenzó a limpiarme la frente con algún liquido que me ardió al contacto.-

--¡Bestia ten cuidado!- eso realmente dolía pero yo desconocía el por qué.-

--Bueno por lo visto no eres tan fuerte como aparentas- comento divertida.-

--Bueno ¿se puede saber que te tiene tan divertida?- no sabia porque su sonrisa me irritaba tanto.-

--Eso lo sabrás en su momento ahora ¡vamos!

Acomodo sus brazos bajo mi espalda y piernas respectivamente y me cargo hasta la ambulancia me sentí frágil pero segura en sus brazos eso era algo extraño, nos dirigimos a la ambulancia donde yacía desmayada Paula al verla con moretones, raspones y sangre me sentí muy mal y maldecía al hijo de puta que nos había atropellado, me aseguraron con un cinturón de seguridad me suministraron suero, Paula salió de su inconsciencia quejándose y blasfemando eso era una buena señal conociendo a mi amiga, a regaña dientes respondió algunas de las preguntas de los paramédicos, yo sujete suavemente su mano en señal de apoyo y ella se tranquilizo en parte por mi y en otra gran parte por los medicamentos que le estaban suministrando, el viaje era bastante movido se sentía que viajábamos a alta velocidad, mi vista termino de mejorar y pude apreciar a la chica sentada frente a mí, no debe tener más de 24 años, en su uniforme decía “Sturialle” su cabello castaño oscuro recogido en una cola, de piel perfectamente bronceada labios delgados pero provocativos su rostro parecía esculpido en piedra, tenia una belleza distinta que te atrapaba, me quede un rato observándola detallándola hasta que me percate de su divertida mirada sobre mí, de inmediato me sonrojé y dirigí toda mi atención a mi herida amiga, llegamos al hospital central de inmediato mi amiga desapareció y mi divertida rescatista me escoltó hasta una camilla.

--Muy bien recuéstate no deben tardar mucho en atenderte- decía despreocupada mientras veía a su alrededor.-

--Gracias- ella volteo sorprendida y se notaba que mis palabras la extrañaran.-

--¡Vaya! Pero si la humilde señorita tiene buenos modales- de nuevo esa sonrisa perfecta que me sacaba de quicio- De nada, estamos para servir- dijo señalando el escudo que tenia su manga.-

--Obvio que tengo modales no soy una bestia como tú- sostuve su mirada desafiante me molestaba que fuese tan natural y me hiciera sentir nerviosa.-

--Bueno Sturialle veo que no pierdes el tiempo- destaco un doctor de cabello canoso que se acercaba a nosotras.-

--Bueno Doc. Usted igual que yo es testigo de lo volátil que puede ser la vida- ella no me quitaba la mirada- Así que hay que disfrutarla el tiempo que podamos- de nuevo esa sonrisa.-

--Tu siempre sabes que decir.

La relajada chica se marchó sin decir más nada el doctor me atendió muy amablemente limpio y cerro mis heridas a los pocos minutos mis padres y los de Paula ya hacían acto de presencia bombardeándome de preguntas, les explique lo sucedido y luego apareció Paula en una silla de ruedas con cara de dolor y un brazo enyesado, gracias a dios la cosa no fue grave y esa misma noche podíamos estar en nuestras casas.

--Que rico por fin de vacaciones- comentaba Paula mientras salíamos de la última clase del semestre-

--Sabes Pau deberíamos buscar trabajo estos meses.

--Claro porque todos mueren por contratar a una chica con el brazo enyesado-mencionaba irónicamente señalando su ahora grafiteado yeso.-

--Perdón mi Pau- dije entre risas- Llevas tanto tiempo con esa cosa que ya lo veo como parte de ti.

--Disculpa ¿Grace?- dijo una voz familiar a nuestras espaldas.-

--Te equivocas de persona- dije sin voltear.-

--Es un gusto saber que tu socarronería sigue intacta- podía sentir su sonrisa, esa sonrisa que tanto me molestaba.-

--¡Bestia!- solté mientras me volteaba y quedaba impactada al verla, ella iba de franela blanca cuello V al cuerpo unos vaqueros ajustados, botas de cuero, cabello suelto y lentes de sol, tan tranquila y natural que me ponía nerviosa y eso me molestaba.-

--Me alegra ver que ambas se encuentran bien- le extendió la mano a Paula- Sturialle un placer, soy una de los paramédicos que les atendió el día de su accidente.

--Paula mucho gusto- mi amiga a veces es muy regalada.-

--Bueno bestia ¿qué se te ofrece?- Paula me metió un codazo por mi comentario.-

--No pretendo molestarla señorita, solo venía a devolverle esto- De su bolsillo saco mi teléfono, lo había dado por perdido luego del accidente.-

--Gracias- dije tomando mi teléfono y nuestras manos se rozaron levemente y sentí un extraño cosquilleo- ¿Eso es todo?- ella me miro confundida.-

--Nosotras íbamos por un batido, si gustas puedes venir con nosotras- soltó Paula sorprendiéndome.-

--Por mí encantada, pero no quiero estorbarles chicas.

--Tranquila guapa vamos- agrego Paula muy sonriente.-

--Bueno por allá esta mi coche, podemos ir en el- dijo señalando el estacionamiento y adelantándose unos pasos.-

--¿Acaso estás loca? ¿O perdiste un tornillo?- Paula se limitaba a sonreír.-

--Ella nos ayudó y aparte te trajo tu teléfono, invitarle una malteada es lo menos  que podemos hacer- hizo un pausa y vi en sus ojos un brillo malicioso el brillo que tenía siempre que planeaba algo- Además hay algo que quiero probar.

--Les presento su humilde carroza bellas damiselas- hizo una reverencia señalando su coche.-

--Por qué no me sorprende que tengas un Jeep- alcé mis cejas con cara de fastidio, pero la verdad era que estaba en muy buenas condiciones pero no dejaba de ser un jeep.-

--Bueno es práctico, fuerte, fiel y sencillo- abrió la puerta del pasajero- Igual que yo- de nuevo esa sonrisa Colgate.-

Por suerte el sitio donde vendían los batidos estaba a unas diez calles así que llegamos rápido, nos acomodamos en la barra y esperamos que nos atendieran, somos “clientas frecuentes”.

--Dime guapa ¿qué te sirvo?- le dijo la mesonera muy sonriente e insinuante.-

--Bueno yo quiero un batido de limón, pero las señoritas andan conmigo atiéndelas primero por favor guapa- le guiño el ojo señalándonos con la cabeza.-

--Yo quiero un batido de kiwi y mi amiga uno de banana- dije cortante, quien se cree esa camarera para ignorarnos.-

--Kiwi, banana y un limón, listo guapa- le sonrió coquetamente y mordió su labio.-

--Pero que mesera más babosa- comente con disgusto.-

--A mí me pareció muy amable- de nuevo su sonrisa me saca de quicio.-

--Claro “guapa” te estaba tirando la caña descaradamente- soltó Paula con ironía y riéndose.-

--¡Rayos! Perdón chicas pero tengo que irme- decía levantándose de la silla y dejando dinero más que suficiente  para cancelar la cuenta.-

--¿Qué? ¿Pero por qué?- pregunte inconscientemente sin darme cuenta.-

--Ni si quiera han llegado los batidos- agregó Paula salvándome y a lo lejos se escuchaban una sirenas.-

--¿Escuchan eso?- las sirenas estaban cada vez más cerca- Desafortunadamente tengo que trabajar princesa- me sonrió tiernamente beso mi mejilla dejándome como en trance y se despidió agitando su mano de Paula y desapareció.-

--¡Lo sabía!- chillo Paula.-

--¿Qué? ¿De qué hablas?

--¡Ella te gusta!- chillo de nuevo.-

--¿Gustarme? Por favor Paula si apenas la soporto-  dije dándole un gran sorbo a mi batido.-

--Graciela te conozco mejor que a mí- se acercó mucho a mi rostro- Y ni a Cesar miras con esos ojos.

--Hay amiga, ese golpe está teniendo graves secuelas en tu buen juicio.

Al cabo de tontear un rato, nos fuimos del lugar cada una a su casa; al día siguiente fui a un pequeño restaurante cerca de la playa donde tenían un aviso que necesitaban personal, lleve mis papeles, me entrevisto Carmen la gerente que me explico que yo atendería las mesas de la playa, cuál era el sistema con el que trabajaban, el menú y que me presentara mañana a las 8 am para el entrenamiento, fui a la hora que me indicaron, me probaron al final del tercer día me pidieron que pasara por la oficina del jefe, al entrar vi a una chica de unos 27 años rubia muy delgada de piel bronceada y cabello corto sobre los hombros concentrada en su portátil.

--Permiso, buenas tardes- dije luego de aclarar mi garganta.-

--Ahí está el contrato léelo y firma si estás de acuerdo, sino retírate y no me hagas perder mi tiempo- todo lo dijo sin apartar su vista de su portátil, vaya que prepotencia la de esa chica.-

--Listo y gracias por la oportunidad- solté el contrato luego de leerlo y firmarlo.-

--Bueno niña ya sabes dónde está la puerta- Me levante de la forma más elegante posible y al salir azoté la puerta pero sentí su mirada en mi espalda y eso me erizo la piel.-

--¡Mi amor!- Exclamo una reconocida voz a la distancia.-

--¡Mi vida!- llego rápidamente y me abrazó fuertemente.-

--Te extrañé muchísimo- besando todo mi rostro.-

--Hay loquito, si tenemos solo tres días sin vernos exagerado- nos besamos y por un instante volví a sentir esa mirada sobre mí pero la ignoré y por alguna razón profundice el beso.-

Cesar es mi novio tiene 20 años, (si soy hetero) él y yo nos conocimos en una fiesta de un ex amor de Paula, hablamos toda la noche, quedamos en salir y a las semanas nos hicimos novios de eso hacen ya 2 años, él estudia en otra ciudad a una hora de aquí así que hay días en que no nos vemos pero sin él sé que no me voy a morir, lo pasamos bien juntos y me trata bien más no me siento enamorada, nunca le he sido infiel y nunca hemos “consumado” nuestra relación porque siempre consigo evitar ese momento, si soy una virgen de 19 años y eso no me molesta. Pasaron mis días trabajando en aquel restaurant y de vez en  cuando pensaba en aquella  paramédico de bonita sonrisa que me encrespaba los nervios pero inmediatamente desechaba ese pensamiento de mi mente.

--Graciela la jefa te quiere ver en su oficina- me dijo Carmen.-

--¿A mí? ¿Qué puede querer ella conmigo?- no quería estar cerca de esa grosera chica.-

--Ni idea pequeña pero lo mejor será que vayas de inmediato antes de que se moleste- en más de una ocasión había presenciado su furia contra otros trabajadores a los cuales despedía sin importarle nada era una mujer muy fría y despiadada.-

--Permiso, señorita Sánchez me dijo Carmen que me necesitaba- ni loca iba a pasar ella se encontraba de pie mirando por la ventana.-

--Pasa adelante y cierra la puerta Graciela- Primera vez que pronunciaba mi nombre y acaricio cada letra del mismo con una voz suave pero imponente- Tengo algo muy importante que discutir contigo- volteo a verme y clavo su profunda mirada en mis ojos dejándome sin aliento y con la boca seca.-

--¿Acerca de qué?- yo estaba inmóvil mi cuerpo no me respondía pero yo intentaba ocultarlo fingiendo tranquilidad.-

--Resulta que una de mis camareras ha estado robando suministros de mi negocio- eso me dejo fuera de base (desconcertada, boquiabierta).-

--¡No pretenderá acusarme a mí de eso!- alce me voz y agite mis manos en señal de ofensa, ella elimino la distancia que nos separaba tomando mis manos y aprisionándome con su cuerpo contra la pared.-

--Yo hago- podía sentir el calor de su cuerpo y mis latidos junto con mi respiración se aceleraron- Y pienso lo que quiera en mi negocio- termino de decir muy cerca de mis labios.-

--Puede pensar lo que quiera- me faltaba el aire sus labios rojos y su perfume de canela me tenían desconcentrada- Pero yo soy inocente- la mire desafiante intentando controlar la respuesta erótica que ella inspirada en mi cuerpo.-

--Te creo- acerco más su cuerpo al mío metió una de sus piernas entre las mías e hizo presión sobre mi sexo sacándome un gemido y haciendo que mis pezones se endurecieran- Y también creo que eres exquisitamente hermosa y caliente.

--Yo no soy- las palabras no salían de mi boca solo quería que me besara- Yo… yo tengo novio- alcance a balbucear.-

--Lo sé- hizo presión de nuevo en mi sexo- Pero yo sólo quiero llevarte a la cama no casarme contigo- se acercó a mi oreja- Y sé que tu cuerpo también lo quiere- sentir su aliento tan cerca de mí en un lugar tan sensible me hizo temblar las piernas- Pero todo a su tiempo ahora retírate ya termine contigo.-

Se alejó de mí y se sentó en su escritorio, procedí a retirarme con el poco orgullo que me quedaba luego de ese asalto sensual podía sentir una humedad en mi panti ¡que mierda! Pensé al alejarme, intentaba aclarar mi mente pero mi excitación seguía en su punto máximo nadie me había calentado así, nunca imagine que una mujer pudiera hacerme eso, estaba realmente confundida y caminaba sin rumbo tratando de darle sentido a todo.

--¡Oye!- alguien me tomo del brazo y me jaló hacia su cuerpo.-

--¿Qué te pasa?- al ver a mi agresor me perdí en esos ojos marrones que reflejaban preocupación, sus ojos marrones.-

-- ¿Qué me pasa a mí? ¿Qué hay de malo contigo? Si no te hubiese sujetado te habría atropellado aquel coche- su voz reflejaba la misma preocupación que la de sus ojos, me sentía avergonzada pero protegida en sus fuertes brazos como la vez que me cargo el día del accidente.-

--Perdón- dije con un hilo de voz y ella me abrazó fuertemente.-

--Tranquila princesa, pero empezaré a dudar si aquel motorizado las atropello o si fue que ustedes se abalanzaron sobre el- dijo con tono burlón haciéndome sonreír.-

--Bueno ya bestia ¿Qué haces aquí? ¿Acaso estas siguiéndome?- me separe de su agarre y la mire con severidad.-

--Creo que se dice gracias- su sonrisa Colgate de nuevo- Y no, de hecho iba camino a hacer unos asuntos cuando te vi a punto de cruzar la calle sin precaución- sus ultima palabras eran con un tono de regaño.-

--Bueno gracias supongo, aunque todavía creo que me estas acosando bestia.

--Sabes, cómo salve tu vida fuera de mi horario de trabajo me debes un favor princesa- su sonrisa no es la más hermosa, pero refleja tal tranquilidad y suficiencia que te hace sentir la única chica del mundo cuando te la dedica.-

--¿Yo? ¿Deberte un favor a ti? ¡Jamás!- puse mis ojos en blanco en señal de fastidio, pero por alguna extraña y desconocida razón para mí en realidad quería seguir compartiendo su compañía.-

--No será tan malo, ven vamos en mi coche.

Accedí sin darle más larga al asunto sabiendo que al final aceptaría igual, nos fuimos en su jeep a unos 20 minutos, luego de subir por una colina pude divisar una casa con estilo colonial con un enorme letrero que decía “heladería” y habían unos cuantos coches estacionados a su alrededor.

--Si querías una cita conmigo podías pedirla, no hacía falta que lo pidieras como un favor- le dije burlonamente mientras tomaba su mano extendida para bajar del jeep.-

--Princesa- se quedó parada frente a mí sin soltar mi mano y mirándome muy tiernamente- Cuando tú vayas a una cita conmigo, lo sabrás- guiño su ojo y todavía tomando mi mano me dirigió a la entrada de la heladería.-

--Pero si es mi niña linda- una señora de unos 50 y tantos abrazo amorosamente a… rayos acabo de notar que solo se su apellido, bueno la señora abrazó a la bestia y beso sus mejillas.-

--Lena ella es Graciela, una amiga- extendió la mano que me sujetaba y se la ofreció a la fornida señora.-

--Mucho gusto mi niña- agarro suavemente mi mano entre las suyas y el beso- Yo soy Lena.

--Un placer Doña Lena yo soy Graciela- dije apenada por su bonito gesto de cariño.-

--¿Doña Lena? No sabía que podías tener un lado amable princesa- dijo riéndose.-

--Ya no molestes a la pobre muchacha- la reprendió la señora.-

--Perdón Lena- dijo apenada sonrojándose y agachando la cabeza.-

--Bueno mi niña me imagino que vienes a hacer lo tuyo.

--Claro que sí- ambas se dirigieron miradas cómplices- Y he traído a Graciela para que me ayude.-

La bestia volvió a tomar mi mano y eso no me molestaba me hacía sentir bien, me dirigió dentro de la heladería, la cual tenía algunas mesas dentro con un estilo de campo, un gran mostrador con una inmensa variedad de sabores y las personas presentes se veían tan a gusto, la verdad era bastante acogedor y muy lindo; seguimos de largo hasta llegar a lo que parecía la cocina.

--Toma asiento princesa- dijo señalando un par de sillas frente a una pequeña mesa blanca.-

--Exactamente ¿Cuál es el favor que tengo que hacer?- pregunté tomando asiento con desconfianza.-

--Vamos a ser los nuevos conejillos de indias del señor Antonio- me ofreció una cuchara sonriendo.-

--Bienvenidas hermosas damas- Dijo fervientemente un señor de unos 40 y tantos de cabello gris bastante alto y fornido.-

--¿Qué es todo esto?- le pregunte por lo bajo con desconfianza a la bestia.-

--Él- señalo al alto señor- Es el señor Antonio creador de todos los sabores de helado tradicional que aquí se venden y hoy tú y yo degustaremos los sabores nuevos de este mes.

Acto seguido el fornido señor coloco frente a nosotras dos vasitos con una pequeña bola de helado color verde en cada uno.

--¡Pistacho!- exclamó la bestia.-

-- Está muy sabroso- el helado era tan suave, pero ligero, con un delicioso sabor a pistacho.-

--Princesa debes probarlo y decir el sabor, si no puedes acertar el sabor correctamente el señor Antonio pensara que su helado no es perfecto.

--Extraña su forma de evaluar- el enorme señor colocó de nuevo dos vasitos de helado.-

--¡Limón! Y…

--¡Menta!- exclamé interrumpiéndola.-

--Muy bien- se volteo a verme asombrada y divertida.-

--Tengo muy buen gusto, que puedo decir- dije orgullosa, así pasaron varios sabores uno igual de exquisito que el anterior.-

--¡Joder Antonio!- la bestia se levanto de golpe escupiendo el poco helado que se había metido en la boca.-

--No pude resistirme- exclamaba el fornido hombre doblado de la risa con el rostro rojo como tomate.-

--No entiendo ¿Qué sucede?- cuestione preocupada por la reacción de la bestia que ya había salido de la cocina.-

--Prueba el helado- me indicó el menos colorado hombre- tranquila no tiene nada malo- aseguro al ver mi cara de desconfianza.-

--¿Canela?- no era mi sabor favorito pero no era para que reaccione así.-

--Ella odia la canela, no puede ni olerla mucho menos probarla, la primera vez que probó nuestro famoso helado de canela tuvo la misma reacción y me hizo prometer que no se lo daría a probar de nuevo, pero al ser la primera vez que trae a alguien no puede resistirme a jugarle una pequeña broma- ahora entendía lo gracioso de la situación y no pude evitar reírme junto al señor Antonio.-

--Eres un pillo Antonio ¿Cómo se te ocurre hacerle eso a mi pobre niña?- comentaba preocupada la doña Lena.-

--Hay Lena ella ya no es una niña, además si no aprovechaba hoy dios sabe cuando volverá a venir acompañada.

Luego de unos minutos la bestia apareció de nuevo en la cocina con una mirada de furia en sus ojos, le aseguró al señor Antonio que eso no se iba a quedar así, se despidió de doña Lena, yo hice lo propio despidiéndome de ambos y asegurándoles que volvería pronto; emprendimos camino de regreso en su jeep, donde reinaba el silencio.-

--Así que… ¿soy la primera chica a la llevas allá?- la observaba detenidamente noté como se puso algo tensa por unos segundos su piel brillaba hermosa en contraste con los colores del atardecer, llevaba un short de jean y una franela azul claro al cuerpo y sus infaltables lentes de sol, era todo un espectáculo.-

--Si- suspiró- Eres la primera persona con la que me siento suficientemente a gusto como para presentársela a ellos y compartir ese momento tan especial para mí- podía ver como sus mejillas se tornaban rojas junto con las mías.-

--Gracias, no tenía idea- ella freno el jeep de golpe- ¿Qué te sucede bestia?

--Me acabo de percatar que no sé donde esta tu casa y estoy conduciendo sin un rumbo determinado- se hecho a reír.-

--Hay pero que bestia eres- dije negando con la cabeza- sigue derecho y cruza a la izquierda en la tercera cuadra- aun no comprendía como ella podía ser tan tierna, inteligente y sonsa al mismo tiempo.-

--Bueno toda princesa necesita una bestia que la cuide- no objete su tierno comentario seguí dándole direcciones hasta que llegamos a mi casa.-

--Bueno aquí es mi casa- dije desabrochando mi cinturón, ella ágilmente salió del jeep dio la vuelta y abrió mi puerta- ¿siempre tienes que hacer eso?

--Es mi deber como bestia- dándome la mano para ayudarme a bajar- Velar por el bienestar de una princesa.

Ya había caído la noche y extrañamente todo estaba muy sereno solo se escuchaban algunos grillos, la fresca brisa nocturna hacia el momento más placentero y sus ojos marrones me tenían hipnotizada, subió su mano y acaricio suavemente mi mejilla, cerré mis ojos disfrutando de ese roce.

--Eres muy hermosa princesa- sentí como se acercaba a mi boca pero se detuvo a escasos centímetros deleitándome con el olor a cítrico de su perfume y torturándome con su cercanía.-

--Gracias por la maravillosa tarde bestia- dije en un susurro solo perceptible para nosotras.-

--Me alegra que lo disfrutaras- tomo mi barbilla eliminó la distancia que nos separaba y beso la comisura de mis labios de una forma tan suave pero apasionada que erizó toda mi piel- Lo pase increíble contigo hoy princesa espero verte pronto- se separo de mí beso el dorso de mi mano haciendo una reverencia y volvió a su jeep.-

Entre a mi casa aun en trance pase directo a mi cuarto y me tumbé en mi cama confundida repasando mi día, primero el fogoso encuentro con mi jefa en su oficina sentía la necesidad de que ella me poseyera en ese mismo momento era algo primitivo meramente carnal, su control sobre mí y saber que la deseaba cuando ni yo misma lo entendía era algo muy loco y luego la bestia salvándome la vida de nuevo, llevándome a “colaborarle” haciéndome pasar una tarde maravillosa entre amables personas, deliciosos helados y muchas risas, pero ese ultimo momento con ella a punto de besarme en una noche tan hermosa yo quería que me besara lo anhelaba y ella ¿no se atrevió? O ¿simplemente no quería besarme? No entendía cómo carajos mi vida había pasado de querer a mi novio a desear que una mujer me follara y que la otra me besara cual cuento de hadas, mi cabeza era un mar de dudas e incertidumbre esas dos mujeres eran como el día y la noche, lentamente me deje llevar por Morfeo que me llevo a mundos de intensos ojos marrones, fogosas rubias y canela.

--Hija despierta- escucho la lejana voz de mi mamá.-

--Hoy es domingo- me remuevo entre mis sabanas.-

--Una señorita te esta buscando- eso me alarmo y salí de mi cama de un brinco hacia el baño.-

--Dile que en cinco minutos bajo- lave mi rostro y mis dientes como pude peine mi cabello, me cambie el pijama y me dispuse a bajar.-

--Buenos días señorita Hernández- me quede helada era mi jefa, sentada en mi sala conversando tranquilamente con mi mamá.-

--Buenos días señorita Sánchez- no podía salir de mi asombro ¿qué hacía esa mujer en mi casa?-

--Disculpe que me presente así en su hogar pero necesito que me apoye en unos asuntos del negocio ya que usted es mi personal de más confianza- ¿confianza? Claro ahora querer follar se le dice confianza.-

--No entiendo y Carmen no seria mejor por su experiencia- intentaba zafarme, me asustaba estar sola con esa mujer no sabia de lo que yo podía ser capaz de hacer.-

--La señorita Carmen se encuentra indispuesta y mi siguiente opción es usted- su tono tan sereno y calmado era igual al de un cementerio.-

--Vamos hija no le hagas perder más tiempo a la señorita y anda- genial ¡GRACIAS MAMÁ! Por arrojarme a la boca del lobo.-

Sin poder escapar de semejante situación no me quedo más remedio que aceptar irme con mi jefa en su coche, que por cierto era uno muy elegante y pequeño muy al contrario del enorme jeep de la bestia (me pregunto estará ella pensando en mi) emprendimos el camino hasta el restaurant en completo silencio, sin indicaciones yo hice mi camino directo a su oficina, estaba muy nerviosa no sabia si de verdad era por trabajo o por sexo el motivo de mi presencia ese domingo en su oficina.

--¿Quieres un té, café o algo?

--No gracias- habla de una vez y déjate de formalismos.-

--Bueno entonces vamos directo al grano- sus azules ojos desbordantes de deseo se clavaron en los míos dejándome sin aliento- Yo quiero follarte, cogerte tener sexo contigo- su tranquilidad al hablar era sorprendente parecía que hablara del clima mientras yo me ponía roja cual tomate- De manera discreta sin ningún tipo de compromisos más que me asegures que llevas una vida sexual responsable y cuando quieras follar con alguien más me lo notifiques y acabamos con este acuerdo.

--¿Qué?- no entendía nada ¿ella solo quería follarme?- ¡Que clase de patán le hace semejante proposición a una mujer!- alcé mi voz ofendida.-

--Ya cálmate niña- se acercó a mi joder mi cuerpo ya empezó a calentarse- Yo sólo quiero saber a que saben esos provocativos labios tuyos, comerme tus delicados pechos y devorar tu caliente sexo- de nuevo yo estaba contra la pared y ella aprisionándome.-

--Yo…

No pude terminar de hablar ya que su boca poseyó la mía desesperada ansiosa, abrí mi boca dándole paso a su lengua que exploró y conquisto cada rincón de la misma, sujeto mis muñecas por sobre mi cabeza con una sola de sus manos mientras que con la otra exploraba la piel bajo mi delgada blusa negra, eso me puso a cien sentía que mi corazón explotaría dentro de mi pecho y de nuevo percibía esa humedad crecer en mis bragas, su hábil mano desabrochó mi sostén y subió mi blusa, ella paso de mi boca a mi cuello con su torturante lengua que me arrancaba gemidos  a lo largo de su camino hasta llegar a mis senos que se encontraban erectos suplicando atención que ella no tardo en brindarles, chupándolos, mordiéndolos y jugando con su lengua, mi mente estaba nublada por el deseo, hasta que sentí su mano aventurarse por mi pantalón.

--¡Alto!- exclamé aterrada.-

--¿Alto?- alzo su rostro y me miró interrogante- ¿Cómo que alto?

--No estoy lista- dije ruborizada.-

--Explícate niña porque no te estoy entendiendo- dijo apartándose de mí.-

--Yo… soy virgen- cayo un silencio sepulcral entre nosotras.-

--¿Virgen?- pregunto ella intentando digerir esa palabra.-

--Sí virgen- dije ahora con más confianza demostrando que no apenaba mi estado.-

--¡joder!- se sentó en su escritorio frotándose los ojos y la frente como buscando claridad- ¿Cómo carajos una mujer tan hermosa como tú es virgen a sus 19 años?

--¿Me dijiste hermosa?- ahora la sorprendida era yo, ella sabía mi edad y creía que soy hermosa, obviamente sé que soy bonita pero su declaración me tomo por sorpresa.-

--Si es claro que eres hermosa, tus ojos verdes, cabello castaño claro, tu piel blanca con algunos lunares y pecas, tus bellas piernas, tu redondo trasero, tus bellos y bien proporcionados senos y tus rosados labios tan apetecibles- me dejo sin palabras, pero si mis labios son tan apetecibles ¿entonces por qué la bestia no había querido besarlos? Y más importante aún ¿por qué sigo pensando en ella?- Desde que te vi llegar solo he pensado en follarte pero jamás imaginé que fueses… virgen.

--Gracias por tus halagos- comencé a acomodar mi sostén y bajar mi blusa- Pero soy virgen porque creo en el amor y cuando llegue esa persona especial le entregare mi cuerpo sin vacilar.

--Muy bien dicho, lástima que yo no creo en cuentos de hadas y todavía tengo ganas de follarte- no lograba entender su intención- Pero soy una persona paciente y se cómo jugar mis cartas.

--Bueno es mi cuerpo y mi decisión así que si no hay asuntos laborales qué tratar me retiro.

Ella no dijo palabra alguna para detenerme, gracias a dios porque de haberlo hecho no sé si yo hubiese sido lo suficientemente fuerte como para resistirme dos veces a ese fuerte deseo que ella provocaba en mí, llame a Cesar para que nos viéramos, fuimos al cine y la película no era realmente la mejor y la sala se encontraba sola, así que me dispuse a probar si ese deseo solo me lo generaba ella o si podía despertarlo cualquier persona; me dispuse a besar fogosamente a Cesar que aunque sorprendido no rechazo mi recién adquirido ímpetu, sus manos viajaban por mi espalda y su lengua exploraba mi boca, pero no sentía ni el más mínimo interés, sus besos eran toscos y su bello facial me raspaba, sus manos grandes no me acariciaban con la suavidad que deseaba más bien parecía que el amasaba pan, me separe bruscamente decepcionada del resultado de mi experimento.

--Wow mi amor no sabía que me extrañabas tanto- decía Cesar a mi oído mientras besaba mi cuello- Te parece si nos vamos a un lugar más íntimo- su propuesta me repugno.-

--No Cesar, de hecho me voy a casa de Paula- me disponía a marcharme cuando me sujeto del brazo y me volvió a sentar de golpe.-

--Tú no te vas a ningún lado- dijo amenazante- No puedes dejarme así- decía mientras señalaba la muy visible erección dentro de su pantalón.-

--Yo voy a donde a mí me plazca- me solté de su agarre y salí rápidamente de la sala.-

No pensaba que Cesar podía salirme con una grosería como esa, si yo lo provoqué pero no es no, caminaba con la cabeza gacha intentando asimilar el mar de emociones que me bombardeaban, lo mucho que mi jefa me excitaba, el repentino desprecio que sentía por el hombre que había sido mi novio por dos años.

--¡Niña fíjate por donde caminas!- había chocado el hombro de una chica tumbando su bebida.-

--¿Grace?- escuche su suave voz que me tomaba suavemente por el hombro- ¿Estas bien?

Por fin algo de calma entre tanta locura era la bestia que me miraba tiernamente buscando respuestas en mi mirada, me sentí aliviada, no comprendía ese gran efecto de calma que ella generaba con su sola presencia.

--¿Cariño conoces a esta mocosa?- interrumpió nuestro lindo momento la molesta chica que había tropezado instantes atrás.-

--María no seas grosera- la reprendió la bestia que no apartaba sus ojos de mí.-

--¿Cariño?- tanto amor, seguro era su novia, por eso no me besó anoche- ¡Vaya pero que descaro el tuyo bestia!- me sacudí su mano de mi hombro y emprendí mi camino fuera de ahí.-

Genial lo que me faltaba la única que me podía hacer sentir bien resulta que tiene novia pero ¿eso por qué carajos me molesta? Ni que estuviera celosa ¿o sí? Necesitaba un desahogo en mi pecho se formaba un nudo cada vez más grande, llamé a mi mamá y le dije que dormiría donde Paula y sabiendo que mi amiga nunca me rechazaría me dirigí a su casa, ella sin defraudarme me dio asilo y le conté todo lo que había pasado estos días entre lágrimas y liberándome de un gran peso, ella no comento se limitó simplemente a abrazarme y hacerme sentir segura, ya mañana afrontaría sus preguntas y opiniones.

--No me sorprende el comportamiento de Cesar ¡hombre al fin!- exclamaba ella mientras comíamos helado acurrucadas en su cama.-

--Bueno a él lo termino y listo me olvido de ese problema- dije sin interés mientras metía a mi boca una gran cucharada de helado.-

--Ahora lo que si me impacta es lo de tu jefa- comento pensativa- Por lo que me dijiste te tiene muchas ganas- termino su comentario en carcajadas.-

--Hay pero que chorradas dices, seguro se le pasara.

--Y la paramédico ¿estas segurísima que la otra mujer era su pareja?

--Obvio que sí ella la llamo cariño- me interrumpió.-

--Sí pero ella la llamó por su nombre- hizo una pausa- Y tú no le diste chance de que te explicara nada o que por lo menos te la presentara.

--A ver si entiendo, yo vengo y te confieso que casi pierdo la virginidad con una mujer que además es mi jefa, que mi novio tiene principios de violador, que la bestia entró en mi lista de personas no gratas- metí más helado en mi boca- Y tú en vez de preocuparte porque quizás yo sea lesbiana o bisexual te interesa más es que no la deje presentarme a su novia, no vale Pau tu sí que tienes problemas- asegure con tono burlón.-

--Graciela tu eres y serás siempre mi mejor amiga te gusten los hombres, las mujeres o ambos, pero sé que eres una fiel creyente del amor y me preocupa más tus sentimientos que el género de la persona que te los causa.

Sus palabras me conmovieron, charlamos un rato más, tonteamos gran parte del día y ya entrando la tarde me dirigí a mi casa ya que al día siguiente me tocaba trabajar.

--Grace, regálame unos segundos por favor- decía la bestia saliendo de su jeep que se encontraba aparcado justo frente a mi casa.-

--Yo no tengo nada que hablar con una descarada como tú- empecé a buscar las llaves en mi cartera.-

--Hey ¿cómo que descarada?- se plantó frente a mí impidiendo mi paso hacia mi puerta.-

--Lo que escuchaste- dije alzando mis cejas en señal de desdén hacia ella.-

--Pero no sé de qué estás hablándome Grace- su inocencia fingida me molestaba de sobre manera.-

--Joder bestia que eres una descarada, un día me haces pasar la mejor tarde de mi vida estando a punto de besarme y al día siguiente llevas aquella al cine- exploté molesta diciéndole lo que pensaba- De verdad pensé que eras diferente.-

--¿Aquella?- me miro confundida- Princesa María es una prima, no es mi prima favorita pero estaba de paso por la ciudad y es la única de mi familia que aún me dirige la palabra- sus ojos reflejaban sinceridad pero yo me sentía herida.-

--A claro que conveniente “una prima”- su mirada tenía un brillo divertido.-

--¿Son ideas mías o esta celosa princesa?- apareció su flamante sonrisa.-

--Yo no estoy celosa de nadie- me voltee molesta.-

--Princesa- ella se fue a su jeep y saco un pequeño ramo de rosas rojas y se acercó a mí- No sé si estas son de tu agrado pero tómalas- extendí mi mano y las acepte eran hermosa y olían exquisito- Grace, tú me gustas- hizo una pausa- No puedo explicarte el por qué, solo sé que me gustas no dejo de pensar en ti y me gustaría saber si me darías la oportunidad de cortejarte- ¿cortejarme? En qué momento habíamos vuelto al 1800.-

--Yo tengo novio- si claro porque Cesar es tu príncipe azul- Y no me gustan las mujeres- pero me gustas tú, ¡qué carajos pienso! Los comentarios de Pau me están confundiendo más de la cuenta.-

--Bueno… entonces seamos amigas- su tierna sonrisa me derrite.-

--Creo que no hay nada de malo en que seamos amigas- una amiga a la que quiero besar- Ahora si me permites mañana tengo que trabajar- hice señas con mi mano para que se moviera.-

--Amigas entonces- de nuevo ese brillo divertido- Te veo pronto princesa- tomó mi barbilla suavemente y me beso en la comisura de los labios muy lentamente haciéndome disfrutar cada instante.

--Si, si ya vete bestia.

Ella se fue resignada pero feliz, yo también me sentía feliz y no podía entender el motivo, pero ella me hacía sentir bien aunque aun no entiendo que quiso decir con que esa tal “María” era la única que le hablaba de su familia, eso se lo preguntaría cuando nos viéramos “pronto”; como de costumbre no había nadie en mi casa así que pase directo a mi cuarto y mientras me duchaba recordaba el hábil toque de mi jefa y su experta boca sobre mi cuerpo, dios mío ayúdame a entender que carajo me está sucediendo con estas mujeres.

--Graciela te llama la jefa a su oficina- oh no de nuevo.-

--A mi otra vez justo a la hora de salida ¿enserio Carmen?

--Si creatura, ahora apresúrate no la hagas esperar.

--Si me sigue citando así a su oficina los demás trabajadores van a pensar que la estoy seduciendo- alzo su vista divertida y me detallo.-

--Definitivamente ese uniforme sí que te luce niña- su mirada podía hacer arder el mismo infierno- Y no creo que sospechen que me estas seduciendo así que deja tu trauma y termina de pasar.

--Bueno pero ¿ahora qué quieres de mí?- su posible respuesta me asustaba y excitaba al tiempo.-

--En vista de que no me dejaras simplemente follarme tu lindo culo seamos amigas- esperaba de todo hasta una violación menos esto, otra más que quiere ser mi amiga.-

--¿Amigas?- ahora yo trataba de digerir sus palabras.-

--Si amigas, he notado que no te juntas con nadie acá más que para meros asuntos laborales y me gustaría conocerte más ya que no podre follarte tengo que invertir mi tiempo contigo de otra manera- vaya pero que sutil.-

--Cómo se supone que seamos amigas si ni si quiera se tu nombre- levante mi ceja sarcástica.-

--Mi nombre es Elena Estefanía Sánchez Lorenzo- dijo extendiéndome la mano- Y quiero follarte.

--Bueno Elena es un placer y yo no quiero que me folles- dije sonriendo falsamente y apretando su mano.-

--Todavía no quieres que te folle recuérdalo guapa- me guiño el ojo y soltó su agarre.-

--Bueno AMIGA debo irme.

--Por cierto guapa esto es solo entre nosotras en horas laborales soy la Señorita Sánchez para ti ahora lárgate mocosa.-

--Claro Elenita lo que digas- salí riéndome de su oficina.-

--Te vez demasiado bella con esa sonrisa adornando tu hermoso rostro princesa- esa voz.-

--¡Bestia!- joder porqué me emociono tanto al sentirla cerca-

--Te dije que te vería pronto- me regalo su mejor sonrisa y me entrego una margarita.-

--¿Me viste cara de tumba o de florería que me andas dando tantas flores?- me encantaba ser mala con ella, siempre sabia responderme con astucia pero con ternura.-

--Te vi cara de princesa y a las princesas hay que llenarlas de bonitos detalles- me hizo sonrojar con sus palabras y su intensa mirada.-

--¿No que solo seriamos amigas?- levante mi ceja interrogante.-

--Claro y así será hasta el día que me des la oportunidad de hacerte sentir realmente lo que es el amor- rayos no podía ser más cursi- Pero vine a invitarte a una parrillada.

--Mañana debo trabajar- si claro esa es una gran excusa.-

--Tranquila nosotros también será hasta temprano lo prometo- dijo levantando su mano derecha y haciéndose una X en el corazón como señal de promesa solemne con su increíble sonrisa.-

--Está bien, pero le había prometido a Paula que la vería al salir del trabajo- quería ir pero seguía buscando excusas tontas.-

--¡Tranquila Graciela que yo también voy!- se escuchó un claro grito proveniente de mí siempre oportuna amiga.-

--Vamos princesa lo pasaras muy bien.

Sin poder negarme a esa grandiosa sonrisa subí al jeep con la bestia por supuesto abriéndome la puerta y ayudándome a subir, igualmente que al bajar cuando llegamos al sitio de la parrillada en un parque de la ciudad, se escuchaba música y las risas de un grupo de personas; nos acercamos y la bestia nos presentó a todos los presentes que obviamente eran otros paramédicos Paula de inmediato fijo su conquista y se fue a hablar con un rubio chico que me da la impresión haber visto antes.

--Él es Castillo, estuvo ese día en su accidente por eso te parece familiar- la bestia me respondió como si leyera mis pensamientos.-

--Si bueno Pau no pierde el tiempo en cuanto a hombres se trata- comentaba sin cuidado- Por cierto bestia.

--¿Dime princesa?

--Explícame cómo es eso que la chica del cine es la única de tu familia que te habla- sentí como ella se tensaba con mi pregunta.-

--Princesa, ese es un tema delicado- dijo con pesar pero yo quería saber y no pararía hasta averiguarlo.-

--Está bien si no quieres decirme entonces mejor me voy con aquel guapo chico que no ha dejado de mirarme- ella respiro profundamente.-

--Muy bien pero acompáñame a un sitio más tranquilo.

Tomo mi mano y me levanto, así caminamos unos minutos hasta que nos detuvimos en un banco que era iluminado por la luz de la luna, por qué todo tenía que ser tan jodidamente romántico cuando ella estaba cerca.-

--Muy bien princesa- respiro un par de veces queriendo agarrar fuerza- Cuando yo tenía apenas 18 años me declare lesbiana ante prácticamente toda mi familia hubo reacciones variadas pero todas eran de reproche, el único que me apoyo en el momento fue mi padre- sus ojos se tornaron vidriosos y trago grueso como queriendo evitar el llanto- mi madre me soportaba solo porque el se lo pedía, un mes después veníamos de hacer las compras cuando un maldito conductor ebrio nos golpeó los que se llevaron la peor parte fueron mi padre y me hermana menor- su voz comenzó a quebrarse quería abrazarla y decirle que todo estaría bien pero la tristeza que se posó sobre ella me hacía sentirla a kilómetros de distancia- La ayuda llego demasiado tarde aproximadamente unas dos horas luego de nuestro accidente, yo no tenía conocimientos como para ayudarlos mi hermana menor murió instantáneamente mientras que mi padre agonizo gran parte de esas dos horas, semanas después del accidente y cuando mi madre se mejoró por completo me puso de patitas en la calle con nada más que la ropa que llevaba puesta – me sentía devastada todo lo que ella había pasado prácticamente a mi edad- Pero tranquila no todo es tristeza princesa- agregó sonriendo amargamente- El abogado de mi padre se puso en contacto conmigo y leyó el testamento de mi padre en el que él me dejaba todo su dinero, el coche, la casa y un par de propiedades entre ellas incluida la heladería- sonrió tiernamente con algún recuerdo- Dejando a la joya de mi madre sin un medio, yo vendí la casa y el coche no soportaba vivir con esos recuerdos trágicos y me decidí a dedicar mi vida a salvar las de otras personas que pasaran por situaciones como la mía.

--No tenía idea- me moría de la vergüenza- Tu siempre andas de tan buen ánimo perdón bestia.

--Y María es la única de todos esos homofóbicos que aún me habla aunque no me agrade es el único medio que tengo para saber de ellos- después de todos los desplantes todavía se preocupaba por su familia su ternura no tenía final.-

Este es mi segundo relato, espero les guste y lo comenten, gracias por tomarse el tiempo de leerlo. Saludos desde Venezuela