Noche y Día
Capitulo 3 El mundo es un pañuelo
Una extraña sensación de pérdida me invadió en mi garganta se formó un gran nudo, si no hacía algo la perdería y sabía que me dolería porque a pesar de los arrebatos sexuales de Elena la bestia había sabido calar profundamente en mí, nos mirábamos fijamente a los ojos sé que ella esperaba una respuesta de mi parte pero yo no sabía que decir al verla cerrar sus ojos y suspirar supe que la perdía sin pensar en nada me acerqué a ella y la bese, fue un beso bastante torpe lo único que logre fue lastimar nuestros labios con semejante encontronazo me separé casi de inmediato pero sentí su agarre en mi cintura atrayéndome a su cuerpo acaricio mi mejilla suavemente tomó mi barbilla levantándola ligeramente para atravesarme con esa tierna mirada de ojos marrones y lentamente eliminó nuestra distancia, su exquisito perfume me embriagó su respiración se volvió mi oxígeno y al sentir el roce de sus suaves labios se me aceleró el pulso y mi piel se erizó, su beso fue muy tierno sus labios tan suaves y perfectos paso la punta de su lengua por mi labio inferior e instintivamente abrí mi boca dándole paso a su tibia lengua llevándome a la gloria, todo su sabor era delicioso, el beso era suave e intenso de esos que resaltan todos tus sentidos y te desconectan del mundo, enredé mis manos en su cuello acercando más su boca a la mía buscando que nuestro beso se hiciese eterno.
--¡Esoooo amiga así se hace carajo!- escuchaba el vitoreo de Paula.-
--Creo que tenemos publico princesa- me susurra la bestia contra mis labios posando su frente contra la mía.-
--Olvide que existía un mundo fuera de ese beso- le comenté por lo bajo sintiéndome aun en las nubes.-
--¡BESO! ¡BESO! ¡BESO!- se escuchaba el coro que hacían todos obviamente dirigidos por Paula.-
--Bueno vámonos todos a almorzar estoy famélica- decía la bestia separándose de mí pero sin separar su mano de mi cadera.-
--Tú siempre tienes hambre bestia.
--Bueno princesa este cuerpecito- comentaba señalando su torso aun desnudo- Necesita ser bien alimentado- extrañaba su sonrisa de Colgate.-
--Así se dice Sturialle- afirmaba la voz del fornido moreno- Y cómo ustedes perdieron les toca pagar la cuenta.
Nos repartimos en los coches y salimos en caravana por su puesto yo iba con mi bestia y ella me dedicaba miradas picaras de vez en cuando mientras manejaba intentando no distraerse mucho del camino yo por mi parte iba detallando todas sus facciones y movimientos ¡Jesús! Podía pasarme el día simplemente observando a esta mujer, repentinamente algún hijo de puta nos rebasó de manera incorrecta a toda velocidad en una curva, luego escuchamos los chirridos de unas ruedas y un fuerte golpe las siguió pude notar como cambiaba el semblante en mi bestia en segundos paso de alegre y romántica a tensa y preocupada; cuando pasamos la fuerte curva la escena era horrible el coche que nos había adelantado se encontraba estampado contra un muro de piedra y otro coche más pequeño estaba volteado en la zanja de la carretera, quede petrificada, la bestia se detuvo y le hizo señas a los que venían tras nosotras mientras se bajaba del jeep con un pequeño maletín naranja.
--Muy bien muchachos hay que proceder con cuidado el que tenga señal o radio hable con su central para que nos presten apoyo, Linares acompáñame a evaluar la gravedad de la situación- se notaba a leguas que el fornido moreno y mi bestia eran los líderes de los grupos pero mi bestia era quien dirigía todas las acciones.
Así transcurrió un rato yo seguía inmóvil en aquel jeep observando a mi bestia en su ambiente, me tenía hipnotizada sus movimientos, agilidad, gracia y tranquilidad en aquella situación tan horrible, gracias a dios no habían muertos y según lo que escuchaba las heridas no eran muy graves, excepto por las del meteoro que causo todo el accidente el cual tenía una pierna fracturada muy feo, minutos después llegaron un par de ambulancias y un camión de bomberos, al estar atendida por completo la situación nuestras intenciones de almorzar resurgieron y nos dirigíamos a la playa a comer.
--¿Princesa todo bien?- noto preocupación en su voz.-
--Si claro bestia todo bien ¿Por qué la pregunta?
--Es que desde que paramos por aquel accidente traes una cara de angustia y mirada perdida- no lo había notado iba tan sumida en mis pensamientos por lo recién presenciado- Si no te sientes bien podemos pasar de la comida no te preocupes.
--Y perderme que me invites el almuerzo a mí y a mis compañeros por haberles ganado ¡qué va!
--Tú y tus compañeros no ganaron limpiamente así que deja de vanagloriarte que eres una tramposa- dijo en tono divertido tratando de hacerse la enfadad.-
--Ya bestia no seas mala perdedora, mira que eso se ve feo.
Llegamos al restaurante y ya sentados en la mesa entre chistes y comentarios me explicaron que esta era una tradición entre ellos cuando sus días libres coinciden ambos grupos van a liberar tensión en aquel terreno y el que pierde le toca pagarle el almuerzo al otro y según entendí los bomberos nunca habían ganado y yo era la primera en pegarle un pinturaso a mi bestia, Paula y yo reímos a carcajadas con las historias de los chicos y las chicas me di cuenta de que la pelirroja le tiraba la caña a todos efectivamente como Paula me había comentado días antes; al finalizar la comilona decidí irme con Paula a su casa para hablar y acorde verme con la bestia en un par de días ya que ella debía trabajar al día siguiente y aprovecharía para ir a almorzar al medio día con Elena ya que según ella me tenía una gran propuesta.
El día y la noche se juntan en un atardecer.
Elena: ¡Vaya pero mira lo que ha traído el gato!
Sturialle: ¡Cosa! Dichosos los ojos que te ven- me pongo de pie y le doy un gran abrazo de oso a Elena seque eso la hace molestar.-
Elena: Ya cosa suéltame que sabes que tanto apapacho no va conmigo- la verdad me agrada que me abrece pero a veces se le va la mano con la fuerza y me deja sin aliento.-
Sturialle: Hay cosa es el tiempo que tengo sin verte- mi nariz siente un aroma que por poco me provoca el vómito y la suelto- Cosa que asco aún sigues usando ese dichoso perfume de canela- vuelvo a sentarme.-
Elena: Sabes que me encanta la canela y bueno con tu trabajo nunca tienes tiempo para mí- me siento a su lado- No sé cómo haces para conseguir tiempo para follar- hago que se ahogue con su jugo y me burlo de ella como cuando éramos chicas.-
Sturialle: Elena pero qué cosas dices- ella siempre había sabido cómo hacerme subir los colores al rostro y disfrutaba viéndome nerviosa- Tu no cambias he cosa.
Elena: Y tú tampoco cosita- golpeo suavemente su muslo- Cuéntame ¿qué tal va tu vida cosita?
Sturialle: Me he enamorado cosita- digo en un suspiro mientras pierdo mi mirada en el horizonte recordando aquel mágico beso con mi princesa.-
Elena: ¡Opa cosa! Cálmate ¿cuánto tiempo tienes con esa chica?- por más que me guste saber que mi cosa esta viviendo las maravillas del amor se lo frágil que puede ser aunque lo oculte todo tras su resplandeciente sonrisa.-
Sturialle: Unos dos meses aproximadamente- sabía que Elena me regañaría ella siempre ha sido la corazón de piedra de las dos- Pero antes de que digas algo sé que ella siente lo mismo por mí.
Elena: ¿A sí? A ver y ¿cómo lo sabes?- seguro me va a salir con algunas de sus cursilerías del universo y el destino- Apuesto a que ni si quiera habéis follado.
Sturialle: Es cierto no hemos hecho el amor- detesto cuando usa la palabra follar cuando hablo de amor- Pero hoy ella me besó y fue- muerdo mi labio al sentir el recuerdo de ese beso- Fue el mejor beso que he dado o recibido en mi vida cosa.
Elena: ¿Mejor que los de Adriana?- decir ese nombre es una jugada sucia pero necesito bajarla de esa nube.-
Sturialle: Sí mejor que los de Adriana- digo con firmeza ese beso con Graciela había significado más que cualquier otra cosa vivida con cualquier otra mujer- Y es algo pesado de tu parte nombrarla y lo sabes- la fulmino con la mirada.-
Elena: Es cierto pero cosa entiende que me preocupo por ti y no quiero que nadie vuelva a hacerte daño- fui yo quien la consoló todas aquellas noches luego del accidente de su familia y cuando el amor de su vida simplemente la dejo por otra.-
Sturialle: Sé que te preocupas cosa pero también sé que ella no va a hacerme daño es perfecta la llevaré a la fiesta de tu viejo para que la conozcas.
Elena: Si la vas a llevar a esa fiesta quiere decir que las cosas si son en serio- podía notar la seguridad en su voz así que decidí no protestar más.-
Sturialle: ¿Y tú qué? Ya te follaste a todas las doncellas inocentes de la ciudad- a pesar que no comparto su forma de llevar las relaciones ella siempre es honesta y no juega con nadie.-
Elena: Bueno pues hay una chica que trabajo durante el verano en uno de mis locales que me tiene la mente revuelta- no lo había admitido pero Graciela me ponía la mente a mil.-
Sturialle: ¿No lo creo esa chica te ha enamorado cosa?- Elena era todo un don Juan no había mujer que se resistiera a sus encantos.-
Elena: Ella es hetero.
Sturialle: Eso nunca te ha detenido- comento divertida al recordar todas las “aventuras” de las que la he tenido que ayudar a escapar en una pieza.-
Elena: Es cierto pero ella… es virgen.
Sturialle: Bueno eso sí es más serio esas chicas primerizas no son tu estilo- conociéndola como la conozco sé que ella no se va a atar a una relación por una virginidad- Además serias su primera vez y eso la haría querer tener algún tipo de compromiso contigo.
Elena: ¡Joder cosa lo sé! ¡Lo sé!- eso era lo único que me detenía sabía que no quería a la mocosa para que fuese mi novia yo no podría ofrecerle eso, ella era un capricho más pero con los días le había cogido cariño- Somos amigas.
Sturialle: Ya va ¿Qué? La gran Elena Sánchez amiga de una mujer sin follarla- no podía evitar reírme ante la situación de mi mejor amiga- Se va a acabar el mundo.
Elena: Muy chistosa cosa ve y publícalo en el periódico- la única a la que le permitía mofarse de mi era a mi cosa después de todo crecimos juntas y somos cómo hermanas pérdidas.-
Sturialle: Bueno llévala a la fiesta de tu viejo la semana próxima y así puedo conocer a la famosa chica que no te ha dejado meterte en sus bragas- en verdad me generaba curiosidad quien podría ser aquella chica que no abriera las piernas ante los encantos de Elena.
Elena: Cosa ¿te parece si vamos a comer helado donde el viejo Antonio?- hace días que no veo a mi tío y se me antoja algo dulce.-
Sturialle: Claro cosa vamos, pero hasta temprano porque mañana recibo guardia temprano.
Pase la noche hablando y riendo con Paula, ella me llenó de coraje para que enfrente mis sentimientos por la bestia y le aclare a Elena que entre ella y yo no puede pasar nada; la interrogué con respecto a su nueva conquista pero ella me dijo que no iba en serio con el chico que solo disfrutaba de su compañía, entre charla y risas nos dormimos al día siguiente fuimos a la universidad y al salir sin falta se encontraba ese lujoso coche negro que yo conocía muy bien.
--Vamos mocosa que no tengo todo el día- de nuevo su amabilidad y cortesía se habían ido de paseo.-
--A mí no me estés mangoneando Elenita- si ella es brava yo soy el doble.-
--Está bien mocosa linda y preciosa, quieres subirte ya al coche que no quiero llegar tarde y tener que esperar- debo admitir que esta etapa de amistad que estoy viviendo con Elena me gusta.-
--Así si voy contigo hasta la luna- me despedí con un beso de Paula y subí al lujoso coche.-
Llegamos al lujoso restaurant de siempre tomamos vino, yo pedí camarones, una ensalada cesar y un pie de limón de postre.
--Bueno Elenita ¿vas a decirme que es esa gran proposición que me tienes?
--Mocosa en un mes mi padre cumple años y se lo celebraremos en la finca de la familia durante el fin de semana y me gustaría que fueras conmigo- me esperaba de todo menos que me invitara a algo tan íntimo como el cumpleaños de su padre- Podemos dormir en cuartos separados si te llegas a sentir incomoda.
--Vale- no lo pensé me lo pidió de una manera tan linda y honesta que no pude resistirme- Voy contigo Elenita.
Charlamos un rato más y luego me llevo a mi casa, me aboqué a mis deberes de la universidad y se me paso la tarde rápidamente y antes de dormir me sorprende una llamada.
--Aló- me arrepentía de haber contestado sin mirar rogando que no fuera Cesar quien llamaba.-
--Buenas noches princesa- era mi bestia- Disculpa que interrumpa tus actividades pero llevo todo el día pensando en ti- si ella fuese más tierna se convertiría en un peluche- Y quería que lo supieras.
--Eres todo un caso bestia pero yo también he pensado mucho en ti- cosa que no era mentira ya que ansiaba verla de nuevo y sentirla cerca de mí.-
--Bueno princesa ya me dibujaste una enorme sonrisa en el rostro y desafortunadamente debo volver a trabajar- al fondo se escuchaban sirenas y gritos su vida siempre era eso- Te busco mañana cuando salgas de clases, que descanses princesa.
Ella colgó y yo no podía dejar de sonreír, me sentía tan feliz, completa, no me faltaba nada todo en mi vida iba viento en popa, creo que si me cagaba un pájaro hasta me alegraría; al día siguiente salimos me llevó a comer en un hermoso parque, compartíamos caricias y algunos besos de esa manera fueron pasando los días y las semanas, las cosas en la universidad iban bien con Elena la lujuria había pasado a un segundo plano no volví a dejarme besar de ella ya que mis labios le pertenecían a mi bestia aunque todavía no habíamos formalizado nuestra relación.
--Princesa este fin de semana hay un evento al que me gustaría que asistieras conmigo- su comentario me tomó por sorpresa pero yo estaba muy cómoda sobre su pecho.-
--Este fin de semana no puedo bestia me comprometí con una amiga hace tiempo- Moría por pasar más tiempo con ella pero no podía fallarle a Elena.-
--Está bien- dijo luego de un largo suspiro- Pero el martes eres mía princesa- levantó mi rostro y nos besamos.-
Llegó el sábado y Elena paso buscándome temprano yo llevaba una maleta que tomó por sorpresa a mi ex jefa.
--Venga mocosa que sólo es el fin de semana no pretendo secuestrarte un mes- comentaba Elena fingiendo horror.-
--No seas exagerada Elenita, mujer preparada vale por dos- sonreí y le guiñé un ojo.-
Elena condujo alrededor de dos horas por paisajes de montañas y campos, la música retumbaba dentro del coche mientras ambas cantábamos a todo pulmón algunas de las canciones, llegamos a una hermosa hacienda y ella estacionó frente a una imponente casa con fachada de piedra mientras bajamos las cosas del coche una pequeña niña rubia de unos tres años sale corriendo de la gran mansión en dirección a Elena.
--¡Tía!- la pequeña cosita rubia se colgaba de la pierna de Elena.-
--¡Garrapatica!- exclamó Elena levantando a la pequeña sobre su cabeza- Te presento a mi amiga Graciela- la pequeña niña me extendió su mano.-
--Alejandra Sánchez- se presentó la linda niña.-
--Graciela Fuentes un placer princesita- tomé su mano y ella me dio una brillante sonrisa.-
--Bueno vamos dentro antes de que tu madre enloquezca pensando que te perdiste- con la niña aun sobre sus hombros Elena me tomó del brazo y me dirigió dentro de la inmensa casa.
Ella bajo a la nena de sus hombros y me guió a la planta de arriba mostrándome mi habitación, me dijo que me duchara y me arreglara porque en un rato terminaría de llegar su familia y me los presentaría a todos; así fue cuando bajamos habían alrededor de 30 personas con cierto parecido entre sí todos hablando, riendo y bebiendo, Elena me presentó a su padre un señor de sesenta años pero muy bien conservado, me presentó unas 15 personas de las cuales no recuerdo bien sus nombres solo sé que todos son familia de Elena pero a diferencia de ella eran bastante humildes ella y la pequeña Alejandra son las únicas con esos aires de superioridad, en varias ocasiones le dije que estaba creando un monstruo a lo cual ella sonreía y me decía que alguien debía prolongar su legado lo que me hacía reír a carcajadas.
--¿Graciela?- escucho la voz familiar de una mujer que hace que me voltee.-
--¿Lena?- no entiendo cómo alguien tan humilde como ella estaba en este sitio.-
--Mi niña eres tú- me abrazo efusivamente como suele hacerlo- Pensé que no vendrías me alegra que hayas podido acudir- no entendía a que se refería.-
--Si claro porque habría de faltar a esta bonita reunión- seguía desconcertada por su comentario.-
--Antonio mi amor mira quien está aquí- ¿Antonio? Que hacen ellos dos en esta fiesta no comprendo.-
--Graciela pensé que no vendrías- comentó el alto genio de los helados estrechando mi mano y volviendo a su conversación con el papá de Elena.-
--Es un gusto verte Lena pero debo buscar a alguien disculpa- ella se limitó a sonreír y asentir.
Sentí que me faltaba el aire y decidí subir a mi habitación pude ver cómo Elena me seguía con la vista y hacia su camino atrás de mí.
--¿Qué te sucede mocosa? ¿Alguien te ha hecho algo?- su ceño se fruncía y sus ojos reflejaban preocupación.-
--¿Tú conoces a Doña Lena y al señor Antonio?- busqué apoyo en la pared tras de mí.-
--Antonio es mi tío él es hermano de mi papá y Lena es su esposa- su respuesta tan despreocupada me termino de revolver las ideas- ¿Por qué la pregunta?- pensar que ella y mi bestia se conocían me generaba una inmensa ansiedad.
--Yo los conozco de la heladería- Elena poco a poco reducía su distancia y me miraba lujuriosamente.-
--Te vez tan linda cuando te pones nerviosa- aplastó mi cuerpo con el suyo contra la pared.-
--No vas a empezar con tu calentura Elenita no estoy de ánimo- haciendo caso omiso a mis palabras Elena empieza a besar mi cuello nublando mi buen juicio.-
--¡Eso cosa deja un poco para la noche!- al escuchar esa voz me petrifiqué.-
--Cosita deja tu envidia- Elena abandonaba mi cuello y se volteaba al encuentro de la dueña de aquella inconfundible voz- Ven para presentarte a mi amiga, cosa ella es la chica de la que te hablé.
--Mucho gusto mi nombre es…- no pudo terminar su frase al ver mi rostro ella quedó tan petrificada como yo- ¿Graciela?
--¿Ustedes se conocen?- preguntaba Elena sin comprender la situación.-
--¿Elena ella es la chica de la que me hablaste? ¿La que no ha querido abrirte las piernas pero que nunca se rehúsa a tus besos?- la intensa mirada de mi bestia era tan dura y pesada que no permitía respirar.-
--Sí cosa ella es Graciela ella trabajó para mí durante el verano- quería hablar y explicarle todo a mi bestia pero no me salían las palabras.-
--Elena- la bestia respiró profundo sin apartar su fuerte mirada de mí- Esta chica a la que le devorabas el cuello hace unos instantes es la misma chica que he estado pretendiendo todos estos meses- hizo una pausa y con dolor dijo- Ella es la chica de la que me enamoré- una lágrima corrió por su mejilla con esa última palabra.-
Un poco corto pero intenso, gracias por leer y mil gracias por sus comentarios. Besos y saludos desde Venezuela