Noche Oscura
Ayuda a un joven maltratado y afloran los peores instintos. Se pierde la cabeza y solo es pasión sin freno
Hace ahora casi un año me ocurrió algo único, y que me mostró que todos ante la situación adecuada podemos hacer cosas que nunca pensábamos. Y es que la carne es débil…..
Era una noche oscura del verano 2008, y estaba yo recorriendo con mi moto durante unos días la zona de las Landas en el sur de Francia.
Ya había venido otras veces y nada me gustaba más que recorrer sus estrechas carreteras sin prisa por la noche, descubriendo nuevos rincones o bares atractivos donde parar un rato. Iba a velocidad moderada oyendo las listonadas graves de mi Harley, cuando sentí que debía parar para orinar las últimas cervezas, sin alcohol, que había consumido hace rato. Así lo hice y me encamine a la entrada de un camino de tierra para estacionar en un pequeño claro que vi. detrás. Iba a entrar cuando a la luz de los faros vi un grupo de hombres al lado de un coche que arrastraban en una manta lo que parecía un cuerpo humano. Sorprendido frene y encendí las luces de carretera. Es como si la escena se hubiese detenido durante una fracción de segundo, pero sin embargo de inmediato los cuatro o cinco hombres soltaron el bulto y
se metieron corriendo en el coche. Cuando quise reaccionar arrancaron en medio de una nube de polvo y desaparecieron por otro sendero que partía del claro en dirección opuesta a donde yo entré. Estaba asombrado. Baje de la moto mientras al lo lejos se perdía por completo el ruido del coche de aquellos individuos. Apague las luces y el motor y saque una potente linterna de una de las maletas. Me acerque decidido al bulto medio envuelto delante de mi solo unos metros. Retire la manta. Allí inmóvil y con los ojos cerrados había un chico de unos veintitantos años, y estaba desnudo del todo. Me agache y le tome el pulso. Era normal, le abrí un ojo y al enfocar la linterna vi. que tenía la pupila muy dilatada. Miré en otro ojo, y lo mismo. Empecé a mirar por el resto del cuerpo. Inmediatamente vi. un pinchazo en el antebrazo derecho. Le habían drogado. Levante la linterna. Su piel era blanca como la leche y estaba totalmente depilado. Una cuerda gruesa estaba medio anudada a su cuello, la retire, debajo magulladuras y algo de sangre. Le estaban intentando estrangular cuando llegue yo. Seguí mi exploración. Tenía varios moratones por el torso, y no pude reprimir un sobresalto cuando vi. que por detrás de los testículos le habían
enrollado un cable,
el pene
estaba casi morado de la presión, a toda prisa se lo quite y empecé a frotar para que le circulase la sangre. Poco a poco empezó a recuperar su color natural aunque quedaron heridas del alambre, a todo esto, quizás por el masaje vi. que su pene empezaba a engordar tomando una erección considerable. Con sorpresa observe que a mi me pasaba lo mismo, un poco azorado seguí examinando su cuerpo. Había algunas quemaduras de cigarrillo en los muslos y huellas de dientes en los
pezones. Le voltee boca abajo. Su espalda, blanca como la leche, estaba cruzada de arañazos rojizos. Las nalgas también tenían rozaduras. Inexplicablemente mi erección era ya imparable, Seguí mirando. Abrí sus piernas. De su ano salía un grueso reguero indudablemente de semen y algo de sangre. Metí una mano por debajo de su vientre y apreté. La salida de semen aumento hasta detenerse por fin. A juzgar por el charco le habían violado todos esos animales. Le di unos cachetes en la cara, pero seguía sin reaccionar. Con un paquete de pañuelos de papel le limpie a fondo. No se que me ocurrió, pero me invadió una lujuria como jamás había sentido y que no podía controlar. Me baje los pantalones lo imprescindible y loco de pasión me tumbe sobre el. Sorprendentemente estaba muy cerrado. Empuje como una bestia hasta penetrarle del todo, le retorcí los pezones, le di cachetes en el culo y clave mis dientes por su cuello. Gritaba como un loco, el no se movía y eso me excitaba más aún. No tarde mucho y me corrí dentro de el como nunca. Casi pierdo el sentido. Cuando me recupere comprendí lo terrible de mi acción. Debía sacarle de allí. Mire alrededor
y un poco mas allá había un bulto de ropa. Parece que era de el, estaba algo rasgada y sucia, pero la sacudí y con esfuerzo le vestí como pude. ¿Que hacer ahora? Llamar a la policía cuando mi semen estaba ya también dentro de el…..
Pensé un momento, como la moto es grande y tiene respaldo alto intentaría subirle y atarle con con un cinturón. Por otra parte había alquilado un pequeño bungalow no demasiado lejos y podría llevarle allí y esperar a que se recuperase y atenderle en lo posible. Me costó un buen esfuerzo, pero soy fuerte y al final le acomode en la moto, le coloque un casco que llevaba en las maletas y después de atarle arranque de allí.
Cuando llegamos al bungalow no se veía a nadie ya que era bastante tarde. Le bajé como pude y le metí dentro. Le tendí en la cama y le observe. Seguía inconsciente pero me pareció que daba ciertas señales de recobrarse pronto. Le quite la ropa y metí todo en la lavadora. Me quite mi ropa de moto y me quede solo con la ropa interior. Le acaricie. Su piel era tan suave que nunca había tocado nada igual. Me volvió a recorrer un ramalazo de lujuria. Me agache y coji su miembro, grueso y perfecto y que engordaba a simple vista en mi mano. Me lo introduje en la boca y empecé a hacerle una mamada alucinante, el empezaba a moverse y como a susurrar me la metí hasta la garganta frenéticamente y entonces en medio de un espasmo se corrió dentro de mi boca, vario chorros largos y espesos que me obligaron a respirar con fuerza por la nariz. Empezó a rebullir
pero ya no me importo le di la vuelta y violentamente le levanté la pierna y le penetre con rabia, no sabia por que pero necesitaba hacerle daño, pegarle. Recuerdo que le mordí, le arañe y le estruje los testículos el no luchaba mucho, es mas disfrutaba, agarraba sus caderas penetrándole hasta los testículos y he de decir que tengo una medida algo mayor de la media. Giró la cabeza y le bese, le mordí los labios, note el sabor de la sangre. El culeaba ayudándome, sentí que me corría, apreté más y le pase ambas manos por el cuello. Me recorrieron unos estertores agónico y note como bombeaba semen dentro de el mientras gritaba.
En medio de la locura oí un fuerte golpe al abrirse la puerta de una patada y un golpe en la cabeza.
Cuando desperté dolorido, estaba yo solo. ¿Que había ocurrido? No lo sé, pero creo que su dueño volvió a buscarle, yo también lo habría hecho aún a riesgo de mi vida. Me quede varios días por la zona buscando de noche y de día, y por fin me fui. No le volví a ver, no se quien era, pero se que era una criatura creada para el placer, el morbo mas cruel y las pasiones oscuras. Y una tentación que me puso al borde del abismo. Pero jamás le olvidaré. A veces pienso ¿Será cierto que puedes vender tu alma al Diablo a cambio de que te conceda un deseo? Tengo que informarme.