Noche loca

Salgo con mi novia y una amiga de marcha, nos encontramos de retirada con un amigo gay y la noche se desmadra.

Apuré el último trago de mi sexto cubata mientras observaba a Cris y a mi novia cómo bailaban. Las dos estaban espectaculares. Cris con sus vaqueros ajustado marcando ese culo tan perfecto que tiene y mi novia con un vestido negro escotado y que acababa en una minifalda muy ajustada. Era el fin de mi sexto cubata. Ellas por ahí llevarían. Me puse entre las dos. Mi novia pegó su trasero contra mí mientras Cris me sujetaba por la cintura y me iba moviendo en círculos para que restregara mi paquete contra aquel culo.

Intenté agarrar a Cris por la cintura pero no pude. Sin embargo, mi novia se giró, me dio a mí la vuelta y me puso a bailar con Cris, que también se dio la vuelta. Había muy poca inhibición ya porque ella también echó un poco su culo contra mi paquete. Rozarme contra aquel culo perfecto, me provocó una erección brutal. Cris era la típica tía que no se dejaba más que algunas noches de marcha. Tuvo que notarla porque se apartó un poco.

Estuvimos un rato más y luego decidimos volver para casa. Eran las 6 de la mañana, 6 los cubatas y mucho baile. Salimos de la disco y nos pusimos a caminar buscando un taxi, pero nos encontramos con un amigo de mi novia, Yago, que nos convenció para ir con él a un tugurio gay en el que quería pillar algo para esa noche pero no quería ir solo.

Entramos en el local, medio en penumbra y, tras invitarnos Yago al 7º cubata de la noche, nos fuimos a una especie de reservado en el que estábamos solos los cuatro. Seguimos bailando, como auténticos borrachos, mientras Yago iba y venía buscando carne fresca que llevarse a la cama. Tras 15 minutos pareció desistir. No había casi nadie y uno de los camareros vino a decirnos que en media hora cerraban. Mi novia, para animarlo, lo sacó a bailar , enseguida estaba Yago bailando detrás de ella casi rozándose. Cris y yo estábamos muy cerca también y Cris bromeó con Yago y con mi novia diciendo que no se pegaran mucho a ver si iba a animarse a probar las carnes de una chica. Nos reímos como borrachos de la broma y Yago contestó diciendo que mi novia tenía un cuerpo con ese vestido que daban ganas de catarlo con las manos, pero que, conmigo allí, seguro que no podía.

Yo, que siempre fantaseo con que la manoseen delante de mí, le dije que por mí no se cortase mientras ella no se opusiera.

  • uuuuuuuuuuuyyyyyyyyyy que la cosa se calienta- exclamó Cris
  • parece que estamos algo guarrillos hoy- dijo mi novia
  • si no lo estás cuando estás borracho, cuándo vas a estarlo- pregunté yo sin esperar respuesta
  • pues tiene toda la razón- añadió Yago
  • pero vamos a jugar todos aquí- sentenció mi novia

Propuso que todo lo que yo y Cris dejáramos que le tocara Yago luego me tocaría él a mí y yo a Cris. Un silencio de un segundo y di mi ok, Yago también y Cris se mostraba reacia, por lo que Yago dijo que ella se lo perdía.

Así que Cris y yo nos pusimos delante de ellos y siguieron bailando, pero ahora sin respetar ningún espacio entre los dos. Yago la cogía por la cintura y mi novia movía su culo en círculos buscando el roce contra la polla de Yago. Cris le preguntaba si se le ponía dura pero mi novia le contestó que si quería saberlo que lo comprobara ella misma, cosa a la que no se atrevió. Mi novia me miraba cómo preguntándome hasta dónde estaba dispuesto a llegar en aquel juego pero mi única respuesta era una sonrisa que daba a entender que esa noche no tenía límites. No sería mi primera experiencia bi y, aunque fueran lights, la idea de rozarme con un tío no me producía ningún rechazo.

Las manos de Yago empezaron a moverse por la cintura de mi novia e iniciaron la exploración de su culo. Cris se acerca a mí y me pregunta si de verdad iba a dejar que Yago sobara a mi novia, avisándome que, si luego me va a tocar a mí lo mismo que le toque a ella, va a tocar muchas cosas. Mi única respuesta es guiñarle un ojo y sigo viendo como las manos de Yago están ya magreando el trasero de mi novia. Con el magreo su falda va subiendo y queda prácticamente a la altura del final de su culo, momento en el que aprovecha para clavar su paquete en esa zona. Mi novia me sonríe pícaramente y veo como las manos de Yago vuelven hacia la parte de delante y empiezan a subir por su costado buscando sus tetas. Ella reclina su cabeza sobre el hombro de Yago y, cuando sus manos cubren sus pechos, mi empalme ya es total. Cris me dice que está flipando conmigo y con mi novia, pero no le hacemos caso. Mi novia no lleva sujetador y, al meter Yago las manos por dentro de su escote y coger sus pezones con los dedos, mi grado de excitación es máximo. Con el movimiento, una teta se sale del escote pero ella ni se da cuenta. Está un buen rato jugando con sus tetas y luego empieza a bajar sus manos por su barriga, pasa su cintura, y desciende por los muslos hasta el final de su falda. Los acaricia yendo hacia la parte interna de los mismos y empieza a subir por ellos. Al llegar al límite de la falda, le pregunta al oido si puede continuar y ella le dice que sí. Su falda va subiendo dejando a la vista el tanga blanco que lleva. Yo estoy en estado de shock y ver cómo un dedo se cuela por debajo del tango y ver cómo ella separa sus piernas para facilitar su maniobra me alucina tanto como me excita. La falda del vestido está ya por la cintura y aprovecha para, con la otra mano, sobar sus nalgas. Tan tremenda me resulta la imagen de ver a mi novia en un local gay, con una teta por fuera del vestido, la falda por la cintura, una mano en su culo y otra haciéndole ya un dedo, que empiezo a sentir ganas de que alguien me toque a mí.

Me acercó más a Cris, la abrazo por detrás y le susurro al oído que estoy cumpliendo una fantasía. Ella se ríe y me dice que soy un pervertido. Yo le pregunto si no se lo está pasando bien y me contesta que sí, pero que no puede salir de su asombro. Yo aprovecho esos instantes para frotarme contra su trasero. Quiero que sienta lo excitado que estoy en ese momento. Pero pronto se aparta.

Yago se detiene y me dice que es mi turno. Yo, con docilidad, me pongo delante de él y dejo que se pegue a mí como hizo antes con mi novia. Ella se arregla un poco el vestido y se sienta en un banco a mirar la escena homo de su novio. Noto enseguida la dureza de su excitación en mi trasero y le pregunto si eso es sólo de mi novia. Su respuesta es decirme que lo que más le excita es el juego que nos traemos ella y yo y que me va a dar un buen repaso. Y lo hace. Primero el culo, luego me besa en el cuello mientras me desabrocha dos botones de la camisa para poder acariciar mis pezones como hizo con los de ella. Mi excitación no disminuye ni un ápice y pronto siento sus manos descender por mi cuerpo hasta que llega a la cintura. Cris vuelve a preguntar, inocente, si voy a dejar que me toque la polla y yo vuelvo a responderle con una sonrisa de borracho. Miro a mi novia que está observando con una mirada de lujuria tremenda. Su mirada me excita y, al notar los dedos de Yago acariciando mi polla por encima del pantalón, doy un respingo de excitación. Yago me dice al oído que le encantaría chuparme la polla. Yo no le digo que no, pero me sorprende en ese momento oir a Cris decir que a mi novia la tocó por debajo de la falda y que a mí también tiene que meter la mano por dentro del pantalón. La miro sorprendido y su respuesta me divierte: de perdidos al río, hasta el final. Yago no desaprovecha y me desabrocha el pantalón y mete su mano por encima de mi boxer ajustado. Al hacerlo me susurra que me fije en mi novia. Lo hago y veo que se está acariciando las tetas con un poco de disimulo. Buf, me pongo más cachondo todavía. La mano de Yago me da un buen repaso y, sin pensar, propongo que vayamos a mi piso y acabemos la noche allí. Todos asienten y salimos del local y pillamos un taxi.

En casa, nos servimos una copa más, ponemos música y Cris, para calentar aun más el ambiente, dice que el repaso de Yago quedó incompleto porque no me tocó por debajo de la ropa. Cris no quería participar pero parecía que quería ver mucho. Mi novia le dice que ella mucho mirar pero poco hacer pero su respuesta es de lo más evasiva. Sin embargo, Yago ya está detrás de mí, desabrochando mis pantalones de nuevo. Yo me dejo hacer y mi novia me dice que le gusta lo que está viendo. Pero esta vez, Yago no solo me desabrocha, sino que me quita los pantalones y la camisa, quedando solo con el boxer ajustado puesto. Cris y mi novia lo jalean y animan y él me acaricia todo el cuerpo, deteniéndose en los pezones sobre todo, algo que, hecho con suavidad y un poco de saliva, me excita un montón. Ellas están sentadas en el sofá y Yago me ha ido acercando hasta que me quedo a escaso medio metro de ellas. Mi novia extiende su mano y me agarra el paquete, como comprobando su dureza, y me dice: "joder, no sé si será la borrachera o que, pero la tienes bien dura. Nunca pensé que un tío te la pondría tan dura como yo"

Todos nos reímos con el comentario y Cris volvió a insistir que tenía que tocarme por debajo de toda la ropa. Yago le dijo que no valía meter baza y no hacer nada y mi novia y yo estuvimos de acuerdo. Ella dijo que no pero mi novia le dijo que, o me tocaba la polla, o se iba a dormir. Cris, tímida, estiró su mano y la rozó ligeramente. Mi novia se levantó y dijo que tenía que darme un morreo y Yago le concedió permiso, como si fuera el jefe esa noche. Se puso a mi lado y nos besamos pero mis manos no se quedaron quietas y sobaron su cuerpo como con prisa. Le bajé los tirantes del vestido y dejé sus tetas al descubierto y me abalancé a comerlas. Al hacerlo, vi que Yago también tocaba su culo con una mano y le dije a Yago que mejor era quitarle el vestido y así hicimos, quedando mi novia solo con el tanga puesto.

  • ¿y no te excitaría ver también como toca a un tío?- me pregunta Cris. No quería hacer nada pero quería ver de todo.

Y mi novia dijo que iba a desnudar a Yago y así lo hizo, dejándole solo su boxer puesto. Yo me giré y ver la mano de mi novia en la polla de Yago y otra en la mía era una imagen perfecta. Miré a Cris a la que se empezaba a notar cierto brillo en sus ojos y su lengua no paraba de mojar sus labios. Mi novia se separó y Yago metió sus manos por debajo de mi boxer, agarrando mis nalgas. Luego fueron lentamente recorriendo las caderas hasta acercarse a mi polla.

  • si quieres ver más, tendrás que bajarle tu el boxer con la boca, Cris-le dice Yago

Cris vuelve a decir que no y Yago propone que nos vayamos los tres a otra habitación. Ante esa amenaza, Cris responde y se acerca. Bajarme el boxer con la boca sin tocarme la polla es imposible y sentir su aliento ahí me encanta. Tras un par de intentos fallidos lo consigue pero no puede evitar que mi polla toque su mejilla.

  • mira- me dice Cris a mí señalando a mi novia

Miro y la veo que está masturbando a Yago. A esas alturas ya quiero ver todo y le pido a mi novia que se la chupe. Ella me mira y me dice que ok pero si yo dejo que me la chupe él. Acepto el trato y me siento al lado de Cris. Yago se sienta a mi lado y mi novia se pone de rodillas delante de él. Yago me masturba y se va acercando. Con la punta de la lengua recoge una de mis gotas preseminales y poco a poco se la va metiendo en la boca. El calor de su boca me encanta y la mirada de mi novia más. Ella solo lo pajea mientras observa como mi polla va desapareciendo en su boca. Me fijo en la polla de Yago: es muy gruesa aunque algo corta. Miro para Cris que sigue la escena divertida. Sin embargo, algo parece que cambia. La mano de Yago acaricia sus muslos, acercándose cada vez más a su entrepierna y ella no cierra las piernas. A pesar de todo, la excitación le puede un poco. Luego Yago coge mi mano y acaricia con ella sus muslos pero no la detiene, sino que toca su coño. Con el vaquero no noto nada pero Cris se deja.

La mamada de Yago está siendo espectacular y no me falta mucho. Le recuerdo a mi novia el trato y ella empieza a chuparsela. Yago se detiene y se incorpora. Quiere disfrutar un poco de la mamada que está recibiendo. Mi novia es una artista chupando pollas y hasta él lo nota y me lo dice. Su mano no deja de masturbarme suavemente y me pregunta si no quiero probar una polla. Al oir eso mi novia se detiene y me anima. Dudo un segundo, pero no más y me agacho. Sabe salada y a la saliva de mi novia y le meto un par de buenas chupadas, metiéndome casi toda la polla en la boca. Me aparto y sigue mi novia y Yago dice que está a punto de correrse. Yo le digo que no la detenga y Yago sujeta la cabeza de mi novia que se la sigue chupando hasta que Yago empieza a convulsionarse de placer. Como es su costumbre, mi novia se lo traga todo y se levanta sonriendo. Se pone sobre mí y me da un morreo tremendo que sabe al esperma de Yago. Incluso algo de semen pasa a mi boca. Yo no puedo evitar separar su tanga y mi polla se mete sin querer, de lo mojada que está dentro de su coño. Nos ponemos a follar. Yago nos acaricia a los dos y también a Cris que hasta se deja tocar las tetas. Y no puedo más y me corro. Un orgasmo tremendo y alucinante. Cuando me recupero, tumbo a mi novia en el sofá y le como el coño, sin preámbulos ni nada, solo pasando mi lengua por su clítoris y enseguida ella también llega al orgasmo.

Después, nos fumamos un pitillo y vacilamos a Cris que nos sigue el juego. Yago se marcha al rato y nosotros nos acostamos. Mi último pensamiento antes de dormirme es si Cris seguirá siendo amiga mía.