Noche lia da

Una noche que pintaba tranquila y acabó mucho mejor...

Conocía a Lía de hace tiempo,nunca habíamos sentido nada el uno hacía el otro, estábamos en el mismo grupo de amigos y cada uno había tenido escarceos con diversos miembros del grupo, pero nunca nada entre nosotros había sucedido...hasta esa noche.

Habíamos salido de fiesta, bebido (no demasiado) y bailado (ella más que yo, nunca ha sido mi fuerte). Ella decidió volver a casa y me pidió que la acompañara, yo que empezaba a estar cansado, encontré una buena excusa para irme sin que me pidieran motivos y acepté.

Enseguida noté que algo no era lo normal, se agarraba a mi brazo y pegaba su cuerpo al mio como buscando calor, se ve que había salido de caza y le habían fallado sus presas, pero a mí en ese momento no me importaba.

Cuando llegamos a la puerta de su casa algo sucedió, me abrazó para agradecerme que la hubiera acompañado y me dio un beso en el cuello...no lo dudé, ella quería marcha y se la iba a dar...Le levante la cara como mi mano y mientras con la otra le acariciaba la mejilla le di un beso suave y con pasión, ella reaccionó enseguida. Comenzamos a besarnos y nos metimos dentro de su portal.

La cosa empezó a calentarse, pero nos dimos cuenta de que no podíamos seguir ahí y ella compartía habitación, con lo cual, era dificil encontrar un poco de intimidad, así que decidimos buscar un lugar escondido fuera...

Mientras caminabamos, seguíamos besándonos, ella empezó a jugar conmigo apartándome la boca cuando me lanzaba a besarla mientras se mordía los labios. De un empujón la arrinconé contra la pared, metí la mano dentro de sus pantalones y mientras tocaba su tesoro, era yo el que la miraba a los ojos esperando que se rindiera...no tardó en volver a ofrecerme sus labios.

Seguimos caminando hasta que encontramos el lugar perfecto: una caseta de instalaciones electricas que estaba pegada a un edificio adyacente y entre los dos había no mas de un metro de distancia. Nadie esquivaría la acera para pasar por alli. nos metimos en medio y ahí nos desatamos...mis manos recorrieron todo su cuerpo, yo le desabrochaba los pantalones mientras ella hacía lo mismo con los mios. En ese momento, baje sus pantalones y sus bragas y me arrodillé delante de ella. No se me iba a escapar ese hermoso y depilado coño. Ella abrio sus piernas ofreciéndomelo y mi boca se sumergió en él. Mi lengua recorria sus labios todo lo rápido que podía, ayudado por el vaivén hacía alante y hacia atrás de su cuerpo, introduciéndose en su agujerito cuando pasaba cerca. Ella me sujetaba con una mano la cabeza mientras con la otra se apoyaba en la pared para no caerse, hasta que pasados cinco minutos noté como sus jadeos se iban volviendo más  y más rápidos y encogió su cuerpo tensándose mientras llegaba el orgasmo.

Rápidamente me levanté, saqué de mi bolsillo un preservativo, me lo puse y levantado una de sus piernas, me pegué a ella introduciendolo mi polla poco a poco mientras nos mirábamos a los ojos. Cuando estuvo dentro entera, la saqué despacito para meterla luego de un solo empujón. Tuvo que morderme el hombro para no gritar. Seguí acelerando el ritmo mientras metía las manos dentro de su sujetador para tocar sus, no muy grandes pero bonitos, pechos. Después de un rato, la giré la puse de espaldas y sin pensarlo la volví a penetrar, esta vez sin miramientos ni esperas. Le estiraba del cabello hacía atrás mientras la embestía, eso la estaba sacando de sus casillas y ella ayudaba moviendose rítmicamente para que yo notara como entraba hasta el fondo y como su húmedo pubis chocaba contra el mio. Seguimos así un rato, hasta que justo cuando yo estaba a punto de correrme volvi a notar como ella estaba terminando, le dije que quería terminar en su boca, ella me suplico que esta vez no, pero que como siguiera haciendolo así, me acabariá "premiando" y de un último empujón, ayaculé mientras le arañaba la espalda.

Esa fue la primera de muchas noches...