Noche fria

La segunda vez con mi tia, es mejor.

NOCHE FRIA ( la segunda con mi tía es mejor)

Llegue donde mi tia como a las once de la noche. Hacia frio y el cielo estaba iluminado por cientos de estrellas vagabundas.

Toque la puerta.

Se tardo un poco en abrir, pero al fin lo hizo.

ah, eres tu, que haces tan tarde por acá- me dijo todavía somnolienta

ehh, nada, solo queria quedarme acá para …dormir…usted me habia dicho que…-

ya pasa- y entonces me abrio la puerta . Imagino que recordo la invitacion que me hizo la ultima vez por si la noche me pillaba desprevenido en un barrio tan peligroso.

Puedes dormir en la cama de mi hijo, esta desocupada…-

A ya, no se preocupe, yo me las arreglo-

Buenas noches – dijo

Buenas …-

Me desvesti un poco nervioso. Me habia predispuesto a que entre ella y yo pasara algo. La vez anterior fue todo rapido, me vire y no la mire a los ojos nunca más. Pero andaba caliente y…un poco borracho.

Por un instante pense que ella no me daría bola y no se atreveria a recibirme en su lecho, en su casa, asi, sola, como estaba. Pero no fue asi.

La vieja, si bien estaba hedionda la ultima vez, ahora se echaba perfume, y se lavaba los dientes. No se insinuaba pero aun me invitaba a su casa. Debia recordar la vez que me orino de un orgasmo y le eyacule en la boca. Debia de estar agradecida.

Si mirandola bien, no estaba tan mala. Si mirandola, podia encontrar un coño.

Acurrucado en la sabanas comenzo a darme frio. Estaba helado. Empece a imaginar la otra pieza, donde estaba ella, mi tia, vestida solo con una polera y sus calzones. Empece a recordar la vez que me chupo la verga con semen y todo. Me la imagine agachada, recibiendo mi cipote a lo perrito en el baño. Pura imaginación. Nada de calentarme.

Tenia frio, en verdad. Debio ser eso que me condujo al baño. Estuve como dos minutos meando. Fue una meada larga. Me tome unos cuantos vinos no mas, y dos piscolitas. Nada serio. Mi tia debio oirlo.

Mi pene estaba erecto. Lo mire como la otra vez y maldije el dia que naci hombre. Maldita verga caliente y necesitada. Suspire tres veces. Y me dirigi al cuarto de mi tia.

La puerta solo estaba junta, pase despacio, omitiendo todos los ruidos. Ella estaba mirando hacia el otro rincón de la cama, me daba la espalda…. Habia espacio como para acostarme.

Me acomode lo mas despacio que pude y me tape, como si nada. A la memoria se me vino aquella vez que cuando pendejo la puntie de la misma forma. Ahora solo la abrace por detrás.

tia, tengo frio, puedo acostarme?- no podía ser mas caradura.

Eh?!!; tanto frio tienes?- replico defendiéndose- ya, vete a tu cama .-me ordenó.

Pero si solo es mientras tomo calorcito no mas- le insisti

Ya, tu sabes bien lo que pasa, no seas cerdo-

Asi que me redimi en el silencio, y volvi a la cama.

Pasaron como quince minutos. Mi subconsciente no se resignaba, borracho como estaba, aun no me quedaba dormido. De seguro es un impulso superior el que me llevaba a querer follar a una pariente. De seguro solo estaba caliente, con la piel helada.

Me daba vueltas en la cama. Hacia ruido, mucho ruido en aquella cama vieja que crujia a cada vuelta que daba. Fui al baño de nuevo. Me mire al espejo y estaba doble. Me rei de mi mismo, de lo borracho que andaba, y saque mi pija. Empece a masajearmela, a correrme la paja. Me la sobaba sin pensar en el placer, solo en la cara de mi tia cuando me la estuvo chupando.

Debi de hacer un buen ruido. Sin eyacular y frustrado, volvi a la cama. Pensaba en qué haria mi tia al otro lado. Me la imaginaba como era, delgada, piel morena desteñida,con un rollito maternal y sus pequeñas tetas con pezones grandes casi negros. Debia de calentarla, ella debia tambien pensar en mi. El unico pito que a esta hora deseaba ocupar su coño.

Oi un ruido y era ella que iba al baño. Oi que orinaba. Luego oi la ducha. Imagine que se lavo el coño. Y partí tras ella, tras mi fantasía.

Ella abria la puerta del baño para salir, y yo me entrometi en el cuarto, sin dejarla escapar. Me miro confundida.

que haces Alejandro…, no pensaras que tu y yo de nuevo…- inquirio un poco asustada.

Si, eso creo- le contesté enojado y le palmotie lo que alcance de su pierna.

No, no puedes, ya dejame, o te vas de mi casa o grito .-

No alcanzo a decir nada. La empuje hacia el inodoro y replicaba apenas, simulando resistirse, que no, que la dejara, que no siguiera, que no queria culiar conmigo nunca mas. Le golpie sus nalgas. Tome su culo con las dos manos, y lo traje hacia mi. Sus manos se apoyaban al borde del excusado y me ofrecia su vieja retaguardia, ella agachada con las piernas estiradas moviendose en una simulación de resistencia.

no, no sigas….- chillaba- no me lo metas por ahí -

Me rei laconico. Me parecio gracioso, de comedia. Era fingido, como de película porno. Como de difícil escaramusa, no resultaba creible.

ahhhh, no, ahhhh, no sigas…-

Yo era todo lo que queria, y se negaba de esa manera tan absurda. La palmotie mas veces, en su culo que lo movia de lado a lado hasta que se puso rojo. Paf, sonaba, y ella gemia otra vez. Mi mano adquiria forma en su piel golpeada y sus fluidos huian de su entrepierna. Olian a orina, suciedad, olor organico puro no de mis favoritos. Y ahí estaba mi verga. Filosofando el ponerlo o el sacarlo. En la desidia de romper placenteramente o negarse al asco.

Senti en mi verga la estrechez de su orificio. A mi nariz llego el olor a mierda metafisica y literal. Una silaba gutural huyo de los labios de mi tia. Debia presentir ese dolor de placer, ese polvo asqueroso que es tan grato. De apoco, cada centímetro de mi carne ingresaba en su ano,. El roce la tenia inimaginablemente roja, sofocada de dolor, espanto y delicia, suspirando hacia dentro, suspirando ahogada por la carne que yo le metia en su culo. Ardia ella y yo. El roce seco nos tenía reprimidos. Ningun movimiento, por ahora, todo despacio. Pero el ultimo centímetro, se lo envie a morir. Golpearon mis piernas en sus nalgas y asi empezo el paseo o el naufragio.

Sus nalgas palmoteaban los enviones. Ella gritaba desesperada hileras de aaaahha interminables. Yo le daba duro no mas. Duro sobre su culo. Sostenia sus nalgas, y se lo metia a ritmo de metralleta, violenta e incansablemente. Ella disfrutaba esa rudeza, ella imploraba el cese y que la continuara colmando.

Sobrino....oooohhh…sobrino….-

Y debio terminar una vez, y luego otra. Yo estaba fascinado de esa resistencia, de no eyacular, de estar poniéndoselo a mi tia, ella agachada con las piernas enhiestas, recibiendo mi polla hambrienta de sexo de la forma mas ruda y torpe que pueda imaginarse, mucho rato, violenta y excitantemente por detrás, hasta el fondo de su orto, hasta el dolor, hasta desgarrarla, hasta hacerla parir gritos sangrientos de gozo, hasta hacerla mear de nuevo, deshecha en llanto consumado por el placer de invadir su culo.

Agotada, el culo rojo humeando con un gran hoyo de ausencia, apoyandose deshecha sobre el excusado, meada de placer, humillada, lloraba feliz por el orgasmo. Yo la miraba desde arriba y me corria la paja percibiendo el olor a orto. La orina todavía no perpetuaba sus olores. Queria eyacular en su rostro, queria humillarla mas, hacerla caer mas bajo. Pero se levanto, se metio a la ducha y continuamos.

Comenzo enjabonando mi verga y luego su coño. Frotaba mi pija mientras metia los dedos en su concha. Yo estaba listo. Mi semen escapo mientras el agua caia fria en mi espalda.

Empezo a succionarlo. Chupaba como maestra. La vieja fea me lo levanto con su garganta y la apuntale a la pared. Estabamos de frente, por vez primera, mirandonos los ojos mientras yo estaba clavado en su vagina. Se sonrojo pero no saco su mirada de mis ojos. Yo tampoco. Le dije:

te gusta que te lo meta duro, perra?-

Ella no emitio ningun comentario. El silencio auspiciaba que el sonido de las pieles que se cruzan y atraviesan, aplaudieran su ritmo. Ella suspiraba, gemia, suspiraba hondo, se retorcia. Su sexo estaba muy humedo y habia espacio. Mi verga no le hacia daño, como antes, me frustraba, se lo metia rebuscando dentro, y nada, ella disfrutaba callada, sin esfuerzo, sin dolor. No pude evitar inundarla, y me aparte de ella. De entre sus piernas hui viscoso, abundante semen de pendejo caliente.

Tome una toalla y me fui a la cama, a dormir la modorra.

Pero ella, no me dejo cerrar los ojos.

(…..continuara)