Noche en vela (2)

Continuación de un relato que escribí hace años. Espero que os guste.

Era sábado y me desperté bien entrada la mañana. Me quedé tumbado mirando al techo. Lo que había pasado la noche anterior lo recordaba como en una especie de sueño. De esos en lo que todo sucede demasiado deprisa y no recuerdas bien los detalles. Pero había sido real. ¡Y tan real! Había perdido su virginidad... eso me hizo sentir bien... cálido. Algo que recordaba bien era a la chacha mirándome con unos ojos hambrientos, mientras se metía lentamen ...

Me estaba empalmando de nuevo con la imagen. Me restregué los lo ojos con la mano. Unos mano que lo aprisionaba y otra que lo acariciaba... una boca que buscaba su miembro... labios dulces sobre los míos...

Los pensamientos pasaban fugaces por mi mente y no pude evitar empezar a pajearme.

Cálidas profundidades... movimientos de cadera violentos... suaves tetas bajo mis manos... la chacha comiéndole el coño a... ¡mi hermana!

Aquello me hizo sentir otra de nuevo el familiar sudor frío por la espalda. Me enderecé para pensar con claridad. "¿¡Cómo coño iba a mirarle a la cara!?" La recordaba perfectamente gimiendo mi nombre.¡Joder, es mi hermana! Yo nunca... yo no...

  • ¡Joder!¡Mierda! ¡No está bien! - dije en voz alta.

Sentía cierta repulsión. No hacia mi hermana. Si no hacia mi mismo. Porque los recuerdos de anoche no paraban de girar en mi cabeza. Y me veía mirando a escondidas por la puerta masturbándome mientras miraba por la puerta entreabierta y me sentía avergonzado. Y tenía que admitir, aunque no quisiera reconocerlo, que la imagen de su hermana desnuda me estaba poniendo en esos mismos momentos. ¡Mierda! No sabía en que pensar... su hermana gimiendo... susurrando su nombre... pero yo... ¡Tenía la cabeza hecha un lío!

Me levanté de la cama, apartando la colcha. Salí hacia el cuarto de baño en pijama. Una ducha fría me sentaría de perlas y después podría pensar mejor.

Tan metido iba en mis pensamientos, que me metí en el cuarto de baño y cerré la puerta con pestillo sin mirar si había alguien dentro.

Y había alguien dentro.

  • Vaya, vaya. ¿Como está mi hombrecito?

El corazón me dio un vuelco y se me puso a mil. Me giré y me apoyé contra la puerta. La chacha, que estaba limpiando el baño, se estaba acercado a mi con cara seductora. Y mientra lo hacía no podía evitar fijarme en detalles... en como sus senos tensaban su blusa, como su falda negra de sirvienta dejaba ver la mitad de unos muslos metidos una media de rejilla... Se acercó a mi sin decir nada. Y se apoyó contra mi. Sus tetas contra mi pecho, sus labios cerca de mi mejilla... mi polla empalmada presionando contra su ingle.

  • ¡Ay los jóvenes! ¡Siempre con ganas de mear por las mañanas! - dijo con una risita.

Se apartó un poco y me miró a los ojos. Y sin dejar de mirarme me cogió de la mano y me tiró de mi hacia el váter. Yo estaba como en trance y, por supuesto, me deje llevar. Me puso delante del inodoro, abrió la tapa.

Se puso tras de mi. Y me bajó los pantalones. Y los calzoncillos.

Arrimándose a mi me pude notar sus tetas en mi espalda. Me colocó las manos en las caderas y lentamente fue rodeándolas con las manos. Podría imaginarme exactamente las líneas imaginaras que sus dedos dejaban a su paso. Finalmente con ambas manos tocó mi miembro. Me empezó a hacer un excitante masaje con ambas manos moviéndose al unísono. Solo con la palma, rozando la piel. Notaba la piel del prepucio, pugnando por soltarse y liberar el glande. Pero el va y ven de la piel no era suficiente. Adelante y atrás. Adelante y atrás. Adelante y atrás. Era tan placentero que casi dolía.

Al fin, con mucho cariño rodeo mi polla por la mitad con una de sus manos. Y suavemente tiró de mi la piel hacia atrás, de manera que su mano quedó rodeando mis huevos. Solté un suspiro que era una mezcla de alivio y placer. Mmmm...ahhhh. Mi glande se había liberado y mi miembro estaba en todo su esplendor. La chacha empezó entonces a besar mi nuca, y los pelos se me erizaron. Con la mano que le quedaba libre me la apuntó para abajo y empezó a pajearme. Yo estaba tan puesto y tan concentrado en el momento que no se me ocurría ni mover una pestaña. Yo... yo solo me dejaba llevar. Zum zum zum zum zum.

  • Ah aah aah ahah ah - gemía intentando no levantar la voz

  • ¿Que pasa? ¿No puedes mear? - me dijo la chacha. Me podía imaginar perfectamente su sonrisa traviesa. Zum Zum Zum Zum.

  • Yo... ah... yo no...aah

  • ¿No qué?

  • No pu- aaah -edo mear ah

  • ¿Ah no? - dijo la chacha con voz melosa - ¿Y eso porqué? - Zum Zum Zum Zum

  • Porque... aah...- me sentía arder la cara de vergüenza - ah ah aha...

Zum Zum Zum Zum

  • Dime por qué - me susurró en mi oído.

  • Porque... aah... estoy tan... aaahhh - algo explotó y se liberó -. ¡aagghhhhhh! ¡ah! ¡aaah! ¡aaah! - Madre mía. Me estaba corriendo como nunca. La chacha me aferraba por el estómago y seguía pajeándome con la otra mano. Era increíble. No podía aguantar, pero al mismo tiempo ansiaba que siguiera haciéndolo.

  • ¡Parece que al final si estás meando! - dijo riéndose, soltándome al fin.

Me dio la vuelta y me dio un empujoncito, que me hizo sentarme en el inodoro. Entonces se agacho y acercó su cara a mi miembro. Me miró con expresión inocente.

  • ¡Vaya!¡Está bastante sucio! ¿verdad?

  • S-sí - asentí tragando sin poder apartar la vista de su mirada.

  • ¿Quieres que... - acercó su cara más a mi miembro, sus labios casi tocaban el glande -  lo limpie?

  • Y-yo yo-

  • ¿Quieres que lo limpie o no? - su labio inferior roza mi polla con el entrecejo fruncido.

  • ¡Sí!

La chacha sonríe lascivamente y empieza a chupar mi glande presionándolo con los labios. Como si fuera un helado. Ahora es distinto. Parece que realmente se lo quiera comer. Su ritmo se ha vuelto frenético como si hubiera dado rienda suelta a su deseo. Chupchupchupchup. El cuarto se lleno de los sonidos obscenos de la chacha.

  • ¡Aaah!¡Aaaah!¡Aaa-! - una mano me tapa la boca.

  • No grites cariño - me dijo la chacha con la polla en sus labios - nos van a oír.

Y se la tragó entera de una vez. Hasta el fondo. Empieza a subir y bajar la cabeza con un ritmo salvaje. ChupChupChupChupChupChupChupChupChupChup.

  • ¡Mmmmmm!¡Mmmmmm!¡Mmmmmmmmmmm! - me tapé la boca con mi propia mano y la otra la puse en un la cabeza de la chacha. No podía para de acompañar el ritmo.

Cierro lo ojos.

TOC TOC TOC.

  • Hola ¿hay alguien ahí?

Si no fuera porque tenía la mano en la boca, el corazón se me habría salido.

  • ¿¡Her-hermana!?

La chacha había parado. Veo que mira la puerta y luego me mira. Sonríe picaramente y.... ¡sigue mamándola!

  • ¿Qué haces? ¡Tengo que entrar!

  • Yo-yo, agh - Chupchupchupchup - yo estoy usando e-el inodoro...

  • ¡Pues date prisa que me estoy meando!

Chupchupchupchupchupchup. No podía aguantar mas, no podía. ¡Estaba a punto de...!

  • ¡Ahora voy ducharme ve al de abajo! - ChupchupchupchupChupChupChupChupChup

Hubo un momento de silencio al otro lado de la puerta.

Y entonces...

  • ¡Vale! Haberlo dicho antes... - unos pasos se escuchan alejándose por el pasillo.

  • ¡Aaaaaaagh! - no pude evitar decir - ¡Me corro me corro! ¡Aaaaaaagh! ¡Aah! ¡Aah! ¡Aah!

El semen salía de mi polla cayéndole a la chacha en la cara, la cual habría la boca como si fuera maná del cielo.

Se levantó.

  • ¡Menos mal! ¡Casi nos pilla! - se agacha y me de un beso largo en la boca. - Dime ¿te hubiera gustado que nos hubiera pillado tu hermanita?

Aparté la cara avergonzado y un poco enfadado por su jugarreta.

  • ¡Ay, venga! ¡No pongas esa cara! - sonrió melosamente - ¡Mira, yo también estoy sucia!

¿Me limpias?

Y acto seguido se dio la vuelta y puso el culo apuntando hacia mí. Se sube la falda, y cual es mi sorpresa al ver que no llevaba bragas.

  • ¿Ves lo sucio que está? - dice, mirando hacia atrás. Entonces con las dos manos se aparta los labios de la vagina - ¿Ves así mejor? - me dice con una sonrisa lasciva.

Ahora que había luz, podía ver mejor. Que increíblemente rosa era una vagina por dentro. Un líquido espeso se alargaba desde ella y goteaba hasta el suelo. Estaba hipnotizado. Ella fue acercando su coño poco a poco, contoneando las cadera. Y pude notar el olor embriagador que emanaba. Y entonces...

No lo pude resistir más y me metí de lleno. Sorbía, lamía, besaba. No lo había hecho nunca pero daba igual. Mi cuerpo sabía de sobra lo que había que hacer. Y ¡oh! ¡que embriagador! ¡que borrachera de sexo! La chacha gemía y contenía gritos, sorprendida por mi ímpetu. Y a todo eso, otra vez la tenía hinchada y lista para la acción. La chacha se dio cuenta y empezó a acariciármela pasando una mano entre las piernas. ¡Oh joder! ¡Como la tenía!

De repente, la chacha se separó un poco, bajo su culo y de espaldas se metió mi polla de una tirón. ThumbThumbThumbThumbThumbThumbThumbThumbThumbThumbThumb. ¡Como se movía! ¡La polla me iba a reventar! Movía el culazo tenía como una de esas bailarinas de salsa brasileñas. ThumbThumbThumbThumb. No podía aguantar más eso.¡No podía más!

Puse mi dos manos sobre su culo me levanté un poco, y empecé a embestirla con fuerza y determinación.

  • ¡Aaaaha! ¡Aahh! ¡Aaaah! - ahora era ella la que gemía y la gritaba, pero parecía darle igual. ThumbThumbThumbThumbThumbThumb

Intenté taparle la boca. Y lo que hizo fue chuparme los dedos con ansia. ThumbThumbThumbThumb

Apreté el ritmo. ThumbThumbThumbThumbThumbThumbThumbThumb

  • ¡Me... me co-! - la chacha estaba tratando de decir.

  • ¡Me coorrrro! - dije yo, a la vez que pasaba a agarrarla por los hombros y la embestía con más fuerza aún si cabe-

  • ¡Oh sii! ¡Oh siii! ¡Oh siiiiiiiiiiiiiiiii!

Y caímos los dos al inodoro, ella aun empalada en mi miembro. Moviéndose despacio.

  • ¡Ah cariño!¡Ah..! ¡Ahhh! Vas...¡Ahh!¡Ja ja! ¡Vas aprendiendo!¡Aaaah! - suspiró con satisfacción la chacha. Giró un poco el cuello y me besa en los labios y su lengua recorre la mía. Entonces se levanta.

Y como si nada coge un papel y empieza a limpiarme. Ahora en frío no sabía muy bien que decir. Estaba muriéndome de vergüenza.

  • Yo- me calla con un dedo en los labios.

  • Ssss. Este será nuestro secreto. Anda dúchate y ya limpio el baño luego. Y sin más se fue.

La verdad es que me quedé con cara de tonto. ¿Ya está?

Sin poder quitarme lo que había pasado de la cabeza, me tome mi tiempo en la ducha. Bastante relajado como podéis imaginaros. Salí descalzo y me volví a poner el pijama.

Nada más salir del cuarto de baño pise algo húmedo.

Que raro. A alguien se le había algo de líquido en la moqueta junto al baño. Pensado en el culazo de la chacha, me fui a mi habitación.