Noche de viernes 2

Continúa la sesión de sexo en el hotel

Estás tumbada en la cama, sudorosa, una sonrisa se dibuja en tus labios, ni por asomo te imaginabas que ibas a disfrutar tanto, mientras recuperas la respiración ves que llamo al servicio de habitaciones y pido champán y fresas... Mmm... Es erótico a más no poder. Ves que me levanto y enciendo el jacucci, me giro y te digo que voy a por lo que habíamos acordado, solo de pensarlo te recorre un calambre por la espalda, al principio tenías tus dudas, pero ahora lo esperas con ánsia, y me ves salir de la habitación. Viendo el jacucci encendido decides que te has ganado un baño relajante, asi que te haces el ánimo y te levantas de la cama, las piernas te tiemblan como si estuviesen hechas de gelatina, y te introduces poco a poco en el jacucci... Mmm... Que gustazo!, las burbujas relajan la tensión que aún acumulaban tus músculos.

Al momento me ves aparecer con un par de bolsas, y dibujando una sonrisa pícara, me indicas con el dedo que me acerque a tí, yo, soltando las bolsas en el suelo me acerco a ti, te abrazo y nos fundimos en un beso, devorándonos la boca. Tras el beso me dices:

-Ven, vamos a refrescarnos.

Y tiras de mi metiendome en el jacucci, y una vez dentro continuamos morreandonos, tú sentada encima mio, yo estrujandote las tetas, hasta que notas mi polla, dura otra vez, metiendo presión sobre tu sexo, te separas de mi, sonries y dices:

-Espera un momento.

Te levantas, sales del jacucci y chorreando te diriges a donde yo había dejado la caja de los preservativos, y cogiendo uno, te vuelves a meter al jacucci.

​Volvemos a comernos los labios un rato y después manejandote hago que saques las piernas del jacucci, y apoyando tu espalda sobre mi pecho dirijo tu vagina a uno de los chorros del jacucci, mientras con mi mano derecha masajeo tu clitoris y con la izquierda te estrujo los pechos, la presión del chorro no tarda en hacer efecto y tu te sientes como si una polla infinita no parase de entrar en tí, y como una loca empiezas a jadear, gemir, gritar y hasta babeas poco antes de poner los ojos en blanco y estar a punto de perder el sentido del placer, entonces, te ayudo a colocarte a cuatro patas, y me coloco el condón, tras lo cual te meto mi miembro sin compasión acometiendo embestidas brutales, haciendote gritar de placer, haciendo que tus tetas se bamboleen rozando la superficie del agua con los pezones. Tras pocos minutos de embestidas brutales, y tras un orgasmo tuyo brutal, me dejo ir y quitandome el preservativo me descargo sobre tu espalda, uno, dos, tres, y hasta cuatro chorros de semen caliente impactan sobre tu espalda y culo, llegando algún chorro hasta la nuca.

​Tras recuperar un poco el sentido, nos limpiamos bien y nos dirigimos a la cama, tú te vuelves a poner la ropa interior, mientras que ves que yo saco de las bolsas una cámara de video, un tripode, una cámara de fotos, y dejo sobre la cáma una bolsita, tras repasar brevemente el plan, te doy un beso y me situo tras la cámara, me sonries con esa sonrisa tuya que se la pondría dura a una estatua de bronce y le doy al rec.