Noche de verano
Dos chicas, dos chicos, una fiesta en una casa sin padres en una noche de verano...
Noche de verano
Ana le daba otra calada a su porro, aquella noche estaba siendo magnífica. Sus padres se habían ido de casa y la habían dejado sola, había invitado a sus amigos Axel, Luis y María. Después de unas cuantas copas y unos porros todos estaban sueltos, la gente se reía a carcajadas mientras veían una extraña película de la que ya nadie se enteraba. Luis doblaba las voces y los demás se reían de él, mientras Ana observaba con detenimiento el pelo de María, aquella noche el pelo de la chica que tenía a la derecha le parecía espectacular, siempre había tenido una larga melena y en repetidas ocasiones era alabada por esa cualidad entre sus amigas, su bonito pelo rubio y largo hasta las caderas. Ana se sentía atraída por la larga melena y no paraba de mirarla como embobada, como si de una maravilla se tratase.
Axel estaba como loco, se veía en sus ojos rojos las copas y los porros de más que llevaba, estaba contento de estar allí, desde hace algún tiempo le había dicho a María que Luis le gustaba. Todos sabían que Axel era algo amanerado, pero nunca llegaron a imaginar que era gay hasta que lo confesó a su mejor amiga aquel año. En los años anteriores Axel había sido discriminado por sus compañeros y solo este año había encontrado la amistad con María, una chica de su clase de la cual se hizo su confesor cuando esta pasaba por un mal momento en sus relaciones personales. De esta manera Axel y María se hicieron inseparables y los dos sabían todo el uno del otro. Hace unos días que María le había dicho a su mejor amigo que una amiga suya, Ana, hacía una fiesta en su casa a la cual iría Luis. Axel estaba ahora con un porro en la mano absorbiendo la calada que entraba por sus pulmones y que le producía un éxtasis en su cabeza, todo ello amenizado por la vista de los ojos azules de Luis de los cuales se había quedado prendado desde la primera vez que los vio: esos ojos grandes y profundos como el mar que le llevaban a otro mundo que no sabía muy bien donde terminaba.
Luis estaba cansado pero feliz, llevaba haciendo el tonto toda la noche, cosa muy común en él y se acababa de tirarse en el sillón después de interpretar una estúpida canción sin sentido. Iba borracho y fumado pero se sentía feliz, estaba en esa fiesta porque María, una chica de su clase, le había pedido que fuese. No sabía muy bien las razones pero las intuía, sabía por rumores de la clase que María andaba detrás de él, pero le parecía un poco fuerte que esta se hubiera lanzado de esa manera para intentar captar su atención. "Además"- pensaba Luis- "Ni siquiera ha organizado ella la fiesta, voy de acoplado a una casa de la que solo conozco a Ana del año pasado y nada más"-aún así siempre concluía:-"bueno, da igual, hay alcohol, petas y dos pibas, María no está nada mal " Su mente daba vueltas y no paraba de pensar en distintas cosas. Se quedó embobado mirando a María, la única razón de que estuviera allí, empezó a pensar.
María se había fijado en la cara de embobado que tenía Luis mientras ella engullía unos fritos. Esta fiesta le había dado dolores de cabeza, Ana le había dicho que si por favor podría ir a su casa a una fiesta, ella había contestado que sí con reticencias ya que últimamente notaba extraña a Ana, la veía muy cercana y demasiado pegajosa, no se separaba de ella en ningún instante durante los días de clase y después la llamaba nada más llegar a casa. María era una chica a la que no le gustaba mucho cortar el rollo a la gente y esta había sido la razón por la cual había aceptado ir a la fiesta, aun así no se lo estaba pasando mal. Había convencido a un chico de su clase para que fuera a la fiesta, Axel, pensó que de esta manera no se quedaría tan aislada si se llegará a aburrir o la acosase Ana, que era lo que se esperaba, pero hasta ese momento nada de eso había ocurrido. María se fijaba en los cuadros, ya que era una gran amante del arte y de repente observó un cuadro de dos mujeres desnudas, lo que le hizo reflexionar y pensar sobre la calidad del cuadro y de que manera estaban retratadas las figuras en él. El arte era su debilidad y por él se desvivía, le gustaban sobretodo los desnudos, a veces incluso llegaba a pensar que el arte era una forma de expresión en la cuál daban igual los cuerpos que fueran. En ese hermoso cuadro María veía a las dos mujeres bailando desnudas y pensó que sinceramente la atraían.
Sonaron las tres de la mañana en el antiguo reloj de la casa. Ana abrió los ojos, se despertó y les dijo a todos que fueran a dormir al piso de arriba, subieron las escaleras y en un principio decidieron dormir todos en una cama, Luis María y Ana se tiraron en la cama de matrimonio de los padres de esta última a la vez. Axel había ido al baño y cuando llegó vio que no cabía con sus amigos en la cama, así que con cara de resignación se retiro a la habitación contigua de invitados. Eran las tres y cuarto y se empezaron a escuchar murmullos.
María le había seguido el juego a Luis, iba en un estado en el que todo le daba igual y Luis estaba extrañamente tonto con ella aquel día. "Será el alcohol" pensaba ella. Había echado una carrera con él para ver quien llegaba primero a la cama a la que, cómo no, se había unido Ana que seguía igual de pegajosa aunque eso a ella ahora le daba igual. María se encontraba en el medio de la cama entre Luis y Ana, se sentía un poco agobiada pero muy cansada así que cerró los ojos.
Ana no podía más, estaba descubriendo una nueva experiencia en su interior y aunque lo sabía desde hace mucho tiempo nunca se había dado cuenta de lo que de verdad significaba hasta ahora, estaba enamorada de María. Ella estaba a su derecha y respiraba su aliento, Ana se encontraba inclinada hacía María y sentía una irrefrenable pasión por tocarla, besarla, acariciarla. Sin darse cuenta su mano estaba casi rozando el muslo izquierdo de la chica que tenía enfrente, aunque ni ella misma había sentido como su mano se había movido.
Luis estaba completamente feliz de estar allí, estaba realmente salido, y ahora dormía en una cama con dos chicas "El sueño de cualquier tío"-pensaba él- "aunque yo no este en medio, pero Dios, hoy no sé que me pasa con María que me pone cachondo como loco, además la tengo a mi derecha, casi la puedo tocar ¡Joder, qué buena está!... ". De repente escuchó un ruido al lado suyo "¿No puede ser, esta piba ronca?". El ruido siguió hasta que al fin Luis se dio cuenta de lo que pasaba y se giró.
Axel se sentía frustrado pero a la vez emocionado. Había perdido la mínima posibilidad de haber estado cerca de Luis, aunque fuera por una noche, y todo por culpa de unas cuantas copas de más y su maldita vejiga que se tenía que haber aflojado justo en ese momento, pero a su vez estaba bajo los efectos de los porros y el alcohol lo que le ponía bastante, además que Luis estuviera cerca suya le ayudaba más aun a fantasear con él: Axel bañándose, desnudo entre el agua caliente y el vapor, de repente una figura se dibujaba en el humo de agua, se metía en la bañera y simplemente lo besaba. Cuando se quiso dar cuenta Axel tenía la mano en su pene, empezó suavemente a masajeárselo, Luis empapado de agua que le corría por todo su cuerpo le seguía besando y bajaba por su pecho.
María estaba disfrutando, no sabía por qué estaba ocurriendo lo que ocurría, simplemente estaba pasando, su mano se había introducido por el top de Ana, que no llevaba sujetador y recorría sus pechos, mientras sus labios se besaban formando una tórrida escena en la que una seguía locamente a la otra. Se había dejado llevar y ahora le daba igual lo que pasará solo quería que Ana la tuviese. María se despegó de la boca de Ana y empezó a quitarle la ropa de forma acelerada cómo llevada por una excitación inhumana, Ana le siguió y pronto las dos chicas se encontraban semidesnudas con sus pechos al descubierto. Se empezaron a acariciar, Ana había bajado su mano y acariciaba a María suavemente la vagina rozándose con el interior del tanga de está mientras que María sostenía los pechos de la otra y con su lengua relamía sus pezones como lo que si estuviera lamiendo le pareciera el néctar más sabroso del universo pero que a su vez le quemaba. María sintió un movimiento a su izquierda, algo duro le rozaba el culo y lo hacía suavemente, se apartó de los pechos de Ana y clavó la mirada "Luis, ¿te habían dicho que eres muy mono y que por cierto, la tienes bastante grande?".
Luis estaba ahora lamiéndole el glande e introduciendo su pene en la boca, mientras que con la mano izquierda le masturbaba con la derecha Luis hacía lo mismo. Estaba sentado en un extremo de la bañera abierto de piernas mientras que Luis se apoyaba en sus piernas alargando su mano de vez en cuando para recorrer su pecho y acariciarle los pezones. Estaba disfrutando mucho y gemía al ritmo que Luis se la chupaba y le masajeaba . "Mierda otra vez no"-pensó-"cómo es que necesito ir al baño de nuevo". Axel sacó la mano de su pantalón y se levantó de la cama empalmado, se dirigió al baño y entonces se quedó un momento parado mirando a la puerta entreabierta de la habitación de los padres de Ana, escuchaba gemidos y se acercó.
Luis cerraba los ojos de placer y gemía mientras sujetaba una larga melena rubia y María le hacía una mamada. Ana estaba abajo, inclinada sobre María, le relamía el clítoris intensamente mientras está se hacía un dedo con su mano izquierda. Todos estaban desnudos en la cama de los padres de Ana "Ahhh, dios María eres mi diosa"-pensaba Luis-"estoy en una nube, ahora sería capaz de hacer cualquier cosa". Giró la cabeza y vió una figura detrás de la puerta entreabierta de la habitación "Hey Axel, quieres venir, te puedo hacer un sitio si quieres".La figura entró en la habitación pero no se atrevió a meterse en la cama. Luis se separó de María salió de la cama y tomando la cabeza de Axel lo besó apasionadamente, después de un rato se separó de él "¡La tienes dura eeh! qué pasa, que te la estabas cascando e ibas al baño a limpiarte".Axel se sonrojó y dijo "Pensaba que estaba contigo en mi fantasía y he venido aquí a seguirla". Se quitó la camiseta y dejó su cuerpo al desnudo descubriendo su abultado abdomen, se lanzó hacía Luis y lo besó apasionadamente tumbado en la cama encima de él. "Qué monos"-dijo María "La mona aquí eres tú" dijo Ana abalanzándose sobre su boca.
La escena parecía de una película porno, por un lado Luis estaba follando a la izquierda de la cama con María, estaba tumbado y ella le daba la espalda y se erguía sobre el eje de su polla dando botes, de la misma forma estaba Axel, tumbado y con Ana encima; no paraba de mirar a Luis y de vez en cuando giraba su cabeza para besarlo. María y Ana se estimulaban su clítoris masajeándolo la una a la otra mientras eran penetradas y emitían gemidos. Los cuerpos de las dos chicas relucían a la luz de la luna chorreando pequeñas gotas de sudor por todo su cuerpo, sus pezones, sus culos y sobretodo su coños ."Niño, ven aquí y enseñame esa cosa que tienes ahí" susurró al oído Axel a Luis.
Axel estaba cumpliendo su fantasía y ahora se la chupaba a Luis, una polla grande y muy dura. María estaba abierta de piernas y enfrente suya Ana, las dos haciendo la tijera, rozaban sus vaginas húmedas y gemían "¡Síii!"gritaba Ana " sigue así". María estaba muy cachonda y de repente sintió un dedo que le acariciaba los labios, lo succionó y removió su lengua a través de él dentro de su boca y giró la cabeza para ver de donde venía. Axel se apartó de la polla de Luis y besó a María, era su forma de agradecerle por haber cumplido su sueño erótico: estar una noche con Luis y también follar por primera vez con un chico.
María estaba observando la escena mientras se masturbaba en un sillón. Nunca habría pensado que estuviera observando lo que estaba viendo, eso le hacía sudar aún más, se aceleraba su respiración y sentía como poco a poco llegaba al orgasmo. Luis estaba apoyado sobre sus rodillas erguido detrás del culo de Axel penetrándolo, mientras este estaba lamiéndole clítoris a Ana, que estaba abierta de piernas en la cama apoyada en la pared mirando a Axel con cara de placer. Luis no se lo podía creer pero estaba disfrutando, su idea repentina de "Umm, ¿por qué no?" le gustaba; la sensación de follar a un tío era especial, se podría decir que no tardaría mucho en correrse si seguían a ese ritmo, además llegó a la conclusión de que Axel tampoco estaba mal y que probablemente no le importaría que esto ocurriera otra vez. Volvió a la realidad cuando de repente emitió un gemido de placer a lo que Axel respondió con otro "¿Te gusta eee?" dijo Luis entre gemidos.
Iba a correrse, no podía más, ahora Luis lo miraba desde abajo mientras penetraba a Axel este a su vez se masturbaba encima del abdomen de Luis " Ahhh" gritó. Se corrió encima de Luis y sintió un inmenso placer dejando rastros de la corrida por lo abultados cuadraditos de gimnasio de Luis. Ana cogió la polla todavía con restos de líquido seminal de Axel y la introdujo en la boca. En el sillón, María se acababa de correr pero su gemido se había confundido con el de Axel, sentía como su mano acariciaba su clítoris ardiente y el dedo que había entrado y salido de su vagina estaba húmedo. Ahora sólo faltaban Luis y Ana, Axel se levantó y se retiró a un lado de la cama. Ana puso sus dos tetas rodeando la polla de Luis y empezó ha hacerle una cubana, Luis no tardó en correrse emitiendo un sonoro gemido y esparciendo el semén en los pechos de la chica. Ana le dijo "Deja que tu niño y yo te limpiemos el sable, campeón". Ana cogió por la cabeza a Axel que estaba tumbado a un lado observando como Luis se corría y le besó, seguidamente guió su cabeza a la polla de Luis y los dos se la chuparon.
Todos se habían quedado dormidos. Ana estrechaba a María en el lado derecho de la cama y Axel hacía lo mismo con Luis en el lado izquierdo. Ana no sé podía creer muchas cosas: cómo había podido llegar a pasar aquello con María, que Luis y Axel se hubiesen liado y lo más impactante, haber hecho el amor delante suya, y toda esa historia que para ella no tenía explicación; cerró los ojos y esperó que mañana todo tuviera una respuesta en su cabeza. Lo último de lo que tuvo conciencia fue del olor de esa melena rubia larga que tenía a su lado, ese olor que se le metía en la cabeza y no salía.
Abrió los ojos eran las 12:00 de la mañana de un día de verano y su alarma sonaba, estaba sola en su cama, sentía como si se hubiera inundado, se echó las manos a la cabeza y pensó "Bueno al menos me he corrido yo también que era la última " y se dirigió al baño.
Plastic Fition